Belva Arlettra Frison, una mujer joven y exitosa, con una carrera brillante y rodeada de riquezas. Eso es lo que todos creen, sin saber que en realidad es alguien cruel, que odia las formalidades, con una confianza enorme en sí misma, testaruda y con una paciencia tan delgada como un papel. Sin embargo, muere de una manera terrible: asesinada por negarse a dar una información que solo ella conocía.
Pero…
De pronto, al abrir los ojos, se encuentra en un lugar desconocido y con cosas extrañas pasando en su propio cuerpo. Se sorprende aún más al descubrir que ahora ocupa el cuerpo de una mujer casada. Y lo más impactante… ¿adivinen quién es su esposo?
Él… él es un mafioso.
En lugar de temerle, Belva —que ahora habita a una mujer con un nombre casi igual al suyo— se siente desafiada a descubrir los secretos escondidos por la dueña original del cuerpo.
“¿Por qué mientras más avanzo, más cosas sorprendentes aparecen?” —Belva.
“¿Después de todo lo que pasó… quieres huir?” —dice Kenzo con frialdad.
“Eres mía.” —su voz posesiva.
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Capítulo 21
Aún dentro del lujoso edificio con destellos fascinantes, cada objeto y adorno era lujoso y de fantasía, los ricos son diferentes cuando organizan eventos con precios exorbitantes. Todos parecían conversar entre sí, mostrando tranquilidad sin saber que cada palabra que salía de sus bocas era solo un comentario sarcástico disfrazado de elogio. Todos los presentes estaban en la fiesta de cumpleaños del señor Diego all Arsanio, un jefe de la mafia retirado, cuyo puesto ahora lo ocupa su primer nieto, Kenzo Calvin Arsanio, el único hijo de Riko Ananda Arsanio y Clarissa Bella Arsanio.
La gente parecía entusiasmada al ver los diversos espectáculos en el escenario, pero no Belva, quien ignoraba lo atractivo del evento, prefiriendo la comida que tentaba su fe. La palabra dieta no existe en el vocabulario de Belva, en ningún caso ni lugar, mientras haya comida estará tranquila, incluso en condiciones críticas. A pesar de ello, su figura es muy profesional. No es gorda ni demasiado delgada.
"Qué desgracia para la esposa de Kenzo Calvin Arsanio, famoso en todas partes, pero que terminó con alguien que ni siquiera tiene modales".
"Ahí va la madre de Kenzo". Belva solo pensó para sí misma y siguió comiendo sin sentir que las palabras de Rissa se dirigían a ella. Incluso Belva sabía que Rissa estaba tratando de avergonzarla cuando Kenzo no estaba con ellas.
Espera, ¿acaso con Kenzo sería diferente? Ella seguiría siendo humillada frente a mucha gente, Belva conocía la intención de Rissa.
Se oían susurros burlándose de Belva, quien realmente parecía no tener ninguna elegancia, solo un rostro bonito, pero si se observaba cómo comía, parecía una niña desvergonzada.
"¿Es ella la esposa del señor Kenzo?"
"Es guapa, pero no tiene respeto por su suegra".
"Parece una antagonista cruel con su propia suegra".
"Estas son señales de una antagonista en ciernes, ten cuidado si tiene hijos, temo que sean hijos de otro hombre".
"La conozco un poco, viene de la familia Miller, que posee la empresa minera más grande".
"Sí, ella también causó el accidente de sus padres".
"Trae mala suerte el día de su boda".
"No hables tan alto".
"No tengas miedo, la señora Rissa nos defenderá, mira cómo no le gusta su nuera".
La comisura de los labios de Rissa se elevió, estaba realmente satisfecha al escuchar las palabras de los invitados de su suegro. Rissa consideraba a Belva solo una mujer seductora que había atrapado a su hijo hasta tener un vínculo eterno.
Si Belva supiera lo que Rissa tenía en mente, se levantaría y señalaría con entusiasmo. Porque lo que Rissa decía no estaba del todo mal, pero ahora claramente Rissa se equivocaba de persona porque Belva ahora era claramente diferente.
"Bien, el siguiente evento es un baile". Al escuchar al presentador decir baile, todos vitorearon alegremente porque este era el momento que esperaban.
El baile comenzó con los anfitriones del evento, sí, aunque Diego y Astri eran viejos, eso no les quitó el ánimo, solo se movieron de izquierda a derecha como dos personas enamoradas.
Después de eso, uno por uno se unió al baile acarameladamente con sus respectivas parejas.
¡Ejem! ¡Ejem!
No importa cuántas veces Belva se había atragantado, pero esta vez fue diferente porque se atragantó al ver lo desvergonzados que eran al besarse sin vergüenza frente a mucha gente, Belva miró a su alrededor y a nadie le importó, incluso parecía algo normal para ellos.
"¿No me digas que mi hijo nunca te ha tocado?... Sí, una mujer barata siempre es barata porque no tiene ningún valor, si en Arsanio no hubiera una regla de matrimonio de una sola vez, tal vez ya serías una mendiga". La boca de Rissa era tan dulce que Belva quería vomitar.
"Tía, si no está contenta, solo dígame, además, no espero este matrimonio".
Belva sonrió levemente porque Rissa parecía sorprendida por sus palabras.
