...CAPÍTULO 13...
En el norte, donde los ciudadanos de Bonien vivían el primer milenio lleno de paz y tranquilidad cuando una terrible maldición cayó sobre su reino. La oscuridad retornó devorando todo a su paso, las personas ya no tenían sentimientos, sólo eran recipientes vacíos mientras esa misma oscuridad se extendía a los otros reinos.
Una mujer del reino del oeste había nacido veintiún años atrás con un don único, a pesar de que el reino de Rohena era conocido por sus ciudadanos amoroso, ella era especial, pues tenía el poder de llevar luz a cualquier lugar. Esta tras ser avisada por uno de sus seguidores emprendió camino para buscar el origen de la maldición.
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No había una razón creíble por la cual ir a ese lugar, el niño sólo había tenido extrema curiosidad sobre el reino del cual sólo había leído en libros y también una extraña corazonada. Todos sus deseos lo llevaban a lo mismo, salir del palacio y conocer más allá del fin.
— Quiero conocer tu reino, hace muchos años que, como tú lo dijiste, nosotros no tenemos ni idea de nuestro pasado, la maldición que recae cada mil años en los hombros del rey y sobre todo, el origen.
La mujer poco a poco entendió el punto un tanto extraño del niño, pero al ser ella un ser que no poseía los mismos sentimientos era imposible compartirlos, sólo deseaba tener un pase de salida, no le interesaba para nada el bienestar de ese niño y de toda maneras se sentía como si estuviera viendo a su propio hijo.
— Apresurémonos a tu habitación, si pasó mucho tiempo aquí mi vitalidad será absorbida por tu mundo.
De nuevo avanzaron lo que restaba del camino, una vez ahí al entrar en su alcoba no se esperaba tener un visitante bastante inquieto. El rey había entrado en su habitación y este tuvo que retroceder al abrir la puerta, sin embargo por el ruido que se había escuchado era tarde para irse.
— ¿Quién anda ahí? ¡Hable!
El príncipe tuvo que salir y dejar en el suelo a la mujer para entrar a enfrentar al rey, mientras ella seguía con su invisibilidad.
— Soy yo padre.
El rey se abalanzó sobre su hijo buscando consuelo, tenía miedo, pero sobre todo temía por la vida de su amado hijo que corría peligro años después.
— ¿Por qué no me avisaste por una carta que vendrías antes de vacaciones? Pude haber enviado el carruaje real e incluso ir por ti. ¿A que se debe esto?
— Terminé con éxito el primer ciclo y el director me dio permiso de salir una semana antes, mi propósito era sorprenderte pero al parecer el sorprendido fui yo padre.
— Mi niño, has crecido bastante en este tiempo, ya tienes seis años y hablas como todo un príncipe. Entonces ya que estás aquí ¿Hay algo que quieras hacer?
Balakan sabía que no tendría mucho tiempo antes de que se dieran cuenta de la ausencia del prisionero, así que no tardó en revelarle a su padre sus intenciones, por supuesto sin hacerle saber que iría aún más al norte.
— Quisiera ir al pueblo unos días para visitar los orfanatos y algunas tiendas, quisiera comprar unos libros para pasar los fines de semana en la escuela y también quiero que me forjen una espada.
Para Balkiem era la oportunidad perfecta de alejar a su hijo de los problemas que se avecinaban y sobe todo de aquella criatura que encontraron. No tuvo que pensarlo mucho y accedió de inmediato.
— Por supuesto, te lo mereces mi príncipe, la única condición será que lleves a dos caballeros, irás seguro pero también pasarás desapercibido.
El niño en verdad estaba sorprendido por la manera en que su padre había tomado las cosas, seguramente temía que este se topar a la mujer que estaba afuera de su habitación, pero en verdad se sentía agradecido por la enorme confianza que le daba su padre. Balakan lo abrazó y le dio un cariñoso beso e su mejilla, haciendo sonrojar al rey quien no podía creer lo maravilloso que su primogénito era.
— Gracias padre, no vemos en unas semanas.
Balakan se dirigió junto a la mujer hacia las caballerizas donde tomaría sólo dos caballos y partiría, ya en el camino tendría que comprar alimentos, agua y algunas otras cosas. Tuvo que dejar atrás a los caballeros que seguramente no vivirían para contarle al rey lo que su hijo había hecho.
— No deberías mentirle a tu padre, claramente pude sentir un amor inmenso de él hacia ti, en el reino de las sombras el amor es algo extraño, nadie ama en ese lugar verdaderamente, aunque cuando sucedió el intento de asesinato de la princesa el rey se volvió sobreprotector con ella y no la deja respirar.
