Ella ansiaba con locura ser madre, su cuerpo en completa negación de que eso sucediera.
Después de la decepción y el saboteo para lograr su sueño recurre a la mejor opción, con su última oportunidad decide una inseminación artificial. Pero grande será su sorpresa al saber que el donante es alguien que solo debe existir en los cuentos de horror, porque los hombres lobos no existen, no es así??
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Capítulo 2
¿Media hora, que puedo hacer para que 30 minutos pasen rápido?
Tome el móvil entre mis manos sin saber que hacer, abrí una aplicación de chismes, pero no vi nada interesante, observé la oficina de mi amiga en busca de algo diferente, pero nada, los mismos cuadros, diplomas y su título
Termine parada en frente de un esquema del aparato reproductor de hombre y mujer, inconscientemente toque mi vientre mientras murmuraba "ojalá estés aquí"
Al fin realicé una llamada al hotel preguntando cualquier cosa sin sentido y así pase los minutos...
Vi a mi amiga entrar con un sobre entre sus manos, estaba tan emocionada que no me percaté de su mirada apenada
- Tomemos asiento - me dijo, yo de inmediato obedecí
- Y bien? - estaba desesperada, esperando solo las buenas noticias que me confirmarán que mis malestares eran causadas por un ser creciendo dentro de mí
Camila tendió el sobre que abrí con urgencia, leí lo más rápido posible, y mis ánimos cayeron junto con el brillo de mis ojos y mi sonrisa
NEGATIVO
Era el tercer intento de embarazo, era la tercera inseminación artificial desde hace seis meses. Después del primer intento fallido mi amiga volvió a organizar y planear los métodos que usaría, al segundo fallo dijo que era más común de lo que se pensaba, si el primero no funcionaba, el segundo estaba casi seguro que fuera igual, las estadísticas lo decían, pero el tercero era muy seguro que sería el indicado, todo estaba planeado y sumamente calculado, no había margen de errores, o bueno, no debería
- Zary, lo siento - mi amiga limpia una lágrima que sin querer bajo por mi mejilla - te he fallado, no sé, de verdad no sé que haya pasado, yo... lo siento no sé que decir -
- No es tu culpa - le digo sinceramente con voz apagada - tal vez es solo mi destino -
- No digas eso - responde Camila levantando la voz - te hicimos los estudios pertinentes, checamos cada aspecto y teníamos todas las posibilidades de nuestro lado, sinceramente no sé que mierda pasó?? -
- Tranquila - esbozo una triste sonrisa - no es tu culpa, jamás pensaría que lo fuera, solo, solo pasó - digo mientras levanto los hombros
- Oh Zary - se acerca y me rodea con sus brazos - eres mi hermanita, lo más importante que tengo, y te juro que no descansaré hasta verte completamente cansada al llevar en tu vientre un bebé de cuatro kilos y me reiré al verte sufrir en tu parto -
Una sonrisita salió de mi boca, mientras acariciaba su cabello dije - promesa? -
- Promesa - me respondió
Acordamos en realizar estudios nuevos, así que permanecí una hora más en este hospital, dentro de dos días regresaría a los resultados
- Espérame un rato más y te llevo al hotel -
- No gracias, iré con Abraham - Camila tuerce la boca, lo hace cada que escucha de mi novio, ya hasta creo que lo hace más por costumbre que otra cosa - es lo que necesito -
- De acuerdo, pero por la noche iré y nos beberemos una botella de tu reserva de Galli, sin excusas, ambas lo necesitamos -
- La pondré a enfriar - le digo mientras nos abrazamos de nuevo y me despido
Camila y yo nos conocimos en la escuela mientras cursamos High School, ella era una chica muy seria y estudiosa, toda una Ned, en cambio, yo estaba más que entusiasmada por hacer amigos en este nuevo continente, pero como siempre, para la gente el ser diferente es excusa suficiente para burlarse de alguien, sufrí de bullying por mi acento y costumbres, además de ser una chica linda (no lo digo yo, me lo han dicho muchas veces), la popular de la escuela estuvo en mi contra todos esos años.
Fue durante una clase de química, yo como siempre me ofrecí a ayudar al maestro y mientras llevaba unas muestras alguien me puso el pie y caí de bruces arrojando todo lo que llevaba en las manos sobre Camila, las risas no tardaron y yo totalmente apenada le ayude a ir al baño para que se limpiara
"Lo siento no fue mi intención"
"Lo compensaré, te compraré ropa, de cuál quieres?, una igual, espérame que ya la traigo"
Me di vuelta y estaba a punto de salir del baño cuando ella me toma la mano, al verla vi la sonrisa más sincera que había recibido desde que me mudé a Norteamérica. Comenzó a reír a carcajadas, esas que se contagian, en un instante ambas terminamos con lágrimas en los ojos y dolor de estómago
"Soy Camila"
" Y yo Zary"
" Me encanta tu acento"
"Y a mí tu sonrisa"
Desde ese momento hemos estado juntas, viviendo grandes momentos y sufrido muchos más. Un año después los padres de ella fallecieron en un accidente de auto, cuando cumplimos 25 la tía con la que vivía también murió de cáncer, su único hermano se fue desde entonces y nadie sabe de él, por eso cuando dice que soy lo único o mas valioso que tiene se que lo dice en serio, aunque yo no me considere así...