3.

...CAPÍTULO 3...

En los diversos reinos sólo existían los hombres y mujeres con cualidades, poder sobrehumano que era un factor importante para los maestros de la espada y caballeros imperiales, otros podían sentir peligros a kilómetros de distancia y los más extraños eran quienes poseían el don de la ilusión.

...****...

— ¿Cómo podría una niña de cuatro años activar un escudo? ¿Está usted mintiendo? Porque si lo está haciendo déjeme decirle que es claramente una declaración de guerra contra la corona.

Viertel sabía que poseer un escudo sería una sentencia asegurada para su hija, tener un escudo del cual poder hacer uso debía ser usado para proteger al imperio entero de cualquier amenaza, aquellos que desarrollaban el escudo y la espada eran entrenados como caballeros especiales.

— Será mejor que usted vaya a comprobarlo con sus propios ojos majestad, del lugar sólo tres personas sabemos que la princesa está usando un escudo, eso me incluye a mi y al mago.

El rey se apresuró activando un círculo mágico para ir directo a la habitación sin ser visto por otros, una vez ahí se acercó a la cama donde estaba su hija. Al intentar tocar su cuerpo el escudo se activó en automático haciendo volar a Viertel hasta chocar contra la pared más cercana.

— ¡Oh por todos los cielos, su majestad! ¿Se encuentra bien?

El mago y la sirvienta apresuradamente intentaron levantarlo pero este los hizo a un lado, no entendía como el escudo de una niña podía ser tan fuerte como para lanzarlo por los aires. De nuevo intentó acercarse, pero ahora con más cautela y con sus poderes activos para no llevarse otra sorpresa. Sintió como una descarga eléctrica recorría su cuerpo pero era más soportable, estaba usando el treinta porciento de su poder, cuando según sus recuerdos ni siquiera en su última batalla contra uno de los magos más poderosos le había ameritado utilizar el diez.

— Liebe querida soy papá, despierta.

Susurró el rey preocupado por la situación, la niña quien respiraba rápido de manera entrecortada no reaccionaba ante la presencia de Viertel.

Ella por su parte soñaba con su vida anterior, recordaba los momentos felices a lado de su madre, como cuando en el día de su cumpleaños número catorce le regaló un vestido bastante ostentoso, lindo y a la moda como los que usaba la princesa Lyle del imperio Oeste, quien era muy querida por la sociedad al ser la única descendiente mujer que se había ganado el corazón de Medeliot, príncipe del Este. Ese día tuvo que viajar por aproximadamente dos horas hasta llegar a la casa del sastre, donde arreglarían a su medida el vestido de flores, el costo era bastante elevado para ser pagado por una plebeya y aún así de todas maneras sus padres lograron otorgárselo.

Dos lágrimas resbalaron por su mejilla, haciendo que Viertel se molestara, ya había visto llorar a la niña anteriormente pero jamás con tanto sentimiento, el dolor podía sentirlo él también así que se sentía muy desconcertado.

— Despierta Liebe, regresa a la realidad y no sucumbas a tus pesadillas, separa la mentira de la verdad y encontrarás el camino a casa.

Dentro de lo que sabía a raíz del semblante de Liebe, ella sufría aparentemente, el motivo aún no le estaba completamente claro pero debía intentar sacarla de su sueños, sólo así ella misma sería capaz de desactivar el escudo que puso al sentirse amenazada por no recordar absolutamente nada. Liebe seguía dentro de aquél sueño hermoso recorriendo los prados verdes y los campos llenos de sus flores favoritas, hasta que a lo lejos escuchó una voz que la llamaba, la voz era cálida y muy clara, se trataba de su madre.

- Aladia, debes ser una buena niña en donde sea que estés, recuerda que nuestro centro siempre han sido los buenos sentimientos, no te dejes llevar por el odio y el rencor, vive tu nueva vida sin restricciones y con coraje, no vuelvas a morir.

Lo siguiente que sintió fue una mano cálida tocando su mejilla, ya no se sentía aturdida ni dolida por haber regresado en otro cuerpo, la paz por fin reinó en su mente y la tranquilidad logró ayudarla para poder deshacer lo que había hecho sin darse cuenta. Al abrir los ojos ella observó a un hombre con cabellos blancos muy largos que la miraba con ternura y entonces ésta comenzó a llorar sin una sola explicación.

— No hay motivos por los que la princesa deba derramar lágrimas, jamás vuelvas a llorar frente a tu padre pues la única manera en que lo hagas será de felicidad no de tristeza.

Liebe vio cómo el rey tenía la ropa desgarrada, con alguno que otro rasguño en su rostro al igual que las otras personas dentro de la habitación que guardaban su distancia así que decidió preguntar.

