Reencarnar En Un Mundo De Fantasía No Es Un Sueño

Ha pasado tanto tiempo de entrenamiento que se acabó el contrato que tenía con Izaskun, pero el insistió en continuar con las tutorías bajo el nombre de aprendiz por eso ya no debo pagar más por sus enseñanzas.

Además, he tenido que dejar los trabajos de costura para ganar dinero extra porque el entrenamiento había subido tanto de nivel que no sobraban energías para poder coser y están las clases que me da la señora Aime y está por iniciar el invierno, por lo que no puedo estar yendo a cazar al bosque Gandul y hacer dinero con eso, ya que la mayoría son animales normales y uno que otro monstruo de nivel Hoplita por eso era capaz de matarlos.

Necesito un trabajo con más remuneración y que me mantenga lejos de casa porque requiero comprarme cosas personales y libros de magia y estoy pensando en incluir a mis amigos como aventureros, ya que los he observado por el tiempo suficiente para saber que con ellos tendría un grupo de aventureros sólido, pero necesitan equipo para ello, sin embargo, debo convencer a Izaskun para que también los instruya.

Los días pasan hasta que han pasado los meses más cálidos del año y cayeron los primeros copos de nieve, en ese momento Bredani estaba camino de regreso a la mansión.

-Ya está comenzando el invierno.

-Gracias a los Dioses que he logrado acumular bastante madera en el cuarto.

Tengo el cuarto lleno al punto que he tapado una estantería con una pila de leña para mi pequeña y preciada estufa hecha de latas, pero rezo todos los días para que los sirvientes no vengan a mi cuarto y vean todo lo que hay dentro, una repisa llena de comida preservada y una pared de leña por lo que mi cuarto esta sinceramente abarrotado como un acumulador compulsivo.

Además, la señora Aime comenzó hace unos meses a enseñar habilidades de sanación y conocimientos en herbolaría, donde demostré que eso no era lo mío, pero al menos tengo las habilidades básicas de hechizos de sanación y los conocimientos herbolarios.

Otra cosa que me resulta extraño es la magia de hielo la señora Ágape dice que la magia es una mutación al combinarse magia de viento con agua y suele ser una mutación heredada, no sé de que lado de la familia puede venir esta mutación, pero al menos comprendí que la magia no se define por la estación en que naces, ya que nací en Julio durante la estación de verano que ironía de la vida.

En este mes de diciembre donde inicia el invierno y termina en febrero parece ser inusualmente frío, así como mi cumpleaños número 6 donde nadie más lo celebra, ya que ni en el orfanato les he dicho sobre eso.

Solo a pasado una semana de que inicio el invierno y ya hay un metro de nieve por todas partes y este extremo frío me ha hecho dormir en el suelo cerca de la estufa de lata y mi leña se esta consumiendo más rápido de lo normal para poder mantener el calor.

El único beneficio de todo esto es que he logrado evitar a mis hermanos y sirvientes para sortear los castigos por mis supuestas transgresiones, pero noté que las reprimendas de mis hermanos no pasan de disminuir un poco su mesada.

-Bueno, no puedo hacer nada por eso. Dije mientras colocaba más leña en mi estafa.

Mi trabajo de mesera en un pequeño restaurante a quedado en pausa por las fuertes nevadas, ya que nadie sale a comer con semejante tiempo y mi reservas de comida se están acabando, no sé si puedo sacar pan o algo de comer de la cocina porque no quiero recibir una paliza de parte de los sirvientes por robar comida, ya que desde los repetidos castigos por parte de sus empleadores hacia su hija menor les ha dado la sensación de seguridad de que no importa molestar a Bredani para desahogarse por las rabietas de los hijos mayores.

Entonces ahora debo evitar a la mayoría de las personas en la mansión y debo vivir como una sombra que pasa con rapidez para sobrevivir en ese lugar que debería ser mi “hogar”.

Le di la bienvenida al año 534 del imperio con unas escasa comidas en mi cuarto y solo era la primera semana de enero, pero este invierno he llegado al punto donde debo buscar mis opciones para no morir de frío o hambre y lo más sensato es ir al orfanato para vivir hasta que pase este duro invierno, pero lo difícil es explicarle a la directora él porque no puedo estar en casa durante este mal tiempo.

Utilice tablas que eran para leña amarradas a mis zapatos para desplazar mi peso y así poder caminar por la nieve sin hundirme hasta el fondo y no volver a ver el cielo otra vez.

