Mika, la hija del temido líder de la mafia, ha vivido toda su vida bajo el yugo de su padre, quien no solo asesinó a su madre, sino que también la separó de sus hermanos para convertirla en una máquina de venganza despiadada. Su padre tiene grandes expectativas para ella: debe convertirse en la reina de la mafia y llevar su apellido a nuevas alturas, o enfrentarse a las consecuencias más terribles, que incluyen la vida de sus hermanos.
Dimitri, un joven rival que también aspira a ser rey, compite contra ella en un juego mortal donde las alianzas son efímeras y las traiciones son habituales.
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ELECCION DE TRABAJADORES
MIKA
Sábado, 18 de febrero del 2017
Despues darle con la almohada a dimitri, el entra a bañarse y yo solo espero a que termine, miro mi teléfono y son las 6 de la mañana, y no sale voy a llegar tarde a la elección de los trabajadores.
Por fin sale y esta vez en toalla, recuerdo lo de ayer, y realmente me di cuenta que tengo una gran fuerza de voluntad, ya que otra no lo hubiera resistido, y es que me fue casi imposible, y con ese pelo mojado y desordenado, me derrito, y es exactamente como está ahora, lo evito y corro al baño, entro directo a la ducha y me baño, despues de unos minutos termino, y voy a cambiarme a mi armario.
Me gusta la ropa negra así que de ese color la uso.
\*La ropa\*
Salgo del armario cambiada y perfumada.
—¿Vas a algún lado?—pregunta el hombre en que está boxer «como que no tiene ropa» recuperándome de pies a cabeza.
—Si, debo escoger a mis trabajadores,—digo dando la vuelta para irme.
—Cierto, es hoy—lo escucho a lo lejos.
Salgo y mis hermanos aún no se despiertan, no me queda de otra que comer en el almuerzo con ellos.
bajo las escaleras, y el sr. xu me espera en la puerta junto a la rubia que no se a que hora llego, supongo que dimitri saldrá a algún lado.
—Buenos días, srta mika—entonan los dos.
Por lo general cuando nos saludan solo debo ignorarlos y entrar al auto directamente, pero no soy así, aunque sea una mafiosa quisiera conservar un poco de educación y humanidad, con los que se lo merecen.
—Buen dia.—les digo caminando hacia el carro.
Conduzco hasta llegar a el trébol, llego y estaciono el carro, entro directo al área del ring, donde al abrir la puerta…
—¡Buen día, srta mika!—entonan como 20 hombres que están en una fila horizontal, todos con buena figura atlética, y entre ellos está Damián.
Aquí si no puedo responder el saludo ya que se supone que debo ser fría, sin embargo mis ojos se iluminan al ver a damián, a quien por supuesto es a quien elegiré como mi guardaespaldas, nunca pensé que lo volvería a ver, lo de nosotros era solo diversión, quiero tenerlo de nuevo haber si me quito de la mente a dimitri, por que el y yo no podemos ser nada más que aliados, y tampoco quiero divertirme con el.
—Srta. mika, hoy tendrá 3 sesiones, primero estos 20 hombre, peleara y al que usted le parezca escoge como su guardaespaldas, y el resto hará el trabajo que usted les tenga para ellos, segundo, escogerá a 5 mujeres que la ayudaran en la mansión, y la tercera conocerá a los hombres que le harán el trabajo de innovación en la tecnología, para su protección o trabajo.—dice el juez de ayer.
—Está bien.—digo saliendo de la habitación y solo para subir las escaleras que dan a las segunda planta donde puedo ver mejor el ring.
—Llamaré de dos en dos, para que pasen al ring…Manuel y mateo—dice el juez con una lista en la mano.
Pasan los hombres y empiezan a pelear cuando el juez se lo indica, sin embargo mi atención está en Damián, quien también me mira con deseo, después de unos minutos el chico mateo se rinde ya que le hizo la misma llave con que derrote a mi padre.
—Manuel y Sebastian.
ambos suben al ring y chico sebastian, derrota a manuel con un golpe mortal en la cara, el cual lo hace caer al piso.
—Esteban y Roberto.
Esta me gustó ya que esteban arrasó con kung fu, y lo derrotó fácilmente.
