Dylan Volkova
Sophia sin recordar exactamente lo que ocurrió, se deberá enfrentar al desprecio, la sospecha y el dolor de la familia de su esposo, la cual la cree la responsable de su desaparición y posible muerte.
Sorprendidos porque jamás se enteraron de su boda, y con el corazón destrozado tras lo ocurrido, harán lo posible para descubrir la verdad. Por eso, para mantenerla vigilada, y saber lo que pasó, su cuñado la obligará a estar a su lado, aun cuando sea vivir el mismísimo infierno en la tierna.
¿Qué fue lo que pasó en realidad?
¿De verdad ella tuvo algo que ver con la supuesta muerte de su esposo?
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La Dicha De Ser La Primera
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Tener relaciones sex*ales es simplemente un acto físico en el cual se estimulan y satisfacen diferentes partes del cuerpo con el objetivo de conseguir un orga*mo o una satisfacción física que, aunque nos puede proporcionar también placer mental, no tiene mucho que ver con el amor por la otra persona.
Pero hacer el amor, de hecho, puede provocar que dos personas se enamoren, despertando emociones que no hubieran salido a la luz de no ser por esa unión física y espiritual que supone hacer el amor.
Tampoco es estrictamente necesario estar enamorado para hacer el amor, lo que sí es necesario es que haya algún tipo de sentimiento de afecto por la otra persona, aunque no se pueda calificar como amor, también podria ser un sentimiento tan fuerte como este, por ejemplo el odio.
Dylan observó a la mujer, estaba muy ebrio, tal vez si no hubiera estado así, nunca lo hubiese confesado y Sophia no estuviera tan libertina "Espera tu turno y Saldrás de dudas, ahora no me cambies de tema, se aproxima tu reto"
"Pero, solo tengo una prenda, eres el ganador, se acabó el juego" Dijo Sophia nerviosa, estaba ebria, pero aún así se sentía un poco avergonzada.
"Cumple el reto de besar a alguien en esta habitación y puedes ir a descansar" Sonrió el Ruso.
Sophia entre cerro los ojos "Eres un astuto, está bien acepto, sera solo un beso"
La rubia intentó acercarse, pero al ser tan grande el hombre, su cuerpo quedaba muy cerca a sus musculosos brazos "Levántate" Ordenó.
"No, ven aqui en ahorcadas, no te tocaré, lo prometo, a menos que quieras" Dijo Dylan.
Sophia agarró su batola para no mostrar nada mientras se montaba encima del castaño y entre risas quedó posicionada en ahorcadas, Dylan permanecía sentado e inmóvil, la rubia dio un casto beso y el hombre gruñó.
"No hagas trampa Sophi" Dijo con voz ronca mientras la mujer sentía algo duro entre sus piernas.
"¿Nunca has tenido sex*?" Preguntó la mujer y Dylan negó, evitando a toda costa no tocarla como había prometido.
Sophia posó su boca sobre la del castaño y empezó a besarlo, el asalto primero fue delicado y dulce, luego se tornó más feroz, la rubia empezó a restregar su zona en el pantalón del hombre humedeciéndolo con sus fluidos.
"¿Puedo t*carte?" Preguntó Dylan sobre sus labios, sus ojos se veían como en el hospital, llenos de lujuria y entonces la rubia asintió con su cabeza.
Los besos fueron más agudos y constantes, pero ninguno se detenía, Dylan acariciaba los muslos y de vez en cuando apretaba sus nalgas sobre la tela.
Dylan la levantó y la recostó en el sofá, empezó a llenarla de besos bajando un poco los tirantes de la batola para mordisquear sus hombros y clavícula.
Cuando el hombre empezó a m*ter la mano entre sus muslos internos, Sophia lo detuvo "Espera Dyl, aquí no, me siento incómoda"
El ruso la levantó y tambaleante la llevó sobre el mientras iban a la habitación, las risas resonaban por el lugar y ambos se hacían señas con el dedo indicando silencio.
El viaje a la habitación hizo que el ruso tuviera un poco más de cordura y al entrar a su habitación aún con Sophia en sus brazos dijo "Podemos solo dormir, no estás obligada a hacer lo que no quieres"
Sophia quitó la sonrisa de su rostro, algo le decía que se detuviera, pero el deseo era más grande "Te aprovecharás de mí y después me botaras" Dijo enterrando su rostro en él cuello.
"Lo mismo digo, aunque seguiré aquí mañana, no iré a ningún lugar. ¿No me digas que no te gustan los vírgenes por ser llorones?" Bromeó y Sophia soltó una carcajada.
"Hagámoslo, tengamos nuestra primera experiencia sex*al juntos" Dijo Sophia y lo besó, el hombre la depositó en la c*ma y lo primero que hizo fue meter su rostro entre las piern*s de Sophia y l*mer como un perro sediento.
Sophia soltó un gemido, aún no creía que fuera virgen ¿Cómo lo hacía tan bien? "Espera, espera, eso es... Aaaaaahhh"
El grándote sonrió separandose para quitar su pantalón y seguido su ropa interior, dejando ver un lindo falo blanco con una punta bastante colorida.
La rubia se sentó y lo detalló, no sabia como ese mie*bro ingresaria, ella detallaba su cuerpo y su orificio era más pequeño que el de una boletta con agua, se llenó de nervios, pero la bebida le daba empujoncitos, quiso devolver el placer que le había dado anteriormente y lo tomó entre sus manos dando suaves movimientos, Dylan la guió para que fueran más certeros.
