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Y Llegaste Tú

Y Llegaste Tú

Status: En proceso
Genre:Romance / CEO / Amor prohibido / Mujer poderosa / Amor eterno / Mundo mágico
Popularitas:24.7k
Nilai: 5
nombre de autor: SoMarWill

Y llegaste tú, y me sorprendió el poder que había en tu interior y llegaste tú...

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Capítulo 8

En la finca de los Mendoza, sede de la agencia de eventos 4Fantastico. Emmanuel ya estaba preparado y listo, para dar inicio a la jornada de ese día. Sin poder sacarse de la cabeza el beso que le dio Samantha anoche, su sabor quedo grabado en su boca y lo unico que quiere en ese momento es hacerle el amor a esa mujer.

Al ver su mesa de trabajo full de proyectos por concretar y ya confirmados, decidio apartar a Samantha de su mente y trabajar.

Pensando en la gala de las bodas de oro de los padres de unos clientes de la empresa, Emmanuel recordó que le habían encargado que recreara la boda original y la recepción que siguió en el jardín. Y así lo haría. En veinte minutos se reuniría con su mano derecha y florista oficial, Karina Febres para planearlo y organizarlo todo.

Se dirigió al tablero que había colocado en su sala de reuniones, donde tenía clavadas unas fotos del antiguo álbum de boda y añadido unos bocetos de ideas para los diseños junto con una lista de las flores que le gustaban al matrimonio y los accesorios que utilizaría. En otro tablero había clavado un diseño que había hecho Luis del pastel de boda de tres pisos, sencillo y elegante, rematado con unos narcisos amarillo intenso y unos tulipanes blancos inmaculados. Una fiel reproducción de la pareja en el día de su boda que copiaba incluso el encaje que la novia había llevado en el dobladillo de la falda, acampanada hasta la rodilla.

- Cincuenta años juntos, - pensó, mientras estudiaba las fotos. Día a día, noche tras noche. Cumpleaños y navidades. Nacimientos, muertes, discusiones y risas.

Sus amigos lo catalogaban de ser un romántico empedernido. Pero tenía que reconocer que le gustaría mucho vivir todo eso con la mujer perfecta para él.

En ese momento sonó una notificación de mensaje en su teléfono móvil y reviso para ver de quién se trataba.

ED - Hola, cómo estás. Disculpa que te moleste, debes estar ocupado. Pero como no podía dejar de pensar en ti, decidí. Escribirte para saludarte. Que tengas un buen día.

Emmanuel al leer el mensaje tuvo que reconocer que le hacía bien saber que había alguien allí afuera pendiente de él. - ¿Será posible que seas tú? Cómo me gustaría que así fuera. - Decidió responder el mensaje.

- Hola, buen día, cómo estás. Gracias por tus buenos deseos. Yo tampoco puedo dejar de pensar en ti.

- Solo me gustaría saber quién eres. Por favor. Dímelo. ¿Dime quién eres?

ED - No sabes cómo me gustaría decirte, pero me da miedo, porque no sé cómo vayas a reaccionar.

Emmanuel - Sino me dices también me voy a seguir sintiendo como un idiota. Porque no sé quién eres tú.

ED.- Pronto. Pronto lo sabrás te lo prometo.

Emmanuel - Por favor, me gustaría saberlo.

En ese instante Karina, su mano derecha entro a su despacho. Y él logro guardar su teléfono móvil en el bolsillo del pantalón que llevaba puesto ese día.

Karina - Buenos días gf. Cómo estás.

Emmanuel - Buenos días Kar. ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me digas así?

Karina - Jajaja. Lo sé, perdón. Y cuéntame, ¿Cómo te fue anoche en la fiesta?

Emmanuel - ¿Cómo sabes que fui a una fiesta anoche? Y no era una fiesta, era una reunión.

Karina Sonrió - Si tú lo dices, está bien. Y me enteré, porque estoy saliendo de una reunión con Patricio y me comentó.

Emmanuel sonrió - Con razón estás bellísima. Y dime, ¿Se dio cuenta de lo hermosa que estás?

Karina con una mirada triste, solo contesto - No. No se dio cuenta. Ni siquiera me miro.

Emmanuel - Lo siento - Luego se acercó a ella y la abrazo.

Karina - ¿Por que tuve que enamorarme de él? Si ni siquiera me mira.

Emmanuel - Esa es la pregunta de los 300mil $.

