Aruni ya estaba completamente resignada a su vida, pensando que no tendría un futuro y continuaba soportando una existencia dolorosa.
"¡Estúpida mujer, inútil! ¡Mejor muérete!" Las crueles maldiciones salieron directamente de la boca de su esposo, acompañadas de golpes que Aruni no pudo evitar.
A pesar de que durante 20 años de matrimonio, Aruni había sido el pilar de la familia, ¿para qué divorciarse? Aruni sentía que ya era demasiado tarde, tenía 45 años. Así que en lugar de irse, decidió seguir viviendo esta vida.
Hasta que un día, su encuentro con alguien de su pasado parecía ofrecerle una bocanada de aire fresco.
"Te ayudaré a liberarte de tu esposo. Pero después de eso, cásate conmigo." Gionino.
"Lo siento, Gio, no puedo. ¿No sería mejor morirme, que casarme de nuevo?" respondió Runi, quien ya estaba tan traumatizada.
"Tú también necesitas a alguien que te entierre, Runi. Te aseguro que morirás en paz."
NovelToon tiene autorización de Lunoxs para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 21
Mientras Aruni disfrutaba de su tiempo trabajando en un lugar muy cómodo, Hendra acababa de recibir los papeles del divorcio de la oficina del registro civil.
A las 9 de la mañana, mientras él todavía dormía plácidamente, de repente llamaron a su puerta y llegó esta carta.
"¿Cómo se atreve a ocuparse de todo esto sin consultarme primero?", Bramó Hendra.
Hendra sabía que tramitar este divorcio requeriría una suma considerable de dinero. Y al darse cuenta de que Aruni se había encargado de todo en secreto, significaba que en ese momento ella tenía bastante dinero en su poder.
Uno de ellos podrían ser los ahorros de los que había oído hablar el otro día.
Al conocer la verdad, la ira de Hendra no hizo más que aumentar. Aruni había vivido bajo su techo durante 20 años y ahora la mujer se iba con una cantidad considerable de dinero, mientras que él no recibía ni un céntimo.
En casa sólo quedaban un poco de arroz y 3 huevos que ya se habían agotado.
Y lo que es peor, Aruni se fue y se llevó a Adrian con ella.
"No tiene que venir a la oficina del registro civil para ocuparse de este divorcio, señor. Sólo tiene que firmar aquí", dijo el mensajero, un trabajador del registro civil que tenía la tarea de entregar esta carta a la casa de Hendra.
"¡No voy a firmar estos papeles del divorcio!", respondió Hendra.
"En ese caso, el caso pasará a los tribunales, donde se investigarán más a fondo los problemas matrimoniales entre usted y la señora Aruni. Si se descubren actos de violencia y adulterio, el caso podría complicarse aún más al entrar en la vía penal".
Hendra tragó saliva con dificultad al escuchar esta explicación, ya que en repetidas ocasiones había ejercido violencia contra Aruni, además de serle infiel con muchas mujeres y no haberle pasado nunca la manutención.
"Mi divorcio no va a llegar a los tribunales, voy a hacer que Aruni retire su demanda. ¡No nos vamos a divorciar!", dijo Hendra, para quien era muy fácil cambiar de opinión.
Hendra sólo tomaría la decisión que más le beneficiara, sin pensarlo dos veces.
"Muy bien, en ese caso me iré. Pero debe recordar que el plazo para firmar este documento es de 1 semana; si durante esta semana la señora Aruni no retira su demanda, el caso pasará igualmente a los tribunales".
"¡Fuera de aquí!", ordenó Hendra, cansado de escuchar todas esas explicaciones.
Después de que el hombre se fuera, Hendra incluso rompió el papel que tenía en la mano. Los papeles del divorcio no significaban nada para él.
Porque en ese momento todavía necesitaba a esa fea mujer como esposa.
Mientras los trozos de papel estaban esparcidos por el porche, Hendra se encontró de nuevo confundido porque no sabía dónde vivía Aruni. Lo único que se le ocurrió en ese momento fue Adrian.
Así que, sin pensarlo dos veces, se dirigió directamente al colegio de su hijo. Hendra esperó pacientemente hasta las 2 de la tarde, hora a la que Adrian salía del colegio.
Los ojos de Hendra se abrieron de par en par al ver que Aruni también llegaba al colegio, con un aspecto inusual.
Aruni iba bien arreglada, con el pelo recogido y un poco de pintalabios que le enrojecía los labios.
"Descarada, parece que desde que te fuiste de casa te has convertido en una prostituta", dijo Hendra; era el único trabajo que creía que Aruni podía hacer para estar tan guapa.
De haberlo sabido, le habría pedido a Aruni que se prostituyera hacía mucho tiempo, a lo mejor ahora tendría mucho dinero.
"Mamá, ¿por qué has vuelto a venir a buscarme? Será mejor que volvamos a casa directamente si quieres volver", dijo Adrian.
Aruni sonrió levemente. "No pasa nada, hijo, quería venir a buscarte".
"¿Qué llevas ahí, mamá?", preguntó Adrian al ver que su madre llevaba una bolsa de plástico blanca. Adrian la cogió directamente para llevársela él mismo, para que su madre no tuviera que cargar con ella.
"Es comida de casa de mi jefe, la señora Jema te la ha envuelto".
"La señora Jema es muy amable", dijo Adrian, que sabía que la señora Jema era el ama de llaves del lugar donde trabajaba su madre. Aruni le había hablado mucho de ella a su hijo.
Los dos siguieron caminando hacia la parada del autobús, sin saber que Hendra les seguía.
Hendra no se dejó ver a propósito, porque quería saber primero dónde vivían su hijo y su mujer.
"Ya te pillaré, Aruni", pensó Hendra.
