combustión espontánea

Ya no se si hace calor o tengo calor. Los besos proporcionados por cierta persona de ojos arcoíris logran que el calor juegue con mi cuerpo y con mi cordura. Nos separamos agitados. Mis ojos miran sus labios rojos e hinchados que deben estar igual los míos. Luego mi mirada trepa y se conecta con su mirada, nuestra respiración esta errática.  

Llevo mi mano a mi corazón como queriendo calmarlo, es algo imposible teniéndolo tan cerca de mi. Lo veo levantar su cuerpo y tiemblo, ¿puede ser tan perfecto?  

Si con sus labios no consiguió darme un infarto creo que lo lograra ahora que lo veo deshacerse de su ropa. No me mira. Y lo agradezco, creo que mis mejillas al igual que todo espacio de mi ser está pasando por distintas tonalidades además de calores.  

Solo con su bóxer se tira al lago, que apuesto que este helado. Me quedo mirando por donde se sumergió y me alarmo cuando no lo veo emerger. Enseguida me paro y estrujo mis manos nerviosas. ¿Por qué se demora tanto? Comienzo a intranquilizarme y me acerco más a la orilla. 

—¡Audin! —grito, asustada, no recibo respuesta —¡Audin! —vuelvo a intentar, pero otra vez nada. 

Entonces comienzo a sacar mi ropa, desesperada casi me arranco la campera junto con mi blusa todo al mismo tiempo y termino enredada. 

—¡Mierda, sal porquería del demonio! —sollozo, nerviosa con mi ropa atorada en mi cabeza y enredada en mis brazos. Eso de estar apurada y querer salvar al hombre de tus sueños al parecer no es lo mío. 

Escucho ruido cerca y me desespero más pero el andrajo de ropa que intento sacar no sale y de pronto una mano fría roza la piel desnuda de mi estómago y grito.  

—Soy yo, soy yo —habla la razón de todos mis miedos más placenteros y enseguida trato de ver su cara.  

—Te voy a matar estúpido! —digo mirándolo por el hueco de mi remera, el me ayuda a quitarme la ropa y cuando soy liberada comienzo a golpearlo como loca—. Me asustaste, ¿Por qué hiciste eso? 

Sigo golpeándolo mientras su risa hace eco en rededor. Toma mis manos para culminar con mis manotazos y me apretuja a su cuerpo frio. 

—Haa... estás helado —me quejo tratando de zafarme de su agarre. 

—Lo sé, lo siento. Era necesario —enserio, está loco. 

—¡¿Estas de broma o qué?! ¡Yo acá enferma porque no te veía y tú dices que es necesario asustarme así! —grito y al estar retenida de manos insisto con mis pies y pataleo como niña caprichosa. 

—¡No quería asustarte! —levanta la voz sobre mis quejas para llamar mi atención lo miro con mis cejas juntas queriendo arrancarle algunas hebras de su bello cabello—. Sabes cómo me pones, quería bajar un poco el asunto —explica ajustando sus coloridos en los míos y mi boca dibuja un O. 

—No te vi y me desesperé. 

—Lo se lo siento, pero también fue divertido... 

—Agg... ves que te burlas de mi —murmuro frustrada y me vuelve apretar a su pecho, mierda creo que necesito la misma terapia ahorita. 

—También tú me lo pones fácil —dice entre risas—. No sé qué quisiste hacer con tu ropa, pero verte luchar con ella mientras tus pechos se mecían para todos lados no se si me daba risa o me excitaba más... —sus ojos caen en la piel de mi pecho casi al descubierto y aprovecho que estamos pegaditos para refregarme en su cuerpo. 

—¿Y ahora qué piensas? —trato de sonar coqueta pero mi voz salió algo rara lo que logro que comience a reír y yo me enoje más. 

Tomo mi ropa que está en el suelo junto a la maleza y con movimientos bruscos la desenredo para colocármela. Sus carcajadas cesan y vuelve al ataque. Me rodea y besa mi cuello, mis mejillas, mi frente y mi boca a la vez que se disculpa. 

—No hace falta que hagas nada coqueto para que me calientes —dice tomando mi cara enfurruñada—. Eres perfecta, así como eres —culmina su frase y me besa. ¿Cómo no voy a estar loca por él? 

