Danna una hermosa pelirroja casada con un empresario que la maltrataba en muchos sentidos, ocultaba un gran secreto, pero cansada de los multiples maltratos decide tomar venganza y para ello debera tomar su vendadera identidad y reclamar su posicion con duqueza de Edimburgo enfrentado muchos obtaculos en el camino.
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cap 10: Una Danna diferente
La mayor preocupación de Danna al estar en Edimburgo era ser descubierta así que evitaba salir.
Durante toda su vida usó lentillas marrones que cubrían su extraño color de ojos.
Solo su padre, la hermana superiora del internado, la nana Eloísa y ahora Mauricio lo sabía y habían tenido el placer de contemplar el hermoso y peculiar tono azul que se intensificaba mientras se aproximaba al iris volviéndose morado, algo extraño que solo ocurría en el linaje real.
Su madre la hermosa y única hija del Duque Aurora tenía esos bellos ojos al igual que su abuela y bisabuela.
Lo más te extraño solo las mujeres de la familia nacían con ellos, además de un lunar en forma de corazón en el mundo derecho, lunar que Danna también poseía.
Esa primera noche fue dura para Danna, estar en su país natal le generaba mucha inquietudes, no podía conciliar el sueño y Mauricio lo noto.
Durante la madrugada se levantó y fue a mirar por un gran ventanal.
Amaba mirar las estrellas, era algo que hacía con su padre, en cada visita, en navidades o su cumpleaños, era de los mejores recuerdos que tenía de él.
Aunque desde el ventanal no podía contemplarlas bien, no salió al balcón pues la noche era fría.
Es su pensamiento añoraba estar con su papá, poder abrazarlo y escucharlo nombrarle cada una de las constelaciones.
sintio unos fuertes brazos rodearla, Mauricio la estrechaba con ternura y recostaba su cabeza en su pecho.
Son hermosas le dijo sí las veía con papá me dan tanta paz y lo siento cerca cada vez que las miro, le respondió y una lágrima surcó su rostro cayendo en uno de los brazos de Mauricio quien la giró y con besos secó sus lágrimas.
esa acción despertó el deseo que Danna reprimía y un pequeño gemido brotó de sus labios sin poder evitarlo.
El embriagador olor de Mauricio la llevaba al éxtasis se le hacía sumamente difícil controlarse al tenerlo cerca.
en la otra mansión era más sencillo pues no compartían cama, pero aquí sí.
por impulso lo besó sin pudor ni decoro alguno, un beso cargado de pasión.
Mauricio correspondió con la misma necesidad ambos anhelaba que ocurriera.
Con sutileza deslizo el camisón blanco de seda que Danna usaba y este callo al suelo.
Danna no fue nada sutil y de un tirón hizo volar todos los botones de la camisa del pijama encendiendo más el fuego en ellos.
Estaban por arder Y ambos querían quemarse completos.
Mauricio recorrió con sus manos el hermoso cuerpo de Danna, la suavidad de su piel, su dulce y suave olor era lo mejor que cualquier cosa es experimentada por él.
de la camisa de Mauricio no había rastro y descaradamente Danna recorrió su tonificado y bien marcado dorso hasta la liga del pantalón de pijama.
Sin vergüenza alguna introdujo su mano en él y acarició su dureza.
Las hormonas la tenían descontrolada haciéndola hacer cosas que en otro tiempo no haría jamás.
Mauricio caminaba con ella marcando el ritmo, lento y seguro para no lastimarla.
Sus miradas demostraban Lujuria y deseo, sus pupilas dilatadas eran prueba de ello.
Con cada paso se acercaban al borde de la cama.
Al Danna sentir sus piernas tocar la cama se dejó caer suavemente en ella.
Mauricio recorrió su cuerpo con besos deleitándose en sus redondos y firmes pechos.
Danna gemía extaciada y enloquecida el pantalón de pijama de Mauricio desapareció de su cuerpo solo la ropa interior de ambos separaba su desnudez.
Mauricio quería que esa noche fuera inolvidable había conversado un poco con la doctora y sabía lo pudorosa que era Danna con respecto a la intimidad y que eso fue el desencadenante de vivir por años en un internado católico.
Bajo llenando de besos su pequeño abdomen y con sus dientes quito las bragas.
Dana abrió los ojos de sorpresa.
Mauricio la miraba con hambre como un león a su presa se quitó su boxer dejando su miembro fuera su tamaño no era comparado al de su ex.
Danna mordía su labio inferior escaneando a su sexy marido y Mauricio sonrió pícaramente y negó con la cabeza.
subió besando sus pies luego sus piernas, mordió su muslo derecho cerca de aquel lindo lunar y un gemido salió de Dana.
Hummm te necesito dijo excitada.
Mauricio estaba complacido de su petición, pero deseaba algo y no lo dejaría a media subió a su centro el cual devoró con destreza Danna estaba avergonzada, pero no había sentido tanto placer jamás.
Liberó su esencia en la boca de su esposo quien se deleitó saboreando su néctar como si del más exquisito postre se tratara.
Los gritos de placer pidiendo que la tomara resonaban en esa amplia y lujosa habitación.
Mauricio frotó su miembro en su centro haciéndola suplicar.
Por favor no me tortures más te necesito.
Se posicionó y se introdujo en su interior.
Le hizo el amor con suavidad no quería lastimar al bebé se estaba conteniendo.
Más quiero más gemía Danna.
Danna actuaba totalmente diferente a como usualmente era, para sorpresa de Mauricio y de ella misma le encantaba esta nueva versión de sí misma.