Dylan Volkova
Sophia sin recordar exactamente lo que ocurrió, se deberá enfrentar al desprecio, la sospecha y el dolor de la familia de su esposo, la cual la cree la responsable de su desaparición y posible muerte.
Sorprendidos porque jamás se enteraron de su boda, y con el corazón destrozado tras lo ocurrido, harán lo posible para descubrir la verdad. Por eso, para mantenerla vigilada, y saber lo que pasó, su cuñado la obligará a estar a su lado, aun cuando sea vivir el mismísimo infierno en la tierna.
¿Qué fue lo que pasó en realidad?
¿De verdad ella tuvo algo que ver con la supuesta muerte de su esposo?
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Jodidamente Bello
Dylan se encontraba organizando la empresa, tratando de hallar alguna pista que lo llevara a la muerte de su hermano, pero se sentía abrumado, triste y solo.
"Hola Dylan ¿Cómo te ha ido con Sophia? ¿Sabes algo?" Preguntó Justin entrando a la oficina.
"Ella talvez no haya matado a mi hermano, pero sabe quien lo hizo, por lo tanto, es su cómplice, lo averiguaré ¿Qué sabes de su hermana Isabella Anderson?" Preguntó Dylan.
"Está casada con un hombre mayor muy poderoso, ella siempre le coqueteó a Mylan y al parecer no quiere a Sophia" Comunicó Justin.
"Bien, quiero que te quedes a mi lado, mañana vendrá Randy mi chófer y hombre de confianza ponlo al tanto de todo, despide a todos lo que trabajan para mi hermano, vigílalos y contrata personal nuevo confiable, Randy es bueno seleccionando personas" Ordenó Dylan.
"Perfecto enseguida ¿Y qué tal tus noches de casado? Ya pasó un mes" Preguntó Justin.
Dylan recordó aquel momento, el castaño aflojó su corbata y Sophia abrió los ojos con sorpresa "Tú... No te atreverías..."
Dylan se acercó y tomó su mentón con Fuerza "Mírame ¿Crees que tendría la nesecidad de forzarte? No me hagas reír, me das asco, verte me resulta fastidioso" Dijo el hombre, la soltó y se marchó azotando la puerta.
"¿En serio le dijiste eso? Pobre mujer" Dijo Justin.
"¿Pobre? No lo creo" Dijo Dylan.
"Ella parecía estar enamorada de Mylan..." Dijo Justin siendo interrumpido.
"¿Y él? ¿Estaba enamorado?" Preguntó Dylan curioso.
"Su comportamiento era extraño, con las otras chicas me lo decía todo, pero con ella fue distinto, se obsesionó con llevarla a la cama y su hermana Isabella lo hizo apostar..."
Dylan frunció el ceño y preguntó "¿Isabella? ¿Qué tiene que ver?"
Justin suspiró y dijo "Isabella trajo a Sophia a la empresa, le dijo a Mylan que le diera una oportunidad para adquirir experiencia"
"Pero me acabas de decir que ella no la quiere ¿Porque le interesaría que trabajara? ¿Cómo y dónde conoció mi hermano a Isabella?" Preguntó Dylan más confundido.
"Su esposo es propietario de P & S Plastics INC, Compañía de fabricación de plástico en Country Walk, Florida, Mylan hizo algunos negocios con el y ahí la conoció" Dijo Justin nervioso.
"Justin no me ocultes nada, porque si llego averígualo por mi cuenta no tendré piedad contigo" Amenazó Dylan.
"Ellos empezaron a verse a escondidas... Ellos eran amantes"
"¿Sophia lo sabía?" Preguntó Dylan.
"No lo creo, no me atrevería a pensar que ella estaba al tanto y aun así decidió meterse con tu hermano"
Dylan se levantó ahora estaba completamente seguro que Sophia no era inocente "¿Porque mi hermano se obsesionó con Sophia? Me imagino que esto provocó celos en Isabella"
"Si puede ser, Mylan se obsesionó con Sophia por sus constantes rechazos, entonces apostó con Isabella que se la llevaría a la cama, pero Isabella aseguraba que nunca podría con ella" Informó Justin.
