En Busca De La Felicidad

Alana había permanecido callada, no creyó que el príncipe estuviera furioso luego de las palabras de la señorita Mendes. Marcus había permanecido en silencio después de haberla llevado consigo.

_Príncipe Marcus, muchas gracias por haber hecho aquello. Se qué tal vez no lo ha hecho por mí, pero aún así fue bueno ver que existen hombres capaces de ver la realidad de una mujer en el ejército y defender las ante la sociedad.

_Si la juzgará por pertenecer al ejército no sería mejor que esas personas y sería como juzgar a mi hermana por ser una guerrera. Las mujeres que se convierten en soldados en Luner, no solo pueden obtener altos rangos, como también son respetadas y admiradas por todos.

Alana sabia que en Luner las cosas eran diferentes, pero no creyó que las soldados tuviesen tanto prestigio, pero sabe que eso no evita que algunas personas, en especial los nobles que se creen superiores tengan sus opiniones al respecto y que lo compartan de manera negativa.

_Eso no implica que los hombres o mujeres comenten o creen rumores sobre la virtud de las mismas o intentar dañar su imagen de alguna manera, las personas son así, la maldad los domina a tal punto que los deja ciegos.

_La maldad en el mundo nunca acabará, el bien convive con el mal. Es cuestión de equilibrio, mi madre es una bruja poderosa, pero eso no evita que varias personas cometan crímenes en Luner, les damos su merecido a todo aquel que atrapamos, pero siempre aparece otro que intenta ser aún peor que el anterior. No deje que los comentarios o rumores con respecto a su virtud le afecten. Si desea casarse estoy seguro que tendrá a varios pretendientes, yo seré uno de ellos.

Alana levanta la mirada y observa la mirada de Marcus, este la observaba con mucha sinceridad.

_Agradezco sus palabras joven príncipe, pero no soy de las mujeres que desea contraer matrimonio. Me gusta mi vida como soldado, mi hermana asumirá el trono y estoy segura que será una excelente emperatriz. Yo estaré a su lado como la general del ejército de Anjar.

Alana levanta la cabeza al pronunciar aquellas palabras, su mayor orgullo es ser una mujer que logró formar parte del ejército de Anjar sin usar su título como catapulta. Se esmeró y trabajo arduamente para lograr llegar a donde está hoy en día, es por eso que no deja que los comentarios o rumores la dejen deprimida. Es algo que ella escogió.

_Así será.

Marcus y Alana dan un paseo por el palacio, ella le muestra los lugares más bonitos e interesantes. El simplemente disfrutaba del momento, hacia ya tiempo que no se sentía a gusto de aquella manera, Alana tenía algo que le causaba tranquilidad.

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Amalia despierta sentindo un tremendo dolor de cabeza, había tomado bastante vino en compañía de aquel hombre. Observa a su lado y el estaba durmiendo en el suelo, luego de que se les acabará el vino ambos se habían acostado en sobre el césped y comenzado una conversación de la cual ahora no recuerda mucho. Amalia se pone de pie y se marcha sin hacer ruido, lo que sea que le haya dicho a ese hombre sabe que no fue confidencial, había entrenado su cuerpo de tal manera que ni bebiendo de aquella manera revelaría algo importante.

Dante despierta y no ve a la princesa al lado suyo, el había disfrutado la compañía de la misma y la buena plática que tuvieron, nunca había experimentado algo como lo que sucedió en aquella noche, es la primera vez que pasa la noche con una mujer y termina de aquella manera, definitivamente esa princesa es única.

_En tan poco tiempo me estoy volviendo adicto a ti.

Dante se levanta y se dirige a su habitación, la fiesta había acabado y ahora debe ocuparse de algunos asuntos antes de volver a su imperio.

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_Buenos días.

Amalia toma asiento al lado de su hermano y toma la taza de té que estaba al frente del mismo.

_No pareces estar bien.

_Una pequeña resaca, se me pasará con esta taza de té.

_No debiste beber tanto vino, sabes que no eres resistente a las bebidas.

_Aham si, tu no tienes buena cara, ¿No has podido dormir?

_No he dormido, pero estoy bien. En unas horas nos marcharemos de vuelta a la aldea. La princesa Alana ha dicho que nos acompañará y ayudará con las bestias que estuvieron atacando en la frontera.

_Eso me parece bien, de esa manera será más fácil cubrir todo el bosque.

Unas horas después Amalia ya se había recuperado y ya estaba lista para partir. Cuando estaba por subirse sobre Argom escucha como alguien la llama. No podría confundir aquella voz, una voz tan varonil que causa varias cosas en el cuerpo de cualquier mujer.

_Princesa Amalia, me regala unos minutos de su tiempo.

_Emperador Wyder, no esperaba verlo nuevamente. Pensé que aún estaría sintiéndose mal luego de la noche agitada.

Dante la observa bien al escuchar cómo lo había llamado.

_Con qué ya lo descubrió.

_No todos los días encuentras a un hombre con sus características, fue cuestión de investigar un poco para descubrir que se trata del mismísimo emperador del continente prohibido.

Dante estaba sorprendido, no esperaba que ella lo descubriese tan fácilmente, pero también estaba feliz. Ella demuestra ser una mujer única.

_Continua sorprendiendo.

_Soy una mujer con varios atributos.

Dante no pudo evitar observarla completamente, y es que en eso tiene razón, tiene un cuerpo hermoso, un rostro que resalta entre todas y un aura que lo atrae y lo hace cuestionarse su verdadera naturaleza.

_Espero volver a verla princesa.

_Veremos que nos depara el futuro.

Amalia observa por última vez a Dante y luego sale volando del lugar. Dante permanece observando como se marcha y luego decide ir a empacar sus cosas, ya ha estado lejos por mucho tiempo.