Por Favor Regresa

El sol ya estaba muy alto en el firmamento cuando Vladimir abrió por fin los ojos. Había tenido la noche más emocionante de su vida. Miraba con admiración a la hermosa mujer que dormía en sus brazos y pensaba que era el hombre más afortunado del mundo al poder ser merecedor de que ella lo dejara entrar en su vida. Era feliz.

Despierta mi mañosa dormilona dijo rosando dulcemente su nariz en la cara de la joven y dejando tiernos besitos en su mejilla.

Mmm…buenos días…creo dijo ella con una evidente muestra de felicidad y satisfacción.

Es tarde, muy tarde. Tenemos que levantarnos e ir a comer algo, yo debo salir a atender un negocio… tras estas palabras calló, no quería decir quién era la persona a la que tenía que ir a ver, la verdad es que tenía miedo de que todo fuera un sueño y ella corriera a los brazos de Louis si él la quería de vuelta.

Bien mi amor, yo también tengo que ir a trabajar. Ese programa no se terminará solo dijo con una gran sonrisa, que aceleró el corazón del hombre y despejó bastante las nubes que se habían cernido sobre él.

Me encanta escucharte hablar de ese modo, quiero que sepas que Te Amo y créeme estas palabras jamás nadie las ha escuchado salir de mi boca le dijo con absoluta seriedad. La mirada del hombre estaba fija, clavada en la de ella. Todo el ambiente se volvió terriblemente cálido de repente.

Irina tenía sus mejillas rojas y los ojos humedecidos por las lágrimas que amenazaban con salir. Había soñado con escuchar esas palabras y, aunque no eran del hombre que ella había amado antes, estaba feliz de que fueran de Vladimir. Sabía que decía la verdad, confiaba en él y estaba segura de que esa mole gigante la amaba como ningún otro hombre lo haría nunca y ella lo amaba de una manera diferente, e incluso más intensa de lo que alguna vez amó a Louis.

No pretendo que me respondas, solo quiero que sepas que muy pronto serás la joven ama Vólkova tras estas palabras la abrazo tiernamente dejando que ella se refugiara entre sus brazos y su fuerte pecho, y en esta posición Irina pudo al fin llorar.

Te amo Vlad. Yo también te amo…me haces tan feliz contestó entre sollozos aunque él le había dicho que no era necesario que lo hiciera.

El silencio los inundó a ambos y fusionados en un hermoso abrazo permanecieron durante unos minutos. Vladimir sabía perfectamente que las lágrimas de su mujer eran de felicidad y no de tristeza ya que ella le daba pequeños besitos en su firme barbilla mientras repetía una y otra vez que lo amaba y él así lo sentía.

El fuerte y apuesto hombre se puso de pie con ella entrelazada entre sus brazos como una hermosa enredadera y de esta manera caminó hacia la ducha. La intención era tomar un relajante y cálido baño, pero entre tantos besos no pudo, ni tampoco quiso, para ser honestos, resistirse por lo que la tomó y poseyó contra la pared de la ducha.

Los suspiros y jadeos se confundían con el ruido del agua al caer. También se podían oír los gruñidos del hombre y el sonido de los cuerpos chocando entre sí. Ambos estaban sumidos en el más profundo placer.

La boca de Irina era asaltada con fervor por un hambriento Vladimir, mientras que sus manos masajeaban y sujetaban sus nalgas en alto. Ella tenía sus piernas aferradas a la cintura del hombre dando un nuevo, fuerte y sensual significado a “duro contra el muro”. Los minutos pasaron y el baño se tornó en un encuentro candente de dos horas bajo la ducha caliente.

La entrega en ambos era absoluta y el disfrute sublime. Irina no se detuvo a pensar en nada y después de la primera ronda se puso de rodillas frente a él que sujetaba sus cabellos con firmeza mientras ella abría sensualmente su boca y comenzaba a probar ese delicioso caramelo de ese hombre que se había robado su corazón y vida entera con tan solo un abrazo y una caricia.

Vladimir tenía los ojos cerrados y disfrutaba de la increíble sensación de sentir como era succionada hasta su alma en un acto tan candente y lujurioso de placer absoluto. Fueron unos momentos increíbles hasta que por fin llegó a la cima del placer sobre la boca de ella que se sentía plena al poder degustar de semejante manjar.

Eso pequeña mía fue increíble… dijo el hombre entre jadeos intentando recomponerse de semejante experiencia.

La levanto en brazos y la dio vuelta dejando la espalda de ella aferrada a su pecho. Dirigió su mano al centro del placer contrario y comenzó a acariciar mientras que la rozaba pausadamente en un lento vaivén. Ella se inclinó un poco hacia adelante dándole mejor acceso y de un momento al otro el levantaba una de sus piernas y con ímpetu se aferró a ella que soltó un desgarrador grito de placer y se derramó completa sobre él. Ella no podía creer que la hiciera tocar el cielo con tan solo unos movimientos.

Vlad…estoy…más…quiero más…sí mi amor…así, más fuerte dijo entre jadeos mientras que él seguía sus movimientos firmes y fuertes contra ella. La pierna de Irina temblaba por los acontecimientos recientes, pero jadeante y exhausta no dejaba de pedir más cada vez, y como un buen amante seguía las instrucciones de su dueña en cada cosa que pedía hasta que por fin, nuevamente los dos llegaron hasta el final.

El baño por fin había concluido y ellos debieron ir a almorzar ya que el desayuno hacía tiempo que había pasado. Vladimir quería tenerla cerca todo en todo momento y la mimaba con cada gesto y cada mirada. Ella estaba tranquila, feliz y plena, poco sabía que la tormenta perfecta se avecinaba y se cerniría sobre ellos mucho antes de lo que pudieran imaginar.

