"En medio de una bulliciosa ciudad, donde el susurro de personas apresuradas y luces parpadeantes, el tiempo parecía desvanecerse para dos almas destinadas a encontrarse sin saberlo. Ella, una joven hermosa de mirada perdida, llevaba sobre sus hombros el peso de un pasado difícil. Él, un hombre inteligente, magnate de los negocios, caminaba por las calles escondiendo un dolor profundo teniendo la certeza de que su vida cambiaría de manera inesperada".
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Capitulo XXIII Sorpresa
"Siéntate aqui", dijo Edmundo tirando de su nieto y sentando a su nieto a su lado.
"¿Qué hice mal abuelo?", pregunto Edmundo asustado.
"Sabes que odio los espectáculos en público, así que te pido, no te exijo que respetes este hotel y si sigues montando un show con esa pérdida de Camila Ledezma, te mando a sacar y ha prohibir tu entrada a cualquiera de mis hoteles, ¿te quedo claro?", Marcos tenía un temperamento bastante recio, Sebastián era muy parecido a él.
"Abuelo ella es una Ledezma al igual que la esposa de Sebastián, pienso que merece el mismo respeto que Aurora", sugirió Edmundo indignado por el trato que estaba recibiendo su novia.
"Ven acá muchacho inútil", dijo Marcos agarrando a su nieto por el cuello. "Nunca compares a una dama como Aurora con una pérdida como esa novia tuya. Sebastián devuelve a este idiota a su silla", el abuelo estaba muy molesto y antes de desterrar a su Edmundo de la familia prefirió no discutir este asunto con él, por ahora.
Algunos invitados al evento se dieron cuenta de la discusión familiar, pero nadie se atrevía a decir ni una sola palabra, Marcos Santos no era conocido precisamente por ser benevolente con los entrometidos y chismosos.
El desfile empezó y la tensión de un principio se disipo, Aurora estaba emocionada al ver tan magníficos diseños, las modelos tan hermosas llevando con glamur esos vestidos y su forma de caminar tan seguras de sí mismas, llamaron su atención.
"Si ves algo que te guste, no dudes en decirme", le susurró Sebastián al oído.
"Todos los diseños son hermosos, cuando veía esos desfiles por televisión pensaba que todo era un montaje", respondió como niña pequeña.
"Voy a comprar todos los diseños, para ti", afirmó Sebastián decidido.
"No, como crees, mejor escoge el que piensas que me queda mejor y sorprendeme", sugirió Aurora sonriente.
Sebastián tenía en mente un par de modelos que había visto, una idea traviesa paso por su mente y una sonrisa pícara apareció en sus labios, Aurora estaba tan entretenida que no vio las miradas que le echaba su esposo. El desfile termino y era hora de darle la sorpresa a Aurora.
"Vayamos por tu sorpresa", dijo Sebastián casualmente.
Aurora lo vio algo confundida, ella había olvidado la sorpresa que le daría su esposo ese día.
"Ya lo habías olvidado, ¿verdad?", pregunto Sebastián sacudiendo la cabeza en negación.
"Lo siento, había estado muy ocupada y lo olvide", respondió Aurora apenada.
"Tranquila, se que estás muy presionada con todo lo ocurrido", Sebastián era muy comprensivo con su esposa, el solo vivía para hacerla feliz.
Entraron a la enorme cocina del hotel, en ese lugar se estaba preparando la comida que se serviría esa noche, había mucha gente corriendo de un lugar al otro, pero había una persona que llamo la atención de Aurora, en medio del espacio, estaba un chef dirigiendo a todo el mundo, incrédula de lo que veían sus ojos, volteo a ver a su esposo quien sonreía ampliamente.
"No estás soñando, el es Rafael González, tu idolo", Aurora abrazo fuertemente a Sebastián y el le regreso el abrazo. "Vamos te lo voy a presentar", Sebastián la condujo hasta do de se encontraba el famoso chef.
"Rafael, tiempo sin verte", saludo Sebastián con mucha confianza al chef.
"Sebastián Santos, si hubiera sabido que vendrías en persona a saludarme te hubiera recibido con vitoreos", respondió Rafael.
Los dos viejos amigos se dieron un fuerte abrazo después de estrechar sus manos, Aurora estaba atonita sin poder creer que a unos pasos estaba el mejor chef del mundo.
"Quiero presentarte a alguien muy especial para mí, ella es Aurora mi esposa", Sebastián le presento a Aurora a su amigo de la infancia.
"Un gusto conocer a la mujer que conquistó a este cabeza dura", respondió Rafael extendiendo su mano para saludar a Aurora.
"No lo puedo creer, eres el mejor chef del mundo y ahora estás aquí frente a mi", la emoción de Aurora no podía ser escondida.
"Me voy a poner celoso", comento Sebastián riendo.
"El maestro Rafael siempre ha sido mi ejemplo a seguir, pero tú eres el amor de mi vida, así que olvida los celos", Aurora dejo las cosas claras, no quería que Sebastián mal interpretará nada.
"Lo sé amor mío, solo estaba bromeando", respondio Sebastián.
"Entonces vamos a trabajar, tu esposo me ha dicho que te gusta la cocina y que además lo haces muy bien", comento Rafael entregándole un uniforme a Aurora .
"¿Es en serio?, voy a cocinar junto a ti" Aurora no cabía de la emoción, corrió al baño a ponerse su uniforme sin decir una palabra más.
"Cuida muy bien de mi esposa, debo ir con el abuelo", indico Sebastián.
"No te preocupes amigo, nos vemos al terminar mi trabajo aquí", respondió Rafael.
Rafael estaba muy agradecido con Sebastián y lo menos que podía hacer era enseñarle un poco a Aurora, en el pasado Sebastián lo ayudo a traer al país a su esposa e hijos, quienes estaban lejos de él.
"Empecemos a trabajar", dijo Aurora lista con su uniforme de chef.
"Una buena actitud es lo único que se necesita para lograr una buena sazón", aconsejo Rafael.
La cocina fue toda de ellos, Aurora estaba muy inspirada preparando lo que Rafael le pedía, ella era una cocinera nata y no necesitaba muchas instrucciones para realizar los platos más exquisitos que se pudieran imaginar, su cocina era de nivel u es que mientras estuvo con los Ledezma, Lucrecia la instaba a que aprendiera a hacerlo, así que lo único bueno que hizo por su hijastra fue comprarle libros de cocina y videos de expertos.
"¡Guau!, ¿donde aprendiste a cocinar así?", pregunto Rafael sorprendido.
"Tenía que aprender de eso dependía mi vida", por primera vez Aurora bromeaba sobre ese asunto.
"Eres muy graciosa, mejor termina ahí, mientras yo preparo la salsa para la pasta", indico Rafael riendo.
«Se sintió bien recordar mi pasado sin sentir dolor», pensó Aurora sonriendo. Al parecer había superado esa etapa de su vida y con ello dar un gran paso para ser completamente feliz.
Pensé que eras más inteligente…