Karina se separó un poco de él. Incómoda por su comentario. - Emmanuel no estoy para tus chistes.

Emmanuel - Lo sé. Lo siento. Pero me lo vas a preguntar a mi, que tengo la cabeza loca, porque no sé quién es la mujer que me escribe.

Karina lo miro con una sonrisa - Y todavía, vas a negar que no lo sabes.

- Emmanuel, esa chica se le nota a leguas que se muere por ti.

Emmanuel - ¿Cómo lo sabes?

Karina - Porque en las ocasiones que la he visto reunida con ustedes te mira con esos ojos que desbordan su alma con solo mirarte y ayer cuando me contaste lo que te pasaba lo confirme. Y no te había dicho nada porque no sabía si era porque yo me siento igual con respecto a Patricio o si era verdad lo que veía en ella cada vez que te mira.

Emmanuel suspiro y vio a Karina con ojos de súplica - Entonces dime qué hago, Como la descubro sin que ella se sienta mal y yo no me sienta como un idiota.

Karina - Usa su misma táctica. Y si es ella la que te escribe. Lo sabrás.

Emmanuel - Buena idea, eso es lo que voy a hacer. Gracias Kar.

Karina - De nada, siempre a la orden.

Emmanuel la observó y lo que vio lo hizo sentir mal. - Kari. No te sientas mal por mi amigo. No dicen por allí, que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Y Patricio no tardará mucho en darse cuenta.

Karina solo sonrió - Bueno dejemos eso para otro momento y comencemos con nuestro trabajo.

Emmanuel - Ok. Comencemos

Karina describió todo lo que había preparado para la gala de las bodas de oro. Mientras la chica exponía todo el diseño de las flores, Emmanuel se recreaba en el diseño de ambiente para esa noche. Eso le parecía muy romántico para la ocasión y lo hizo sentir muy bien.

Le gusto que tanto él como Karina les obsequiarían con su jardín de cuento de Hadas. Y se sentirían como la primera vez.

Karina salio después de la reunión con muchas ganas de comenzar con su nueva creación. Empezó con los narcisos y los plantó en unos maceteros rectangulares con una base de musgo, y luego añadió tulipanes, jacintos y otras variedades distintas de narcisos. Para completar el conjunto, plantó hierba doncella. Tuvo que llenar el carrito unas seis veces hasta transportar todas las plantas a la cámara frigorífica.

Emmanuel se dedicó a crear el diseño perfecto para la gala con colores suaves y los más atrevidos, y luego los combinó a diferente altura para crear la ilusión óptica de un jardín en primavera. Mientras trabajaba no se dió cuenta que el tiempo pasó volando.

Soltó el lápiz y alzo los hombros, relajo el cuello y flexiono los dedos.

Luego se levantó de su mesa de diseño, se dirigió a la cafetera que tenía en su despacho y se sirvió una taza de café y se dirigió al ventanal a observar el trabajo que había empezado Karina con el equipo de jardinería y se sorprendió de lo que estaba logrando y le gustó.

En ese momento vio que Karina se dirigía hacia el invernadero en compañía de...

- ¿Samantha? Y pudo ver cómo ella acariciaba las flores del jardín. Eligiendo unas rosas, y se las entregaba a Karina para que limpiara los tallos de hojas y espinas para poder utilizarlas en la primera de las cincuenta reproducciones que le habían encargado del ramo que la novia había llevado medio siglo antes.

Pudo ver cómo Samantha disfrutaba del trabajo de Karina.

- Samantha se veía hermosa pensó, y alegre. Era preciosa.

Al verla en el jardín con Karina, decidió que terminaría el resto de su trabajo después de tomarse un descanso. Salió al patio con una Coca-Cola Light en la mano. Fijándose que los jardines de la finca no podían competir (todavía) con el que Karina estaba creando. De todos modos, había que tener en cuenta que la feliz pareja se había casado en los Roques y pensó con orgullo «Demos unas cuantas semanas más», satisfecho al ver que ya brotaban los bulbos primaverales y, que en las plantas perennes, apuntaban las hojas tiernas. - Karina debe sentirse realizada al ver sus creaciones creciendo y dando color a los exteriores de la finca.

La brizna de la noche anterior era un vago recuerdo comparada con el cielo azul y la suave temperatura.

