Volví a la manada que tanto he odiado, estando dentro de esta manada me trae recuerdos de aquella noche, estuve apunto de morir y la única manera en la que podía sobrevivir era recibiendo tratamiento en el mundo humano, pero los miserables de los reyes trillizos alfas les habían negado a mis padres la opción de ir al mundo humano ya que el odio que le tienen los hombres lobos a los humanos es demasiado, el recuerdo de mis padres arrodillados pidiéndoles que los dejaran ir para poder salvarme no sale de cabeza, ellos le dieron la opción de que si se iban no podían volver a la manada y así fue como mis padres y yo terminamos siendo unos renegados prohibiéndonos la entrada a la manada Luna real. Y ahora después de ocho años les piden a mis padres volver ¿para que? Eso lo sabremos muy pronto
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Capítulo 8
A la final terminamos quedándonos en la casa de la manada ya que el trío de posesivos que tengo como compañeros no permitieron que nos fuéramos, quería que nos fuéramos a nuestra antigua casa pero el trío no lo permitió así que no tuvimos más remedio que quedarnos.
Tome la habitación que estuviera más alejada de la de los trillizos y la de mis padres están a mi lado ahora estoy en la de ellos y así evitar que los trillizos vallan a molestarme.
—¿Como fue que llegamos a esto? — preguntó fastidiada— Ahora no podemos irnos, por qué esos lobos posesivos no nos dejan ir.
No recibo respuesta, la habitación está en silencio, me levanto de la cama y giro a ver a mis padres ambos están pensativos.
—¿Que pasa? — preguntó cuando fijan su mirada en mi.
—Hija, creo que deberíamos aceptar — empieza papá — no tenemos por qué darles la espalda como ellos lo hicieron con nosotros, además Luna Stela tiene razón estás destinada a ser la Luna de esta manada es tu responsabilidad ver por ella.
Me quedo callada, ¿Que debería decir? Si no voy a mentir que me siento un poco mal por la situación por la que está atravesando la manada y pues papá también tiene razón yo no tengo por qué ser como ellos, mis padres notan que estoy en un debate contra mi orgullo por lo que mi madre se dispone hablar.
—Y también ten en cuenta cariño que has encontrado a tus compañeros — esas últimas palabras envían una corriente de emoción y un cosquilleo a mi estómago — no te estoy pidiendo que los aceptes, y juro que si no fueras su compañera tampoco estaríamos dispuestos ayudarlos, pero teniéndolos puedes obtener tu cambio para que así seas una loba completamente.
Mamá se levanta y me toma de ambos hombros.
—Luna Stela y los Alfas nos aceptaron de nuevo como miembros de la manada, este puede ser un nuevo comienzo y quiero que pienses bien las cosas ademas no puedes evitar el vínculo de pareja para siempre, eso es imposible sea como sea el vínculo te acercará a ellos y no podrás hacer nada, así que te recomiendo que empieces a conocerlos y dales una oportunidad de enmendar sus errores, y así logres perdonarlos por que si dejas todo en las manos del vínculo tarde o temprano te llevará a ellos y hasta puede que te dejes marcar y si eso pasa y aún hay resentimiento en tu corazón no serás del todo feliz, por eso es mejor que todo valla a tu ritmo y no al del vínculo o al de tus compañeros.
Me quedo callada sin saber que decir, se que mamá tiene razón siempre la tiene pero no se si pueda o mejor dicho, no se si yo lo quiera.
\~Pues yo si lo quiero, además de que también quiero salir y estirar las patas \~ dice Liz \~ creo que debes hacerle caso tarde o temprano caerás y es mejor que sea cuando estés lista a qué te tome desprevenida, una vez seas marcada no habrá marcha atrás.
Suspire, creo que está ve tengo que darle la razón a esta bola de pelos.
\~Sabes que puedo escucharte ¿verdad?.
“Aléjate de mis pensamientos”
—Está bien mamá, lo pensaré mañana les daré una respuesta— digo dándole un beso en la mejilla y uno también a papá — buenas noche descansad.
—Buenas noches cariño — dice papá dándome un beso en la frente.
Salgo de la habitación, y me quedo inmóvil cuando veo a los trillizos en la puerta de mi habitación ¿Que demonios hacen aquí?.
—Hola pequeña — dice Jack.
No digo nada solo me quedo allí parada.
—Queríamos hablar contigo, claro si nos permites — dice Noah con un brillo en los ojos que hace que me estremecer.
Dudo por unos minutos, minutos en los que puedo sentir la ansiedad que les provoca no tener respuestas de mi parte, quien lo creería los temibles trillizos Alfas nerviosos por no recibir respuesta de su compañera, eso es algo que obviamente no se ve a diario.
—Está bien — mis palabras les ilumina la mirada y el cosquilleo en el estómago vuelve.
Camino hacia donde están ellos y habré la puerta de mi habitación, entro y les digo que pasen sin dudarlo lo hacen los tres se sientan en la orilla de la cama y yo me siento en la silla del tocador quedando en frente de ellos.
Los tres no dejan de mirarme por lo que ahora la nerviosa soy yo, sus miradas muestran deseo y anhelo enviado una ola de calor a mis mejillas bajo la cara para ocultarlo ya que la vergüenza que siento es grande ¡Odio que provoquen eso en mi!