Después del accidente que deja a Santiago sin caminar por cuatro meses. Él quiere usar a una chica inocente para vengarse de su madrastra Paola. Una mujer que es capaz de todo por quedarse con la fortuna del padre de Santiago y así poder borrar su oscuro pasado.
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Solo la sirvienta
...Narrador...
Melisa no quiso contestarle nada a Carlota, solo pasó a un lado de la anciana para volver a dentro de la mansión.
Prefería que todos vieran su boda, al día siguiente. Sin embargo, Carlota no se quería dar por vencida.
Después de lo que sucedió la noche anterior con Melisa y con Paola. Carlota no lo iba a dejar pasar tan fácilmente.
Carlota adoraba demasiado a Paola, cómo para dejar pasar lo que Melisa le hizo la noche anterior. Al no poder desquitar su coraje con Santiago, Carlota lo quería desquitar con la chica delante de ella.
Carlota __ No olvides que solo eres una sirvienta, y nunca vas a poder subir ese escalón. ¡Únicamente eres una criada más en esta casa!...
Carlota __ La única señora qué esta mansión va a tener. Se llama Paola Wlod... Grabarlo bien dentro de tu cabeza.
A Melisa no le agrado nada la manera en que la anciana le estaba hablando. Melisa se detuvo, levantando la cabeza con orgullo. Desde ese momento cada uno de los empleados que vivían en esa casa iban a prender, a respetarla como lo que era.
Melisa __ Cuida la manera en que me hablas, señora. Delante de ti, no tienes a una sirvienta más, sino a la prometida de Santiago Wlod. No importa si no logro casarme con él, en este momento no soy una sirvienta más en esta casa, sino la prometida oficial del dueño de todo esto.
Carlota __ ¡Te estás creyendo mucho!... ¿Acaso consideras que el joven Santiago, está contigo por amor?...
Carlota __ ¡No!.
Carlota __ El joven Santiago solo está contigo por qué quiere quitar a mi señora de su camino. Y quedarse con todo lo que era de su padre...
Melisa __ Lo has dicho tu misma. Todo esto es de Santiago. No de tu señora Paola... Así, que la que sale sobrando en esta casa es ella, no yo.
Carlota estaba furiosa de la actitud que Melisa había tomado. Era una recién llegada a esa casa, y ya estaba poniéndose por encima de todos.
Carlota __ No quieres sentirte más que alguno de nosotros... ¡Solo eres una sirvienta!...
Carlota quería meter en la mente de Melisa, que no era lo suficiente mujer para estar al lado de Santiago.
Melisa __ No soy una sirvienta, son la futura señora de esta mansión, y tú y los demás, deberán bajar la cabeza ante mí.
No importaba lo destrozada que Melisa se pudiera sentir por dentro. Había tomado una decisión muy importante para ella. Melisa se juró a ella misma, qué nunca más se iba a dejar pisotear por otra persona, sin importar quién fuera.
Melisa se encontraba cansada de siempre ser insultada. De que no la bajarán de su ser una sirvienta ambiciosa, que lo único que deseaba era casarse con Santiago, hombre rico.
Con cada uno de los pasos que daba, Melisa se iba haciéndose a la idea de que su vida estaba por cambiar, y que no podía seguir siendo la misma que hasta ahora ha sido.
Mientras Melisa volvía al interior de la mansión, Paola subió a su auto, para ir a la empresa.
Antes de salir de la mansión Wlod, Paola, sacó su móvil para desbloquear un número, qué desde hace mucho tiempo tenía bloqueado, para jamás volver a desbloquearlo.
Las manos de Paola temblaron ligeramente, su respiración se hizo más lenta de lo normal. Paola tenía dudas de volver atraer a Úrsula a la vida de Santiago, y a su vida.
Pero después de lo que habló con Melisa en las escaleras, Paola tomó la decisión de quitar a Melisa del su camino.
Melisa se podía convertir en un gran estorbo ahora que intentaba matar a Santiago. Además, si Santiago lograba casarse con ella antes de matarlo, toda su fortuna pasaría a las manos de Melisa al ser la viuda de Santiago.
Eso, Paola nunca lo iba a permitir; ya que con eso terminaría haciendo que Armando se llevara a su hija por completo.
Paola __ No tengo otra acción, debo traer a Úrsula a mi lado. Ella es la única que puede ayudarme a quitar a esa idiota de mi camino. Además, si me ayuda, puedo darle lo que ella tanto deseaba.
Úrsula tardó menos de dos segundos en contrastar. Ya que inmediatamente reconoció el número de Paola…
Úrsula _ Nunca me imagine que me volverías a llamar.
El rostro de Paola, cambió rotundamente. La manera burlona en que Úrsula habló, podía darse cuenta de que Úrsula se consideraba victoriosa.
Paola __ Si no te necesitara, en mi vida hubiera desbloqueado este número...
Úrsula _ Mi querida, Paola. No he podido olvidar las últimas palabras que salieron de tus labios, el día en que me case...
Paola __ Olvida lo que te dije ese día, necesitamos hablar de algo que nos conviene a las dos.
Úrsula __ Lo único que me puede convenir es lo que me negaste hace tiempo...
Paola __ Te veo en la empresa Wlod, en menos de una hora.
Paola terminó la llamada a decirle eso a Úrsula. Paola tenía que mover todas cartas para evitar que Santiago se casara con Melisa.
Paola miró de nuevo hacia la mansión, le había contado demasiado estar en donde se encontraba, como para perder todo por una niña que acababa de entrar a la mansión.
Después de un corto tiempo, Paola echo andar su auto. En menos de una hora, Paola llegó a la empresa Wlod.
Inmediatamente, Paola subió a su oficina. Al llegar al pasillo donde quedaba su oficina, su secretaria se levantó rápidamente de su asiento.
Secretaria __ Buenos días, Señora Paola...
Paola caminó directamente a su oficina, al entrar su secretaria la siguió. Paola se sentó en la silla detrás del escritorio.
Paola _ Una mujer rubia, va a venir a verme. En cuando llegue la haces pasar a mi oficina, sin importar lo ocupada que este...
Secretario _ Algo más señora Paola...
Paola __ Solo eso, ahora déjame sola.
La secretaria se inclinó un poco, para después salir de la oficina de Paola.
Al quedar sola, Paola llevó su mano a su rostro, se sentía demasiado agobiada por todo lo que estaba sucediendo desde que Melisa llegó a sus vidas.
Melisa se estaba convirtiendo en un fuerte dolor de cabeza, para Paola.