Mientras se dirigía hacia donde se encontraban las chicas, divisó a Patricio reunido con unos clientes potenciales a los que les enseñaba la finca y, en concreto, mostraba una de las terrazas de la casa principal. Patricio señalaba en dirección a ellas, hacia el cenador de rosas. Y se dió cuenta que su socio y amigo no dejaba de mirar en esa dirección, no le quitaba los ojos de encima a Karina - Emmanuel sonrió diciéndose a sí mismo "Si supieras Karina como te mira el condenado" El amor se veía relucir en todos los rincones de la casa.

Vislumbro a los clientes imaginandose Junto al estanque moteado por lechos de lirios y los sauces llorones que empezaban a reverdecer.

Se preguntó si esos futuros clientes serían una pareja de novios que le encargarían algún día a un reconocido arquitecto y a su increíble florista que crearan el ambiente perfecto para celebrar su matrimonio.

Gimió al notarse los músculos, producto del ejercicio matinal y del trabajo de esa jornada, se recostó en una de las sillas de descanso y puso los pies sobre una mesita que tenía delante, alzó el rostro y dirigió su mirada hacia donde estaban las chicas para observar a Samantha, mientras intercambiaban ideas para el aniversario de la firma de sus padres, sin darse cuenta cerro los ojos, relajando el cuerpo, para recobrar energías y continuar con su trabajo.

Samantha - Se te ve cansado. ¿Estás bien?

Emmanuel se incorporó de golpe, preguntándose si se había quedado dormido y sorprendido al ver a Samantha, tomando un trago de la Coca cola que había dejado en la mesita.

Samantha - Está rica. Perfecta, como me la receto el médico para refrescarme ¿Tienes más?

Emmanuel - ¿Qué? ¡Diosss! Preso del pánico, miró el reloj y respiró aliviado. - Debo de haberme dormido, pero solo un par de minutos. Me quedan unos cuantos diseños por terminar.

Samantha frunció el ceño y, por debajo de las cejas, destacaron sus ojos color bronce.

¿Celebran una gala pronto que Karina me comentó que tiene que recrear unos cincuenta ramos de novias?

- Mmm. No. - Emmanuel sacudió la cabeza para aclararse las ideas. Organizamos unas bodas de oro y tengo que recrear el ambiente nupcial y le pedí a Karina que rememorara cada año con un ramo que reflejará los cincuenta años de feliz matrimonio de la pareja. Pero la pregunta es, ¿Qué estás haciendo aquí? No deberías estar trabajando.

Samantha - Debería, tú lo has dicho, pero ya estoy de vacaciones y tengo un mes para dedicarme a organizar gran parte del aniversario de la firma de mis padres, antes de incorporarme otra vez a mi trabajo o se presente alguna emergencia, pero igual estoy dando consulta privada. Pero a mí ritmo.

Emmanuel - Que bien, deberías aprovechar mejor tu tiempo libre entonces. ¿Tenías reunión con Karina?

Samantha - Si. Estábamos discutiendo, en el buen sentido, cuáles serían los arreglos para la celebración.

- Y bueno, también aproveche para traerte la chaqueta. Pensé que la necesitabas.

Emmanuel - Cierto. Gracias. Lo había olvidado.

Samantha - No pasa nada. A mí se me olvidó devolvertela anoche.

Emmanuel - Tranquila, de todas maneras anoche estaba haciendo frío y necesitabas abrigarte.

Samantha - Tengo una cita con Luis dentro de una hora y todavía me queda un poco de tiempo. - Luego tomó otro sorbo de Coca cola y le pregunto. - ¿Tienes más? No he podido almorzar pero una Coca cola como está me refrescaria y me aliviaría un poco hasta terminar mi jornada y poder irme a mi departamento y comer bien.

Emmanuel - Te propongo algo mejor. Te invito a almorzar y un plato de pasta con salsa boloñesa y queso y así me acompañas para no comer solo.

Samantha - Sí, claro. Es lo menos que puedo hacer después de que me rescataras anoche en la carretera.

Emmanuel - Perfecto, vamos adentro y así también después de un buen almuerzo, una buena taza de café para disfrutar de tu compañía.

- Acepto.- Sami lo observó mientras se arreglaba un poco el cabello que lo tenía un poco alborotado por la brisa . Se te ve un poco cansado.

Emmanuel - He tenido una mañana de perros. Y he de tener otra reunión con unos posibles clientes dentro de una hora y media. Gracias por venir a traerme la chaqueta. Me ahorraste el viaje.

Samantha - Si claro.

