10.

...CAPÍTULO 10...

Los híbridos estaban prohibidos en el reino de las sombras, debido al valor que tenían los monstruos al ser vendidos. El costo de una comida con su carne era más que el de un caballo, así que los únicos que compraban estos eran personas de la realeza. Aunque otros buscaban rarezas, no sólo para comer, también para procrear o simplemente tener en aparadores de exhibición y ganar dinero.

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Celiana derramaba lágrimas al haberse enterado de la verdad, al menos una parte de ella, pero era bastante doloroso saber que su preciada hija había sufrido horrores en ese lugar sólo por un descuido del rey. Entendía lo que era perder un hijo así que decidió devolver a Liebe con él.

— Pequeña, tú siempre serás parte de nosotros, debes venir para practicar con tus poderes sin temer destrozar algo. En este lugar muestra magia se amplifica y también puedes manejarla mejor. Visita a esta mujer que necesita de tu amor.

Loben había caído al suelo en cuanto escuchó aquella revelación por ambas partes, su padre nunca había hablado con él y de no haber sido por su madre ni siquiera se habría enterado de la muerte de su hermana. Dentro de este su corazón dolía a la vez que se sentía vacío. Liebe quien notó su dolor se acercó para abrazarlo, por una parte se sentía conectada con Loben ya que sentía su dolor y por otra, ella era demasiado buena y odiaba ver sufrir a otros.

— ¿Qué haces pequeña? Debes irte con tu padre, él está esperándote.

Todos estaban atentos a las acciones de ambos, Liebe era una niña que irradiaba luz al igual que todo ese lugar, Viertel se sentía muy bien al haber decidido mantener a esa niña con ellos pues dentro de su reino no existía la bondad.

— ¿Puede ir conmigo? Quiero saber más sobre mamá.

Mortien observaba a Loben, este lo había visto hacía ya muchos años pues él era uno de los pocos híbridos que habían pasado desapercibidos junto con su hermano Selion debido a parecerse más a su madre quien era un demonio normal del reino de las sombras mientras que su padre era un monstruo que resguardaba la frontera entre ambos reinos. Los primeros años vivieron felices con ambos padres, hasta que un mercenario del rey de las sombras en ese entonces quien era padre de Viertel tenía un increíble pasatiempo, conseguir mascotas para su diversión.

En ese momento se arrepentía por haber lastimado sus alas y sabía que la única persona capaz de contrarrestar su magia era su hermano, así que le convenía ir con ellos aunque por su cara, parecía no tener intenciones de regresar al lugar donde lo torturaron. Al encontrarse cerca decidió hablar antes de que esté rechazara la propuesta de Liebe.

— Si me lo permite alteza, debería considerar mandar a su hijo a nuestro reino. Lamento si lastimé a su primogénito, pero fue debido a la seguridad de su majestad, así que me comprometo a devolvérselo sano y salvo.

Loben miró al hombre que lo había flechado, fue amor a primera vista y ahora él sugería que fuera hasta su reino. Aladon observó a Celian, fue a quien se había dirigido Mortien y esta asintió entendiendo que a su hijo le devolverían su belleza, también por ver la cara de felicidad que tenía este.

— Por supuesto, mi hijo no creará ningún conflicto en su reino.

Una vez arregladas las diferencias Liebe se acercó a Viertel para darle un abrazo y marcharse del lugar. Mortien tomó en sus brazos a Loben debido a que no podía levantarse. Selion activó el círculo mágico y desaparecieron. Celiana comenzó a curar a todo el ecosistema herido y Aladon recuperó los cuerpos de heridos y muertos. Los muertos irían a las cámaras de recuperación donde podían pasar años hasta que despertaran, aunque con la seguridad de regresar.

Ese era el gran secreto que guardaba aquél reino, por ello querían recuperar el cuerpo de Liebena y quien lo traería de vuelta ya estaba en marcha a esa ciudad. Minutos antes de irse al reino de las sombras Celiana usó su cetro para detener unos segundos el tiempo y así poder hablar con Loben quien tenía la misión de recuperarla sin ser descubierto.

Al llegar al palacio Liebe se sentía cansada así que decidió dormir hasta que la cena estuviera lista. Dalon fue enviado a terminar el papeleo y Selion junto al pelirrojo candado de cargar al joven príncipe del bosque se dirigieron hacia su casa donde curarían las heridas de este. Una vez ahí Mortien arrojó a la cama a Loben quien respondió con un pequeño hechizo.