Paso a paso en una ciudad cubierta por el color blanco de la nieve y tan silenciosa como una tumba por la falta de personas en sus calles se desplazaba Bredani hasta llegar a las puertas del orfanato y tocaba con fuerza en un sinfín de veces hasta que abrieran las puertas, ya que comenzaba a temblar sin parar y no sentía los pies.

- ¡directora!, ¡es Bredani déjeme pasar!

Se escucho el estruendo de abrir la puerta afectada por el frío de la nieve y detrás se asoma el rostro desconcertado de la señora Ágape que dijo con voz cagada de sorpresa.

- ¡Que haces aquí pequeña!, ¡este es mal momento de pasear por la nieve!

- ¡Aime!, ¡Aime, trae un cambio de ropa para Bredani!

- ¡Brenardo!, ¡trae un vaso de agua tibia!

- ¡Si, señora! Dijo Bernardo mientras corría a la cocina.

- ¿Qué hace la Señora Fulker aquí, no debería estar en el templo?

- Ella vino aquí antes de que se pusiera tan severo el inverno argumentando que este inverno no le va a retrasar sus enseñanzas a los niños.

-Toma Ágape y traje una sábana para rodearla mientras le cambias la ropa.

Una vez cambiada de ropa porque lo que traía estaba llena de nieve hasta el punto en que calo en su cuerpo justo cuanto entro en un edificio caliente como el orfanato y la directora, así como la servidora de la Diosa Mafdet en la oficina de la directora.

-Porque has venido en medio de la peor tormenta de nieve en siglos en lugar de estar en casa.

Bredani se enderezó en su asiento y tomo aire para decir todo deprisa y con sinceridad, ya que deseaba sacar la tirita de un tirón, sin embargo, lo que no sabía era la grabación que estaba haciendo la religiosa.

-No puedo quedarme más en casa, mi leña no era suficiente y los alimentos se han acabado, porque en casa no soy bienvenida ni por los sirvientes, solo obtengo mi mesada una vez al mes por manos del mayordomo y es dentro de una semana.

El momento de ir por mi mesada se estaba acercando y Bredani era reacia a ir por esa miserable cantidad, ya que estaba bien cuidada en el orfanato, pero si fallaba en estar en su habitación en ese momento el mayordomo se daría cuenta de que no estaba en la mansión y le diría a los Liandros una razón válida para una fuerte paliza otra vez.

-En serio tienes que ir pequeña. Pregunta la directora.

-Necesito ir por ese dinero solo un momento. Le respondía Bredani mientras se vestía.

Después de caminar por ese trayecto tan difícil por las ventiscas de nieve y llegar a la mansión tuvo que entrar como un hábil ladrón hasta su habitación y se sacudió la nieve más evidente, aunque su ropa ya esta afectada por la nieve que se derrito con su calor corporal, pero lo mejor de toda la situación es que el mayordomo llego rápido y encontró a Bredani “leyendo” en su escritorio y allí dejo la bolsita de mesada.

-Aquí esta su mesada.

-Ahora si mi disculpa señorita, tengo tareas que cumplir.

Después de una leve inclinación se fue de la habitación sin escuchar palabras de acuerdo por parte de Bredani que muestra su descortesía hacia esta “señorita”, ni siquiera noto el leve temblor por el frío y los otros síntomas de ser afectada por el frío.

Entonces se escapó de la mansión y recorrió ese terrible camino de vuelta al orfanato donde fue recibida por Aime y llevada a cambiarse, pero iba acompañada con el pequeño bebé Evander que comenzó a llorar y la religiosa se lo dio para que lo calmara por ello Bredani dejó en el escritorio su mesada.

-Querida puedes llevar a Evander con Ágape para que le dé su leche.

- ¡Claro!, salió aprisa de la habitación.

La servidora de la Diosa documentó en cristales de video un fragmento donde susurra el día, lugar, además de explicar que la niña sigue en el orfanato y se sorprende al ver la miseria que le daban sus padres porque ese dinero no corresponde a alguien de su posición aristocrática.

Igualmente recuerda escuchar a Bredani hablar con los niños y decir que su mesada era dada por manos del mayordomo principal, eso era raro para una familia noble, donde se toman el tiempo de llamar a sus hijos para hablar de sus gastos o tareas y entregar la mesada de ese mes acorde a los méritos que han hecho y una niña con semejante inteligencia debería tener méritos con sus maestros privados, pero no debe tener si viene a educarse aquí en el orfanato.