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Omega Sí, Débil Jamás.

Omega Sí, Débil Jamás.

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Vampiro / Hombre lobo / Romance paranormal / Mujer despreciada / Dragones
Popularitas:1.4M
Nilai: 4.8
nombre de autor: Marines bacadare

Gianna Garza es una joven de 17 años a la espera de cumplir 18 y conocer a su loba normalmente la conocen a los dieciséis, pero debido a que es una omega su cambio se ha retrasado.

Ella es la hija de un beta y una omega que murió al dar a luz a la pequeña Gianna, esto ha hecho que su padre no la quiera tanto.
Mariano se casó con una beta y tuvieron dos hijos, a Mariana, que es un año menor que Gianna y a otro de doce años.

la joven por ser omega siempre ha sido blanco de burlas y bromas, por ser “Débil” por eso ha entrenado con sus abuelos quienes le enseñaron a usar armas como el arco y las espada, ellos dicen que la debilidad es mental y así se defenderá

Gianna está enamorada de Jackson Makris, Alfa de la manada Big silver moon él tiene 22 años y aún no tiene mate, él necesita una luna para su manada, detesta a Gianna por ser omega y porque según molesta a Mariana, él la detestará más al saber que es su mate y la rechazará, humillándola delante de todos.

¿Podrá Gianna ser feliz?

NovelToon tiene autorización de Marines bacadare para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Familia nueva

En la habitación el sol entra por la ventana y le da en los ojos. Gianna se asusta al verse en ese lugar y luego los recuerdos la golpean; su corazón vuelve a doler mientras las imágenes del día anterior la abordan.

Gianna llama a su loba, pero es inútil; esta no contesta, así que camina con el traje de novia. Aún en su cuerpo lo detesto. No se puede ni ver. La puerta se abre y Dayana entra con una bandeja de comida.

—Hola, ¿cómo estás? Me recuerdas; soy Dayana, la joven que salvaste. — Gianna está un poco confundida, pero asiente.

—Soy Gianna, gracias, me lancé de un acantilado, pero un dragón me trajo. Creo, no lo sé. — Dice y Dayana sonríe.

—Si es uno de nuestros dragones, está agradecido porque salvaste a Zarco, el dragón rojo; mira allí, deje ropa para ti, luego te traeré más —dijo con una bella sonrisa.

—No, como creen, yo no puedo abusar, debo irme, pero gracias. —Dijo y Dayana negó.

—Y a dónde irás, eh. Vas a volver a esa manada donde te rechazaron; si lo sé, eres una loba, y ahora eres un solitario sin manada. Dijo Dayana.

—Pero qué puedo hacer, debo irme, no puedo quedarme aquí, que dirá el rey. Dice y ella se ríe.

—Mi padre está feliz de aceptarte, es más, ya eres parte del Reino Dragón, solo hay que ver qué harás aquí —dice Dayana.

—En serio, y hacer cómo, qué opciones hay, limpiar, ser sirvienta, está bien —Dayana sonrió.

—No, ya hay muchos de esos, pero verás, en este reino no somos bárbaros; está la universidad también. Dice la princesa.

—Allí puedes estudiar, hay muchas carreras, puedes ser doctora, enfermera, maestra, no sé. —Dice acercándole el desayuno.

—También está la academia de los guerreros, allí estudian, pero también se preparan para ser guerreros. Normalmente las mujeres se van por universidad normal. Gianna asiente con su cabeza, dando a entender que ya capta.

—Me gustaría ser parte de los guerreros. Dayana abre sus ojos.

—Estás segura, mira que las batallas son muy duras y ahora que estamos en guerra más, hay muchas criaturas y los vampiros son bastante fuertes. Dice Dayana.

—No importa, prefiero ser un guerrero; solo falta saber donde me quedaría. Dice y Dayana se ríe.

—Como que dónde, aquí… Mis padres ya te adoran; te quedarás en el reino, aunque en la academia de los guerreros hay habitaciones también. — La joven asiente.

—Oye… No debes echarte a morir y jamás vuelvas a hacer lo que hiciste; nadie lo merece. Sí, aquí tienes a una amiga; adiós, cámbiate y come, luego bajas de acuerdo.

—De acuerdo y gracias por cómo eres conmigo; siendo una princesa me trajiste el desayuno. Dayana niega riendo.

—Digamos que mis padres no son nada estirados y yo salí así; vamos, te espero abajo para enseñarte el reino. Dayana se fue y ella quedó allí abrumada con todo, pero lo haría; sería una guerrera y defendería a ese reino, su nuevo hogar. Ella sabía que debía volverse dura para que nadie la volviera a dañar.

Dayana se fue y ella entró al baño. Luego de bañarse salió y se colocó la ropa. Era un vestido lila sin mangas y daba hasta arriba de las rodillas. Era suelto y resaltaba las curvas de la joven. Le dejó unas zapatillas bajitas y ella peinó su cabello dejándolo suelto; parecía una princesa. De hecho, el vestido y el cazador eran de Dayana; tenían la misma talla.

Comió y luego bajó la charola; un sirviente al verla la tomó y llevó la charola a lavar. Como era algo tarde, su comida fue llevada a la habitación, pero después debería comer en el gran comedor.

