Marcos ciego por un accidente Any con una marca en el rostro, es un amor verdadero podrán ser felices en esta sociedad y lucharán contra todos y todos
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CAPITULO 21
Recuerdo de Fabián..............
Soy asistente ejecutivo y tengo la mano derecha de Marco. Me especialicé en idiomas y defensa personal. Tengo 36 años, mido 1.80 metros, tengo cabello castaño, piel blanca y ojos cafés.
Un día, al terminar las clases, salí a tomar el transporte cuando me tropecé con una chica súper hermosa a la que no le quitaba los ojos de encima. Creí que era el amor de mi vida. Le pedí disculpas y la invité a salir. Ella aceptó y me presenté. Cuando dijo su nombre, dije: "Es la indicada". Se llama Sarai, tiene tez morena y pelo ondulado.
De salida en la salida, nos entendimos bien. Seguimos encontrándonos en la universidad. Ya había pasado el tiempo y comenzamos a vivir. Al principio, nos entendimos bien en cómo estudiar defensas personales y reforzar idiomas.
Ya al terminar la graduación, tenía la formación completada y para tener una entrada adicional, conseguí trabajo de medio tiempo de seguridad en las noches en un supermercado. También hacía tradiciones a otros estudiantes. Me iba muy bien.
Ese día estaba súper feliz porque me habían pagado el sueldo de medio tiempo y también tenía ahorros de las tradiciones. Decidí que era tiempo de dar un paso más en el futuro: tener una mujer hermosa con hijos. Ella estudiaba secretariado ejecutivo y a veces no cuadraba en el horario, pero aún así nos terminamos los oficios del apartamento.
Por recomendación de mi profesor, pude acceder a un buen trabajo y ese nada más y nada menos que mi jefe y amigo.
Al salir, tomé un taxi y fui a comprar unas rosas con un girasol sencillo pero bello, igual que un anillo sencillo. Me comprometí a mí mismo que cuando tengamos una estabilidad mejor, voy a darle uno más hermoso.
Cuando subo al apartamento solamente escucho que están gimiendo y pidiendo que les dé más duro. No podía creer lo que oía. Con las manos temblorosas abrí la puerta y las encontré en mi sala en pleno apogeo. Ellos todavía seguían sin haberse dado cuenta de mi presencia. Fue entonces cuando se cayó el estuche del anillo y las flores que había dejado con el celador del edificio, el del turno de noche, para saber desde cuánto tiempo llevaban allí.
Tenía ganas de agarrarlo a golpes, pero me detuve. En defensa personal, nos enseñan que es mejor estar alerta para prevenir muchos casos de ataque y que la mejor pelea es la que se evita. Ella se tapó como si nunca la hubiera visto e intentó tocarme, pero me dio asco. La rechacé de un manotazo y con dolor en el corazón, le dije que se largara de mi apartamento. Al celador le dije que renunciara o lo reportaría a su jefe. Les tomé fotos a ambos para tener evidencias.
Sarai: La muy descarada me dijo antes de ir que era mi culpa porque cuando no estaba estudiando estaba trabajando y ella necesitaba atención.
Fabián: Yo le dije: "Sí, ¿y quién no me ayuda con los gastos? Tú no, porque solamente piensas en los lujos para colocarte e ir de fiesta, y para eso necesitabas de lo mío".
Saraí: ¿Qué quieres que haga? Mis padres ya no me quieren ayudar. Quieren que trabaje medio tiempo igual que tú.
Me dieron muchas ganas de golpearla y le dije: "El trabajo no es deshonra". Destruí todo lo que tenía alrededor, boté el sofá el colchón.
Casi no dormí por la tesis. También presenté el trabajo para hacer la entrevista y ahí conocí a Marco. Me hicieron la entrevista y mostré mi formación de defensa y la fluidez de los idiomas.
Antes de irme a la entrevista, cerré mi corazón al amor. Marco esperó tres meses para comenzar de lleno. Fui el mejor de la clase y renuncié a los otros trabajos desde que mi jefe me aceptó.
Marco es un hombre exigente en el trabajo, pero toda su familia tiene un corazón hermoso.