¿Qué harías si tu vida se debate entre el deseo de obtener una venganza o el amor de tu vida con quien puedes comenzar desde cero?
Celeste es una mujer exitosa, cirujana que trabaja para las fuerzas especiales, después de un atentado, ella debe volver a casa, solo para descubrir que su familia ha sido asesinada, ella debe desaparecer y con su nueva identidad, inicia un trabajo de intérprete Para el CEO, Máximo Novikov, con quien no se lleva nada bien, pero Máximo sufre accidente que lo deja en coma, así que su familia le propone a ella que se case con él para cuidarlo y alejar a su novia interesada, a cambio, ellos la ayudaran con su venganza, una oferta tentadora que no puede rechazar, pero, ¿Qué pasara cuando Máximo despierte y descubra lo que ha hecho?
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Capítulo 9 INTERESADO
...BELLA ROSELLI...
Cuando salí de trabajar aún no se me quitaba el enojo por lo sucedido con mi jefe, ¿Quien se piensa que es? Encima de que lo ayudo, ah pero ya vendrá a pedir que le interprete más cosas y verá como lo mando a aprender con su madre como buena Argentina.
Llegué a casa para descansar de un día agotador y al entrar solo me invadieron los recuerdos y esta soledad que se niega a abandonarme.
Veo las fotos de mis padres y pienso en ellos, ¿Que estarían haciendo ahora sí estuviesen vivos? Mis hermanos jamás me convertirán en tía y si alguna vez me caso mí padre no me entregará en el altar ni mí madre me ayudará a escoger el vestido.
Me duele, lloro, no se que más hacer. Río recordando algunas anécdotas pero el llanto es quien gana la batalla, la tristeza está instalada en mí vida y se quedará para siempre.
Me siento tan sola y no puedo usar la identidad real que tengo por herencia de mis padres, si tuviera un arma en éste preciso instante podría acabar con quién tuvo culpas de esto. Se que cuando vuelva y averigüe la verdad si la justicia no interfiere seré yo quien con sus propias manos acabe con quienes cometieron tal atrocidad así deba estar encarcelada una vida después.
Perdida en mis recuerdos de mis tiempos de felicidad es que me quedo dormida sin siquiera haber cenado.
Despierto más temprano de lo habitual y veo mí rostro demacrado por el día de ayer. Tampoco me importa mucho lo que piensen en la empresa si llego luciendo así, después de todo el jefe vive amargado y malhumorado todo el día y a cada minuto.
Fui a darme una ducha, me vestí y preparé un emparedado para comer mientras tomo una taza de café. Después me fui a la empresa rogando a Dios no tener que tratar con el jefe porque no creo soportar una actitud altanera suya, no hoy.
Cómo siempre llego antes vi a Vivían quien se acercó enseguida con algo que llamaríamos cara de feliz cumpleaños, osea desbordante de felicidad.
-Bella- me dice y la miro confundida ya que aveces olvido que este es mí nombre real mientras esté aquí
-¿Si? Buenos días- contesto desanimada y ella baja un poco su efusividad y alegría desmedida
-¿Que tienes? ¿Mal de amores o problemas familiares?- mal de amores ja ja, ni novio he tenido y problemas familiares tampoco porque toda mí familia falleció
-Nada, no dormí bien, ¿Que quieres? Para algo me necesitabas- no podía soportar más tanta felicidad y alegría así que mejor quedarme callada después para que hablaba
-Nada quería felicitarte por lo que hiciste ayer, dejaste al jefe con el ojo cuadrado- la vi confundida, como que ojo cuadrado- que sorprendiste al jefe
-Ah, gracias, seguro me despida en muy poco- intento seguir mí camino pero ella se interpone
-¿Cuántos idiomas hablas?
Después de responderle se fue feliz a su área de empleo y yo comencé el con mis tareas como cada dia.
Cuando el jefe salió a almorzar me tocó limpiar su oficina y baño privado aunque prefería limpiar los de empleados de otra planta para no tener que correr el riesgo de cruzármelo.
Vivian vino a acompañarme mientras hacía mis labores para buscar temas de conversación.
Simplemente le respondí como pude sus excesivas preguntas evadiendo las que no podía responderle. Debí decirle que era huérfana, que me crié en un orfanato y fui adoptada por una pareja mayor que murió por covid en la pandemia que había ocurrido hacía poco más de dos años.
-¿Tienes novio?- quiso saber
-No, no tengo ni me interesa tenerlo ahora, ¿Puedes dejar de preguntarme tantas cosas y decirme por qué quieres de buenas a primeras saber de mí vida?- me quité los guantes que usaba para limpiar y la miré fijamente, ya había hecho preguntas antes, repetir ahora me resultaba absurdo
-Impresionaste al señor Máximo, creo que te ascenderá de puesto- solté una risa repleta de sarcasmo
-Si seguro- salí de la oficina seguida de ella- ascenderme a mí cuando lo que más desea es despedirme y probablemente al culminar los tres meses aquí no renueve el contrato
-Creo que pedirá que seas su interprete, sabes muchos idiomas, lo impresionaste
-Si, se notó porque no pudo ni agradecer que lo haya ayudado- crucé a mí jefe cuando me iba y evité mirarlo, creo que me escuchó porque me dedicó una mirada de absoluto enojo como siempre
¿Yo intérprete de éste hombre? Si claro, evita hablarle para agradecer, me insulta en otro idioma y ahora querrá que trabaje a su lado cuando lo requiera. No tenía ni un poco de lógica.
