Arianna

Arianna invitó a su amiga y a los chicos, quienes aceptaron la propuesta. Luis se ofreció a llevarlos en su automóvil, por lo que no tendrían que preocuparse por el gasto de transporte.

Al finalizar las clases, los cuatro decidieron ir al mercado para comprar varias provisiones para el viaje. Durante las compras, intercambiaron bromas y disfrutaron del momento.

Ya a las ocho, Luis acompañó a las chicas hasta sus casas y, antes de despedirse, Linda les dijo: Nos vemos mañana a las 7 a.m. Los chicos rieron y se retiraron. Una vez en casa, las chicas organizaron sus cosas y le comentaron a Lidia, quien estuvo de acuerdo con los planes.

Al día siguiente, los chicos llegaron a las 7 a.m. por Arianna y Linda, y todos se dirigieron al lugar donde César los esperaba. Al llegar, Arianna lo vio acompañado de Yuly y le dijo: 'Hola, chicos, hemos llegado'. César la miró con admiración, notando lo bien que le quedaba el vestido, y comentó: 'Está bien, aprovechemos para tomarnos la primera foto aquí, al llegar al hotel'. Arianna le pidió a su amiga que capturara la imagen, mientras los amigos de Linda observaban con curiosidad, preguntándose por qué estaban haciendo eso, aunque no se atrevieron a preguntar.

César y Arianna capturaron su primera fotografía de perfil. Arianna desprendía un agradable aroma, y César la observaba con atención. Yuly se percató de la situación y comentó: Ya se han tomado la foto. Ven, amor, pasemos a nuestra habitación.

Arianna se dirigió a su habitación acompañada de sus amigos, quienes también se separaron para ir a las suyas. Posteriormente, Arianna le envió la foto a César con el fin de que él la compartiera con su abuelo, quien había solicitado una imagen de la habitación en la que se estaban hospedando.

César le comentó a Yuly: Cariño, mi abuelo me ha pedido una foto con Arianna en la habitación. Ante esto, Yuly se irritó y le respondió: ¿Acaso estás loco?. César, intentando calmarla, explicó: Voy a llamar a Arianna; no puedo hacer enojar a mi abuelo. Son solo unas fotos. Aunque Yuly seguía molesta, finalmente decidió ceder. César contactó a Arianna, quien llegó y él le transmitió la solicitud. Arianna preguntó: ¿Y tu abuelo para qué quiere esas fotos?.

César replicó: Mira, mira este mensaje; no vayas a pensar que fui yo.

A lo que Arianna respondió: Bueno, dile a tu novia que tome la foto, ¿te parece?.

César: No, hagámoslo nosotros. Siéntate aquí, y yo tomaré la primera foto. ¡Sonríe, por favor! Ahora, muévete un poco hacia aquí y la tomaré de nuevo. Yuly estaba mirando y se sentía cada vez más incómoda. Arianna era muy bonita, y se veía aún más atractiva cuando sonreía, así que decidió preguntarle: ¿Cuántas fotos vas a tomar, amor?

Arianna: Ya está, tranquila. Ya me voy.

César: Listo, se las enviaré a mi abuelo.

Arianna: No lo hagas todavía; puede pensar que lo estamos haciendo solo para que vea que estamos juntos. Espera y mándalas más tarde.

César me indicó que le enviara las fotos.

Arianna: Sí, parece que te está poniendo a prueba. Sería mejor que, cuando hayamos tomado todas las fotos, se las envíes.

César: De acuerdo, lo haré.

Arianna salió de la habitación y se dirigió al restaurante del hotel en busca de sus amigos. Allí, disfrutaron de una comida y decidieron pasar un rato en la playa.

Estaban disfrutando del mar. Yuly se encontraba en el restaurante comiendo con César, quien le comentó: Deberíamos ir a la playa para tomar un par de fotos para mi abuelo.

Yuly lo mira con descontento y le dice: Después de esas fotos, disfrutaremos solo nosotros dos. Mira cómo ella se divierte con sus amigos y ni siquiera recuerda que estamos tomando fotos.

César responde: Es mi abuelo, cariño. No te molestes, son solo fotos.

Ellos decidieron ir a la playa y le pidieron a Arianna que posara para las fotos. Aunque Arianna mostró una expresión de desánimo, sabía que era necesario hacerlo. Ella sentó a César, se colocó detrás de él y tomó la fotografía de manera encantadora.