Katy descubre que su novio la engaña con su mejor amiga. El dolor hace que ella tome una decisión difícil y acepta casarse con el hombre que conoció por casualidad.
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Casada
___ Salud... Por las traiciones, el amor, y el dolor.
Me dice y tomé el vaso; para brindar con el de él.
El chico y yo, bebimos varios tragos continuamente. Me gustaba, la manera en que él me hace olvidar de todo, sus coqueteos, aunque son descarados, me gustan.
___ Esta noche tenía que salir de viaje, estaría fuera por un mes, y luego regresaría a proponerle a Melina casarse conmigo. Antes de subir al avión, recibí una llamada de Óscar. Me informó que la mujer a la que amaba intensamente, estaba a punto de comprometerse. Sin pensarlo, le robé el taxi a una mujer hermosa, y fui a la mansión del hombre que se suponía era la fiesta de compromiso... Estaba lejos de pensar que esa fiesta, era la boda de la mujer que amaba con tanta intensidad. Me rompió en mil pedazos, con un solo acto de su parte, me mató sin usar ninguna arma visible.
Me levanté del banco, y abracé a Rogelio. Ya estaba demasiado ebria como para perder con claridad.
___ A mí también me mataron y sin usar ninguna arma. El hombre con el que tuve una relación de 8 años, me engañaba con su mejor amiga. Esta noche regresaba de extranjero, ilusionada, y enamorada. Tenía planeado darle una sorpresa y la sorprendida fui yo. Lo encontré en la cama con su amante, burlándose de mí.
Pone dos dedos en mi mentón, levanta mi cabeza y me ve a los ojos. Me gustaba como me ve, me pierdo en sus ojos.
No hay muchos recuerdos de César dentro de mi mente. Él acerca un poco sus labios a los mío, solamente los roza y suelta sus dedos de mi mentón.
Él también me contó varias cosas sobre una Melina. Los dos teníamos tantas cosas en común. Los dos fuimos traicionados por personas a las que acabamos intensamente.
El tiempo pasó, cada segundo me siento más borracha. Aun así, no dejo de tomar tragos, necesito que no quede ni el mínimo recuerdo de César dentro de mí.
Rogelio, así creo que me comentó llamarse. Saca un anillo del bolso de su saco, lo ve por unos segundos, y una sonrisa amarga aparece entre sus labios.
___ Este anillo lo he comprado hace meses, haría una gran fiesta, para pedirle a Melina que se case conmigo. Ahora de nada sirve.
Veo que lo va a tirar a la basura. Era un anillo muy hermoso, sería un desperdicio tirarlo.
Me sacó el anillo que César me dio hace unos meses, lo arrojé lejos de mi dedo, y me digo bromeando.
___ Regálamelo a mí... Es demasiado hermoso para tirarlo.
___ Quieres casarte conmigo... _ Me dice, inesperadamente.
Yo solo quería seguirle el juego; ya estaba demasiado ebria como para negarme. El alcohol me nubló la razón. Quería jugar un poco, y sin pensar en las consecuencias respondí.
___ Sí... Será un placer para mí casarme con un hombre tan guapo como tú. ___ Conteste entre risas
Él me pone el anillo en el dedo, acerca sus labios a los míos, su mano se coloca detrás de mi cabeza, y de pronto sin que yo me pudiera resistir, mis labios son devorados por los de él.
Al terminar de besar mis labios, me toma de la mano. Mis piernas se tambalean de lo ebria que iba.
Él también estaba bastante borracho, no sé como le hacemos, pero salimos a la calle.
Al tomar un poco de aire fresco, me sentí más mareada. Mi estómago se revolvió y quería vomitar.
Sin embargo, Rogelio me ayudó a respirar con más tranquilidad, me empezó a dar aire con su boca, era delicioso.
Este hombre sí que sabe besar. Sus manos fueron acariciando mis piernas por encima del vestido que llevo puesto.
____ ¡Espera!
___ Dije, empujándolo con las pocas fuerzas que me quedaban.
___ ¿Por qué? Sé que tú y yo necesitamos esto... __ Me contesta, volviendo a poner sus manos en mi cuerpo.
___ Yo no quiero esto... Bueno, sí. Pero hasta que esté casada... ___ Dije, mostrándole el anillo en mi dedo.
___ Bien...
Se separa de mí y detiene un taxi. Me jala de la mano y me sube al taxi. Los dos bromeamos mientras el taxi iba a la dirección que Rogelio me dio.
___ ¿A dónde vamos?
___ Ya lo vas a ver. ___ Me contesta.
___ Dame una pista... Quiero saber a dónde voy... ___ Insistí.
Acaricia mi mejilla, esa sonrisa hermosa aparece entre sus labios.
___ Será una sorpresa, solo espera un poco más.
No tardamos nada en llegar. Veo por la ventana. Eran edificios enormes, parecía ser un sitio de lo más normal. Yo pensé que me llevaría a un hotel o algo parecido.
Bajamos del taxi, mi cuerpo no se podía sostener solo, así que me recargue en Rogelio.
___ ¿Dónde estamos? Pregunté mirando a todas partes.
Rogelio solamente me besa y no contesta mi pregunta. De pronto aparece un hombre, se acerca a Rogelio y los dos se alejan. Pasaron unos minutos y él regresó, me lleva a una oficina. Y me sienta en la silla vacía.
Intercambia algunas palabras con otro hombre, y luego viene por mí.
___ Firma aquí. ___ Me ponen un documento.
Pensé que solo era un juego. Lo firme sin leer y luego, él lo hizo.
Pasó un tiempo, mis ojos se cierran solos. No sé si escuché bien, pero, estas fueron las palabras del hombre de traje delante de nosotros.
Los declaró marido y mujer. Puede besar a la novia... Los labios ardientes de Rogelio devoraron los míos.
Me soltó hasta que se sintió completamente satisfecho. Al salir de la oficina, nos encontramos al mismo hombre, él de nuevo intercambia algunas palabras con Rogelio.
___ Ven, sube al auto. __ Rogelio abre la puerta trasera de un lujoso auto.
Sorprendida y ebria, volteo a verlo.
___ Qué es todo esto.
___ No es, ¿lo que querías? ___ Contesta.
No tenía cabeza para nada, me arrojé a sus brazos, enredando mis manos en su cuello.
___ ¿Soy tu esposa? __ Pregunté con sarcasmo.
___ Sí... Ahora sube al auto. ___ Me ordena.
___ Mmmm... __ Hice un ruido con mis labios.
___ De acuerdo, me darás mi noche de bodas... ___ Comenté pasando mi dedo por su pecho.