"En el silencio de una boda forzada, un corazón late con miedo y desesperanza. La novia, con un vestido blanco que contrasta con su alma oscura, se siente atrapada en una vida que no eligió. Su mirada seria esconde un secreto, un dolor que la consume por dentro. ¿Podrá encontrar la fuerza para liberarse de las cadenas que la atan, o permanecerá atrapada para siempre en este matrimonio sin amor?"
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capitulo 8 TODO ESTA EN JUEGO
Sofía llega a su casa en donde entra sin hacer el mayor ruido posible pues escucha a sus padres y a su hermano hablando sobre una deuda, a lo que cuando la ven los tres se quedan en silencio cosa que pone a Sofía de mal humor
"Sofía: ¿Qué está pasando? Pueden decirme llevan días así, solo discuten y cuando estoy cerca solo cambian el tema.
Elena: no pasa nada, solo charlamos de cosas.
Gabriel: madre, ya no más, hay que decirle a ella.
Sofía: decirme que?
Carlos: Gabriel tiene una deuda de juego con Leonardo y quiere que te entreguemos a él para saldarla.
Sofía: ¿quién diablos, es Leonardo?
Carlos: un mafioso, él es dueño del casino en el cual tu hermano perdió nuestra fortuna.
Sofía: No puedo creerlo. ¿Cómo pudiste hacer algo tan estúpido, Gabriel?
Gabriel: Lo siento, Sofía. Me equivoqué.
Sofía: ¿Y ahora qué vamos a hacer?
Carlos: No lo sé. No tenemos dinero para pagar la deuda y Leonardo no va a esperar mucho más.
Sofía: Voy a hablar con él.
Gabriel: No, Sofía. No puedes hacer eso.
Sofía: Sí puedo. Voy a hablar con Leonardo y voy a ver si puedo convencerlo de que nos dé más tiempo para pagar la deuda.
Carlos: ¿Y si no funciona?
Sofía: Entonces tendremos que encontrar otra forma de pagar la deuda. Pero no voy a dejar que nos quiten todo sin luchar.
Elena: (interviniendo) Sofía, ten cuidado. Leonardo no es un hombre de confiar.
Sofía: Lo sé, mamá. Pero no tengo otra opción.
Gabriel: Sofía, no puedes hacer esto por mí. Me equivoqué y ahora debo pagar las consecuencias.
Sofía: No, Gabriel. Somos familia y debemos apoyarnos mutuamente. Iré a hablar con Leonardo y veré qué puedo hacer.
Carlos: (suspirando) Está bien. Ve, Sofía. Pero ten cuidado.
Sofía: Lo haré, papá. No te preocupes.
(Sofía sale de la habitación, decidida a enfrentar a Leonardo y encontrar una solución para la deuda de su hermano)
Ella sale de su casa y se dirige en su auto a la oficina de Leonardo en donde los escoltas de aquel hombre la dejan detrás de la puerta para poder avisarle a su jefe que llegó, y que desea hablar con él.
después de unos minutos entra Sofía y comienza la conversación entre ellos
Sofía: Señor Leonardo, gracias por recibirme. He venido a hablar con usted sobre la deuda de mi hermano Gabriel.
Leonardo: Ah, sí. La deuda. (sonriendo) Me alegra que hayas venido, Sofía. Creo que podemos llegar a un acuerdo.
Sofía: (nerviosa) Sí, espero que sí. Mi hermano se encuentra en una situación difícil y no puede pagar la deuda en este momento. Quería pedirle si podría darnos un poco más de tiempo para recoger el dinero.
Leonardo: (estudiando a Sofía) ¿Cuánto tiempo necesitan?
Sofía: (pensando) Un par de meses, por favor. Estoy segura de que podemos pagar la deuda en ese tiempo.
Leonardo: (sonriendo) Muy bien. Les daré dos meses. Pero si no pagan la deuda en ese tiempo... (haciendo una pausa) Tendrás que casarte conmigo.
Sofía: (sorprendida) ¿Qué? ¡Eso es ridículo! No puedo creer que esté sugiriendo algo así.
Leonardo: (encogiéndose de hombros) Es mi oferta. O pagan la deuda o te casas conmigo. No hay otra opción. (sonriendo) A menos que, por supuesto, quieras renunciar a tu hermano y dejar que se las arregle solo.
Sofía: (indignada) ¡Nunca haría algo así! Mi hermano es mi familia y haré lo que sea necesario para ayudarlo.
Leonardo: (sonriendo) Excelente. Entonces, tenemos un trato. (extendiendo su mano) ¿Podemos sellarlo con un apretón de manos?
Sofía: (dudando por un momento antes de estrechar su mano) Sí, tenemos un trato
Leonardo: (sonriendo) Excelente. (se levanta y se acerca a Sofía) Y para sellar nuestro acuerdo... (la toma por la cintura y la besa apasionadamente)
Sofía: (sorprendida y molesta) ¡Cómo se atreve! (le da una cachetada) ¡No se le ocurra volver a hacer algo así!
Leonardo: (sorprendido y sonriendo) Ah, Sofía... eres tan apasionada... se frota la mejilla , Me gusta.
Sofía: (molesta) ¡No me gusta a mí! se da la vuelta y sale de la oficina, cerrando la puerta detrás de ella
Leonardo: (riendo) Bueno, esto va a ser interesante... se sienta en su silla, sonriendo para sí mismo
(Sofía sale del edificio, molesta y enfadada por lo sucedido, pero decidida a encontrar una forma de pagar la deuda y evitar casarse con Leonardo)
