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BUSCANDO A MI LUNA

BUSCANDO A MI LUNA

Status: Terminada
Genre:Hombre lobo / Amor a primera vista / El Ascenso de la Reina / Completas
Popularitas:17k
Nilai: 5
nombre de autor: CINTHIA VANESSA BARROS

“El heredero del Trono Lunar podrá gobernar únicamente si su alma está unida a una loba de sangre pura. No mordida. No humana. No contaminada.”
Así empezaron siglos de vigilancia y caza, de resguardo y secreto. Muchos olvidaron la razón de dicha ley. Otros solo recordaban que no debía ser quebrantada.
Sin embargo, la diosa Luna, que había decidido el destino de Licaón y de aquellos que lo siguieron, seguía presente. Miraba. Esperaba. Y en silencio, tejía una nueva historia.

Una princesa nacida en un lugar llamado Edmon, distante de las montañas donde dominaban los lobos. Su nombre era Elena. Hija de una mujer sin conocimiento de que provenía del linaje de la Luna. Nieta de una mujer que había amado a un hombre lobo y había mantenido su secreto muy bien guardado en su corazón. Elena se desarrolló entre piedras, rodeada de libros, espadas y anhelos que no eran aceptados en la corte. Era distinta. Nadie lo comprendía plenamente, ni siquiera ella misma.

NovelToon tiene autorización de CINTHIA VANESSA BARROS para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 6 – El Desconocido.

hola mis lectores, ofresco una discupa por la tardanza en actualizar, aqui les dejo los capitulos de hoy, gracias por seguir mis historias.

POV ELENA.

No estoy segura de cuánto tiempo permanecí así.  El bullicio del mercado continuaba, los vendedores anunciaban sus mercancías, los niños se divertían, los músicos tocaban, pero yo… me había quedado atrapada en un momento.

Mis manos temblaban, escondidas entre las arrugas de mi vestido. Ese olor—dulce, a madera, casi salvaje—se había aferrado a mi memoria como una espina dulce. Y mi corazón, ese traidor, latía desbordado, como si acabara de identificar a alguien que siempre lo había esperado.

Lo vi por solo unos instantes, pero fue suficiente.

No era un hombre cualquiera.

No era solo su aspecto, aunque poseía esa belleza ruda de los héroes de las viejas canciones agresivas, con un aire indomable. No se trataba de sus ropas ni de su estatura, ni siquiera de sus músculos que se marcaban bajo la camisa de lino. Era… su energía.

El mundo parecía enrollarse a su alrededor.

Los ruidos se tornaron más suaves, como si el tiempo se detuviera entre nosotros. Y después, sus ojos… Dorados. Brillantes. Como llamas contenidas en un océano de sombras.

Y me observaron.

Me observaron como si pudieran despojar mi alma. Como si me conocieran. Y yo… sentí que lo conocía también. Como si toda mi vida hubiera estado  esperando por este momento.

Sacudí la cabeza, confundida. Solo había ido al mercado a comprar hierbas para mi té. Un alivio de las disputas con mi padre. Pero en ese instante, nada parecía tener lógica.

—Elena —dijo una voz detrás de mí.

Brisia. Mi confidente. Mi fiel sombra. Lleva una canasta llena de flores frescas y tenía una expresión preocupada.

—¿Te encuentras bien?

—Sí —dije sin convicción—. Solo… me perdí en mis pensamientos.

Ella me observó, escéptica, con los ojos entrecerrados.

—Tienes las pupilas ampliadas. ¿Viste algo?

No. No “algo”.

Alguien.

Pero, ¿cómo describir que una sola mirada había sido capaz de hacerme temblar? ¿Cómo explicar la certeza de que ese extraño había cambiado el rumbo de mi vida?

Regresamos al castillo sin hablar. Yo, perdida en mis pensamientos. Ella, con el conocimiento de que algo había sucedido, pero sin presionar.

Esa noche, no pude dormir.

