Shiner, ¡Empieza Otra Vez !

Al día siguiente, Shiner se reunió con el equipo para cumplir con una misión que la Emperatriz le había encomendado. La misión consistía en explorar una nueva mazmorra, pero no era una mazmorra común. Siempre que un aventurero entraba, salía trastornado y lo único que decía era: "El sexto piso... ¡Pero no describían lo que había!". Al llegar, se percataron de que del interior salía una aura monstruosa. Ren le pidió a Shiner que la iluminara y les dijo a los demás que estuvieran muy atentos. Luego, entraron.

Al entrar al primer piso, vieron que no había ningún monstruo. Ren ya sabía que algo malo les esperaba, pero siguieron adelante. Seguían avanzando, pero ningún monstruo se aparecía hasta que llegaron al sexto piso. Al entrar, vieron que había naturaleza, era como si hubieran salido al exterior, pero tenía un aura diferente a la naturaleza normal. Ren les dijo que iban a acampar en ese lugar. Todos sacaron sus carpas y Ren le dijo a Shiner que consiguiera madera para la fogata. Kal le dijo que la acompañaría y Make le dijo a Shiner que se quedaría a descansar.

Shiner y Kal salieron a buscar madera. En el camino, Shiner le dijo:

—Shiner: No era necesario que me acompañaras, Kal.

—Kal: Claro que sí, Shiner. Eres mi compañera, ¡obvio que tengo que acompañarte!

—Shiner: Gracias.

—Kal: La verdad, Shiner, tengo una duda.

—Shiner: ¿Qué pasa?

—Kal: ¿Cuáles son tus orígenes?

—Shiner: Mis orígenes... Yo no recuerdo mis orígenes. —Lo dijo con una voz suave.

—Kal: ¿En serio? Pero ¿cómo? ¡No recuerdas nada!

—Shiner: No, lo último que recuerdo es que estaba escapando de algo o alguien y al tratar de perderlo, entré al bosque de hojas moradas. Me caí en una bajada y me desmayé. Cuando desperté, estaba ahí, encontré a Make y es la única en la que puedo confiar en estos momentos, jaja. Pero eso ya no importa.

—Kal: ¿Y no te da curiosidad saber tu pasado?

—Shiner: La verdad, un poco, pero eso ya no importa. Mira, ya tengo suficiente madera, ya debemos volver.

Se dirigieron hacia el campamento. En el camino, Kal pensaba sobre lo que le había dicho Shiner y no podía creer lo que le había contado. Mientras tanto, Shiner pensaba: "La verdad, todo eso lo dijo solo porque Monran me lo dijo, ya que no se sabe nada sobre este cuerpo. No sé qué hubiera hecho en ese momento".

Cuando llegaron al campamento, armaron la fogata y se sentaron con Make para descansar. Pero vieron desde lejos una sombra negra. Como ya era de noche, no se podía ver qué era. Shiner y Kal ya estaban en posición de combate y cuando estaban a punto de atacar, escucharon: "Oigan, ¡cálmense! Somos nosotros". Vieron que era Ren y Yen, y también vieron que llevaban un conejo grande. Yen dijo: "¿Quién quiere conejo asado?".

Pero en ese momento, hubo un temblor y salió una niebla que no permitía ver nada. Yen, con su magia de despeje, pudo quitar la niebla y miraron a un Clask, un monstruo que suelta una toxina en el aire que al respirar provoca una alucinación de los peores miedos de su víctima.

El monstruo empezó a hablar y dijo:

—Clask: Jajaja, nuevos estúpidos, y hasta un zorro para atormentar. ¡Me encanta ver sus rostros de horror al ver sus peores miedos!

—Kal: ¡Jum! El estúpido será otro, ya que nosotros fuimos entrenados para no tenerle miedo a nada.

—Yen: Tiene razón, nosotros no le tenemos miedo a nada.

—Make: Yo tampoco le tengo miedo. Soy un zorro dorado, así que es imposible que yo sienta miedo.

—Clask: Claro que todos le tienen miedo a algo.

Y empieza a soltar la toxina hacia ellos, pero no les causa efecto. Clask se empieza a enojar, pero ve algo y empieza a sonreír.

—Clask: Bueno, si no puedo divertirme con ustedes, me divertiré con ella.