Soyla Mujer Valiente

Como médico, sabía que la violencia no era la solución. Sin embargo, entendía la frustración y la rabia que sentían los chicos hacia su padre por todo lo que les había hecho. A pesar de todo, debía mantener la calma y encontrar una solución pacífica para proteger a los hermanos.

Decidí llamar a la policía para denunciar el maltrato infantil que habían sufrido los hermanos Alvarado, y para pedir protección para los chicos. Sabía que esta era la mejor manera de asegurarme de que no volverían a sufrir más daño.

Esta era solo la primera batalla en una guerra que aún no había terminado. Pero estaba dispuesto a luchar hasta el final para proteger a los hermanos, para que pudieran tener una vida tranquila y feliz.

El futuro era incierto, pero con determinación, y apoyo mutuo, estaba seguro de superar cualquier desafío que se les presentara.

El destino nos había unido en una misión de amor, protección y justicia. Y estábamos preparados para enfrentar la adversidad.

Rafael.

No entendía lo que estaba sucediendo, ese hombre, qué o quien se cree para meterse en mis asuntos. La verdad es que me dejó preocupado lo que me dijo, si Vicente le hablo de cómo lo castigue la última vez, a ese hombre se le puede escapar algo de eso, y si me llegarán a investigar, ni quisiera que dieran con el lugar, lo mejor es que vaya y borre toda evidencia de ello.

Con ese pensamiento regrese al pueblo, era increíble que me gastara tanto dinero yendo y viniendo para nada, sin embargo, digamos que algo bueno hay de esto, y es que podré eliminar toda evidencia del lugar de castigo. Con ese pensamiento maneje hasta la laguna,.

La laguna era un lugar por donde antes pasaba el río, pero después de una gran avalancha hace muchísimo tiempo, el río cambio su cauce y este lugar quedó con una pequeña laguna, allí se me ocurrió poner un lugar de escarmiento para los que en ese momento, no consideraba mis hijos, quería hacerlos sufrir y sentir miserables, mucho más de lo que yo me sentía, creí que eso haría que su madre pagará su traición.

A los 3 mayores fueron a quienes más castigue, ellos llevaron la peor parte, pero cuando ya se hicieron hombres grandes y fuertes, no pude someterlos más. Y pues Vicente nunca me dio motivos para castigarlo llevándolo allá, hasta ese día. Aún recuerdo todo.

Esa noche.

— Levántate, ven conmigo.

Vicente un poco confundido no refutó, solo se puso de pie y me siguió, estaba extrañado que lo levantara en medio de la noche y lo sacara de la casa, sin embargo no me pregunto nada, solo me siguió.

Cuando llegamos al sitio lo hice Najar de la camioneta, y esperaba que me preguntará o que me dijera algo, pero en silencio solo estaba allí.

— No me has preguntado qué hacemos aquí, pero te lo voy a explicar igual, está mañana te atreviste a llevarme la contraria, ¿Ya te crees con edad para refutar lo que yo te diga? Con esto te quiero enseñar quien manda aquí, y que cuando yo te hablo o te doy una orden, me obedeces, te guste o no, estés de acuerdo o no, tú solo haces lo que yo te diga. Espero que mañana cuando regrese aquí por ti, lo hayas pensado muy bien y no te queden ganas de volver a cuestionar las órdenes que te doy.

Saque las cuerdas y ni siquiera por eso me preguntó nada, lo hice recostarse en aquel poste donde solía amsrrarlos, y no vi en ningún momento que se doblegara, y eso me dio mucha más ira. Todos cuando los iba a dejar allí lloraban y suplicando, pero Vicente, él en ningún momento rogó, ni lloro, nada, y esoe molesto muchísimo.

Cuando me subí a la camioneta, lo observé un rato, quería ver si decía algo o hacia algún gesto, pero nada, es como si estuviera listo para eso. Me regresé a la casa molesto, pero no pude dormir, esa noche llovió muy fuerte, esperaba ir y soltarlo en la madrugada, pues ya que había llovido no quería dejarlo allá tanto tiempo. Pero no hizo falta ir a buscarlo, pues fue esa misma noche que escapó llevándose a Viviana con el.

Ahora que lo pienso, no entiendo cómo se desató, como pudo escapar de allí, lo que siempre he creído es que alguien tuvo que haberlo desatado y sospecho de los tres mayores.

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En ese momento, mientras recordaba la noche en la que dejó a Vicente en aquel lugar de castigo, comenzaron a surgirle dudas y sospechas sobre lo que realmente había ocurrido. ¿Realmente fue Vicente quien logró escapar por sí mismo? ¿O habría sido ayudado por alguien más? Pensar en los tres mayores, sus hijos, lo inquietó bastante.

Si ellos fueron los responsables de liberar a Vicente, ¿cuál habría sido su motivo? ¿Estaban realmente dispuestos a desafiarlo de esa manera? Las preguntas comenzaban a revolverle la mente, junto con la sensación de traición y rebeldía que ahora se apoderaban de su corazón.

Las sombras de los recuerdos de aquella noche parecían envolverlo, mientras seguía pensando en todo lo sucedido. La lluvia que caía afuera era como una melodía melancólica que acompañaba sus pensamientos. ¿Qué había pasado realmente aquella noche? ¿Qué habría motivado a sus hijos a actuar de esa manera?

El tiempo parecía detenerse mientras reflexionaba sobre las decisiones que había tomado y las consecuencias que habían dejado en su familia. Las lágrimas que había hecho derramar a sus hijos durante tanto tiempo, empezaban a atormentarlo lentamente, dejando al descubierto la carga emocional que había estado llevando.

En ese momento de introspección, una luz de esperanza empezaba a vislumbrarse en medio de la oscuridad de su mente. Quizás era momento de enfrentar la verdad, de confrontar sus propios demonios y buscar la redención que tanto ansiaba. Aunque el camino parecía incierto, sabía que debía dar un paso adelante y enfrentar las consecuencias de sus actos.

Con determinación en su corazón, decidió que era hora de buscar respuestas, de desentrañar los misterios que habían marcado esa noche. Tenía que regresar a ese lugar y tener una idea clara de lo que allí sucedió, además, era mejor borrar evidencias del lugar, si lo denunciaban por maltrato, al menos que no hubiera nada que ver.

Decidió entonces que luego de desaparecer ese lugar, era momento de hablar con sus hijos, de confrontar las sombras del pasado y encontrar la redención que tanto anhelaba. La noche, que antes parecía envolverlo en oscuridad y desesperanza, ahora sería como un nuevo comienzo, una oportunidad para sanar las heridas del pasado y construir un futuro basado en el amor y la comprensión.

Con paso firme y decidido, se encaminó hacia donde se encontraba aquel lugar, luego de eso, iría y hablaría con sus hijos mayores, los cuales estaban listos para salir de viaje con su madre. Ellos acababan de iniciar una nueva etapa en sus vidas, donde la verdad y la reconciliación serían los pilares sobre los cuales construirían un nuevo comienzo juntos.