Las cosas pueden cambiar muy rápido, en un solo segundo puedes estar en un lugar para después caer en otro, esta es la historia de como sobrevivir a un mundo lleno de ratas sucias qué buscan aprovecharse de la debilidad.
"no voy a permitir que se aprovechen de mi, no más, protegeré a mis hijos de todas esas bestias, por que yo soy la duquesa de este lugar."
Reencarne en un cuerpo que no es el mio y una vida que no me pertenece, pero eso es lo de menos hay personas que necesitan mi ayuda y yo los ayudaré sin importar que suceda lo haré hasta que pueda volver a mi vida original."
NovelToon tiene autorización de ackerman daria :D para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
La vida que vivo. 2
Al día siguiente las cosas no cambiaron mucho, la servidumbre seguía siendo igual de mediocre como siempre, al final sacha optó por dejar dormir a su pequeño hijo y a su bebé con ella para así poder monitorearlos y que nadie intentará pasarse con ellos.
Después de levantarse espero pacientemente a que alguien llegará para traerle un poco de ropa o siquiera un trapo para limpiarse la cara.
—¿mamá?
—¿pasa algo? Mi pequeño.
—los sirvientes no van a venir, yo ya aprendí a bañarme solo y a mi hermanita.
—no lo volverás a hacer tu solo cariño para eso estoy yo.
Maldita sea esos cerdos no entienden tendré que enseñarles por la fuerza quien es la duquesa de esta casa.
Sacha se levantó de la cama y fue de inmediato por agua, la servidumbre todavía no se levantaba aunque el reloj ya marcará las 10 de la mañana.
Y con las manos desnudas fue a conseguir agua al viejo posó, transportarla le tomo tiempo, puesto que su cuerpo aún era débil y frágil.
—esto no lo voy a olvidar sin duda maldito duque. —dijo sacha poniendo todo su esfuerzo en cargar la pesada cubeta.
Al llegar a la habitación encontró al bebe despierto en los brazos de su hermano mayor, sacha aguanto para no derramar las lágrimas, dos niños inocentes sufrirían por los errores de su madre y eso era algo horrible, ella tenía
que hacer algo para sacarlos de esa miseria.
Sacha se acercó al pequeño Dylan y lo despertó para poder bañarlo, el niño tenía marcas de maltrato y de mordeduras de varios animales rastreros por todo su cuerpo al igual que el bebé, ella se notaba desnutrida y con las mismas marcas.
Esto es imperdonable como pudieron ellos hacerle esto a un ser tan inocente, sin duda esto no lo dejaré pasar.
Sacha término por derramar las lágrimas qué tenía guardas desde que llego a este mundo tan cruel, lloro desconsoladamente por la situación tan mediocre en la que ambos niños se encontraban.
—mama¿Estás bien?
—esto no lo voy a perdonar, no se los voy a perdonar.
—mamá de que hablas me estás asustando, por favor deja de llorar.
El niño ya tenía lágrimas recorriendo su rostro, ver a su madre llorar por primera vez le causaba un sentimiento de tristeza muy profundo.
—mamá te juro que me haré más fuerte para que no vuelvas a llorar.
El niño rodeó con sus brazos a sacha para darle un abrazo de consuelo.
Mi hijo no puede ser más lindo te juro que no volveremos a ser tan vulnerables, yo me hare más fuerte para que tú no tengas llorar jamás mi vida.
Sacha le correspondió el cálido abrazo sollozando por las palabras del niño, él no era su hijo verdadero, pero ver a un niño en ese estado le dio tanta rabia he impotencia ¿y a quién no le daría?.
No se los perdonaré esto no se los perdonaré jamás escorias desvergonzadas, les haré pagará por cada lágrima qué mi niño derramó.
Sacha bajo con sus dos hijos al comedor en donde los sirvientes comían con comodidad en la amplia mesa de banquete donde solo los duques podían comer como si ellos fueran los dueños del lugar, al ver a la duquesa llegar nadie se molestó en pararse a recibirla y la ignoraron, todos pensaban que si se ponían de acuerdo para ignorarla la duquesa no podría hacerles nada.