Llegaron al primer pueblo al norte, en su camino pasarían por otros dos más pero todos con los recursos escasos debido a que las tierras para ese lugar no podían producir frutos, eran áridas y el agua casi no fluía por el río, sólo para lo indispensable. Después de comprar lo necesario siguieron su camino, Balakan no tenía la intención de descansar hasta el siguiente día.
— Entonces, en ese reino del que proviene ¿Hay un rey con su reina; y por lo que dices, una princesa?
— Así es, nuestro rey se llama y Viertel y su hija si no mal recuerdo se llama Liebe, es una bastarda debido al origen de su madre, no tiene los ojos rojos del rey así que no es descendiente al trono de Dunkelheit.
La mujer poco a poco se regeneraba, ya la mayoría de heridas no se veían y sus piernas comenzaban a crecer.
— ¿Dunkelheit? ¿Así se llama el reino? Espera, antes de seguir, ¿Tienes algún nombre con el que pueda llamarte? Mi nombre es Balakan.
Esta tenía nombre, pero no uno muy bonito del cual estar orgullosa, la mayoría de demonios sólo tenían un nombre.
— Puedes decirme Em, y sí, así es su nombre. En Dunkelheit todos somos demonios con poderes, aunque ustedes poseen una fuerza increíble y la mayoría de nosotros sólo algunos métodos de defensa, cuerpo a cuerpo nos hacen trizas.
Durante los siguientes días la plática fue amena, ambos se sintieron a gusto con el otro. Balakan entendió que las personas que vivían en el reino de las sombras eran demonios poderosos que jamás habían cruzado su barrera y si lo hacían al poco tiempo perecían debido a los años vividos. Los únicos que podrían sobrevivir y hasta tener una vida tranquila eran los descendientes de la realeza quienes poseían poderes sorprendentes.
— ¿Cuánto tiempo falta para llegar a tu reino? Llevamos más de una semana viajando y parece estar cada vez más lejos.
La mujer quien ya tenía todo su cuerpo regenerado a excepción de sus alas sonrió de una manera extraña, dándole temor a Balakan, sentía de una u otra manera que cayó en una trampa.
— Son mas de seis meses a caballo por supuesto ¿A caso no escuchaste al caballero que me capturó? Debería poner atención a tu alrededor, no sólo a lo que es conveniente.
— ¿Cómo sabes que escuché eso? Tu estabas dentro de una bolsa y varias ataduras.
De pronto el cielo se tornó oscuro, las nubes parecían avanzar más rápido de lo normal y observó como lunas pasaba sobre de ellos. No sabía lo que sucedía, sólo sentía que crecía a la par de las lunas.
— ¿Qué pasa? ¿Qué es esto? — se bajó del caballo sorprendido por su repentino crecimiento —. ¿Qué sucede?
La mujer extendió sus alas aún pequeñas envolviendo su cuerpo por completo, segundo después una figura totalmente distinta a lo que había visto anteriormente apareció frente a Balakan, una mujer de cabellos castaños, hermosa por todos lados estaba frente a él.
— Es sólo mi poder, el tiempo es algo que controlo gracias a las enseñanzas de mi madre quien fue una hija de un príncipe ilegítimo hace miles de años, tengo sangre real, muy poca, pero sirve para cruzar la frontera sin ser detectado.
Al intentar moverse una pesadez en su cuerpo lo hizo caer, todo su mundo daba vueltas hasta que de la nada paró. Ya no había luz, no se podía ver absolutamente nada más que árboles secos y miles de kilómetros sin nada a su alrededor.
— Este es el lugar de donde provengo, aquí no encontrarás nada similar a tu reino, no hay oxígeno normal, ni siquiera la tierra es igual. Estamos en una línea entre el cielo y el infierno.
Un olor putrefacto inundó todo su ser, al girar un poco su cabeza pudo encontrarse con la escena más asquerosa y cruel que alguna vez vio a lo largo de su corta vida. Balakan se había quedado mudo al ver una pila de cadáveres que se asemejaba a una montaña.
— ¿Qué es eso?
Fue lo único que pudo decir, el asombro no le permitía hablar con claridad y mucho menos pensar.
— Oh eso, en tu reino no conocen el método de incendiar los cadáveres y darle monedas para que los barqueros ayuden a cruzar su alma al otro mundo, pues este es un lugar entre ese mundo y el suyo. Debido a que hace cientos de años no hacen ese ritual, las almas simplemente son arrojadas a la montaña tot donde pasan muchos años antes de que se deshagan.
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Comments
✯Yurio✯
Me esta gustando mucho esta historia. Me lo estoy tomando con calmar porque gay muchos detalles y debo prestar atención. 👀
Espero que no le suceda nada malo a Balakan
2021-09-21
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