"¿Por qué? ¿Qué tenía de especial?" Preguntó extrañado Dylan.
"Isabella le dijo que Sophia era una virgen anticuada y solo le entregaría su primera vez a su esposo. Isabella estaba al tanto de la enemistad de tu hermano con el matrimonio, entonces lo creyó imposible" Dijo Justin.
"¿Virgen? ¡Por Dios! No puedo creer que Mylan haya caído en esa trampa, Sophia es astuta, logró engañar a un experto en mujeres" Dijo Dylan.
"No parece ser tan calculadora..."
"¡No la defiendas! Haz lo que te dije y déjame sólo" Ordenó Dylan.
Cuando estuvo solo arrasó con todo lo que había en su escritorio, pensó que su hermano sabía cuidarse, no se perdonaría nunca haberlo dejado solo en el país que se encontraba.
Dylan estaba sentado en la lujosa alfombra, la rabia, tristeza e impotencia eran su compañia, ni siquiera podía llorar, no había podido llorar desde que había muerto su abuela Kira Volkova, recordó sus últimas palabras.
"Abuela te voy a extrañar" Confesó Dylan.
"¡No llores! Tu eres fuerte, solo los débiles lloran, sin importar lo que pase siempre deberás mostrarte impecable, prometelo" Ordenó Kira.
"Lo prometo abuela" Dijo Dylan.
La puerta de la oficina se abrió, se cerró la puerta y se sintieron algunos pasos "Dije que quería estar solo"
"Ni siquiera deseas verme a mi" Dijo la pelirroja.
Luna Phriston era amiga de infancia de Dylan, era tan importante para él que se había convertido en su amor imposible, la pelirroja estaba casada y tenía una hija.
Dylan sonrió, anteriormente ella calmaba todo su interior, la mujer era capaz de con una mirada darle paz "Si tu esposo se entera de que me visitas, se enojará"
"No lo sabrá, nesecito que llores la muerte de Mylan, lo nesecitas" Dijo Luna.
"Luna si tu y tu familia no van a ayudarme a saber la verdad sobre mi hermano, te pido que te vayas"
"No podemos estar solucionado los problemas como si fuéramos tus padrinos mágicos, así es la vida Dyl, debes enfrentarla y buscar respuestas por tu cuenta" Reprendió Luna.
"Me saludas a todos Luna, adiós" Dijo Dylan, el hombre no había soportado verla casar con otro, siempre la había amado, ella había roto su corazón aunque desde un principio no hubo engaño, la pelirroja siempre le había dicho que estaba comprometida.
"Estaré cerca" Dijo Luna. Cuando Dylan iba a responder la mujer ya no estaba en el lugar dejando un vacío en su pecho.
Por otro lado, Sophia se había dedicado a buscar empleo sin prestar atención a las palabras de su esposo, la chica había trabajado anteriormente de mesera en un bar. El dueño al verla sin pensarlo le dio el empleo.
La belleza de la rubia llamaba la atención de los hombres, quienes esperaban un poco más que una atención "Oye ¿Cuánto quieres por una noche?"
Sophia sonrió amablemente suspiró y dijo "Lo siento, no presto ese tipo de servicios"
Dylan había querido relajarse un poco, entonces Justin lo llevó a beber, las mujeres al ver a los dos hombres querían devorarlos, pero la mirada fría del grándote las aúllentaba impidiendo acercarse.
"A veces lamento haberme casado tan joven, hay mujeres hermosas, mira por ejemplo la linda rubia que está allá" Dijo Justin.
Dylan no prestaba atención a las palabras de Justin, las mujeres eran un problema por donde él quisiera ver.
Justin bebía varios tragos sin dejar de observar a la rubia que se le hacíaa conocida ¿Dónde te he visto linda muñequita?
"En aquella mesa esos tipos están molestando a la empleada, la hacen ir y venir para ver su trasero y para hablarle cerca a su oído" Volvió a decir Justin.
La insistencia del hombre fue tanta, que el guapo castaño volteó a mirar, no pudo quitar apartar la mirada de la linda mujer, Dylan frunció el ceño y arrastró sus palabras "So... ¿Sophia?"
