Zara la hija menor de una familia adinerada, por vueltas del destino termina casada con un rico CEO, quien era el prometido de su hermana, ¿podrá Zara amar a quien antes era su cuñado?
¿Podrá su corazón sentir algo más fuerte que solo el cumplimiento del deber, en una situación así?
¿Podrá lo sucedido con su hermana no ser un peso para así obtener un final feliz?
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CAPÍTULO 12
El camino hacia el centro comercial, fue muy silencioso, solo cerré los ojos, y apreté los puños todo el camino, no quería llorar, no estaba en mi naturaleza, mostrar ese tipo de debilidad y menos delante de los demás, esta situación me estaba sobrepasando de una forma que jamás imagine, y todo es por Jenny, lo más lamentable de todo estos, que se, que cuando su capricho con Sebastián se acabe, y cuando el dinero que se llevó se agote, va a volver y quizás las cosas sean peores que ahora.
El auto se detuvo y yo ni enterada, después de un tiempo que no sentía el momento, abrí los ojos, Dylan y Mady, estaban es sus teléfonos, al parece investigando lo que paso, suspiré y dije,
— Sí ya llegamos por qué no me avisaron en vez de estar investigando cosas, ¿son detectives ahora?
— Pensé que tenias sueños, así que deje que dormirás en el camino, dijo Dylan.
— Que considerado.
Le dije eso, con mala cara y me bajé del auto, Mady se bajó a toda prisa también, Dylan se quedó en el auto con su teléfono, estábamos en el área de estacionamiento, fuimos al ascensor, entramos, y le di al 4 piso, donde estaba las dificultades tiendas de ropa y cosmético, en lo que subía Mady comenzó hablar.
— Lo siento mucho.
— ¿Qué cosa?
— Tus problemas con tu madre, yo no esperaba que ella fuera así.
— No te preocupes no es nada nuevo, solo ha empeorado por qué siente que le estoy quitando el lugar en la sociedad a su amada hija, la que huyó con el hijo del chófer a pocos días de su boda.
Mady no dijo más nada, llegamos nuestro destino, quiero cambiar mi estilo, no me llevaré nada de lo que tengo en la casa, todo lo quiero nuevo, así que entré a una de mi tienda favorita, las empleadas me conocen, así que de una vez me buscaron las cosas que me gustan, elegí muchas cosas, y Mady me ayudo también, en poco tiempo, tenía todo lo que quería comprar, interiores, vestidos, set de ejercicio, que me gustan muchos, sandalias, tenis, Mady escogió algunas cosas para ella, también, pasé mi tarjeta y pedí que me lo empacaran todo.
— Por qué estás pagando?
— ¿Cómo así?
— Deja que mi hermano pague.
— No es necesario.
— Pero...
Puse mala cara, y Mady entendió, además a mí tampoco me falta el dinero, cuando Dylan llego, ya yo tenía todo pagado, y las empleadas había empacado todo, incluso unos cosméticos que había pedido, solo tenía que ser llevado al auto.
— Todo listo, vámonos.
— ¿Ya?, no me dejaste pagar.
— No es necesario, yo tengo mi propio dinero, además de estudiar ayudo en luchas cosas en los veranos, y ganó dinero, ya he trabajado en casi todos los puestos desde los 15 años, todos me conocen aquí.
Las bolsas de compras fueron llevadas al auto, y volvimos al sitio inicial, yo no quería volver a mi casa, ni llevar nada de eso tampoco así que, se me ocurrió.
— Vamos a tu casa, quiero conocer mi habitación.
Los dos me miraron y asistieron con la cabeza, estos dos hermanos sí que se llevan bien, es como yo y Jimmy, que a pesar de que Jimmy lleva días que no me dirige la palabra, no sé que está pensando, hoy cuando llegue a la casa, intentaré hablar con él, no quiero irme de casa sin saber como Jimmy se siente, además debe estar herido con todo lo que esa mujer dijo.
