El corazón es el lugar de las emociones, amor, vitalidad, alma y rasgos de personalidad.
¿Puede un injerto cardíaco transferir recuerdos y sensaciones de su donante?
¿Podría una persona despues de vivir una vida completa cambiar sus gustos por la comida, música, arte, preferencias sexuales e incluso su profesión?
Tessa Sullivan llevaba una vida de sufrimiento, con una cardiopatía grave que había acabado con sus fuerzas y esperanzas. De manera sorpresiva aparecerá un donante que cambiará su vida para siempre.
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Familiar
Antes de que supiera Tessa lo que estaba sucediendo, se encontró en una enorme una habitación, para ella era la habitación más hermosa que había visto en su vida. No cabía duda que Matthew era un millonario con buenos gustos, ese mismo hombre con el que había estado coqueteando y bailando esa noche la había llevado a una gran suite principal de hotel.
"¿Tú novio?"
"¡Te castigaré por creer eso!" Matthew frunció el ceño y levantó a la chica en sus brazos.
Tessa empezó a reír como loca "¿Ese idiota me mintió? ¡Es un desgraciado!"
"Si lo es, tendrá su merecido" Dijo el hombre aprisionando su nariz en el cabello de la rubia.
En el lugar hubo una paz que ella no quiso perturbar, acarició suavemente los brazos fuertes y dijo "Este hotel y esta habitación son hermosos".
La atención se centró en la gran cama, definitivamente más grande que la de un rey, en el medio de la habitación, una alfombra enorme y cálida estaba colocada debajo, dando otro grado de calidez a la habitación.
Tessa sintió bien estar en sus brazos, eran cálidos, seguros y envueltos alrededor de ella, no sabía cómo él podía caminar erguido y sostenerla hasta la cama, ella apenas podía mantenerse en pie.
Mattew la dejó entre las sábanas, se quitó la chaqueta del traje y se derrumbó encima de ella, les mentiria si les dijera que el peso del guapo y sexy hombre molestaba a Tessa, a decir verdad estaba muy a gusto, tanto que envolvió sus piernas alrededor de su cintura y sus brazos alrededor de sus hombros, atrapándolo contra ella.
"Bien" Musitó el hombre en su cuello, en sus encuentros casuales nunca pidió una confirmación, pero el tiempo lo habia cambiando, ya no era aquel joven que arremetia contra cualquier mujer, realmente si hoy estaba en esa posición era porque esa tierna chica le recordaba a su linda esposa y quería pensar que estaba con ella y no lo había abandonado "Supongo que esto califica como consentimiento".
El guapo castaño mordió el cuello, dejando lo que ella y él sabían que serían marcas a la mañana siguiente, marcas que todos y cada uno verían. Tessa solo lo atrajo contra ella con más fuerza, deslizó sus manos sobre su pecho y rápidamente desabotonó su camisa y la corrió hasta los hombros.
La rubia pasó los dedos por sus hombros, pecho y brazos, los músculos estaban definidos y tensos.
De repente, comenzó a rechinarse y hacer fricción contra ella, queria que ella supiera cuanto lo calentaba, "Eres hermosa"
Tessa soltó una risilla "Antes me miraste muy mal, tus ojos parecían como nubes de tormenta".
El hombre la miró por un momento, la deseaba demasiado y luego suspiró "Antes... Estaba enojado, ahora te deseo ¿Estás segura de que quieres esto? ___ Preguntó, apartándose levemente __ No quiero hacer nada más de lo que tú quieras".
"¡No no! ___ Tessa se quejó, agarrándolo por el cuello y tirándolo con fuerza encima de ella __ Quiero esto, lo quiero, también te deseo y sé lo que estoy haciendo."
Tessa tiró un poco más hacia abajo con fuerza y sintió que el aire la abandonaba mientras él colapsaba sobre su cuerpo.
Las manos de Matthew se deslizaron por debajo de la falda de Tessa, moviéndose sobre su piel como si lo supiera absolutamente todo. Sus manos estaban firmes, apretadas, y ásperas; Los botones de su blusa se desabrocharon uno por uno.
Tessa aflojó el cinturón de los pantalones de Matthew y de manera desesperada los deslizó sin mucho esfuerzo, Tessa no pudo apartar la mirada de su cuerpo, mientras el tiraba de su falda y blusa empujándola hacia arriba para poder quitársela.
Cuando vio la mirada traviesa del hombre que lentamente quitaba su ropa interior, cerró los ojos. Mattew sonrió y se apartó para admirarla, la chica abrió los ojos observando como se depojaba de su última prenda dejando ver un lindo y erguido miemb*o, Matthew la cubrió con su cuerpo desnudo y besó sus labios con sed, los gemidos no se hicieron esperar.