—Daniel y Samir.
Esté estuvo complicado ambos tenían mucha fuerza y resistencia, pero al final termino ganando, samir por un descuido
—Camilo y Luis.
Este terminó en solo 15 minutos, ya que camilo lanzó de un salto al cuello de luis y lo derribó de tal forma que no se pudo levantar, osea es en serio ni mi padre que es más viejo lo hizo.
—Andres y Jhonatan.
Aquí parecía que los músculos de Andrés, le ganarían a el flaco de Jonathan, pero claro está que no son los músculos, sino la destreza y la agilidad.
Y así llaman a 3 dúos más, hasta que llegó la pelea más esperada.
—Damian y Justin.
Ambos entraron al ring, y no hacía falta la pelea porque sabía que mi damian ganaría, todo lo que sabe se lo enseñe yo, pero por supuesto ni aun así logró vencer me.
Terminaron los combates, bajo las escaleras y entro a la habitación.
—¿Qué le pareció?, srta. mika—pregunta el juez.
—Excelente, todos pelearon muy bien.
—¿Entonces?…
—Mi guardaespaldas, será damián—digo con una expresión seria, sin embargo Damián me sigue mirando con una mirada traviesa.
—Perfecto…Entonces vamos a lo siguiente.
Ambos nos vamos de la habitación y vamos a la siguiente dónde, están unas mujeres, en fila horizontal detrás de una mesa super larga, cada una tiene un plato con comida al frente, y un número que va del 1 hasta 10, y es genial ya que no tuve tiempo de desayunar.
—Puede, probar las comidas, y escoger las 5 que más le guste.
—Bien.
La sala estaba llena de un bullicio animado, el aroma de la comida llenaba el aire. Frente a mí se extendía la larga mesa, decorada con manteles coloridos y adornos brillantes.
Con una sonrisa decidida, me acerqué al primer espacio de la mesa, donde una mujer de cabello rizado me ofreció un plato de pasta al pesto. tome un bocado, saboreando la mezcla fresca de albahaca y nuez. "Delicioso", pensé mientras asentía con aprobación.
Luego me dirigí al número dos, donde una mujer con un delantal brillante le presentó una porción de sushi colorido. La combinación de sabores marinos y arroz pegajoso fue un festín para mis sentidos, pero decidí seguir adelante.
Al llegar al tercer espacio, me encontré con una mujer que servía una sopa humeante. El aroma reconfortante la envolvió mientras probaba el caldo espeso, lleno de verduras y especias. "Esto es justo lo que necesito", pensé mientras sonreía a la cocinera.
Continúe mi recorrido hacia el cuarto plato, donde una mujer ofrecía tacos rellenos de carne jugosa y salsa picante. A pesar de lo sabrosos que eran, no logró captar mi atención tanto como los anteriores.
En el quinto espacio, me encontré con un platillo vegano colorido que presentaba ensalada fresca y quinoa. Aunque era saludable y sabroso, decidí que no era lo que buscaba en ese momento.
Al llegar al número seis, una mujer mayor me ofreció un plato de arroz frito con verduras crujientes. El sabor salado y la textura crujiente hicieron que mi paladar se emocionara.
El séptimo espacio no me convenció tanto; unos pasteles secos no lograron dejar huella en mi memoria gustativa. En el octavo espacio, sin embargo, descubrí unas empanadas doradas rellenas de carne y especias que me hicieron agua la boca; cada bocado era como un abrazo cálido.
Finalmente llegué al noveno espacio: pastelitos dulces que parecían irresistibles pero no encajaban en mi elección final. En el último espacio, el décimo plato era un mousse de chocolate decadente que casi me hizo cambiar de opinión.
Después de reflexionar sobre cada uno de los platos probados, me detuve un momento para pensar en lo que realmente había disfrutado. Con una sonrisa satisfecha en mi rostro, decidí…
—Elegiré los platos número 1 (pasta al pesto), 3 (sopa humeante), 6 (arroz frito), 8 (empanadas) y 10 (mousse de chocolate).
—Perfecto—dijo el juez.
Seguimos con la elección y cuando están a punto de entrar a la otra habitación un mensaje de Dimitri llegó.