Cuando las sombras de un pasado oscuro y doloroso llegan nuevamente a la vida de Damián obligándolo a confrontar todo lo que quería olvidar.
Olivia regresa haciéndole reabrir cicatrices que lucho por sanar. ¿Que sucederá cuando ese pasado le reclamé venganza? ¡Descúbrelo! (+21)
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Cap 6. Es Un Simulacro.
-Si vamos a morir no será solo.
Gritó, Samuel por la adrenalina.
Camilo, abrió la palma de su mano mostrándole una bomba de humo ninja que solían usar en sus prácticas de paintball con Jhonatan.
-Maldito habilidoso estás aprendiendo bien. Alardeó Jhonatan.
La edificación del edificio se encontraba en ruinas totales ya la noche caía, su visión era pésima.
Camilo, lanzo la bomba de humo aprovechando la cortina de este humo para acelerar entrando al edificio.
Se movieron rápido cubriendose entre columnas, escombros, estantes, todo lo que pudiera protegerlos.
El fuerte olor a polvo escombros esparcido en el suelo, vidrio, ventanas rotas. Mojo por las paredes agrietadas observó Damián.
Sus ojos se movían por todas los rincones del edificio tratando de mirar algo.
Samuel más impulsivo corrió a las escaleras sin mediar consecuencias afuera eran blanco fácil dentro podían protegerse.
Detrás de el corrió Jhonatan y Camilo
Jhonatan, era el de la experiencia militar y el que se encargaba de entrenarlos en simulacros que se tomaban muy enserio en la calle se debía saber de todo para su protección.
Le hizo señal de dividirse por los cuatro costados para revisar, pero en la parte de arriba subiendo en una especie de comando.
Samuel, avanzó por las escaleras con su arma al frente haciendo señal a Damián de adelantarse mientras el cubrio su espalda.
El primer disparo se escuchó Damián, retrocedió agachándose detrás de la columna de la escalera.
Camilo, deslizó una ventana la cual usaron como escudo era bastante pesada un material fuerte que los ayudo a cubrirse.
Jhonatan, disparo a uno el tiro fue certero en su cabeza corrió a sus pies quitándole su arma.
Samuel, siguió a Damián, que dispararon por ambos costado de una columna
Damián corrió una bala roso su brazo, pero entre la adrenalina del momento siguió ganando terreno para llegar al centro del que fuera un gran salón en sus tiempos.
Donde se encontraba su objetivo amarrado a una silla con su cara cubierta.
Damián, miro la ventana agrietada detrás de los último tres hombres. Buscó la mirada de Samuel, haciéndole señal con sus dedos un conteo regresivo de tres.
-3,2,1...
-¡Plas, plas,plas...
Dispararon a la ventana que se desplomó detrás de los hombres.
El estruendo de la ventana contra el piso y sobre los cuerpos de los tres hombres resonó...
Por otro lado un Oliver, frustrado con su laptop en su carro se encontraba con Dylan, mirando toda la escena como si se una película de acción se tratará, pero todo se salió de las manos.
Todo aquello se trataba de un simple simulacro para mirar cómo los jóvenes se desenvolvían bajo presión.
-¡Maldición! Gruñó Oliver al mirar el caos.
Sus balas eran de salva, solo quería ver su destreza y habilidades, pero no sé percató que para ellos era de vida o muerte.
Rompieron la ventana dejando a sus hombres brutalmente heridos...
Soltó el lazo de su corbata al observar a
Damián, tomando un vidrio al no tener más bala le quito la capucha al hombre.
-Esto no es personal, pero son negocios.
Lo escucho hablar con su voz profunda.
Damián habló frívolo sin ninguna expresión alzó su mano dispuesto a desangrar al desgraciado.
-Es un maldito simulacro para esa masacre antes de que maten a Héctor.
Gritó Oliver, por su auricular a sus hombres.
-Para mocoso, esto es un maldito simulacro.
Los tres compartieron una mirada confusa sin comprender nada.
-Limpiate la pintura en el brazo.
Señaló el hombre.
-Eran balas de salva.
Hablo el hombre fornido de ojos amarillos.
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La luz del semáforo cambió se encontraba en rojo Damián, miro la camioneta negra del años con sus vidrios poralizados acercándose con Jhonatan, a limpiar sus vidrios su rostro sudado su entre cejo arrugado por el resplandor del sol.
Concentrado esparciendo el jabon limpiando rápido antes de que el semáforo cambiará de color.
Seguían con sus prácticas en el campo de tiro, pero con sus mismo ritmo de vida normal.
Camino en dirección a la puerta del conductor en busca de su paga.
Este le lanzo una mirada de arriba abajo despectiva mirando su ropa gastada y sucia, pero eso era el pan diario de cada día.
Esos malditos ricachones se creían parido por los mismos dioses y ellos solo cucarachas plagando si ambiente solo eran usado a su antojó como marioneta a su conveniencia.
Damián, corrió sus manos por la puerta de la camioneta hasta llegar distraído a la ventana donde se encontro con Olivia, observándolo.
Distraído roso su mano sus ojos en cuestión de segundos hicieron contactó se sintió nervioso.
Olivia, desvío su vista a su labio partido, su pómulo con un hematoma bastante marcado. Sus ojos se llenaron de preocupación.
Damián, sintió su fuerte escudriñó.
-¿Estás bien?
Pregunto en un susurro no audible Damián leyó sus labios haciendo un leve movimiento.
La había soñado la chica de la camioneta que siempre lo observa mientras el limpiaba.
Olivia, le regalo una sonrisa débil Damián la miró bajando su mirada avergonzado.
Ella era perfecta como fue que la soño dentro de sus brazos, tan drogado estaba que no recordaba lo que pasó esa noche era solo verla para saber qué era un sueño, no podía ser real, pero ¿por qué lo miraba con tanta intensidad, con tanta devoción, hipnotizada?
La gente de su clase solo los miraban como lo que era solo marginados, escorias ensuciando su pulcro mundo.
Olivia, volvió a sonreírle débil.
Damián, sacó un pequeño chocolate de su bolsillo se lo dio con mucha discreción de no se visto por Dylan, que estaba entretenido en una conversación con Luca el otro guardaespaldas.
Olivia, lo agarró, sonriéndole. Se derritió al mirar sus hoyuelos en sus mejillas como la soño.
-¡Gracias!
Gesticuló Oliva, sin hacer ruido.
La luz cambió y ella siguió mirándolo.
Su día transcurrió en el semáforo, limpiando carro pasando el día para no volver a casa solo ya tenía que irse de ese lugar su tía estaba haciendo los trámites para obtener su custodia, pero no los quería cerca ya era demasiado tarde. El podría ya arreglárselas solo sin ser una carga para nadie.
En cuanto a sus estudios debían seguir suspendido..
No, pudo olvidar la mirada penetrante con un destello de preocupación al verlo con moratones en su rostro.
¿Por qué la soñaba?
Deseaba que ese sueño se hiciera realidad y tenerla sumisa solo para él.
Se río de lo absurdo de sus pensamientos.
Eso no pasaría.