Un Simple Contrato Matrimonial.

Luego de desayunar hasta atascarme por fin puedo salir de casa, por alguna extraña razón Olga me obligó a comerme absolutamente todo lo que había en la mesa, y ahora me siento demasiado pesada.

Si así comenzó el día no me quiero imaginar como va a acabar.

- Buenos días, Felipe.

- Cristal ya estás aquí.

- ¿Pasa algo malo? No te ves muy bien.

- Mi mamá tuvo un accidente y estoy de salida ahora mismo para verla, lo siento hoy no abriré el café y puede que mañana tampoco lo haga.

- Lo comprendo perfectamente. Pero estás bien como para conducir, quieres que yo te lleve al hospital.

- De hecho ya vienen por mí, agradezco mucho tu preocupación.

- Cualquier cosa puedes llamarme a cualquier hora y de inmediato iré a ayudar en todo lo que pueda.

- Gracias Cristal, nos vemos.

- Felipe... Todo estará bien.

Veo una leve sonrisa en su rostro mientras se sube al taxi, me duele el corazón al verlo así de mal porque yo conozco perfectamente lo que es tener que ir a un hospital por tu madre y de verdad no deseo que él acabe como yo en ese día.

Sin nada que hacer voy a ver a papá para asegurarme de que está bien y que al menos está comiendo y durmiendo adecuadamente. Últimamente me preocupa demasiado ahora que estás solo en casa.

De seguro se dedica a trabajar y nada más, yo no puedo perderlo a él porque es lo único que tengo en el mundo y no quiero que deje su vida para rescatarme de este matrimonio.

No quiero que se sienta culpable por esta mala pasada de la vida.

Mientras voy a la ciudad observó la publicidad de un reloj hermoso en la cartelera que adorna una parada y sin dudas sería el regalo perfecto para Felipe.

- Papi.

- Hija mía, que alegría verte por aquí. Pensé que estabas trabajando.

- Mi jefe tuvo un problema personal y me dio dos días libres. Así que pensé en venir a pasar tiempo con mi hombre favorito.

- Cariño aprecio mucho que estés aquí visitando este viejo, pero desgraciadamente estoy de salida.

- ¿Tú también?

- Conseguí una increíble oferta con un viejo amigo mío y voy a ver los materiales.

- Puedo ir contigo.

- El viaje es largo y ahora eres una mujer casada. Te llamo en cuanto vuelva así vamos a comer algo delicioso, te amo mi princesita.

- Te amo papá, cuídate y mucha suerte.

- Adiós, cariño.

Genial ahora que se supone que haga, la señora del pedido dijo que primero prefiere quitar todo lo de la habitación para que así yo pueda trabajar a gusto, y que luego me avisaría qué día iba.

Supongo que volveré a casa a estudiar un poco más para preparar mi ensayo final antes de volver a clases. Llamaré a Olga para saber si tenemos todo para preparar el estofado de res.

📱Señora.

📲 Olga estoy volviendo a casa y quería saber si tenemos los ingredientes para la cena o tengo que comprar algo.

📱Ya mande a pedir todo y no puede volver a casa en este momento, ya que están trabajando en algo y el señor dijo que nadie podía interferir hasta que este listo su pedido.

📲 ¿Cómo así? Que se supone que haga entonces yo.

📱 No sabía que usted no trabajaba hoy día.

📲 Entiendo, nos vemos en la noche supongo.

De verdad hoy será un día extremadamente difícil y aburrido. Ni siquiera puedo volver a casa. ¿Y a todo esto que diablos está haciendo Francisco en la casa? No me dijo nada de ningún arreglo.

Doy vueltas en mi auto hasta llegar al centro comercial por algún libro o lo que sea que me haga pasar el tiempo. También busco ese reloj que vi antes.

- Le gustaría agregar una trajera, señorita.

- Por favor, que diga "Gracias por llegar en mi momento más oscuro".

- De inmediato.

Observo las demás piezas en exhibición cuando escucho una voz justo al lado de mí.

- Cristal que sorpresa verte aquí.

- Mark también estas de compras.

- Pasando el rato la verdad, vine a ver una película y falta un poco para que empiece. ¿Buscas un regalo para el limón agrio?

Ya quisiera ese desgraciado. - ¿Qué película?

- Una de acción.

- Suena interesante.

- ¿La vemos juntos? Mi amigo canceló a último momento y tengo dos entradas.

Observo la hora y todavía es muy temprano para cualquier cosa. - Me parece bien, yo tampoco tengo nada que hacer el día de hoy.

- Fantástico, vamos por algo de almorzar hasta que comience.

Lejos de mi primera impresión, Mark es un chico alegre con el cual pasé un buen rato. Sus historias son increíblemente largas y graciosas, y la película tampoco estuvo nada mal.

Lo mejor de todo fue que en ningún momento mencionó a Francisco, y tampoco hizo preguntas sobre nuestra relación lo que me relajo lo suficiente como para ser yo misma sin tener que fingir nada.

- Este fin de semana vamos a tener una fiesta en mi yate. ¿Quieres venir?

- Si invitaste a mi esposo de seguro voy a ir con él.

- Por supuesto que lo invité, pero te toca convencerlo. Te aseguro que la pasarás increíble, y esta vez no acabará como la noche anterior. Me quedé con ganas de seguir bailando contigo.

- Pensándolo bien creo que sí me hace falta despejar un poco mi mente y divertirme un rato.

- Entonces espero verlos a ambos. No me falles Cristal te guardaré una pieza especial.

- Ja ja Está bien, nos vemos.

Por fin se hizo la hora de poder volver a cada, espero que ya todo esté arreglado así luego de cocinar puedo dormir un poco.

Narra Francisco:

- Olga ya está todo listo.

- Los trabajadores se acaban de marchar.

- ¿Cristal?

- La señora llamo temprano porque quería volver, pero le dije que no podía y todavía no llega.

- Genial, buen trabajo. De seguro ya está por venir, no le digas que yo llegué temprano el día de hoy.

- Como usted diga.

- Actúa normal, yo voy a estar en mi despacho.

Ya quiero que llegues a casa Cristal, me muero de ganas de ver la cara que pondrás cuando veas lo que he hecho por ti. Si con esto no me ganó tu simpatía entonces ya no sé que más voy a hacer contigo.