— ¿Qué me hiciste maldito?

De su cabeza salieron un par de cuernos enormes y su color cambió por un rojo más intenso, Loben tenía curiosidad de saber por qué el joven también olía símilar a las personas de su reino así que no se quiso quedar sin hacer algo, decidió revelar su verdadera identidad.

— Eres un híbrido al igual que mi sobrina, ¿Cómo es que ese hombre al que llaman rey no lo ha notado?

Selion era un espectador que sólo se divertía por la situación, a su hermano lo habían descubierto fácilmente. Su madre una vez les dijo que la única manera en que descubrirán su verdadera identidad era al estar enamorados, por lo tanto su hermano pequeño debía amar al príncipe Loben.

— Maldito bastado, más te vale que me regreses a mí forma humana porque si no….

La mano de Mortien apuntó a la cabeza de Loben quien antes que esta impactara contra su rostro la detuvo en el aire. Mostrándole una sonrisa llena de satisfacción respondió.

— En primer lugar deberías respetar a un miembro de la realeza, sigo siendo un príncipe para ti, segundo yo sólo mostré tu verdadera forma por un descuido tuyo y tercero no me siento de humor ni con la fuerza suficiente para seguir hablando…

Entonces se desvaneció en los brazos de Mortien, la transformación desapareció en cuanto este cayó desmayado. Él no entendía como de la nada había cerrado sus ojos, se giró para observar a su hermano pero aún seguía riendo.

— ¿Qué esperas? Cura con tu magia a Loben.

Selion no era un hombre muy hablador, por lo regular sólo cruzaba algunas palabras cuando era completamente necesario pero en ese momento estaba divirtiéndose tanto que consideró apropiado preguntar.

— ¿A caso mi hermanito se enamoró?

El color de sus ojos cambió, las mejillas se tiñeron de color carmín debido a la vergüenza que sentía, ahora le quedaba claro lo que pasaba, se había enamorado de Loben.

— Sólo cura sus alas y no preguntes.

Loben se notaba un poco tenso cuando Selion se acercó a él, en un principio sus manos comenzaron a temblar, después sus ojos se cerraron como si temiera que alguien le hiciera algo.

— ¿Podría su majestad extender sus alas? De otro modo no lograré curarlo con éxito.

Este hizo lo que el joven con cabellos azules le dijo, aunque no tenía tanta confianza, Mortien observaba atento las acciones y actitud de Loben. De un momento a otro Selion se alejó de este mirándolo de forma extraña.

— ¿Por qué lo hizo príncipe Loben? ¿Le ha dicho eso a alguna persona?

El pelirrojo no entendía de lo que su hermano estaba hablando, intentó acercarse pero algo se lo impidió, Selion realizó una bucle de tiempo entre el príncipe y él, para que pudiesen tener privacidad.

— Hace cientos de años en un viaje con mi padre pasamos por un pueblo cercano a la frontera de este lugar, estaba exhausto por ejercer mi poder para sanar varios árboles y regenerar nuestra barrera, no me di cuenta de que el peligro me acechaba y ese mercenario abusó de mi. Logré guardar el secreto de casi todos hasta ahora, lo único que me queda de ese día es esta cicatriz. Agradecería que nadie se enterara de esto, no sabes el escándalo por el cual tendría que pasar en el reino de Wald.

Selion se sentó al lado de Loben quien se sentía realmente incómodo, este se había prometido llevarse ese secreto que lo atormentaba noche tras noche hasta su muerte, sin embargo ese joven lo había descubierto antes de tiempo.

— Yo también era parte del reino de Wald y hasta donde mi padre nos contó, los hombres de la realeza son capaces de procrear descendientes con una bendición, por supuesto se necesita estar ya sea con un hombre o una mujer y entonces…

Loben puso su mano en la boca de Selion quien no paraba de recordarle la atrocidad que hizo sin pensar, a pesar de haber sucedido más de un siglo atrás él no podía olvidar los hechos.

— No me atormentes más, sé que mis actos realizados estuvieron muy mal, hasta ahora me sigo arrepintiendo de haberme deshecho de mi hijo o hija, pero, siendo sincero, no deseaba tener algo que me recordara a la Deshonra aquella. Seré culpable toda mi vida y sólo espero por pagar, esa niña pequeña necesita a su familia, ahora que sé sobre ella, no me daré por vencido e intentaré ganarme su confianza y corazón pues se lo debo a la única persona que conoció mi secreto.

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