Jezabel

Gabriela estaba de verdad aterrada. Sentía que debia salir corriendo de aquella casa. Pero, considerando su actual condición, Aquella talves era una idea incluso peor que quedarse en La Casa De Las Muñecas Ademas, no se sentia capaz de separarse de Diego.

- Bueno- dijo Misha tomando aire- Será mejor que esperen aqui un momento mientras yo... hablo una cosita con Ivanna.

Dicho esto, Misha desapareció de aquel lugar. Entonces Diego miró a Gabriela quien parecía querer echarse a llorar del pánico.

- Gaby- Le dijo él, aun sosteniendo su mano- Tienes que confiar en mi. Todo estará bien.

- Confió en ti- Dijo ella con voz temblorosa y miedo en sus ojos- Pero no puedes pedirme que no sienta miedo.

- Solo tenemos que irnos de este lugar- dijo Andreina de repente- Busquemos a mis hermanas y vamonos.

Diego guardó silencio mientras acariciaba una de las mejillas de Gabriela. Entonces miró a Andreína.

- "Le Nordique" es lo mas cercano- dijo Diego- Está en San Luis. Pero... será difícil llegar sin llamar la atención. ¿O es que acaso no te has fijado en nuestro aspecto actual?

Se miraron con detalle. Era cierto, sus ropas estaban rasgadas y tan llenas de sangre como sus manos y sus rostros.

- Tenemos que asearnos y descansar un poco- dijo él- Y este es el unico lugar en el que podemos hacerlo

- Me da miedo aquí- dijo Miriam nerviosa- Todo se siente horrible.

- Concuerdo con Miriam- dijo Gabriela- No quiero estar aquí.

- Deberias escucharlas- dijo una voz familiar de repente.

Los cuatro se volvieron desde sus asientos para ver a Jessica, que venia caminando hacia ellos.

- ¿Que quieres, Jessica?- Preguntó Diego mirándola cuando ella detuvo frente a ellos.

Jessica lo miró fijamente, con una expresion severa.

- No sabes lo feliz que me haría decapitarte ahora mismo- dijo ella apretando los dientes.

- Lo sé, pero...- él se puso de pie- No puedes hacerlo.

- Es cuestión de esperar- dijo ella.

- Claro...- dijo Diego- Espera quieta y callada, como la fiel mascotita que eres, Jezabel.

Gabriela escuchó el aire salir de la boca de Andreina y la miró. Estaba de espalda mirando su vaso de refresco en la barra, co la boca abierta y una expresion de asombro y diversión. Al parecer el comentario de Diego era algo que ella no habia esperado.

- ¿Como te atreves?- gruñó Jessica dando un paso hacia él.

- ¿No es lo que eres?- dijo Diego con su tono pasivo de siempre y su rostro inexpresivo- Todos saben que no mueves un dedo si mamá no te lo pide primero. Apuesto a que le pides permiso hasta para ir al baño.

Gabriela miró a Diego preocupada, mientras recordaba el momento en el que Jessica lo habia abofeteado. Parecía indefenso ante ella en ese entonces. ¿Por que ahora le estaba hablando de aquella manera?

- Pídeme disculpas ahora- gruñó Jessica, casi roja del coraje.

- No- dijo Diego negando con la cabeza- De hecho, ya que eres tan buena mascota, te aprovechare para que me ayudes con una cosita que me está comiendo la cabeza.

- Chicas- dijo Andreina en voz baja a Gabriela y a Miriam- Pase lo que pase, no vayan a intervenir.

- ¿Que?- preguntó Gabriela en voz baja, preocupada.

- Jessica es muy poderosa- dijo Andreina- Las matará sin siquiera tocarlas.

Jessica comenzó a Caminar directo hacia Diego, con una actitud hostil.

- Aquí vamos- suspiró Andreína nerviosa.

Jessica le lanzó un potente golpe a Diego, que el detuvo con su mano. El impacto provocó una potente onda expansiva que hizo estallar varias botellas de licor y levantó a las chicas de sus asientos.

- Mierda- Exclamó Gabriela asustada mientras ella y las otras dos se alejaban de la barra rapidamente.

Diego miró a Jessica a los ojos mientras sostenía el puño de esta con su mano.

- ¿Sabes?- dijo Diego- Mis poderes crecieron mucho desde que me comí a Pazuzu. Si quieres hacerme daño, tendrás que esforzarte mas, Jezabel.

