Mi Vida Como Yasira Barreto

Mientras la princesa tomaba un baño, recordó que en la historia se menciona la magia, se supone que la suya es de fuego y aire, una excelente combinación para lidiar con enemigos.

" Tengo que buscar la manera de despertar mi magia desde ahora y no más adelante "

Pensaba mientras el agua con escencia de rosas acariciaba su piel, la chica terminó su baño y se vistió con un vestido sencillo color rosa y salió de su habitación para ir a comer con su padre, para su sorpresa, mientras se dirigía al comedor se encontró con Alexander Villa......... De nuevo.

- Princesa , ¿ me permite acompañarla ? -Preguntó Alexander mientras hacia una reverencia a la princesa, está le miró de reojo y le pasó de largo dejando al joven comandante desconcertado por su indiferencia, pero era esa misma indiferencia que le hacia querer conquistar su corazón antes de casarse.

Caminó rápidamente para alcanzarla pero, para su mala fortuna Enrique Hunt ya se encontraba a su lado y ambos caminaban juntos al comedor , haciéndolo sentir como un extraño, situación que le molestó.

Al entrar el pequeño grupo de tres personas llamaron la atención del Rey quien miró a su hija más cercana a Enrique que a su futuro prometido Alexander.

Los tres tomaron asiento quedando Yasira entre los dos hombres, ¿ Cómo pasó esto ? , Simple, Enrique pidió permiso al Rey para sentarse a su lado, lo cual le pareció gracioso pues era claro que ambos jóvenes estaban luchando en silencio por el corazón de su hija.

- Padre, quiero prepararme para que mi magia despierte -Dijo Sofía antes de comenzar a comer, el hombre le dió una mirada de confusión e inclinó su cabeza a un lado.

- Mi pequeña princesa, ¿ Por qué ahora ? , Aún hay tiempo para que eso ocurra -Respondió el Rey, pues la magia en la familia imperial despertaba a los 17 años con la llegada de la luna de sangre, para la cual aún faltaba un año.

- No está demás aprender sobre otras magias padre, por lo que quiero hacerlo, quiero ser poderosa y poder cuidar de mi Reino cuando sea el momento. -Respondió segura de si misma, aunque ella sabía que Yasira era poderosa, y su magia era excepcional, aún así quería aprender sobre posiones y magias distintas.

- En mi familia tenemos magia de agua y tierra , si gustas puedo enseñarte -Dijo Alexander a manera de pasar más tiempo con Yasira, por lo que la albina acepto despues de pensarlo por un largo tiempo.

Enrique también se comprometió a enseñarle sobre la magia oscura que poseía su familia, lo cual llamó la atención de Sofía pues esa es una magia poco mencionada en la historia.

La comida transcurrió hablando todos un poco sobre distintos temas, al final Yasira se puso de pie y salió al jardín acompañada de ambos hombres.

- Princesa, el festival del río encantado será en unos días, ¿ Me concedería el honor de ser su acompañante ? -Preguntó Alexander adelantándose a Enrique

Yasira pensó que de todas manera tendría que ir y aceptó, con la condición de que Enrique también fuera su acompañante.

Ambos jóvenes se sorprendieron por su petición más prefirireron guardar silencio, mientras estuvieran con ella, no importaba lo demás.

El entrenamiento y aprendizaje sobre magia pasó a formar parte de los días de Yasira, estudiaba diligentemente durante horas al igual que realizaba sus entrenamientos en combates, quedando por las noches completamente agotada.

Pronto el festival del río encantado llegó, el Rey salió del palacio en su carruaje dorado acompañado de la concubina Ruth, aunque desearía no haberse casado con ella, pues ese festival lo había hecho por primera vez su difunta esposa y ahora el lo había convertido en una tradición en honor a ella.

Ruth por su parte estaba eufórica, este era un buen día para llevar a cabo la primera parte de su plan, pues estaría cerca del Rey, solo faltaba encontrar el momento adecuado, aún siendo conciente del disgusto que sentía el hombre por ella, desató la cinta de su vestido y dejó caer una de las mangas de sus hombros a manera de mostrar su clavícula.