Me quedé sentada junto a la ventana, observando la luna llena elevarse sobre los campos de lavanda. Su luz plateada iluminaba los jardines, las torres y los techos, parecían mirarme… como si supiera.

Y entonces, lo sentí.

Una vibración. Un eco en mi interior. Su presencia… nuevamente.

No era una voz. No eran palabras. Era su aroma, esa calidez en el pecho. El deseo de cerrar los ojos y buscarlo.

—¿Quién eres? —murmuré—. ¿Y por qué te siento en cada palpito?

Pasaron dos días. Y él no regresó.

Sin embargo, no conseguía olvidarlo. Sin darme cuenta, lo buscaba en cada rostro que veía. Me sorprendía a mí misma observando a los extraños, con el corazón inquieto sin razón aparente.

Hasta que, un día por la tarde, Brisia me dio noticias.

—El extraño herido que llevaron a la posada del sur… se está recuperando — comentó mientras me peinaba frente al espejo.  — Dicen que proviene de una familia noble, aunque no quiso revelar su verdadero nombre. Algunos lo conocen como "Kael".

El nombre me impactó como un rayo.

Kael.

Era poderoso. Antiguo. Lleno de una resonancia que parecía emerger de lo más profundo de mi ser.

—¿De dónde lo escuchaste? —pregunté, tratando de sonar indiferente.

—Los guardias lo estaban comentando. Dicen que es reservado. Que habla poco, pero observa mucho… como si estuviera en busca de algo. O de alguien.

Sentí un nudo en mi garganta. Puse una mano en el tocador, intentando detener el temblor.

—Brisia… ¿crees en los encuentros destinados?

Ella me miró a través del espejo. Sus ojos cálidos se suavizaron.

—Pienso que hay almas que se reconocen antes de conocerse realmente —dijo con ternura—. Y que, al cruzarse… nada vuelve a ser igual.

Cerré los ojos.

Kael.

No sabía si volvería a verlo. No sabía si él también lo había sentido. Pero algo dentro de mí… lo deseaba.

Al día siguiente, despertó nublado. El cielo parecía anunciar una tormenta, aunque no cayó ni una gota. Había tensión en el ambiente. Densa. Como un secreto a punto de salir a la luz. Cuando los guardias me llevaron a la sala del trono, lo percibí en mis huesos. Algo había cambiado.

Las puertas se abrieron, el mármol brillaba con la luz del amanecer. Frente al trono… dos figuras me estaban esperando.

Un anciano con una barba plateada, vestido con los colores reales de Normandía. Y a su lado, un joven de cabello dorado, con una sonrisa afilada y ojos tan fríos como el mármol. Sus joyas relucían más que su mirada.

Mi padre los contemplaba con orgullo.

—Elena —dijo—, te presento a Norman de Normandía. Ha venido para formalizar un acuerdo… y para ofrecerte matrimonio.

El mundo se volvió a desmoronar. Pero esta vez, no fue por el fuego de una mirada… sino por la frialdad de una traición.

El joven se inclinó. Besó mi mano sin pedir permiso. Y en ese gesto, vi posesión.

Una joya más en su colección. No respondí. No podía. Miré a mi padre. Él sonreía como si me estuviera ofreciendo el mundo.

Apenas el protocolo me lo permitió, salí de la sala.

Él me siguió, como siempre lo hacía cuando las cosas no sucedían como él deseaba.

—¿No piensas agradecer su propuesta? —dijo, con un tono controlado, como si ya hubiera anticipado mi rechazo.

—¿Agradecer qué exactamente? ¿Que me hayas entregado como parte de un acuerdo? ¿Que me ofrezcas a un extraño a cambio de riquezas?

Su rostro se volvió serio.

—Normandía es poderosa. Esto garantizará años de tranquilidad. Las joyas son lo menos importante.

—¿Y qué hay de mí? ¿De mi vida? ¿De lo que yo deseo?

—Eres la heredera. Tu obligación es con Edmon.