Y Emmanuel observó que se le entristeció la mirada al escuchar lo que él decía. - Soy un idiota - Se dijo a sí mismo. - Ahora como lo arreglo.

Era verdad que se sentía cansado. - pensó, mientras caminaban el sendero de regreso a su casa. - Y no tanto por el trabajo, ni por la rutina de ejercicios de esa mañana, del que habría salido mejor parado si no se hubiera pasado la noche en vela. Dar vueltas sin parar en la cama intentando apartar de su mente a una dama de ojos soñadores agotaría a cualquiera. Pero ella no tiene la culpa de tu mal humor soquete.

Samantha - ¿Qué hago yo aquí? Simple. Porque eres lo bastante estúpida y masoquista como para dejarte caer por su casa con la excusa de regresarle la chaqueta, cuando podías habersela enviado con Patricia.

- ¿Quién diría que por su amor yo me perdería, que por su amor yo me moriría? Triste, sola y sin su amor. Y tan bello y divino que se veía con los ojos cerrados.

Ahora ya lo sabía. Y eso no iba a ayudarle a conciliar el sueño en las noches.

Lo que tenía que hacer era superarlo. Tendría que cumplir con su agenda de eventos, hacer algo que la mantuviera ocupada, hasta que consiguiera olvidar a Emmanuel. Pero antes tengo que decirle que yo soy la chica que le escribe las noches de los sabados. Porque si había algo de lo que sentirse orgullosa es que no era una cobarde.

Emmanuel la invito a sentarse en la encimera que tenía en la cocina, dispuesta con unos banquillos comodos mientras preparaba algo para comer.

Emmanuel pensó que Samantha tenía esa clase de belleza que deja a un hombre sin respiración. Y cuando sonreía, como estaba haciendo en ese momento, esa mujer calaba por dentro como cuando a uno le cae encima un rayo.

Intentó visualizar una señal de «Prohibido el paso». Pero no la encontró.

Me queda un trozo del pan de guayaba que preparo mamá Mariana.- le dijo él. Esta buenísimo. Yo lo he tomado con café esta mañana.

Samantha - Me apetece mucho. Gracias.

Emmanuel - De nada, es un placer. Me gusta tener compañía durante los descansos. - Luego se sentó frente a ella despues de montar el agua para la pasta y Samantha aprovecho para preguntarle . ¿En qué estás trabajando ahora?

Emmanuel - Estoy trabajando en varios diseños respondió él mordiendo el pan.

Samantha probo el pedacito de pan que Emmanuel le ofreció y sonriendo estuvo de acuerdo con el. - Tienes razón. Es buenísimo.

Emmanuel - Es la receta secreta de mamá Mariana. Has dicho que tenías una cita con Luis.

Samantha - Tengo una reunión con él para tratar varias opciones para el banquete de pasapalos para ese día. Quiero ir finiquitando todo porque se me está haciendo eterno.

Emmanuel - Y por cual opción te decantarias para los pasapalos.

Samantha - Quiero algo variado, que los invitados disfruten de un buen aperitivo antes de la cena y degusten todo lo preparado por Luis, porque se que es un gran chef en su campo.

Emmanuel - Estoy completamente seguro que no te desfraudara.

Samantha - Lo se. - Emmanuel se levantó de la encimera y se puso a montar la pasta, y la salsa. - Dime en que puedo ayudarte.

Emmanuel - ayudame a asar las verduras y procesar para la salsa.

Samantha - Ok, - Mientras ayudaba a Emmanuel a hacer la salsa para la pasta, penso si debería decirle que ella era la chica que le mensajeaba los sábados por la noche o no. Mientras se debatia en si decirle o callar, Emmanuel recibio una llamada y por lo que escuchaba era una mujer y eso la puso muy triste.

Pero no podia seguir siendo una cobarde, porque su amiga Carla tenia razón, no debería seguir ocultando sus sentimientos hacia él, solo por miedo a ser rechazada por su color de piel, asi que espero a que él terminara la llamada para decirle.

Se puso a pensar en la manera de decirle sin que sonara como una estupida.

Emmanuel termino la llamada y Samantha no se aguanto y le pregunto. - ¿Alguien especial?

Emmanuel - No. ¿Por qué? Celosa.

Samantha - ¿Por qué debería estarlo? No tengo motivos para estarlo.

Emmanuel al ver su mirada que había perdido el brillo que vio hace un momento. Solo quizo explicarle que no había nada entre la mujer que lo llamo y él.