— ¿Qué te sucedió en la cara? Hace un rato en el pasillo estabas bien ¿Peleaste con alguien?

— Creo que deberás aprender muchos modales antes de poder acercarte a alguien de la realeza, a pesar de ser mi hija, debes entender que por el rango no es posible hablar de tú al rey aunque a mí no me moleste habrá personas que no entiendan nuestra relación y exijan un respeto tal como ellos lo muestran, la etiqueta es sólo un paso más para ser una princesa.

Liebe no se había dado cuenta de que aún hablaba como una campesina sin modales aunque sí había aprendido la etiqueta suficiente para ser una buena mujer casadera, no tenía la misma educación que alguien de la realeza y para esos momentos agradecía totalmente a su padre quien le llevaba todos esos libros aburridos para aprender a leer lo básico.

— Entonces comenzaré a partir de hoy a ser una verdadera princesa — dijo ella con preocupación levantándose de su lugar.

El rey sonrío ante la ocurrencia de Liebe, ella acababa de ser envenenada días antes por lo tanto su tez seguía bastante mal, aunque esta era de piel demasiado blanca, se notaba bastante lo débil que estaba.

— Será mejor que comiences mañana, por hoy ha sido suficiente drama el que has vivido, después de mañana deberás ir diario a verme en la comida y contarme lo que has aprendido.

Ella no sabía el motivo por el cual el rey deseara verla a diario, él no parecía de ese tipo de hombres cariñosos, aunque no se le hacía una mala idea comer a diario con un hombre así de guapo. Jamás se esperó que las personas en el reino de las Sombras fueran extremadamente bellas, y ahora que se lo preguntaba, no sabía como era, sólo había visto algunas partes de su cuerpo, tales como los pies y manos, pero solamente eso, así que ahora tenía curiosidad.

— El mago te dará alivio a lo que sea necesario curar, por ahora descansa.

El mago le hizo un hechizo para que descansara correctamente pues su cuerpo al ser tan pequeño no soportaba tanto dolor, una vez que la princesa se durmió plácidamente la sirvienta y el mago fueron llamados con su majestad. En el despacho se encontraban Drianele, el mago y la sirvienta arrodillados con las manos atrás, sin permiso de hablar ni de levantarse y la cabeza abajo.

— Los tres saben a la perfección que si una persona tiene un solo don será entrenado como caballero aún siendo de la realeza, tal como yo fui entrenado ella deberá hacerlo, pero la gran diferencia es que mis poderes se manifestaron hasta los diez años y no a los cuatro como Liebe, entonces tendré su silencio hasta que considere necesario guardar ese secreto ¿Les quedó claro?.

Drianele mordió su mano derramando tres gotas de sangre a los pies del rey sin dudarlo, los otros dos demoraron un poco más pero al final cedieron ante la presión de Viertel y sus cuatro escoltas.

— Hoy, bajo esta noche estrellada juro por mi vida y honor que la verdad sólo podrá revelarla su majestad Viertel Viershein Dunkelheit nuestro rey y cielo del imperio de las sombras.

El juramento estaba plasmado en aquél papel con letras doradas, mientras los demás repetían al unísono las mismas palabras. La preocupación del hermano era tanta que estuvo a punto de interrumpir el ritual, sin embargo sería considerado traición y ameritaría la muerte.

— Bien, Lady Drianele, usted será quien nunca abandone a Liebe, deberá enseñarle todo sobre el imperio y los modales correspondientes así como la etiqueta. Tiene dos meses para que ella aprenda lo básico, después de eso si no lo logra será colgada al igual que un traidor. Pueden retirarse.

Adriele se dirigió hasta la puerta acompañando a su hermana, más que nada para preguntarle si ella estaba bien con aquél acuerdo, según recuerda él, su preciada hermana quería tener hijos pero no podía así que encontró la oportunidad que tanto deseaba con su princesa.

— Drianele ¿Se podría saber que estás haciendo? Firmar un contrato de la nada sólo por la protección de una niña ¿Vale la pena?

— Tú no entiendes Adriele, la princesa está sola en este mundo y necesita de una madre que le enseñe.

La mujer siguió su camino al haberse soltado del agarre de su hermano, él jamás entendería sus sueños, pero algún día tendría el privilegio de ser un excelente padre.

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Comments

Dani Cuba

Dani Cuba

El nombre liebe me da mucha risa suena a liebre

2022-06-18

2

Maferli

Maferli

Ay! me ericé. La mamá, de alguna manera, sabe que su hija sigue viva.

2022-06-10

1

cancerbero

cancerbero

hasta ahora me gusta la historia. voy a tener que seguir leyendo

2022-05-04

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