5-

Hacía ya dos semanas que Luz no veía a su esposo. Estaba profundamente triste y desconcertada. No entendía qué había pasado para que todo hubiera cambiado tanto.

Se dirigió al comedor para supervisar el almuerzo. A pesar de que Iván no había comido nunca con ella todavía no perdía las esperanzas de que apareciera. Verificó algunos detalles respecto a la vajilla y caminó rumbo a la cocina para comprobar el menú.

Ensimismada en sus pensamientos, de pronto escuchó una voz alegre desde la entrada.

- ¡Prima!

Se dio vuelta para encontrarse con la figura de Noelia Márquez Congo, su prima, parada en la entrada. La chica corrió hacia ella y la abrazó con entusiasmo.

Luz la miró desconcertada. Nadie le había avisado que tendrían visitas. Pensó brevemente en cómo había entrado la chica sin que nadie le avisara de su llegada.

- ¡Prima! ¡Estoy muy feliz de verte!

Luz salió de su estupor y respondió cortésmente.

- Noelia. ¿Cómo no me avisaste que vendrías? Podría haberte recibido con mayor cortesía.

- Deja las formalidades, Prima. Somos familia después de todo.

La chica se quitó el ligero chal que traía puesto y se lo entregó a una sirvienta para que lo guardara.

- No te dijimos nada porque era una sorpresa.

- ¿No me dijeron? ¿Tú y quién más?

- Iván, tu esposo, por supuesto.

- ¿Iván?

Luz entendía cada vez menos la conversación.

- Déjame explicarte: Como no puede atenderte como se debe por estar demasiado abocado a su trabajo, Iván fue a mi casa y habló con mamá para que nos mudemos al palacio a hacerte compañía.

La mujer no podía creer lo que estaba oyendo.

- ¿Iván hizo eso?

Una cálida sensación inundó el pecho de la mujer. Los ojos se le anegaron de lágrimas y tuvo que hacer un esfuerzo para no dejarlas caer. Hasta ahora había sentido que a su marido no le importaba lo que pasara con ella, pero las palabras de la chica la hicieron ver que estaba equivocada: sólo estaba muy ocupado.

- Si. Nos contó que estabas embarazada y que él no podía hacerte compañía, así que se preocupó por conseguir quien estuviera contigo.

Mientras hablaba, la chica se sentó a la mesa y le hizo señas a los sirvientes para que sirvieran la comida. Éstos, como si ella fuera la señora de la casa, le hicieron una reverencia y se dispusieron a obedecer.

- Ven, Prima. Siéntate conmigo a la mesa y comamos.

Luz no salía de su estupor y se sentó frente a la muchacha. La miró atentamente pues nunca había tenido una relación cercana con ella. Su prima era rubia de ojos verdes. Su tez de porcelana blanca la hacía parecer una muñequita. No recordaba exactamente su edad pero sabía que rondaba los quince años. Era una niña aún pero, cuando fuera mayor, seguro que rompería muchos corazones.

Noelia Márquez Congo

Mientras Luz reflexionaba sobre estas cosas, Noelia no paraba de hablar. Hizo un esfuerzo por concentrarse en lo que la chica le decía pues era descortés estar distraída mientras le hablaban.

La comida fue servida y ambas continuaron con una amena charla.

Al terminar el almuerzo Luz preguntó:

- ¿Así que te mudarás aquí? Déjame prepararte unas habitaciones cerca de las mías.

- No hace falta. Iván ya arregló todo. Viviremos en el ala este con mi madre.

- Pero eso es lejos de aquí.

- No hay problema con eso. Tampoco es que estemos tan lejos. Si me necesitas puedo estar en un par de minutos contigo.

- Pero…

- No te preocupes por nada. Con mi madre no queremos ser una molestia para tu matrimonio, por eso decidimos vivir allí: así no nos verás todo el tiempo y no te sentirás agobiada.

A Luz le molestó un poco que ellas tomaran decisiones en su casa. Pero como había sido su esposo quien las había invitado decidió no decir nada.

- Está bien. Entonces, ¿cuándo se mudan?

- Ahora. Mamá está acomodando las cosas en su habitación y pronto vendrá a presentar sus respetos.

- ¿Ya? Lamento que nadie me informara nada. Podría haberlas ayudado.

Noelia le dedicó una deslumbrante sonrisa.

- Tú estás embarazada. No es correcto que andes haciendo fuerza. Déjanos acomodarnos a nosotras.

Tomó a Luz de las manos y se sentó frente a ella. La miró a los ojos y se puso seria.

- Además, prima, vinimos aquí a hacerte compañía en esta etapa tan bella de tu vida. No debes preocuparte por nosotras. Solo vinimos a aliviarte la carga.

Luz se emocionó. Desde que estaba embarazada tenía los sentimientos a flor de piel. Intentó contener las lágrimas pero no lo logró.

- Gracias, Noelia. Gracias a ti y a tu madre por venir. Te confieso que me estaba sintiendo muy sola en este lugar.

- Eso es cosa del pasado. A partir de ahora seremos mejores amigas.

Las mujeres se abrazaron con cariño. Al separarse Luz había logrado recomponerse un poco.

- Vayamos a saludar a tu madre. De paso me aseguraré de que estén bien instaladas y atendidas.

La chica se puso nerviosa y buscó una forma de disuadirla.

- Este… No… Es que…

- ¿Qué pasa? ¿Por qué te pones así?

Noelia se recompuso de inmediato.

- No pasa nada. Solo que mamá dijo que tomaría un baño antes de venir a saludarte. Creo que aún debe estar en la tina, así que mejor esperemos a que ella vuelva.

- Oh. De acuerdo.

- Muéstrame tu habitación, entonces. ¿Ya has preparado el cuarto del bebé?

Hablando así la distrajo y la llevó hasta el otro lado del palacio.

Mientras tanto, en el ala este, una pareja estaba teniendo un apasionado encuentro.

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Comments

nereida Martinez

nereida Martinez

se acuesta con la madre de Nohelia...par de víboras...pero el culpable es él

2024-02-20

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Maris Benitez

Maris Benitez

Hummm 😵‍💫😵‍💫😵‍💫😵‍💫 Iván con quién duerme,con la madre de Noelia ?,no se pero creo que él sólo quiere un hijo y tratará de quitárselo , creí que era con Noelia, que él estaba interesado en ella

2023-12-27

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