Ese fue el final de la dulzura de la noche, la tocó con fuerza y exigencia, y ella suplicó y tiró de él de todos modos. Algunas prendas se rompieron en el proceso. Ella le mordió el labio y la garganta mientras él le quitaba la ropa interior.
Nunca había estado con alguien diferente a Jonathan, pero la atracción que sentía por Matthew era familiar como si todos sus instintos y deseos se hicieran cargo. Simplemente, sabía lo que quería y dónde lo quería.
Él le desabrochó el sujetador y lo tiró a un lado, tomando su pecho en su boca inmediatamente, con su otra mano la agarró por el muslo y apretó su trasero, Tessa gimió cuando él abrió las piernas e hizo un roce en su humedad, incluso apretarla de esa manera la hacía sentir increíble.
La excitación de ambos los agitó, su duro falo empezó a empujar dentro de ella; fue lento, cariñoso y gentil, tomándose su tiempo hasta que ella se amoldó a su tamaño, el mover de sus cuerpos fue magestuoso hasta que llegó la descarga y juntamente soltaron un gemir de satisfacción: Apesar de que había sido un encuentro de ebrios y probablemente sería una aventura de una noche, para ambos había sido algo asombroso.
Al día siguiente Tessa se despertó con un fuerte dolor de cabeza. No tenía idea de dónde estaba y casi no recordaba la noche anterior. Por unos momentos, quedó estática en la cama con los ojos cerrados mientras trataba de controlar la respiración y las náuseas. Nunca había bebido tanto en toda su vida, Estaba sorprendida de haber podido incluso despertarse esa mañana. Se tapó los ojos con la sabana y los abrió lentamente, permitiendo que la luz se filtrara a través del ropa cama hasta que sus ojos se ajustaron.
Tessa pensaba en sus movimientos: tendría que levantarse, ducharse, tal vez un poco de café y tostadas si pudiera encontrarlo. La rubia Suspiró, se quitó el edredón de los ojos y parpadeó rápidamente para acostumbrarlos al brillo total de la habitación. Se obligó a sentarse en la cama, lo último que recordó, si lo pensaba lo suficiente, era bailar con Richard y Stefani. Había sido un club muy exclusivo logrando entrar por el jefe de Stefani que le habia dado algunos pases libres.
Tessa se tiró en la cama otra vez y comenzó a moverse, de repente recordó que no estaba en su propia habitación, esas sábanas, almohadas blancas y rígidas definitivamente no eran suyas, se sentia como durmiendo en las nubes, entonces se dio cuenta de que no soo no estaba en su cama, sino que tampoco estaba sola.
Se volvió para ver una espalda musculosa tendida frente a ella. Recordó haber bebido mucho más de lo que debería y haber bailado como si no tuviera control sobre sí misma.
Un apuesto extraño la habia estado observando bailar, en su interior sabia que no era gay, pero fingió creerlo y accedió a la propuesta de aquel otro hombre. Ahora creía que todo era un sueño, pero el estaba ahí.
"¡Ahhhhh!" Gritó Tessa.
El hombre se quedó mirando a Tessa por un momento, incluso después de su exclamación de sorpresa. No se movió más lejos de ella ni más cerca, él solo la miró. Los ojos de Matthew la pusieron nerviosa, también la emocionaron y le preocupó un poco su belleza ¿Como podia un hombre tan hermoso vagar por ahi? Era increíblemente guapo viéndolo con todos sus sentidos lúcidos.
Lentamente, el castaño comenzó a levantarse sobre sus antebrazos, volviéndose hacia ella en la cama. "¿Por qué gritas?" Su voz estaba adormecida como si se estuviera despertando en contra de sus propios deseos.
"Me asusté... No te conozco... Yo"
"Estabas demasiado ocupada mirando otras partes de mí como para detallarme". Sonrió.
Mattew se quitó la sábana y le permitió a Tessa una vista completa de su cuerpo, la chica se alejó rápidamente, sintió su rostro calentarse; Tessa pensó que lo más probable era que pareciera un Tómate "¡Cúbrete!"
"¿Qué?" Preguntó Matthew. Tessa pudo escuchar la sonrisa de suficiencia en su voz. "No dejaste de pedirme más de esto anoche".
Tessa ahora lo recordó, ella se encargó de decirle que estaba completamente segura de lo que quería "¡Me iré! ¡Adiós!"
öträ növëlä dë lö hërmösös magos/Smile/