—¡Mi obligación es conmigo misma! ¡Y no voy a casarme con ese hombre!

El golpe cayó como un rayo.

Severo. Rápido. Doloroso. No solo en la piel. También en el corazón.

Me quedé paralizada. Él también lo hizo.

Y por primera vez… comprendí que ya no me veía como su hija.

Me veía como un estorbo. Me fui. No solté lágrimas ante él. Protegí mi orgullo como se resguarda una espada. Y cuando estuve a solas, en la penumbra de mi habitación, lloré todo lo que había contenido hasta aquel momento.

Hasta que solo quedó el silencio.

En ese silencio… tomé una decisión.

No iba a ser su objeto. No iba a ser su reina obediente. Dejaría el trono si hacía falta. Pero decidiría mi propio camino.

Al caer la noche, organicé lo necesario. Ropa sencilla. Joyas ocultas. Recuerdos. Y cuando estaba a punto de irme, Brisia me detuvo.

—¿Está huyendo?

Solo la miré.

Ella sonrió.

—Entonces iré con usted, mi princesa.

—No puedo dejarte que lo hagas.

—Y yo no puedo abandonarla.

La abracé. Ambas temblábamos, no por temor, sino por el sentido de libertad.

Esa noche, bajo la atenta mirada de la luna, nos escapamos del castillo por los pasillos ocultos.

No teníamos idea de a dónde ir.

Ni qué nos esperaba.

Pero teníamos una certeza:

El futuro nos aguardaba.

1
Margarita Becerra
wow. es genial
amalia aguilar royo
Me ha encantado su novela.
Francy Eliana Castillo Gallon
ese rey avaro va a ser el q los entregue a todos ante Elena y su clan q ahora es más fuerte y preparado
Francy Eliana Castillo Gallon
esos 4 pequeños lobos lunares deben crecer fuertes para poder liberar a su pueblo mientras tanto le dan la fuerza suficiente a sus padres y familiares para seguir adelante con la lucha
Francy Eliana Castillo Gallon
cuatro príncipes llenos de poder y esperanza para ellos unos padres felices y llenos de orgullo por sus pequeños hijos
Coral Labrado
El lobo sabe la verdad por más que el humano se resista, pero siento que ella tiene un secreto...
Coral Labrado
Lo dicho. Es su luna y no puede hacer nada al respecto jaja
Francy Eliana Castillo Gallon
llegó la hora del nacimiento de los más poderosos seres de ese reino q serán amados y protegidos como lo q son un gran tesoro
Francy Eliana Castillo Gallon
el viejo desgraciado necesita q Elena ase case con el principe para aumentar su poder sobre los licántropos y así acabarlos pero lo q no sabe es q ella es una de ellos y ahora espera los futuros líderes mas fuertes y poderosos y brisia yo sabía q terminaría siendo marcada por Derek desde el comienzo a el le gustó
Francy Eliana Castillo Gallon
la magia q usa la bruja de freyfis los ayudo a entrar pero no pudieron salir de nuevo y hay estaba el truco
Alexander Villa
que bueno está esto
Francy Eliana Castillo Gallon
q tipo tan malo es un maldito cobarde q solo se mueve por ambición ojalá y acaben con el de primero no merece q Elena lo llame padre una vez mas
Alexander Villa
wuaoo genial
Coral Labrado
Al parecer ya apareció la luna del alfa!!!
Coral Labrado
Pobre princesa atrapada en una jaula de oro
Alicia Quintana
pusiste fotos de las otras dos pone una de Helena
Alicia Quintana
pusiste fotos de las otras dos pone una de Helena
Francy Eliana Castillo Gallon
pobre Elena el miedo a los ataques y saber q tendrá varios bebés la tiene ansiosa no quiere q nazcan en medio de la guerra
Francy Eliana Castillo Gallon
brisia será de gran ayuda y así van a descubrir quien es el lider de esos clanes y por q los quieren matar
Francy Eliana Castillo Gallon
esa no es princesa es bruja y malvada
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