Falta tan solo una semana para mi cumpleaños y también para mi boda con el Liel... Él se convertirá en el sucesor de papá. Por los cielos, esa idea me estremece la piel.
- Su majestad ¿Podemos hablar?
- Hija pasa y no me llames así... Soy tu padre, ni tengas tales formalidades.
- Papá... ¿Crees que Liel hará bien su trabajo?
- Creo... Considero que sí. Ha vivido toda su joven vida en el Imperio, sabe muy bien cómo se manejan los asuntos políticos y económicos de un reinado...
- Dicen que es demasiado ambicioso y que su humor es complicado...
- Amelie, hija. Perdóname, sé que no quieres este matrimonio pero... No puedo negarme ante las órdenes del Emperador.
- Lo sé, lo sé... Tranquilo. Seré una esposa sin igual.
- Harías bien en alejarte de Edrien.
- ... Padre... Yo...
- No me expliques nada, pero deberán alejarse.
- Si padre. Me retiro. Descanse por favor.
Salgo de la habitación de papá y veo a mi dama de compañía asustada y nerviosa:
- Lira ¿Qué sucede?
- Mi señorita, por favor no se enoje conmigo...
- ¿Qué pasa? Dime...
- Phill escapó.
- ¿¿¿Qué??? Por los cielos Lira, te pedí que no lo Dejarás ir... Sabes que ama salir, pero es muy indefenso. Pueden lastimarlo como cuando era pequeño...
- Lo sé, perdón mi princesa. Merezco ser castigada.
- No digas algo así. Nunca te lastimaría... Iré a buscar a Phill.
- ¿Ahora? Deje que le pida a los guardias que lo busquen.
- No. Él solo responde ante mi llamado. Preocúpate de que papá no se entere de que saldré...
- Mi señorita, Phill ya no es aquel zorrito bebé, él creció. No debe estar en peligro. No salga... Está muy frío...
- Lira, cúbreme. No podría resistir si algo le pasará a Phill.
Salí en busca de mi amado Phill, no hay un compañero tan dulce y fiel como lo es él. Los recuerdos de aquella vez, cuando aún era un cachorro y se escapó, no dejan de atormentarme. Ese día Phill fue herido por otro animal más grande y cuando lo encontré en el bosque del castillo, estaba demasiado asustado... Mis ojos se llenan de lágrimas, mi vista se nubla, pero intento mantener la calma para poder verlo.
Camino bastante, me adentro al bosque, el frío me congela la nariz... Comienzo a llamarlo:
- ¡Phill! Ven, vamos ven... No me dejes sola...
Después de unas cuantas llamadas así, Phill aparece entre unas rocas:
- ¡Phill! Por Dios, estás bien... Ven con mamá.
Abrazo a Phill, me siento aliviada. Él está a salvo... Intento llevarlo,, pero noto que él quiere quedarse un rato más allí:
- ¿Te gusta el bosque? Que pregunta tonta, este es tu lugar Phill... Otra vez mis ojos se humedecen.
Phill corretea un rato, se tira en la hierba y observa a la lejanía:
- ¿Qué ves allí? Le pregunto curiosa al verlo tan interesado. - Me sentaré aquí, esperaré a que quieras que regresemos.
Phill se acerca a mí, con su hocico levanta mi mano para qué lo acaricié, como si fuera un perro... Por supuesto que comienzo a mimarlo y a abrazarlo:
- Me asusté... Tuve miedo de que te hayas ido... No puedes dejarme Phill.
Mientras hablaba con mi zorrito, ambos sentimos un ruido entre los árboles, además de sentir que me estaban observando. Y aunque tengo algo de miedo, me levanto y pregunto:
- ¿Qui... Quién está ahí? Salga. Ya lo vi.
Phill se suelta de mis brazos y corre hacia el lugar de donde provienen esos ruidos...
- Noo... Phill regresa.
Sin pensarlo, empiezo a seguir a Phill. Y me encuentro con lo que jamás imagine hacerlo, un hombre herido que parecía haber caído entre la maleza:
- ¿Señor? ¿Qué le sucedió? Buscaré ayuda para usted.
El hombre, encapuchado, me sostiene del brazo, impidiendo que vaya por ayuda:
- ... No... No busque a nadie mi lady.
- Pero está usted herido. Veo sangre entre sus ropas.
- Ayúdeme ¿Ve allí? Hay una cueva, si usted me ayuda a llegar ahí, le prometo que no le causaré más problemas...
- Mm... Está bien. Lo ayudaré.
Pongo su brazo sobre mi cuello y lo ayudo a levantarse, a pesar de tener una capucha que cubre todo su rostro, puedo sentir su respiración agitada. Caminamos, con demasiada dificultad y llegamos al lugar donde él me pidió llegar:
- ¿Piensa quedarse aquí? ¿Herido? Déjeme buscar al médico.
- No... No busque a nadie.
- Pero mírese, está usted delicado.
- Mi lady ¿Puede ver ese bolso?
- Sí...
- Ahí tengo alcohol y unas vendas. Si fuera tan amable... ¿Me volvería a ayudar?
- Esta bien. Pero le advierto, no soy médica...
- Lo sé. Una joven como usted, solo puede ser una princesa...
El hombre se recuesta en la tierra húmeda de l cueva, en mis manos ya tengo el alcohol y unas vendas... Tocó sus ropas ensangrentadas y veo la herida de su pronunciado abdomen, trago saliva y comienzo a curarlo:
- Es... Esto le dolerá.
- No se preocupe. Me responde él.
Tiro la botella de alcohol y siento un leve quejido, por lo que me asusto, pero sus manos agarran las mías:
- Por favor, siga... Lo necesito.
- Pareciera que una espada lo atravesó.
- Así fue mi lady...
- ¿Quién le hizo esto?
El hombre no responde mis preguntas, está agotado y adolorido...
- Está oscureciendo, debo irme. Pero no puedo dejarlo así.
- Vaya... Y no sé preocupé, usted me ha ayudado demasiado hoy... Pero le suplico, no le diga a nadie lo que ha pasado aquí hoy...
- Está bien, lo prometo. Phill vamos...
- Phill protege a la lady en el camino. El hombre le habla a mi zorro como si lo conociera de siempre.
Y Phill pareciera responderle...
Regreso al castillo con Phill entre mis brazos, Lira corre a abrazarme:
- Mi señorita ¿Porqué demoro tanto?
- Es que... No encontraba a Phill, pero ya estamos aquí.
- Debe tener cuidado dicen que los caballeros del Príncipe Maldito ya están aquí.
Por la noche, antes de dormir, miró por la ventana y observo el bosque... ¿El todavía estará ahí?
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Comments
Emiux Emiux
el tipo que encontró será el príncipe maldito ???
2023-02-06
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