...CAPÍTULO 18...
En el último instante donde todo parece perdido una luz brilló por debajo de su humanidad, sintió como de nuevo una suave manta la envolvía con cariño, al abrir los ojos vio que en definitiva no era una manta. Una vez en el suelo ella aún tenía muchas preguntas, ¿qué era en realidad esa cosa? ¿por qué insistía en salvarla?
Antes de que pudiera hablar las alas del ave comenzaron a desaparecer abriendo paso a unas manos humanas, la mujer no podía creerlo, estuvo todo ese tiempo con una persona y nunca se percató de ello. Esta al acercarse puso su mano en la mejilla de lo que anteriormente creía que era un animal pero ahora era casi completamente humano.
— Eres tú, esa mujer de la profecía.
— ¿Disculpa, pero de qué profecía hablas?
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El día en que los dos individuos llegaron a Dunkelheit era como cualquier otro, ambos habían viajado hasta el palacio cercano a la barrera para que Liebe se pudiera concentrar en el entrenamiento sin ser vista por algún otro demonio que dijera la verdad, para ese entonces la niña ya tenía ocho años, había crecido con belleza, sabiduría y sobre todo con bondad. Viertel se encontraba revisando el último movimiento del mercado negro, entonces se dio cuenta de que algo estaba mal, entre los datos uno fue el que más llamó su atención. La descripción era claramente similar a la que dieron de la madre de Liebe cuando estaba siendo vendida, sin embargo habían unas ligeras diferencias, el cabello y los ojos. Él estaba seguro de conocer a alguien con esa descripción.
— Selion, ¿Loben se encuentra en el palacio Real?
Este no recordaba haberlo visto regresar de su visita al bosque de Wald, había marchado sin demora debido a un problema que surgió dentro de su reino sin avisar, a la semana de su partida envió una carta diciendo que se encontraba bien pero todo había sido demasiado extraño.
— No lo sé mi señor, desde que partió hace dos meses nadie ha sabido nada de él desde aquella carta. Será mejor que le pregunte a Mortien, esos dos son bastante cercanos.
Viertel tenía conocimiento sobre las preferencias de su caballero pero lo que hiciera con su vida privada le importaba poco, él siempre había sido un rey sin prejuicios hacia sus caballeros, pero sobre todo ellos cuatro que más que eso, eran sus amigos.
— Busca a Mortien y habla con él, necesitamos saber si Loben regresó a Wald o fue hacia otro lado, en este registro que hizo Adriele me da la descripción de Loben y no precisamente una muy buena. En el estado en que se encuentra dudo mucho que sobreviva unos días más.
Selion asintió y salió sin más a buscar a su hermano, los últimos días había estado fuera de sí cometiendo error tras error y más molesto de lo normal. Algo trivial jamás logró molestarlo, sí tenía su carácter pero no a tal grado de estar fuera de sí durante un entrenamiento.
Mortien mientras tanto vagaba por los pasillos recordando lo que había sucedido unos días antes. Loben se fue de la nada sin avisar y después regresó a buscarlo diciendo que lo amaba. Era tan apresurado que no pensó más allá de esas palabras, terminaron en la cama y Loben se había marchado para cuando despertó.
Durante el trayecto hacia el campo de entrenamiento donde se encontraría con la hija del rey para enseñarle nuevas técnicas con la espada; a petición del rey, se encontró con Loben quien se encontraba alterado.
— ¿Qué haces aquí?
Al caballero pelirrojo se le hizo muy extraño que este se encontrara justamente en ese lugar donde sólo habían puertas hacia los jardines más aledaños. Entonces Mortien miró a los ojos de este y sólo así se dio cuenta de una cosa.
— Extiende tus alas y crea un círculo mágico hacia tu reino, ahora.
Mortien no tenía la paciencia suficiente para esperar a que ese usurpador hiciera lo que ordenó, pero debía esperar, si se equivocaba en su juicio estaría cometiendo el peor error de su vida.
— Si me amas muestra tus alas ahora Loben. — el joven con cabellos rubios derramó unas lágrimas, dándole una bofetada al otro.
— Debes parar Mortien, estoy harto de esto.
El desenvaine de la espada se escuchó fuerte y claro, apuntó su espada hacia el pecho del hombre donde rozó un poco su pecho creando una herida algo grande. Sus sospechas eran ciertas, la sangre en efecto era de un Waldiano, pero no de un príncipe. Selion estaba cerca y vio la acción de su hermano así que se apresuró para que este no cometiera una tontería.
— ¿Qué haces Mortien? — con su magia envaino la espada de su hermano mientras miraba al otro —. Príncipe Loben, el rey está buscándolo, creía que usted estaba en problemas debido a un informe que le dieron sobre el mercado negro. Al parecer un hombre con su descripción fue vendido al duque del sur de la ciudad y su estado no era el mejor.
Era la primera vez que el caballero tuvo miedo, jamás se imaginó sentir algo, menos miedo. Desde que la princesa había llegado, ella también les había enseñado sobre sentimientos a las personas que sabían sobre su verdadera identidad. Los cuatro caballeros eran unos de ellos. Mortien atravesó el abdomen del impostor para demostrarle al joven de cabellos azules que estaba equivocado.
— ¡Avisa al rey! — extendió sus alas mientras creaba un círculo mágico que lo llevaría hasta el castillo del duque —. ¡Debo salvar a Loben!
Se fue ante la mirada atónita de Selion quien no podía creer que había un infiltrado en el castillo del rey. Una vez que llegó al despacho de su majestad este se veía considerablemente molesto por la situación y se dirigió hacia el mismo destino que su caballero. No podía hacerle más daño a alguien que siempre ayudó a su amada, si algo le sucedía dentro de sus tierras él mismo pagaría las consecuencias.
Al llegar el lugar estaba en llamas, cosa que no imaginó pues Mortien nunca usaba su fuego a menos que en verdad lo necesitara, sin embargo eso sólo había sucedido una sola vez y en una pelea absurda con su hermano. Había algo en verdad poderoso o estaba demasiado molesto para controlar su poder. Unos gritos llamaron la atención de Viertel, este se dirigió hacia el lugar donde pudo ver al duque siendo consumido por llamas bastante intensas, al recorrer con su mirada la habitación se encontró con el príncipe, estaba de rodillas encadenado con un artefacto hecho por rebeldes para evitar el uso de magia.
Notó que tenía varias marcas rojas y sangre escurriendo de su espalda, la desnudez de este le hizo pensar lo peor al rey quien ya lo había liberado y comenzado a sanar. El joven parecía bastante afectado, aún estaba despierto pero sólo se encontraba mirando un punto fijo en algún lugar de aquella habitación. Mortien había terminado de torturar al duque, quien al parecer había abusado del príncipe. Se acercó con sigilo hacia ambos hombres en el suelo y preguntó
— ¿Cómo se encuentra?
Viertel se sorprendió al ver a su caballero preocupado, notando claramente que el poder que su hija tenía era tan fuerte como para afectar a un caballero soberbio y orgulloso como lo era Mortien.
— No lo sé, debemos llevarlo al palacio y llamar al mago para que lo cure, pero por lo que veo parece estar muy afectado ya que sigue despierto aunque fuera de sí.
El caballero cargó al príncipe en sus brazos mientras el rey creaba un círculo mágico, el rey tenía completa razón, Loben se veía pálido, bastante afectado pero sobre todo, se sentía tan delgado como una pluma. Él era uno de los Caballeros más fuertes del imperio, siendo el segundo más fuerte después de su majestad pero su delgadez era extrema, pensó en ¿qué le habían hecho para estar así y cuánto tiempo pasó en esa situación?.
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