Si ella supiera que no se sacaba de la cabeza el beso que se dieron anoche cuando la estaba auxiliando. Y decidió decirle y ver su reacción.

- No logro dejar de pensar en el beso que nos dimos anoche.

Samantha se sorprendió y lo miro risueña. - De verdad.

Emmanuel - Si.

Samantha - Debo confesar que yo tampoco puedo dejar de pensar en ese momento.

Emmanuel sonrió y siguió comiendo.

- Es increíble como un beso te hace pensar en lo bueno que sería estar toda tu vida con una mujer.

Samantha - Estoy segura de que eso sería maravilloso, pero hace mucho tiempo comprendi, que el amor no fue hecho para mi. A veces me pregunto ¿Por qué no puedo ser feliz?

Emmanuel se sintio molesto por la inseguridad de esa mujer. ¿No se daba cuenta de lo hermosa que es?.- ¿Porque lo dices?

Samantha - Tengo la mala costumbre de fijarme en los hombres que no son para mi. Y ¿Sabes? Me canse.

Emmanuel - No te parece que eres demasiado cinica contigo misma.

Samantha apuntó el tenedor hacia él y luego lo clavó en la pasta - No se, pero al parecer los hombres ven a las mujeres como un trofeo, y ya no quiero ser la imbécil que se cree el cuento de hadas con un final feliz.

Emmanuel - Eres muy dura contigo. Y no lo entiendo, porque vienes de una familia consolidada, estable y por lo que he podido ver llena de amor, que se demuestran cada vez que pueden.

Samantha - Es verdad, tengo una familia increible y vaya que lo son, porque gracias a ellos soy lo que soy. Y me siento orgullosa de ellos.

Emmanuel - Para ser una profesional de la Psicología clínica, eres muy dura contigo misma.

Samantha - Es posible, pero he aprendido a ser realista. Vengo de un matrimonio feliz que siempre han sido un equipo; y creeme sueño con eso para mi, todos los dias de mi vida, y en mi campo trato de enseñar a mis pacientes a valorarse, a quererse y a respetarse a si mismos. Pero también se que muchas veces por nuestro color de piel somos lastimados y ya he pasado por eso y me cuido mas. Lo único que no he logrado todavia es, a no fijarme en los hombres que ni siquiera me miran o en los que solo quieren una noche conmigo y ya.

Emmanuel movió el tenedor y lo clavó en la pasta imitando los movimientos de Samantha.- Lo siento, pero estoy completamente seguro que el hombre destinado para ti, esta allí, afuera, esperando por ti con los brazos abiertos.

- Date una oportunidad, no te cierres al amor Samantha, eres una mujer hermosa y quien sabe, a lo mejor lo tienes frente a ti y no lo quieres ver. Por temor a que te lastimen.

Samantha dejo el tenedor en el plato y se recostó en la silla mirando directamente los ojos de él. Y decidio decirle en ese momento que era la mujer que le escribía en secreto los sábados por la noche, y ver su reacción.

- Puede que tengas razón.

- Emmanuel, que pasaría si yo te dijera, que tengo algo que decirte.

Emmanuel sabía de que le estaba hablando Samantha, porque llevaba semanas tratando de confirmar sus sospechas, pero ahora que ella estaba dispuesta a decirle no dejaría pasar la oportunidad. Y si era así, que los acontecimientos siguieran su rumbo. Porque no la soltaría y le demostraría que podía confiar en él y ser feliz. — Me intrigas. ¿Qué tienes que decirme?

Samantha se dio cuenta de que ya no podía echarse para atrás, así que aquí voy — Pensó — He escuchado que tienes una admiradora secreta, y que ella te escribe solo los sábados por la noche. ¿Te gustaría saber quien es ella, verdad?

Emmanuel — Me encantaría saberlo, porque me tiene loco, creo saber quien es, pero no quiero equivocarme y meter la pata.

Samantha — ¿Por qué? ¿Hay algo que te inquiete?

Emmanuel se dio cuenta de que ella estaba evaluando su reacción, porque veía en sus ojos el miedo al rechazo y quería que se sintiera segura, que él no era como los demás y decidió decirle la verdad. — Hay una mujer que me tiene completamente perdido por ella, pero no sé cómo acercarme y quiero creer que es la misma que me escribe, porque me encanta, es hermosa.

Samantha — Y quisieras saber si las dos son la misma mujer, porque no quieres lastimarlas, verdad.