—todos de pie.—dijo sacha sería y con un tono de voz firme.
Todos se quedaron en silencio, hasta que un hombre del otro lado del cuarto se levantó y le grito con desdén.
—¿y que si no queremos?
Tengo que sacar a los niños de aquí ellos no pueden ver nada de esta mierda.
Sacha dio la orden al mayordomo para que se llevara a los niños con él y la dejaran sola con toda la basura.
Al momento de que el mayordomo salió con Dylan y lily sacha fue directo por una espada afilada qué colgaba de la pared en modo de adorno, comprobó su filo y la balanceo, cuando el mismo hombre desvergonzado volvió a gritar.
—¿Qué va a hacer una mujer inútil como tú con una espada como esa? Por favor duquesa deje eso o se va a lastimar y nosotros no vamos a limpiar su sucia sangre de perra.
Todos aquí son unos hijos de puta, pero eso es algo bueno así no tendré que dividir entre los buenos y malos.
Todos en la sala soltaron una sonora carcajada burlándose de la duquesa, está los ignoro y camino directamente al asiento donde se sentaba el bastardo qué se había atrevido a insultarla.
Sacha puso la espada en su cuello y lo rebano como si este fuera de mantequilla dejando caer su cabeza al suelo manchando la alfombra, el silencio reino en el comedor todos estaban impactados y quisieron salir de la habitación lo más rápido posible, pero la duquesa se apresuró a decir en voz alta y firme.
—el primero en salir de la habitación será torturado por 27 días y 28 noches.
Ahora si verán de lo que es capaz esta duquesa con sangre de perra.
Todos se detuvieron en seco y se miraron entre sí ¿la duquesa haría eso? No lo sabían, pero sin duda no podían arriesgarse.
Pronto toda la servidumbre se arrodilló a suplicar a los pies de la duquesa qué los perdonará, pero esto la lleno aún más de rabia
"Ahora si muy buenos para rogar".
Sacha corto con una sola espada las manos de cada sirviente arrodillado estos suplicaban qué se detuviera y varios ya habían intentado salir siendo detenidos por sacha al final el cuello de cada sirviente fue rebanado.
Al fin y al cabo solamente eran sanguijuelas qué se robaban el dinero de su amo no merecían más que eso, ahora tiene lo que merecen.
El mayordomo entró y aviso a la duquesa qué los niños habían salido a dar un paseo.
—contrata nuevos sirvientes para que limpien este desastre.
—lo siento mi señora, pero tiene que obtener permiso de la anfitriona de la casa para hacer eso.
—¿y esa que no soy yo?
—lo siento, pero el duque dejo como encargada a su madre así que es a ella a la que tiene que dirigirse yo intente convencerla en contratar más gente, pero ella se negó.
—bien, dile a ella que venga y no sé cómo, pero limpia este desastre.
—si, mi señora.
Maldita sea la sangre mancho el único traje decente qué tengo.
Sacha ahora estaba cubierta con sangre en sus manos y en su cuerpo por primera vez en sus dos vidas había matado a alguien.
—se siente bien.—pensó mientras se dirija al dormitorio para darse un baño de nuevo.
Al terminar de darse el baño y cambiarse de ropa fue directamente a ver a sus dos hijos en el jardín, ambos pequeños jugaban con las flores y los animalitos qué había en el suelo.
En cuanto el pequeño Dylan vio a su madre corrió a sus brazos para abrazarla y le dio una corona de rosas para que se la pusiera en la cabeza.
—¿te gusta vivir aquí cariño?
—no mamá, no me gusta, la gente es mala y tengo miedo de que mami se ponga triste otra vez.
—no te preocupes cariño, mami hará lo que sea por ti y por tu hermanita jamás los voy a abandonar, no otra vez.
—¿me lo prometes?.
—te lo prometo.
Los tres compartieron un cálido abrazo después de haber pasado, por tanto, ahora venía la calma.
—mami, Lilly tiene hambre.
—es cierto, todavía no desayunamos, pero...
No puedo meter a los niños al comedor porque los cadáveres probablemente todavía no han sido limpiados y esa imagen lo puede dejar traumas.
—¿qué tal si hacemos el desayuno y comemos aquí?