Un aura negra apareció alrededor de Jessica y ella usó su otra mano para darle un golpe a su hermano en el estomago. Dicho golpe fue tan fuerte, que sonó como el disparo de un cañón e hizo que Diego se levantara unos centímetros del suelo. Gabriela vio sangre salir de su boca.

De pronto, fue como si el tiempo fuese mas lento para Diego. Su cuerpo que aun estaba despegado del suelo, comenzó a caer muy lentamente y mantenía la posición en la que lo habia dejado el golpe. Entonces Jessica comenzó a hacer movimientos muy extraños con los dedos de ambas manos. Eran movimientos tan rapidos, que apenas se podían ver los dedos. Finalmente golpeó a Diego en la frente con dos dedos de su mano izquierda y su cuerpo pareció estallar por dentro.

Todas oyeron la explosión y vieron salir llamas por sus poros que arrasaron con casi toda su ropa.

- ¡Diego!- Gritó Gabriela angustiada mientras el cuerpo de Diego impactaba contra el suelo, humeando.

Andreina las tomó del brazo a ella y a Miriam, cuando quisieron ir a ayudarlo.

- No lo hagan- les advirtió Andreina

Jessica miró el humeante cuerpo de Diego en el suelo, boca abajo y sonrió triunfante.

- Poderoso mi trasero- dijo aun sonriendo.

- Patético ser- Se oyó la voz de Diego de repente.

- ¿Que mier...?- dijo Jessica sorprendida.

Diego se levantó del suelo, aun humeando, pero sin herida alguna. Luego la miró fijamente.

- Soy un Demonio de fuego, hermana- dijo él- No puedes incendiar mis entrañas, ya deberías saber eso.

Jessica lo miró encolerizada.

- Vamos- dijo él- Puedes hacerlo mejor.

Ella gritó de rabia y lo golpeó en la cara, tan fuerte, que lo mandó contra una pared, a la cual se le hizo un crater al recibirlo. Luego fue por él y lo tomó del cuello con su mano izquierda, lo presionó contra la pared y lo miró a los ojos con rabia.

- ¿Ves?- dijo él, mientras se miraban a los ojos- Es mas efectivo de esta forma.

Gabriela comenzaba a perder la paciencia. Algo se estaba acelerando dentro de ella. Queria saltar sobre aquella mujer y golpearla hasta el cansancio. Aunque sabia que no lograría hacer ni cosquillas con sus golpes.

- ¿Por que no se defiende?- dijo Miriam, a punto se llorar por la angustia.

- Por dos razones- dijo Andreina- La primera, es que sabe que nunca podrá ganarle a Jessica; ella es muy poderosa. Y la segunda, es que...- ella suspiró confundida- Creo que él está tratando de comprobar algo.

Jessica hizo crecer las uñas de su mano derecha como cuchillas y las enterró en el estomago de su hermano.

- Duele ¿Cierto?- le dijo mirándolo con ira, mientras a él le salía sangre de su boca.

Pero mantenía su rostro sin expresión alguna. Y a pesar de toda la sangre que salia por su pequeña boca, Jessica no podía saber si en realidad le dolía o no.

- Solo grita- Le dijo ella- Házlo y esto terminará .

Diego se la quedó mirando a los ojos mientras ella mantenía su garra enterrada en su cuerpo.

- Pues hazme gritar- dijo él con su tono frio y pasivo.

Desenterró su garra y volvió a enterrarla con fuerza, y lo volvió a hacer una y otra vez.

- ¡Grita!- exclamaba con rabia mientras enterraba y desenterraba su garra en el cuerpo de su hermano.

- ¡Basta, Jessica!- le gritó Andreina haciendo aparecer su enorme martillo en sus manos

De pronto, sintió que algo pasó velozmente por su lado, y alcanzó a ver a Gabriela corriendo hacia Jessica, con un aura negra a su alrededor.

- ¡Gabriela, no!- Le gritó Andreina. Pero fue muy tarde, Gabriela llegó hasta Jessica, quien alcanzó a verla en el último segundo y soltó a Diego para detenerla.

Sin embargo, no pudo detenerla. Cayó hacia atrás con Gabriela encima de de ella, y una vez estuvo en el suelo miró los enormes ojos amarillos de aquella mujer, con las pupilas verticales en vez de redondas, su cara llena de venas brotadas y su enorme boca que ahora estaba llena de dientes enormes y filosos como estacas.

- Abominable- dijo Jessica con mas asco que temor.

Gabriela le rugió en la cara como un león. Fue un rugido que estremeció toda aquella sala.

- Está despertando- dijo Andreina mientras observaba como la espalda de Gabriela se inflamaba.