 

Mas tarde volvemos a la ciudad y me deja en el centro comercial donde anteriormente habíamos quedado que nos encontraríamos con Sylvanas. 

—¿Vas a ir al gimnasio? —pregunta Audin cuando bajo de la moto, le tiendo el casco que me quito y miro hacia el interior del lugar donde nos encontramos y veo que mi cuñada me saluda moviendo su mano, los chicos a su alrededor la miran como si se tratara de una ilusión, es muy bonito y supongo que ella no tiene noción de ello. 

—Si, ¿vienes por mi para ir? —respondo volviendo mi mirada a él, lo veo asentir y con sus manos me acerca por vigésima vez a su cuerpo y me besa—. Ok te llamare... 

—No, en dos horas, supongo que ya estarán libres —lo miro horrorizada, ¿Por qué tanto tiempo? — ¿Qué? ¿Mas tarde? 

—Yo pensaba que en una hora estaría bien —digo casi chillando. 

—¿No te gusta la idea de pasar por vestidores, probarte ropa, zapatos y maquillaje? —preguntó divertido. 

—Bien, sabes que no. Prefiero pegarle a una bolsa de boxeo o esquivar tus intentos de golpes —digo burlona y el me hace cosquillas. 

—Ya veremos si puedes esquivar todos mis golpes... algunos vas a querer que sean bien certeros —dice susurrando en mi oído, me sonrojo y me aparto. 

—¡Pervertido! 

—Te encanta este pervertido —relame sus labios y yo casi que me tiro a sus brazos y dejo olvidadas a mis amigas y al gimnasio. Por suerte arranca su moto y sale de escena antes de que mi idea se haga realidad. 

—Vamos babosa, deja de babear por mi hermano que todas las tiendas nos esperan... —ruedo los ojos y agarrada de su brazo comenzamos el recorrido. 

 

—Tienes que llevarte eso —estamos en una tienda de ropa interior sexy y mi cuñada insiste en que me lleve un conjunto de Victoria Secret que me da vergüenza mirarlo, como para llevarlo puesto— Mi hermano babeara cuando te vea con el —dice ella muy feliz y yo casi siento que me evaporizo de la vergüenza. 

—¿Estas loca si piensas que usare eso? —murmuro para que solo ella me escuche y mirando hacia los lados vigilando que nadie vea como mi cuñada intenta convencerme de comprar algo tan atrevido. 

—Bueno yo pensé que sería u lindo regalo para su cumpleaños, pero viendo que no te interesa lo dejamos acá —mmm... ¿escuche bien? Dijo que cumple años... 

—He.. Mmm... ¿Cómo dijiste? —ahora si trato de ver su punto de vista. 

—Nada, estoy convencida que cuando estés con mi hermano con tus pantis de nonita a él le importara muy poco que lleves, y bueno veamos que escojo para mi —con que pantis de nonita, si mal no recuerdo todavía conservo el conjunto que use cuando salimos a la fiesta esa que guardo muy en mi corazón.... mi primer beso. 

—Tengo el conjunto que utilice en aquella fiesta y no creo que sea de los que haya utilizado mi abuelita —me defiendo posando mis manos en mis caderas. 

—A, pero me vas a decir que este no se te vera mejor, vamos no sea tímida y pon a mi hermano a prueba —la miro sin comprender—. Recuerda que es mi mellizo y se cuándo hace o no algo —no se si exista un rojo carmesí más intenso del que debo aparentar en este momento, pero de seguro yo me encargue de crearlo. 

—No sé de qué hablas —trato de mover mis piezas hacia otro lugar— ¿Y tú a quien quieres impresionar? 

—No me cambies de tema —mierda—. Se que mi hermanito te respeta, y no intentará nada hasta que tu estés más que segura y si no quieres morir de una combustión espontanea te sugiero que tomes las riendas del asunto y que mejor momento que nuestro cumpleaños, que por cierto será este fin de semana. 

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Comments

Lourdes Mendez

Lourdes Mendez

que que Wats ya este fin de semana que barbaridad con Sylvana

2024-08-17

2

Anonymous Carmen diaz

Anonymous Carmen diaz

Le dará un buen regalo amy a audin en su cumpleaños esperemos no haya una mosca en la sopa

2024-05-29

1

GiovannaXchelMayaCejudo

GiovannaXchelMayaCejudo

un ardiente cumpleaños sera

2024-03-30

3

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