—¿como un pícnic?
—sí, es exactamente eso.
—si, sí, hagamos eso. —Dylan estaba emocionado por seguir compartiendo tiempo con su madre.
Sacha cargo en sus brazos a Lilly y tomo de la mano a Dylan para ir en busca de un poco de comida, al llegar a la cocina no encontraron absolutamente nada todo se lo habían comido y no dejaron ni las migajas.
—esos hijos de... —sacha estaba apuntó de decir una grosería, pero se detuvo por la presencia de su hijo.
—mamá no tengo tanta hambre.—dijo el niño para que su madre no se preocupara más.
—tengo una idea, aquí cerca hay un pueblo que tal si bajamos a comer ahí.
Esta mansión tiene sus carruajes en mal estado es seguro que si subo a uno resultara en un accidente fatal.
Por suerte sacha en su vida pasada era una gran atleta por lo que no tuvo problemas en subirse y manejar al gran caballo qué reposaba en el establo.
Y con sus dos hijos, una espada para protegerlos y algunas joyas emprendió el viaje para llegar al pueblo.
Al llegar se bajaron en una cafetería local en donde nadie los reconoció como duquesa o heredero a la única persona del ducado qué conocían era al duque luterano al que le debían respeto.
7 años casados y nunca me presentaste a mí o a mi hijo como tu familia eres en verdad una basura maldito duque luterano puedes meterte tu título por donde más...
—mamá ¿qué vamos a comer?
Sacha aún no tenía dinero para comprar comida por lo que tuvo que empeñar algunas joyas de la antigua sacha, el mercader no dijo nada acerca de que las joyas eran de la mansión luterano porque todos los sirvientes las vendían en el mismo lugar, otro sirviente qué fuera a vender las mismas joyas no era nada nuevo.
Después de cambiar las joyas por dinero regresaron ala cafetería a comprar las cosas más caras del menú.
—buen día, que va a ordenar. —dijo una mujer pelirroja, detrás de ella había una niña pequeña, pelirroja igual, de grandes ojos verdes.
—hola. —dijo Dylan para saludar a la niña, pero esta no respondió.
—¿es tu hija? —pregunto sacha.
—oh, si, si se llama jazmín, pero es muy tímida.
—ya veo, él es mi hijo se llama Dylan.
—es muy lindo, mucho gusto soy luna no te había visto por aquí ¿eres nueva en el pueblo?
—oh, si, si estoy de paso, mi nombre es sacha brut.
— qué lindo nombre, puedes quedarte tanto como quieras el pueblo es muy tranquilo.
Sacha llevaba a su hija dormida sujetada con una cobija a su cuello como un cangurera y esta no se había despertado en todo el día, después de que la comida llego la mesera luna se sentó junto a sacha para platicar un poco.
Dylan y jazmín jugaban en el suelo con juguetes de madera qué Dylan había sacado de la mansión.
—¿Entonces estás planeando salirte de tu casa sacha?
—no, no, esa es la última opción, quiero mejorar las cosas tanto como pueda para que a Lilly y a Dylan no les falte nada.
—te entiendo, yo también me salí de mi casa cuando tuve a jazmín, mis padres no me querían y mi marido me golpeaba así que un día decidí huir y no volver a verlo jamás.
—¿y qué paso con tu marido?
—no lo sé, al final él no me busco y yo no lo busque a él, yo no necesito nada de ese bastardo bueno para nada.
—¿entonces esta cafetería es tuya?
—por supuesto, esta es mi cafetería yo la puse desde abajo cada ladrillo qué ves en las paredes lo puse yo misma con mis propias manos.
—increíble.
El tiempo había pasado rápido y pronto empezó a oscurecer sacha tenía que regresar de inmediata a la mansión
La conversación se alargó demacrado, ojalá y los cadáveres ya no estén.
—nos vemos luna, espero verte pronto.
—igualmente sacha cuídate mucho.
Las mujeres se despidieron y sacha se subió a su caballo lista para irse a la mansión de nuevo.
—Oye, cariño ¿Lilly duerme mucho?
—si, ella duerme demasiado talvez está muy cansada.
—talvez sea eso.