"Amigo ya estas alucinan..." Justin volvió a mirar, claro esa era Sophia "¿Qué hace ella aquí?" Preguntó el hombre sin recibir respuesta.
Cuando Justin quiso mirar a su amigo, este había salido como una flecha directo a la rubia. Uno de los hombres tomaba por excusa el escándalo para acercarse a la rubia y hablarle al oído.
"Bella ¿Cuál es tu nombre?" Preguntó el cliente.
"Señor, no tengo permitido revelar mi identidad, por favor dígame que va a solicitar" Dijo Sophia, cuando sintió que el hombre que estaba sentado había apretado su trasero con alevosía.
La rubia tomó su bandeja y la puso en la cabeza del cliente sin importarle absolutamente nada "¡Maldito!" Gritó.
El hombre enojado iba arremeter en contra de la mujer, pero en ese instante sintió como su brazo era partido por un hábil movimiento de Dylan "¡No te atrevas!"
El hombre Gritó despavorido y aunque sus dos amigos fueron en su ayuda ninguno pudo quitar al grándote de encima.
Los nervios de Sophia incrementaron al máximo ¿Qué hacía su esposo ahí? ¿Por qué no pedía escapar de su radar? Pensó.
Dylan golpeó a los otros dos hombres y Ordenó a su gente que los sacará del lugar, Sophia se mantenía inmóvil quería correr, pero no pudo, la escena que acaba de presenciar había sido asombrosa.
El castaño volteó a mirar a su esposa quien temblaba al verlo, este la alzó como un bulto de papas cargadola en su hombro y la sacó del lugar, la rubia pataleó como una chiquilla, pidiendo que la bajara, pero el guapo hombre no hizo caso, entonces para qué callará azotó su trasero con una palmada.
Dylan la bajó fuera del bar, cerca a su auto, Justin perseguía a la pareja como una niñera y al llegar con ellos pudo sentir la tensión, ambos se miraban sin decir nada "¿Nos vamos?" Preguntó Justin.
"¡Entra al auto!" Ordenó Dylan.
Sophia llevaba un short corto negro unas medias de seda del mismo color, una blusa roja que mostraba sus hombros y cubría su cuello y unos botines negros, se veía hermosa, eso pensaba el castaño que no estaba en su sentidos.
"Este es mi empleo, si me voy..." Dijo Sophia siendo interrumpida.
"¿Este es tu empleo? ¿Cuánto te pagan por una noche? ¿O te pagan por toques? ¿Cuánto te pagó ese que tocó tu trasero?" Preguntó Dylan arrastrando sus palabras, era evidente, estaba ebrio.
Sophia lo abofeteó haciendo que el hombre callara "Nesecito dinero, este empleo es provisional mientras encuentro uno mejor, lo que cobre por todo lo anterior, no te importa"
Sophia entró al auto secando las lágrimas que caían como cascada, el castaño aun aturdido por el golpe, quedó afuera tocando su cabeza, todo le daba vueltas.
"Amigo entra, los llevaré a casa" Dijo Justin, las palabras de su amigo lo hicieron reaccionar y entró.
Dylan cerró sus ojos y poco a poco fue quedándose dormido, recargando la cabeza en el hombro de Sophia, la mujer al sentirlo se asustó y un agradable aroma mezclado con alcohol inundó su nariz.
"Eres la esposa de un Volkova, este tipo de empleos no son convenientes" Dijo Justin mientras conducía, observando a la mujer por él retrovisor.
"Dile a tu jefe que deje de encerrarme como un perro y que deje de ponerle trabas a mis postulaciones en las empresas, llevo un mes aspirando a vacantes y este idiota se interpone" Espetó Sophia.
El castaño frunció el ceño colocando su dedo índice en la boca "Ssshhhh, no hagan ruido, mi cabeza duele"
El hombre fue bajando un poco más posicionando su cabeza en las piernas desnudas de Sophia.
Ojalá pudiera decir que es feo: Tendría que ser un ogro enano y gordo, con labio leporino y ojos desorientados; un viejo verde cojo, con laceraciones y verrugas; Con pocos dientes amarillos y pedazos de perejil y cebolla incrustada en ellos. Pero no, es todo lo contrario, es jodidamente bello.