Nos dirigimos a la mansión de los Smith, a pesar de que Mady y yo, hemos sido amigas desde la escuela, nunca he ido a su casa, ella siempre veía a la mía, y más que Jenny, se molestaba cada vez que se hablaba de que yo asistiera a eventos en la casa Smith, por lo que mi madre siempre me prohibía ir o busca una excusa para que yo no asistiera, y arruinara el humor de Jenny, pero que irónica es la vida, tanto que le molestaba que yo fuera y ahora voy a vivir ahí.
Llegamos a la mansión, era muy parecida a nuestra casa, solo estaba el detalle que, tenía vista al mar, el patio delantero era más bonito, cuando el auto de detuvo, Dylan salió de una vez, yo me tomé mi tiempo, salí y miré a mi alrededor, me gustaba todo lo que veía.
Los empleados salieron a recibirnos, un señor mayor que debería ser el mayordomo, y dos empleadas más jóvenes, yo estaba mirando los alrededores, cuando Dylan me habló.
— Lo que compraste lo vas a dejar aquí, o los llevará para tu casa.
— ¿Qué tu piensas?
— Señor Green, saque las cosas que la Señorita, del baúl del auto y súbelo a si dormitorio.
— ¿Su habitación?
— La habitación que mi madre te pide que prepares es para esta señorita.
— Entendido Señor.
— La comida, ¿está lista?
— Si, señor.
Entramos a la casa, Mady estaba muy emocionada, era la primera vez, que yo entraba a su casa, la sala era muy bonita, en el sofá, estaba el señor Smith, mirando el periódico, la sección de finanza, era igual que mi papá.
Me apresuré a saludarlo, eso señor siempre me a caído bien,
— Hola, Señor Smith, ¿Cómo estas?
— Niña, no seas tan formar, llámame Bruce, o suegro, algo que no sea tan formal.
— Bruce, ¿cómo está usted?
— Estoy bien, ven siéntate aquí, en lo que sirven la mesa, Mady, ve a mirar que todo este listo pronto.
— Si, papá, ahora vuelvo.
Me senté en el sofá al lado del Señor Smith, el me miró con buena cara, Dylan se sentó en un sofá frente al nuestro, el Señor Smith comenzó hablarme,
— Dime que te gustaría que te diera como regalo de bodas, he querido preguntarte, pero no había tenido la oportunidad.
— ¿Puedo pedir lo que sea?
— Claro, que es lo que quieres.
— Me gustaría despedir a la amiguita de Dylan, Verónica.
— ¡Tú!
— ¿Por qué quieres que la despida?, si me das un argumento razonable, lo consideraré.
— Primero me cae mal, segundo es una metiche y le gusta fingir, además esta enamorada de Dylan, ella abusa de su poder, por qué se siente respaldad por su amigo.
— Bueno si eso, es lo que quieres.
— Padre no deberías despedir a una buena empleada por un capricho de Zara.
— No soy una persona caprichosa, me guio por la lógica, no por el favoritismos como tu.
Hubo un silencio prolongado, que rompió Mady, cuando informe que la comida estaba, nos levantamos del solfa, y fui dirigida por Mady al comedor, me sentaron al lado de Dylan, quien tenía una mala cara, que no podía ocultar.
La comida se veía delicioso, comí de todo, y tomé jugo, charlamos un poco durante la comida, después de terminar, fuimos a un salón para tomar el té.
— Entonces, estas segura que quieres eso, me preguntó el señor Smith.
Mire a Dylan, en realidad me encantaría deshacerme de esa serpiente, pero Dylan estaría enojado conmigo durante mucho tiempo con su amiga, entonces debería retroceder.
— No, miré a Dylan como esta todo enojado, por su amiga, pensaré en otra cosa, pero advierto una cosa, si me molesta aunque sea un poco, la sacaré arrastrando del Hotel, mi suegro me respalda.
— Me estás amenazando.
— Si.
El Seño Smith se hecho a reír, parecía divertido, con nuestras peleas, incluso Mady, se quedaba fascinada mirando, el té fue servido, y la calma volvió, en realidad, siento que en esta familia encajo mejor que en la mía.
bendiciones.