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Señor, el señor Vólkov ya llegó dijo Bastian el asistente personal de Louis.

Bien, que pase a la sala de juntas, creo que es mejor hacer negocios en ese lugar contestó tranquilo Louis.

El abuelo de Louis, el señor Black, había hecho antes de morir muchos negocios con el Presidente Vólkov, abuelo de Vladimir. Negocios que aún seguían en pie, pero había que revisar y renovar algunos de los contratos firmados en el pasado. Esa era una de las razones por las que Vladimir Vólkov había decidido visitar Ciudad Luz.

Cuando Vladimir entró al edificio todas las miradas del cuerpo femenino se centraron sobre él. Todas querían atraer la atención del hombre más guapo y fuerte que habían visto. Era destacado en todos los aspectos y ellas querían poder perderse entre esos enormes brazos.

Él caminó como un Dios sobre la tierra, era superior, poderoso, inalcanzable; aunque más que un dios parecía un diablo porque también era frío, cruel y sumamente despiadado.

Fue guiado hacia la sala de reuniones y en su mente maquinaba lo que haría a continuación. Quería saber un poco más en profundidad lo que este hombre que tenía en frente pensaba y su curiosidad no tenía que ver con la empresa sino con su futura esposa.

Presidente Vólkov, es un placer recibirlo en nuestra empresa dijo Louis estirando su mano para estrecharla con la de Vladimir.

Gracias Señor Black, para mí también es un placer estar en este lugar dijo con una mueca de sonrisa que por supuesto no le llegaba a los ojos.

Louis se sentía indescriptiblemente incómodo con la presencia de Vladimir. Había algo en su actitud arrogante y burlona que no le gustaba para nada. Sus ojos fríos lo escrutaban con descaro y le provocaban un poco de escozor.

Bien, creo que es momento de comenzar a negociar los términos de los contratos a futuro, si puede apre… Louis había comenzado con la rutina de la negociación pero fue interrumpido en el acto.

No estoy seguro de querer continuar con nuestros negocios, creo que hay algunas cosas que tengo que evaluar antes, por lo que me llevaré la propuesta y me tomaré unos días para tomar mi decisión la firmeza y franqueza de Vladimir dejó mudo a Louis quien no esperaba este comentario. Sabía que debían negociar, y espero que todo fuera eso una negociación, no que el otro quisiera rever todo lo estipulado hace años por sus  difuntos abuelos.

¿Ocurrió algo? No entiendo Presidente, llevamos con estos tratos muchos años, ¿cuál es el conflicto ahora? Siempre hemos honrado los acuerdos de nuestros antepasados y nunca nos hemos movido un renglón de lo estipulado la verdad es que Louis Black estaba bastante molesto por la situación.

Lo sé, y no me considero un nieto poco filial, es solo que quiero revisar los acuerdos no había escusa francamente para no respetar esos acuerdos, lo que ocurría es que Vladimir quería estudiar a su oponente antes de firmar.

Está bien Presidente Vólkov, como guste…le entregó todos los documentos para que los estudie y verifique que todo se encuentra tal cual nuestros abuelos lo estipularon hace años se resignó Louis.

Bien, me siento satisfecho. Muchas gracias dijo tranquilo para luego hacer una pregunta ¿Es casado señor Black?

No, aún no. En realidad acabo de comprometerme con la mujer de mis sueños contestó con tranquilidad.

Vladimir lo observó con malicia, ese tipo era aún más estúpido de lo que pensaba. Era claro que tenía que estudiar muy bien los contratos, siempre existía la posibilidad de que sus subordinados lo engañaran y él como estúpido ni cuenta se diera.

Muy bien señor…Yo también acabo de comprometerme, ella es la mujer más espléndida que existe…espero poder presentársela en algún momento dijo con malicia. Estaba seguro de que cuando Louis Black conociera a su futura esposa querría sacarse los ojos por idiota.

¡Oh qué bueno! Quizá nuestras esposas puedan ser buenas amigas dijo con evidente alegría Louis quien trataba de congraciarse con el poderoso hombre que con solo una palabra podía llevarlo a la ruina.

La verdad es que mi prometida es muy selecta con sus amistades. Ella solo trata con gente de su nivel. Es una empresaria exitosa. Una de las más reconocidas de los últimos tiempos y no se detiene en vanas frivolidades de mujeres que solo saben perder el tiempo y gastar dinero que no ganan, ya que es de sus novios o maridos la felicidad en el rostro de Louis se desvaneció y una notable molestia lo inundó. Era claro lo que el otro acababa de insinuarle.

Con sus labios levantados hacia arriba en franca burla Vladimir Vólkov se retiró del lugar. Había dado un golpe certero a ese inútil y no sería el único.

Mientras se dirigía a su auto el teléfono timbró indicando que tenía un mensaje. Lo miró con detenimiento y un gesto de absoluto fastidio se asomó a su rostro. Su asistente, que lo miraba con detenimiento, comprobó que solo se relajaba y era amable con la señorita Irina, solo con ella parecía tener sentimientos.

Sin tener alternativas ordenó a su gente ir hacia el aeropuerto a buscar a los invitados inesperados que acababan de llegar. Todo parecía complicarse ¿O es que quizá se arreglaría?

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Este capítulo lo subí ayer, pero fue rechazado por contenido explícito. Creo que sería apropiado crear un grupo de Facebook para poder compartir los capítulos +18.

Dejen su opinión al respecto para así crearlo.

Muchas gracias!