El Amor Del Fénix (Valerian World)

Al día siguiente Milan y Anghy tenían clases juntos y cuando Anghy se sentó al lado de Milan fué Sebastian quien se acercó altanero, no le gustaba ver a ese caramelo prohibido llamada Serena  cerca del muerto de hambre de Milán.

        Lindo caramelo, no deberías juntarte con la basura, eres muy joven, ¿qué tal si te sientas conmigo?, yo cuidaré que nada te pase. Sebastian miraba a la hermosa Angelina Valerian como un lobo a una tierna ovejita.

        Gracias, pero mi amigo Milán me ayuda a estudiar, y creo que contigo no aprenderé mucho así que puedes retirarte _ Anghy hablo tranquila pero era notorio que no quería estar con nadie más que con Milan.

        Creo que aun no sabes lo que te conviene caramelito, tarde o temprano sabrás que tu lugar está a mi lado _ Sebastian sonrió lujurioso, ya que esa niña es una becada, debería ser fácil llevarla a la cama y nadie respondería por ella.

Sebastian se fue feliz con la idea de tener ese bombón más adelante mientras Anghy miraba dulcemente a Milán y a este no le gusto como Sebastian miraba la hermosa muñequita.

Ese dia pasaron entre clases y estudio en los jardines pero para Milan lo último que se le pasaba por la cabeza cuando estaba con Anghy (Serena) era estudiar y es que ella no le hace las cosas sencillas, ella se acurrucaba en él mientras él leía las normativas administrativas y a veces no se daba cuenta que leía el mismo párrafo hasta cuatro veces porque la cercanía de esa belleza lo distraía a niveles desproporcionados. 

Lu por otro lado los miraba risueña, esa niña estaba poniendo a prueba la honorabilidad del pobre y atormentado Milán.

Paso un mes y Anghy era una extensión mas de Milán y él era más que feliz, él no podía esperar para llegar a la universidad y ver a la hermosas muñequita quien corría a sus brazos cuando lo veía, y él estaba loco por ella, solo debía tener sus manos lejos de ella y su bragueta cerrada.

Milán había decidido esperar a que ella tenga 18 años, la buscaría por todo el mundo si era necesario y la haría su esposa porque no podía negar que la atracción que sentía por esa niña era sobrenatural, nunca le habia pasado eso ni siquiera con Fabiana de quien creyó estar profundamente enamorado pero en cuanto vio ese día a la dulce Serena en el jardín parada con esa hermosa y tierna sonrisa él se había enamorado a primera vista de ella y aunque trate de negarlo Serena es quien tiene su corazón.

*__*

Un dia Milán estaba estudiando en su habitación ya que si se ponía a estudiar con Serena el podría perder la beca por estar distraído y después de una ducha fría porque no tiene recursos para habilitar la ducha caliente en su cuarto él se prepara para largas horas de estudio pero su puerta suena con golpes delicados pero firmes, Milán fué a abrir la puerta con sólo unos pantalones mientras secaba su pelo pero cuando vio a su visita se quedó petrificado mientras Anghy se sonrojó en ese momento, sus hermosas mejillas estaban color carmín intenso, era la primera vez que veía a un hombre (que nos eran sus hermanos y primos que no cuentan) en ese estado y es que Milán trabaja y su físico explica en cada músculo definido que trabaja de todo, en todo y el tiempo que sea necesario.

Milan estaba sorprendido pero no sabia que hacer, si dejarla entrar para que los vecinos no vean que hay una menor de edad en su puerta o decirle que se vaya y los vecinos igual verían que una niña está en su puerta así que le dio un rápido jaloncito y la metió a su cuarto antes que alguien la vea.

        Serena, ¿qué haces aquí?, alguien podría verte y malinterpretar la situación _ Milán había olvidado que estaba con el dorso descubierto mientras Anghy no sabía para donde mirar.

        Yo…, venia para que festejemos mi cunpleaños, hoy cumplo 17 años y traje un pastelito para que comamos juntos, no te vi en la universidad así que vine para que festejemos  _ Anghy miraba el físico fino y definido de Milán mientras hablaba y sin darse cuenta se lo comía con la mirada y Milán al notarlo se sonrojó, esa niña tenía ese efecto en él, y eso también le gustaba, era la única que podía hacerlo sonrojar con sus atrevidas reacciones.