Emmanuel asintió y la observo, esperando con paciencia a que ella le confesara que era ella la que le escribía «Por favor que seas tú, que seas tú» —Penso.

Samantha escuchando la sinceridad en las palabras de Emmanuel, se tiro a fondo y le dijo su secreto — Soy yo. — Y bajo la mirada para que él no viera la profundidad de sus emociones en sus ojos.

Emmanuel se dio cuenta de que le costo mucho decirle y sonrió, sintiendose el hombre mas feliz del mundo «Gracias» — Penso. Y espero a que ella lo mirara de nuevo.

Samantha se dijo a si misma «Es que no va a decir nada» luego lo miro otra vez y lo que vio en sus ojos, la inquieto, porque lo que reflejaba su mirada, era la misma fuerza de sus sentimientos y eso la emociono de tal manera que tenia ganas de gritar, de saltar. «Papito que sea verdad, que lo que veo en su mirada sea verdad»

Emmanuel supo que ella se habia dado cuenta de sus sentimientos y le tomo una de las manos, todavía sentados en la encimera donde habían almorzado y le dijo — No sabes las veces que le rogue a Dios y a mi corazón que fueras tú.

Samantha — ¿De verdad?

Emmanuel — De verdad. Samantha porque no me lo dijiste. Has tenido bastante oportunidades para hacerlo.

Samantha — Por miedo a que me rechazaras.

Emmanuel — Porque iba yo a rechazarte. Si lo que estoy es muriendome por ti, desde que te conoci.

Samantha — Emmanuel, lo siento. No lo sabía.

Emmanuel — Y ahora que lo sabes que vas a hacer.

Samantha — Lo unico que quiero en este instante es poder probarte otra vez.

Emmanuel — ¿Que estas esperando para hacerlo?

Samantha se le aventó de un salto de la silla donde estaba y se sento sobre él y lo beso dandole en ese beso todo el amor que sentía por ese hombre.

Emmanuel No supo en que momento esa mujer llego a sus brazos, lo unico que sintio fueron sus labios devorando su boca a placer y con un amor inocente que lo hizo sentir en el cielo, las piernas de esa mujer lo rodeaban y la estaba sintiendo muy cerca de su compañero que se estaba despertando a la vida gracias a esa mujer.

Si Samantha supiera que desde la conocio no habia estado con otra mujer porque no lograba sacarla de su cabeza ni un segundo.

Y ahora que la tenia en su regazo solo queria besarla y hacerla sentir segura entre sus brazos.

Samantha se separo de su boca unos centímetros para poder respirar y lo miro. — ¡Guao! Que bien se siente estar así.

Emmanuel — Si supieras. Me encantaría estar asi, toda la vida contigo.

En ese momento sono el teléfono movil de Emmanuel. Vio en el salvapantallas de quien se trataba y dijo. — Lo siento debo contestar, es Patricio.

Samantha sonrio y le dijo — Tranquilo, creo que ya te he quitado mucho tiempo. — Se levanto de las piernas de Emmanuel, mientras él contestaba la llamaba, viendo como ella recogía sus cosas y ya iba hacia la puerta.

Emmanuel corrio hacia ella y la tomo de la mano. Abrio la llamada y le dijo a Patricio — Un segundo hermano. — Luego miro a Samantha y le dijo — No te vayas, dejame atender esto y regreso contigo. Si.

— Por favor, espera.

Samantha — Ok. Espero.

Emmanuel le sonrio — Gracias.

Regreso a la llamada con Patricio — ¿Qué paso compadre, para que soy bueno?

Patricio — Necesito que dejes lo que estas haciendo y vengas inmediatamente a la mansión.

Emmanuel — Ok. Voy para allá.

Se acerco a Samantha que estaba en una de las ventanas de la casa de invitados viendo hacia los jardines sonriendo, la abrazo, le puso el mentón sobre su cabeza y le pregunto.— ¿Estas bien?

Samantha — Si. Feliz. ¿Tienen trabajo, verdad?

Emmanuel — Tengo que ir inmediatamente a la mansión, esa fue la orden.

Samantha se voltio frente a él y dijo — Esta bien, yo voy a casa a preparar unas cosas para el evento de mis padres y luego se los muestro a ustedes para terminar de finiquitar, porque ya se acerca la fecha y quiero que todo este listo.

Emmanuel — ¿Hablamos esta noche?