Cuando Sophia vio como el hombre cerraba sus ojos, le pareció tan excit*nte que lo metió a su boca, era casi imposible llevar el ritmo con un muñeco tan grande, pero en medio de su torpeza hizo g*mir de placer al castaño. Dylan se sintió en el cielo, no sabía como se había perdido de hacerlo por todo ese tiempo, pero en el fondo le agradaba que fuera ella la primera.
Dylan empezó a quitar la última prenda que le quedaba a su esposa, pero ella avergonzada se rehusó "Sophi, no te avergüences, no es justo que me veas completamente desn*do y yo no pueda hacer lo mismo, eres hermosa, mira como me tienes"
Esas palabras la hicieron ceder, dejándose ver como Dios la trajo al mundo, Dylan fue sobre ella y dejó besos por todo su cuerpo, estaba muy exc*tado y los gemidos de Sophia lo volvían loco.
"Sophi"
"Sophi"
"Mmmmh"
"Entraré, pero aun puedo detenerme si lo deseas" Dijo Dylan.
"Quiero ser tuya y que tú seas mío" Dijo Sophia haciendo que el hombre se fuera introduciendo poco a poco.
Dylan gruño "¿Duele?"
"Si, un poco, pero no te detengas amor" Dijo la rubia bromeando.
Dylan sonrió, estaba tan ebria que no sabía lo que decía "¿Amor?" Preguntó Dylan mientras se introducía un poco más.
"Aaaaaahhh" Gritó de dolor la mujer y varias lágrimas cayeron por su rostro "Amor, te odio tanto" Mordió sus labios haciéndolos sangrar.
Dylan estuvo por completo en su interior, succionó los labios de su esposa sintiendo el sabor a metal, lo último que habia dicho le causó diversión "El sentimiento es mutuo, ahora me moveré más rápido"
Cuando el empresario iba y venía, el ardor en el interior de la rubia aumentó, para el ruso no era nada fácil, el también sentía un maltrato en la punta de su falo, pero poco a poco la sensación fue mejorando, dando paso a ambos un placer único.
La pareja se dejó embaucar del sentimiento, ese supuesto sentimiento de odio que los unía que era tan fuerte como el amor y después de un fuerte golpeteo entre sus cuerpos y respiraciones unidas entre sí, dieron paso al tan anhelado y adicto orga*mo.
Ambos habían bebido demasiado y estaban exhaustos y adoloridos, Dylan se bajó de la mujer y la atrajo hacia él abrazándola y ambos se quedaron dormidos.
Cuando amaneció, Sophia se sintió sola en la cama, un sonido de agua caer se escuchaba en la habitación, la mujer aprovechó para levantarse e ir a su habitación antes de que el hombre saliera, se enredó en las sábanas blancas buscando sus prendas, al verlas manchadas se avergonzó, se puso la camisa del empresario, envolvió todas las sábanas en un rollo y se marchó.
El dolor que sentía en su zona íntima era leve, pero sus piernas y caderas parecían estar fracturadas, recordó lo sucedido y sus mejillas ardieron "Wow ese hombre es..."
Al entrar a su habitación no se percató que no estaba sola, Dasha arreglaba su cabello para marcharse y al verla un enojo se instaló, creyó que no tenían sex*, pero ahí estaba ella con una de sus camisas, algo que en todos los años que estuvo con él nunca pudo hacer.
"¡Mierda!" Exclamó para sí la rubia.
"¿Te estás divirtiendo? Disfrútalo mientras puedas. Los Volkova no se enamoran, solo usan a las mujeres para obtener lo que quieren, has tenido en tu cama a los dos, pero nunca su corazón, vive con eso, a la final Dylan se divorciara como me lo prometió y se casará conmigo" Dijo Dasha mirándola con desprecio.
"¿Después de lo que confesaste guardas la esperanza? Que bien por ti niña" Dijo Sophia colocando las sábanas en un mueble.
Dsaha buscó desesperadamente algo en su móvil y al encontrarlo Dijo "Escucha esto, solo te enseñaré la parte que debes tener presente cuando le abras tus piernas
"Si, lastimosamente siempre serás la segunda, en cambio, yo me llevo la dicha de ser la primera, me daré una ducha y dormiré, estoy tan, pero tan cansada, no te imaginas como son las noches con Dyl, cierra la puerta antes de irte" Dijo Sophia entrando al baño.
Dasha se marchó azotando la puerta, ¿Qué había hecho mal? Ella nunca había podido tener a Dylan en su cama y ahora Sophia disfrutaba de su toque.
Sophia por su parte al sentir el estruendo salió, llamó a Karol y le dijo que colocara sábanas nuevas en la habitación de su esposo y también le dijo que pasara por unas sábanas que iban para la basura.
"Karol, no tardes, necesito que la cama de Dylan esté vestida antes de que salga del baño, por favor" Suplicó Sophia.
"Si señora, enseguida"
"¿Por qué te sientes así? Él no te ama, tú tampoco, puede hacer con su vida lo que quiera" Dijo la rubia entrando al baño.
Dylan dejaba caer agua en su cuerpo, tratando de olvidar lo ocurrido, cada vez que una imagen llegaba a su mente hacía que su amigo se levantara "No creo que ella esté lista para otra ronda, necesito que te mantengas como lo habías venido haciendo todos estos años" Le dijo el Ruso a su miembro ere*to.
"¿Porque no te puedo sacar de mi cabeza Anderson? ¿Qué me has hecho?" Se preguntó Dylan.