El rey notó su intención y rápidamente ordenó que detuvieran el carruaje, bajó de el y comenzó a caminar seguido de sus guardias sin decir una sola palabra, ya lidiaria con Ruth a su regreso al palacio.

Ante el rechazo del Rey Marcelo, Ruth se quedó dentro del carruaje mordiendo su labio inferior y apretando la falda de su vestido, se supone que una de sus doncellas le había dado en su té de la mañana un afrodisíaco a Marcelo , cosa que al parecer no había sucedido.

La mujer se sintió aún más infeliz y su odio hacia el Rey aumentó.

- Maldita sea , todo me sale mal -Dijo la mujer con molestia, acomodó su vestido y bajó del carruaje por si sola sin nadie que le ayudara, debería de estar acostumbrada a esto pero aún así le molestaba.

Marcelo siempre le había tratado de esa manera tan frío y distante, sin darle una sola oportunidad, la mujer que debería de haberse rendido hace mucho tiempo atras, más se aferraba a permanecer a su lado lo que solo le traía infelicidad y pronto....desgracias.

Al lugar del festival llegó Yasira en un carruaje blanco, la puerta del carruaje de abrió y ella salió lentamente con ayuda de Alexander y Enrique, la chica había optado por un vestido sencillo en color celeste que resaltaba sobre su piel blanca, su cabello había sido trenzado y tenía una cinta celeste al final de la trenza sujetando su cabello.

Su cara había sido maquillada levemente haciendo que sus ojos dorados y sus labios rojos resaltarán, la joven era una belleza única.

Ambos hombres la acompañaron mientras admiraban la decoración que había sido colocada a lo largo del río encantado.

Cintas en colores blancas y azul rey fueron colocadas en distintos árboles al igual que había flores por todo el lugar, los puestos de juegos de la época, comida y bebida no faltaban, lo cual llamó la atención de la joven, en su vida anterior jamás había visto algo tan magnífico como esto, la gente iba y venía riendo y jugando, pero lo que más le llamo la atención, fueron los pétalos de flores que flotaban sobre sus cabezas, cómo si estuvieran suspendidas.

Sobre el río, se veían farolas de papel que se movían sobre el agua lentamente, los ojos de Yasira se llenaron de lágrimas al recordar a su madre, pues solía contarle está historia antes de dormir, más ella siempre se quedaba dormida en esta parte de la historia.

Recordó como su madre le había descrito el festival, cómo el agua del río mecía las farolas de papel y el viento movía las cintas sobre los árboles.

Alexander fue el primero en notar esto por lo que le ofreció su pañuelo para secar sus lágrimas, Yasira lo tomó y miró la letra grabada con hilos dorados sobre la tela blanca del pañuelo.

- Gracias comandante Villa -Dijo en voz baja para después devolver el pañuelo, Alexander se negó a tomarlo, pero ante la insistencia de Yasira lo tuvo que aceptar, lo llevo a su nariz y supo en ese momento que el suave perfume de la chica se había quedado impregnado en el ,  no entendió como había sido posible que esto ocurriera pero aún así dobló con cuidado el pañuelo y lo metió entre su ropa.

Enrique miró la escena visiblemente molesto y la princesa lo notó, se acercó a él y dijo en tono frío.

- El lo notó primero, no seas lento si tanto te molesta -

Enrique permaneció aturdido durante unos segundos después de sus palabras , esa mujer, ¿ cómo se atrevia a comportarse así ?.

Llegaron a un lado del Rey y Yasira miró a la Concubina Ruth, algo en ella no le gustaba, más por ahora no diría nada.

El Rey pidió la atención de todos y dió por comenzado el festival haciendo sobre las cabezas de todos pequeñas esferas de fuego , mismas que después fueron dirigidas a las farolas de papel que flotaban sobre el río.

Yasira se sorprendió por esto, por lo que ocupó gran parte del festival para pedirle a su padre que le enseñara a hacer lo mismo, hasta que este se dió por vencido y aceptó.