La jovencita estaba triste y dolida en su cabeza; lo sucedido no la dejaba en paz. Pensaba en sus abuelos y hermano menor, pero ya ellos no eran parte de su vida.

Gianna llegó a la sala y había varias personas, un hombre como de cuarenta años, con buen físico, y una mujer de esa misma edad y hermosa, muy parecida a Dayana.

Había dos chicos más, un joven como de dieciocho años y un poco más grande que él.

—Buenos días, hermosa, ¿Cómo te sientes hoy? —preguntó el rey.

—Estoy bien, su majestad, gracias por su hospitalidad. —Dijo Gianna.

—No te preocupes, hija, tú salvaste a los míos y ahora eres parte de este reino porque no te irás. Ella asintió un poco.

—Yo soy el rey Marcos Wellington, ella es mi esposa, la reina Dayra Wellington y ellos son mis hijos Darío, Marlon y ella es mi hija Dayana. Dijo el Rey.

—Yo soy Gianna; es un placer.

—Es un placer tenerte aquí y tienes que estar tranquila, trata de seguir con tu vida, somos tu familia ahora. — Dice la reina con dulzura.

—Muchas gracias, juro que no te daré problemas; la princesa Dayana dijo que viviría aquí, pero puedo hacerlo en cualquier cabaña. Dijo Gianna.

—De ninguna manera mi esposa tiene razón; eres de nuestra familia, una hija más de ahora en adelante. Sonrió el rey.

—Si pequeños somos familia, a mis otros dos hijos los conocerás; luego están entrenando. Dijo la reina.

—Me contó Dayana que quieres entrar a la academia, aunque te ves muy dulce, para eso te vamos a apoyar. —Dijo el rey.

—Muchas gracias y no los voy a defraudar; quiero entrar a la academia y defender el reino. Dayana se acerca y la abraza.

—Primero no me digas princesa, ok, y segundo, pobre de ti, los entrenadores son unos gruñones. —Dice Dayana.

—Bienvenida Gianna, y sí, son unos ogros los dos; yo soy más suave. Dijo Marlon.

—Sí, y yo soy el más genial de todos. Gianna, yo te ayudaré a encajar. —Rió Darío.

—Gracias, joven príncipe. —dice y ella niega.

—Soy Darío y solo Darío. Todos se ríen y luego de un rato se despiden.

—Vamos, Gianna, te mostraré el reino —dijo Dayana y la llevó a conocer el lugar.

Ambas caminaban por muchos lugares; había escuelas, universidades, parques, algunos edificios; ella le hablaba de cada sitio, y Gianna estaba más que fascinada por todo. Extrañaba a sus abuelos, pero no estaba lista para enfrentar a nadie, así que se volvería fuerte primero, al menos sentimentalmente.

Al llegar a las áreas verdes, vi varios dragones entrenar, unos con jinetes y otros no.

—Son criaturas maravillosas, no sabes dónde está al que ayude el otro día. — Dayana sonrió.

—Ese cabeza hueca está suspendida, no debió hacer lo que hizo y yo tampoco debí montarlo. — Dijo en un susurro mientras se reía.

—Ojalá pueda montar a una de esas criaturas alguna vez, estuve en uno, pero no recuerdo nada de ayer. Dice Gianna.

—Bueno, para eso debes entrenar y los ogros de mis hermanos decidirán si al menos tienes a Marlon y a Darío de tu parte. Dice la alegre Dayana.

—Ven, vamos a la academia y hablemos con ellos para ver cuándo empiezas. Dijo Dayana de nuevo y la llevó a la academia; allí la joven comenzaría su entrenamiento.

1
Teresa Moran Guerrero
Como dijo Gianna, tal para cual, después vendrán el arrepentimiento
Teresa Moran Guerrero
Que tramará Jackson, el quiere cobrar los maltratos, que según Mariana le hace su hermana mayor
Teresa Moran Guerrero
Las intenciones del futuro Alfa, no son nobles
Teresa Moran Guerrero
perdón Gianna
Teresa Moran Guerrero
Aún así Arianna luce hermosa, por mas que trate de opacarla, su hermana
Teresa Moran Guerrero
La envidiosa, no puede aceptar, que su hermana, sea mas hermosa
Teresa Moran Guerrero
La vida no es color de rosas, solo hay que saber vivirla y sortear los sinsabores, si no se los sabe enfrentar
Teresa Moran Guerrero
Cómo siempre el abuso, a los más debiles
Rosalia Gonzalez
Excelente
Rosalia Gonzalez
para mi q el dragon negro es Marcus
Rosalia Gonzalez
para mi creo q el dragon negro es .Marcus
Vero Castro🇦🇷🥰
maravilloso, la verdad fuera de lo mismo de siempre , por eso me encantó, ojalá continúes las historias de sus hijos...
Yolanda estella Ochoa
Excelente
Vero Castro🇦🇷🥰
jajajaja
Vero Castro🇦🇷🥰
sé valienteeee
Sahemy Hernández
como dice en una novela: Que palabras tan duras, que hombre más tóxico, ¡Me Encanta!
Sahemy Hernández
otro Tairn pues :v
Sahemy Hernández
igualito a tairn en personalidad 🤣
Mayra Arauz
me encanta cada capítulo que e leído son fascinante /Good/
Martha Mena Wong
Excelente
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