Genoveva sale al día siguiente a las nueve. Va a varios lugares. Su bastón con el garfio en la punta, parece decir: aquí estoy.
El primer lugar es a la catedral. Cruza desde la plaza y de la esquina de la Prefectura del Departamento, ya le miran, una tropa de señores, y algunas secretarias muy conocidas. Ella hace de cuenta que no ve a nadie. Súbe las escalinatas del corredor de la catedral y como al lado hay una salteñería, de ambas esquinas siente los dardos, pero pasan por su lado, no la topan. Algo lleva, sí, eso les distrae a todo el que le mira: es un crucifijo pesado de oro, plata y diamantes, casi del tamaño de la palma de su mano. La cadena tiene bordados en platino. Es una joya centenaria. Ya la llevó puesta la virgen de Loreto muchas veces, más que todo cuando sucedió el milagro de las lágrimas de Loreto allá por el comienzo de los años cincuenta. Aparte lo usaron dos primeras damas de la nación, una, la del presidente Ballivian y otra la del Presidente Pando, nada menos. Pero aquí y ahora, le importa más lo de la virgen de Loreto, pues ella va orando, sus labios se mueven delicadamente. Ruega porque sea aceptada su propuesta y por último que sea lo que sea pero que sea bien... Deberá quedar ella y también su decisión, tanto para el pueblo como para la fe cristiana, en una comunión recíproca por lo necesaria. ¿Qué es, y a qué va tan rápida doña Genoveva? Pero no hay respuesta en nada que vea la gente pues ella ya pasó el umbral entre lo mundano y lo espiritual. Dentro está el Párroco. aguardándola junto al Cristo en el altar.
— Bueno padre, aquí estoy, como le mandé decir: vengo para eso.
— Hija de Dios, no sé que deciros, pero si es vuestra decisión, la aceptaré, tomaré luego tu confesión y después... pero dime antes, ¿estáis decidida realmente?
Genoveva no puede hablar más, se le hace un nudo la garganta. Solo mueve afirmativamente la cabeza. — Bien, así sea en el nombre del Señor. Respira profundo el cura e ingresa al confeccionario.
Ella se hinca y comienza su confección. El padre la escucha desde el otro lado y suspira nuevamente, se inquieta, no puede escuchar lo que Genoveva le está confesando. Entonces la señora se quita el medallón redondo con el escudo de la República de Bolivia y al lado, el escudo del Departamento del Beni, juntos, le entrega, aparte el Crucifijo y la cadena, le pasa por debajo de la ventanilla de confesión y el párroco recibe esas piezas tan valiosas. Un gran silencio, ambos apenas respiran.
El párroco reabre nuevamente el diálogo: — Dime Genoveva, que es lo que quieres, la Parroquia te recibe estas joyas tan valiosas en todos los aspectos, pero no se a cambio de qué, pues tu alma es limpia y tu fe y tu corazón son de Cristo, pues no le debéis nada, más que el pecado original.
— Gracias padre.
— En esta maravillosa catedral de la Santísima Trinidad me iba a casar un día y usted sabe lo que pasó. Ahora aquí, después de tanto sufrimiento de mi conciencia, quiero dejar para siempre estas joyas, y sin ánimo de cambio, le pido únicamente un gran favor a usted a nombre de la fe y el amor a Trinidad: Quiero, que casé a mi sobrina ya mismo, urgentemente, ella ha caído en brazos del amor, y no tiene remedio.
— Pero por qué Santo Espíritu Santo.
– Mi sobrina está embarazada. No quiero que sufra la cizaña, ni desprecio, ni el odio sin motivo, que pudiera venir sobre ella, pues es una hija del Señor— quisiera que ingresara al convento, pero ya no puedo hacerla ingresar. Deberá asumir su maternidad como cualquier mujer. No quiero que sea solamente civil. Ella merece casarse por la iglesia. Quiero por favor un casamiento muy privado. Que el civil invite tortas y un sencillo banquete pero que la boda religiosa sea aquí, sin invitados, solamente usted verá si puede ser una bendición o una misa completa...
Por supuesto que el párroco aceptó, eso no exige Cristo. No hay quien obligue casar o no a una mujer encinta. Son cosas de la sociedad que circunda las iglesias.
Entonces doña Genoveva salió airosa más que lo que entró y caminó como un Ángel que volara por encima de un metro de la superficie terrestre y fue para donde faltaba.
La próxima visita sería en la avenida 6 de agosto, llegó allí y abrieron la puerta, estaban desayunando Olivita y su esposo Dagoberto y al sentarse a tomar un café con ellos les dijo:
—Quiero que ambos sean padrinos y testigos de Dominga. Pues se casa este fin de semana próximo.
El tercer lugar fue a lo diagonal. En la casa de la costurera y donde para todos los días la repostera y la muchacha que asa cerdos.
— Fueron a ofrecer sus servicios y aquí estoy, pues sé que sus trabajos son excelentes. Quiero una bella torta blanca de tres pisos y unos tres cerdos asados y rellenos con arroz a la valenciana, y bueno, a ti especialmente, te pido que hagas el vestido más bello que puedas, repleto de perlas originales que os daré, y modernices y apliques unas minúsculas joyas y una tiara italiana que agarre el velo, que fue mi tía y de mi madre y... mi pobre hermana que nunca pudo usarla, y ahora la usará su hija, mi sobrina querida y sean ustedes que la arreglen, preparen una boda discreta pero preciosa, como lo es mi amada Diminguita o Pibita. Las espero estos días urgente para comenzar con todos los preparativos. También, quiero que encarguen los cócteles, vinos y demás asados y;ñ haya además mucho turrón y leche crema, y en fin, se den gusto ustedes en que sea una boda muy bonita y bien atendida.
— Por Dios, que linda estará la boda y que rica la torta y que delicioso los puercos rellenados y los turrones y la bebida y esto y aquello...
Pero nadie decía que la novia estaría bella... pero doña Genoveva volvió contenta y sonreía para sus adentros y también se notaba en sus labios, había sido franca y muy directa, pero por dentro esa su sorna y sarcasmo, su sátira tan elegante, dando un puntapié y un escobazo a todo cuanto pudieran hablar y un golpe perfectamente propinado a la hipocresía generalizada, sí, claro que su sobrina estaría bellísima pues no hay novia fea ni difunto malo, y ella daba en el clavo con este su juego tan italiano, tan romano, de todos los tiempos.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 145 Episodes
Comments