Misha e Ivanna aparecieron en aquella sala y miraron la escena preocupadas.

- ¿Que carajos?- gritó Misha.

Diego, que habia quedado en el suelo, se movió rapidamente hacia Gabriela, la tomó por detrás y la quitó de encima de Jessica. Luego la puso en el suelo y abrazó su cabeza con fuerza.

- Calma- le dijo mientras la abrazaba- Calma, Gaby. Todo está bien.

Jessica se levantó y miró a Misha y a Ivanna, con reproche.

- ¡Esa cosa debe ser exterminada!- les gritó señalando hacia Gabriela y Diego.

- Primero...- dijo Misha confundida- ¿Que sucedió aqui?

- Me atacó- dijo Jessica- ¿No lo vieron?

- No es cierto- dijo Andreina a Misha de repente- Jessica trató de matar a Diego. Asi que Gabriela hizo lo que toda niñera haría; proteger a su híbrido.

El aura al rededor de Gabriela desapareció y su espalda volvió a la normalidad. Entonces, Diego solto su cabeza y ella alzo la mirada para verlo. Todo su rostro, también habia vuelto a la normalidad. Pero ella estaba confundida y asustada.

- ¿Que fue eso?- preguntó con lagrimas en sus ojos.

- Tu despertar trata de salir- dijo Diego.

Ella miró a las hermanas de Diego, con temor, luego volvió a mirarlo a él.

- ¿Que va a pasar ahora?- quiso saber ella.

- Pues...- dijo Diego.

- Simple- dijo Jessica enojada, e hizo aparecer una espada negra en su mano- Dejarás de existir ahora mismo.

Jessica caminó rapidamente hacia ella con su espada.

- Jessica, espera- dijo Misha.

Pero Jessica no escuchó a su hermana, continuó caminando hacia ella con su espada en mano.

- Diego...- dijo Gabriela asustada.

- Niñas- dijo Diego.

De pronto, una mujer alta y de larguísimos cabellos azules apareció frente a Jessica, con una extraña guadaña de cristal verde, la cual apuntaba directo a su cuello, mientras la miraba con unos fulminantes ojos azules.

Estaba acompañada por otra mujer, morena, de aspecto un poco mas maduro y largos cabellos rizados, que apuntaba a Jessica con una ballesta de la cual emanada una especie de humo negro. Y otra mujer, negra y de largos cabellos trenzados que llegaban por sus rodillas, y que apuntaba tambien a Jessica, pero con la punta de una espada dorada.

Jessica se detuvo y las miró con desagrado. Detuvo su vista en la chica del medio, la de cabello azul.

- Lulú- dijo Jessica con desagrado y luego miró a la chica morena- Agatha- agregó, y luego miró a la mujer negra- Christine.

- ¿Cuando llegaron ellas a esta casa?- le preguntó Misha a Ivanna.

Diego se puso de pie, mientras Gabriela aun seguía en el suelo asustada.

- Se que privaron a mi querida Jade de su libertad- dijo Diego- Pero no de sus poderes.

Ivanna lo miró con el ceño fruncido.

- ¿Hiciste que Jade las llamara?- Preguntó ella.

- Supuse que tendríamos este tipo de problemas- dijo Diego- Asi que, hace un momento, mientras saludaba a Jade en su habitación, le hable por telepatia y le pedí que localizara a sus hermanas, las cuales, segun la leyes Lilims, son mis hijas adoptivas.

- Desgraciado- Dijo Jessica con odio- Solo me usabas para despertar a tu maldita niñera ¿No es cierto?

- Te dije que aprovecharía lo buena mascota que eres, para que me ayudaras con una cosita- dijo Diego- Bueno, esta era la cosita. Queria ver que tan fuerte era el despertar de mi querida Gabriela.

Jessica miró una vez mas a las tres mujeres que le apuntaban con sus armas. Ellas no parecían estar bromeando. Despues de todo, habían sido criadas por Diego. Él era la única figura de autoridad que ellas conocían. Su lealtad hacia él, incluso podía estar por encima de la lealtad hacia Lilith, su madre.

- Pero sabes que estas tres imbéciles, no pueden contra mi- dijo Jessica sonriendo con suficiencia- Las enviaré al infierno en un segundo.

- Anda- dijo Diego- Y luego explícale a nuestra madre porque asesinaste a tres de sus hijas. Seguro te entenderá.

Jessica frunció el ceño. Era cierto, ninguna excusa era suficiente para justificar el asesinato de un Lilim.

