Amor Contratado Para Ganar Una Elección

Grecia Luján ha llegado a la mansión Luján, ha dejado la residencia de la Fundación Cisneros donde ha estado refugiada por algún tiempo después de escapar de un esposo violento y de una madre abusadora, que encontró la muerte después de pisar la cárcel por sus crímenes.

Lorena está bastante impresionada por el lujo, aunque extravagante de la mansión. Grecia sonríe , Lorena lucía tierna con esa expresión de alguien que está fuera de lugar; la tía de su exesposo es quien inició su rescate; Elena Belmonte, una mujer de negocios, de carácter fuerte y mirada apacible; y quien menos creyó que pudiera ayudarla, la antigua prometida de su exesposo a quien había insultado varias veces ante la frustración que no sabía controlar, fue quien le enseñó la capacidad de lo que el perdón puede lograr, Zulema De la Puente, es la mujer más fuerte que ha conocido, indomable y brillante.

Grecia reconocía sus propias limitaciones, no podría ser jamás como Elena o Zulema, pero necesitaba ser capaz de ser ella misma, sin miedos, sin traumas y sin dolor; y la mujer que tenía en frente Lorena Castillo, parecía más asequible, apacible, pero con firmeza en sus decisiones; es así como la había descrito Tomás y Patricia para que sea su asistente personal, y ahora que la tiene en frente siente que en efecto podría aprender mucho de ella.

- "Me dijeron que eres la novia del candidato Gabriel Larrea", dijo Grecia, mientras invitaba a Lorena a sentarse.

- "Bueno, es algo...", expresó Lorena sin saber qué decirle.

- "Personal y delicado porque es un candidato presidencial y todo puede ser usado en su contra", interrumpió Grecia. "Mamá solía decir que él no servía como candidato porque no era accesible y no se dejaba asesorar; ahora al ver la realidad con otros ojos, viniendo de ella pienso que era porque él no es accesible y no se deja asesorar por corruptos, lo siento debe sorprenderte, pero mi madre no era alguien bueno", comentó Grecia.

- "El señor... Digo Gabriel es un hombre íntegro, inteligente y justo; cuando una propuesta es buena y beneficiosa para todo el país, la acepta aunque no sea su propia idea; pero no lo verás aliado a la corrupción, ni a aquellos que buscan el poder para enriquecerse, tal vez eso no les guste a los que están acostumbrados a hacer lo que quieren amparados en un gobierno corrupto", manifestó Lorena con convicción.

- "Lo admiras un montón y eso es grandioso. Inicié el tema de tu noviazgo, porque me dijeron que actualmente donde vivías serías fácilmente asediada; como viste este es un lugar bastante seguro, y hay una casa de huéspedes que seguro podrás ocupar, hasta que el torbellino pase; no significa que vas a estar a mi disposición todo el día, tu horario es algo que voy a respetar, no podría ser como mi madre", explicó Grecia.

- "Gracias, voy a poner de mi parte para hacer un buen trabajo, es para mí muy importante la oportunidad que se me está dando, espero no decepcionarla", dijo Lorena con una sonrisa.

Ambas mujeres se dieron la mano, tal vez su relación empezaba por una cuestión laboral, pero poco a poco lograrían cultivar una amistad que las ayudará a curar sus heridas.

.

.

.

Lorena está nerviosa, en la mañana salió el comunicado de su supuesto noviazgo con Gabriel Larrea. Entre Patricia, Magaly y un par de especialistas de imagen y estilo le han hecho un cambio de look total; un nuevo estilo de cabello, un maquillaje más sofisticado y un vestuario imposible de no captar la atención.

...Lorena con un completo cambio de look...

- "La cenicienta se volvió princesa", dijo Lorena viéndose en el espejo.

- "Estás preciosa amiga, es más fácil ahora señalar que el candidato Larrea fue deslumbrado por el corazón y la belleza de una mujer encantadora", expresó Magaly con una sonrisa.

- "¿Crees que todo saldrá bien?, preguntó Lorena nerviosa.

- "Recuerda mantener una sonrisa en el rostro, aguarda unos segundos antes de responder, si la pregunta es demasiado invasiva, Tomás se encargará de objetar; vas a estar sentada con el equipo ahora, y luego harán pasar a la prensa; será Gabriel quien te llame al podio, te harán algunas preguntas. Luego, será él quien se encargue del resto, todo terminará con un beso y saldrán de la mano; subirán al vehículo y se marcharán, ahí acabó la actuación", explicó Patricia.

Pronto todos se pusieron en su lugar, los periodistas ingresaron, en la mesa principal empezaron a sentarse Gabriel, Patricia y Tomás, quien le pidió al coordinador de prensa que empezarán con la presentación.

Gabriel se quedó mirando completamente absorto a Lorena, de por sí ella era una mujer hermosa, pero ahora ahí sentada le parecía una estrella de cine, en ese vestido azul que parecía resaltar con elegancia cada una de sus curvas.

- "Gabriel, (aclarando la garganta) Gabriel", dijo Tomás dándole el micrófono, logrando sacarlo de la ensoñación.

Gabriel sacudió un poco la cabeza y sonrió, empezó a hablar de algunos temas, y viendo el rostro de todos los presentes, reconoció que era obvio que querían saber más sobre la mujer que supuestamente había ganado el corazón del candidato presidencial.

- "Gracias por su atención, sé que muchos quieren conocer a la mujer de quien estoy profundamente enamorado (mirando fijamente a Lorena, con aquella mirada que solo podía denotar amor), voy a pedir a la señorita Lorena Castillo, que suba por favor", dijo Gabriel, mientras se ponía de pie y se acercaba a las escaleras para ayudar a subir a Lorena.

Lorena estaba confundida, aquel hombre parecía mirarla enamorado, cómo era posible que hiciera tan buena actuación, caminó despacio hacia él y cuando le dio la mano para subir la escalera, se sintió como una corriente de electricidad que recorrió ambos cuerpos de manera unánime; ella casi trastabilla, y él la toma de la cintura acercándola hacia él.

Aquella imagen queda retratada por cada cámara de aquel salón, los flashes le daban un brillo especial, mientras que todo estaba cubierto en vivo por varios canales; aquella imagen parecía salida de un cuento de hadas, belleza, distinción y amor plasmado en un solo momento; pues esas miradas entre ambos parecían decir lo que sus bocas no se atrevían a confesar.

A kilómetros, Alberto aprieta los puños, en aquel restaurante donde está tomando un café, después de salir del aeropuerto y antes de ir a su casa; se repitió una y otra vez que eso no podía estar pasando, la mujer en la pantalla era sin duda una gran belleza; había sido su esposa y la había perdido por ese presumido candidato presidencial, incapaz de reconocer su propia culpa, sacó una tarjeta que traía en el bolsillo; Augusto Cabrejos leyó, pensaría seriamente en la propuesta que le hizo ese hombre cuando lo encontró al buscar a Lorena inútilmente en la casa se sus tíos.