Samantha sonrió — Si. Me llamas o me escribes, cuando estes tranquilo.

Emmanuel.— Ok. Vamos.

Samantha.— Vamos.

Salieron de la casa de Emmanuel agarrados de las manos y él la acompaño hasta su auto se despidieron con un beso sentido que los dejo con ganas de más y la vio partir.

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alejandra delgado
Buenos días corazón, el capítulo 74 es el final de la historia de Emmanuel y Samantha, en este momento estoy escribiendo la historia de Luis Gaitan y Patricia Mendoza, si quieres conocer la historia de Marcos Duque y Carla Martinez la puedes encontrar en Siempre Juntos.
Marcela Villena
SI!!! ya son novios
VIVIANA CERDA
excelente. por favor autora, necesito el final!
VIVIANA CERDA
no puede ser! no era el capítulo final! ahora a esperar
VIVIANA CERDA
me encantó el capítulo!!! felicidades autora
VIVIANA CERDA
se olvidaron de la cena y pasaron al postre!
Dilegna Rodriguez
Que hermoso capitulo de reconciliación de perdón de ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️😍😍❤️❤️❤️❤️❤️/Drool//Drool//Drool/
Dilegna Rodriguez
No. como va a terminar el capítulo. necesito saber qué pasará con Samantha y Emmanuel 🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤔
Dilegna Rodriguez
Si Emmanuel, la verdad son unos buenos amigos, hermanos para alejar cualquier cosa que te pueda dañar. en estos momentos se llama Samantha 💖💖💖
Dilegna Rodriguez
Samantha te lo buscastes!!!! para ellos , Emmanuel es su amigo, su hermano verlo sufrir es una traición muy grande de tu parte por que ellos saben los sentimientos que tiene por ti.. Aléjate un tiempo. libérate de todo miedo e inseguridad que tengas con respecto a establecer una relación de pareja con Emmanuel con el amor de tu vida.💓💖💝😞😞😞
Dilegna Rodriguez
Ya Samantha. ese hombre te ama daría la vida por ti.. te quiere con todo su ser. entrégate con toda la seguridad no te arrepentirás 🥰💖🤩😘💝💝💝🌺🌺💐💐💓💓💓
Dilegna Rodriguez
Estos sentimientos me matan, la ira, la inseguridad estoy al borde del abismo. no quiero morir. pero quiero renacer con la esperanza de un amor puro, limpio.. entonces lloraré hasta limpiar mi alma, corazón. Y esperar para obtener lo que deseo.🤩😘🤗👏😃🥰💝💖
Dilegna Rodriguez
Novio. por Dios. no parece psicologa.. no puede ser el habla de sus sentimientos hacia ella y ella no soltó nada de lo que siente por él 🤔🤔🤔🤔🥺🥺🥺🥺🥺
alejandra delgado
me gusta mucho. es una novela refrescante
Dilegna Rodriguez
Samantha muy buen pensado... ese hombre te ama😘😘😘😘🤩🤩🥰🥰💓💓💓👏👏👏👏👏💖💝
Dilegna Rodriguez
Hay yo pensé que se iban a encontrar en la ciudad. Samantha y Emmanuel... tan Emmanuel le va a pedir matrimonio.💓😘😘🤗🤗😍🌻👏🥰🥰🥰💖💖💖💖💖💖💖
Dilegna Rodriguez
Samantha ya se decidió a estar con Emmanuel sin tapujos👏👏👏👏👏👏. Luis y patricio. tendrán que buscar la manera de conquistar a esas mujeres que se derrite por ellos., van a disfrutar en la playa en pareja💓😍😍🥰🌺💖🤭🤭🤭😋😋👏👏👏
Dilegna Rodriguez
Siiii. al parecer Samantha comenzará a entregar Almay corazón al hombre que le asegura un futuro juntos donde el la protegerá con su propia vida., comienza un camino juntos y a conocerse más aún. me encanta el camino del amor seguro💖🤩😘💝💓😍🥰🌺🍀🌻
Dilegna Rodriguez
waooo. que rico 🤤🤤. vamos a ver si Samantha le abre por completo el alma y el 💓 a este hombre que se derrite por ella...💝💝💝💝💝🥰😍😘🤩💓💓💓💓
Dilegna Rodriguez
confianza Samantha 💖💖💖💖💖💖💖
Carmen Elena Montoya: Me encanta!!!!/Heart/
total 1 replies
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