- Jessica- Dijo Misha con tono de autoridad- Es suficiente. Intentaré omitir el hecho de que atacaste a mi hijo adoptivo, y uno de los dos unicos varones en esta familia. Pero una falta más y mamá se enterará enseguida.

- ¿Que?- dijo Jessica indignada- ¿Quien te crees para darme ordenes?

- He estado lejos mucho tiempo- dijo Misha- Pero aun soy tu hermana mayor. Asi que por tu bien, será mejor que obedezcas.

Jessica la miró con odio. Estaba roja de la rabia. Entonces desapareció del lugar, y las tres mujeres desaparecieron sus armas.

- Ustedes tres, son un caso único- Les dijo Misha a las tres mujeres- ¿No vinieron a apoyar a Jade cuando la arrestamos. Pero vienen en una mision suicida para rescatar a su hermano mayor?

- Para empezar, ni siquiera sabiamos que habia sido arrestada- dijo la mujer de cabello azul- Ella nunca nos dijo nada.

- La creíamos en "Le Nordique"- dijo la mujer negra.

Diego se inclinó para tranquilizar a Gabriela, al tiempo que Miriam corría hacia él.

- ¿Estás bien?- le preguntó angustiada.

- Si, Míriam- dijo él mirándola- Estoy bien.

Ella miró a Gabriela, mientras esta tomaba aire y se calmaba.

- ¿Como te sientes?- le preguntó.

- Agotada- dijo Gabriela con voz agonizante.

- Intentaremos hablar con Miranda- dijo Ivanna mientras ella y Misha se acercaban a ellos- Veremos si deja al despertar estar aqui un tiempo, mientras ustedes descansan

- No- dijo Diego- Cambié de opinión, nos iremos a esta noche.

Gabriela intentó ponerse de pie, pero sus piernas no tenían la fuerza suficiente. Entonces cayó de rodillas con su vientre ardiendo.

- ¡Dios!- gritó adolorida- ¡Me duele demasiado el vientre!

- Tu despertar lucha por salir- dijo Misha- No lo hace porque estás debil. Pero saldrá.

- ¿Que hacemos?- dijo Miriam preocupada.

En ese momento, Moa apareció en el lugar, llevando en sus manos un gran vaso de aluminio.

- Me pareció que alguien peleaba- dijo Moa confundida- ¿Me perdi de algo?

- Es la chica- Dijo Misha- Hay que hacer algo y rápido.

Gabriela no solo sentía ardor en su vientre, también sentía que estaba a punto de desmayarse. Sentía náuseas y mareos.

- Gaby...- le dijo Diego sujetando su cara- Resiste un poco, por favor.

- ¿Por que siempre a mi?- lloró ella casi agonizando.

- Moa- dijo Misha mirando el vaso de aluminio que llevaba Moa- ¿Me permites ese vaso?

- ¿Qué?- dijo Moa dudosa- ¿Para qué?

- Moa...- dijo Misha con fastidio y reproche.

- Ay, está bien- gruñó Moa quejumbrosa.

Ella le dio el vaso a Misha y esta se lo acercó a Gabriela.

- Bebe esto, muchacha- le dijo- Te hará sentir mejor.

Gabriela vio el contenido de aquel vaso. Era un líquidoespeso y grumoso de color rojo.

- ¿Sangre?- Preguntó ella con asco, a pesar de que el olor era sumamente delicioso.

- No- Dijo Misha- No es sangre.

- Bébelo, Gaby- dijo Diego- Por favor.

Ella tomó el vaso y lo miró dudosa, aunque la verdad deseaba beberlo, pues el olor era exageradamente excitante. Se lo llevó a la boca y quiso beber solo un sorbo, pero una vez que el líquido tocó sus labios, no pudo detenerse. Bebió y bebió con desespero. Era algo casi orgásmico.

El dolor cesó y las náuseas se esfumaron. Ella se puso de pie mientras miraba el fondo metálico del vaso y respiraba excitada. Se sentía totalmente renovada y llena de vida. Entonces miró a Misha.

- Dijiste que no era sangre- dijo, casi avergonzada de sí misma.

- No era sangre- dijo Misha.

- Era un delicioso licuado de órganos frescos- Dijo Moa- Y era mi cena.

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Comments

Elizza Diaz

Elizza Diaz

Juro que ya me caes mal, jesica!

2023-07-06

1

Valeria Diaz

Valeria Diaz

Jajja pobre Moa le quitaron su "deliciosa" cena😅, por favor autor no demores tanto en actualizar.

2022-11-22

3

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