Lilian amó con sinceridad al emperador Dmitri y él también dijo amarla, por eso a ella no le importo ser solo una concubina, pero después de que este se casara con su prometida, comenzó a ignorarla, el emperador se dejó manipular por la madre emperatriz al punto de condenar a la familia de Lillian e incluso ella fue ejecutada de manera injusta, pero para sorpresa de Lillian, ella regresó a su pasado, cuando apenas era una niña y ahora, tenía la oportunidad de cambiar su cruel destino y el de su familia.
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Capitulo 7
Narradora
Al otro día Lillian se había preparado para recibir a la persona que le enseñaría a usar la espada y el combate cuerpo a cuerpo así que estaba en la sala con su madre leyendo un libro cuando su padre le informo que la persona había llegado y que estaba esperando por ella en el campo de entrenamiento
Así que se levantó enseguida y fue con su padre para el campo de entrenamiento, al llegar al lugar vio a un hombre de cabello blanco parado de espalda
Lillian se quedó parada a dos metros del hombre mientras que el marqués se acercó a él, cuando el hombre se dio la vuelta a Lillian le pareció un hombre muy guapo pero esos pensamientos enseguida los eliminó, el marqués con una seña le dijo que se acercara cuando Lillian estuvo más cerca de él, vio que su piel era blanca y de ojos azules
Diógenes: Lillian te presento a Joseph Blatter desde este momento el sera tu entrenador
Lillian se acercó a él y extendió la mano en forma de saludo, Joseph al ver esto miró al marqués y al ver que el asintió tomo la mano de Lillian y se la estrechó y después de eso él se la soltó
Lillian: Es un placer para mí conocer a la persona que estará a cargo de mi entrenamiento
Joseph: Para mi también es un gran placer
Diógenes: Bueno yo los dejo solos, te quedas en buenas manos Lillian
Después de él marqués se retiró Joseph le dijo a Lillian que lo siguiera, caminaron hasta llegar a una pista en donde varios de los soldados del marquesado estaban entrenando Joseph se acercó a ellos y les dijo que necesitaba que ellos despejaran la pista por qué una de las hijas del marqués iba a utilizarla
Después de que los chicos despejaron la pista Joseph saco del bolso que él tenía varios conjuntos y se los entrego a Lillian
Joseph: No sabía cuál era tu talla así que traje varios ve y prueba te los en esa pequeña cabaña de allá
Lillian miró hacia donde le señalo Joseph y enseguida fue a probarse los conjuntos, después de cinco minutos regreso con unos de ellos puesto
Joseph: Te queda bien
Lillian: Gracias aunque fue el único que me quedo
Joseph: Bueno dame eso
Lillian le entrego los demás conjuntos y su vestido a Joseph y él fue y se los pasó a Merida la cual había llegado tres minutos antes de que ella saliera, después de eso Lillian empezó a entrenar
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Eran las 11 de la mañana cuando el entrenamiento de Lillian había terminado así que ella y Joseph estaban en una banca descansando
Joseph: Sabes que es la primera vez que soy contratado para entrenar a una chica
Lillian: Y yo pensando que ya habías hecho esto
Joseph: No cuando su padre me comentó que su hija más pequeña quería aprender a usar la espada me pareció algo estupido, pero su padre me convenció así que aquí estoy
Lillian: Bueno cuando mi padre me dijo que ya habías llegado pensé que serías un viejo todo feo y acabado, pero me lleve una sorpresa cuando vi lo guapo que eres
Joseph: Si su padre escucha lo que acaba de decir me mata a mí y a usted
Lillian: No se preocupes mi padre no es así y además no es como me vaya a enamorar de usted
Joseph: Eso espero porque no quiero ser asesinado por su padre mi-lady
Lillian: Y realmente usted es guapo (y antes de que Joseph dijera algo Mérida apareció para llevarse a Lillian) bueno yo ya me voy nos vemos mañana
Joseph: Procure dormir bien porque el entrenamiento de mañana será más pesado que el de hoy
Lillian: Claro
Mérida tomo por la mano a Lillian y se la llevó a su habitación para que se diera un baño, cuando terminó de bañarla le dio un masaje por qué Lillian estaba un poco adolorida y cuando terminó de hacerle masajes a Lillian la vistió y luego la llevo a almorzar
Cuando el almuerzo termino la familia fue a la sala a conversar un rato mientras conversaban Diógenes le pregunto a Lillian como le había parecido su entrenador
Lillian: Me parece un buen hombre además es muy agradable, no es nada a como me lo imagine
Charlie: ¿Y como fue que lo imaginaste?
Lillian: Bueno pensé que era viejo feo y amargado pero no es un hombre muy guapo
Diógenes: Espero que no te enamores de tu entrenador
Lillian: Claro que no me voy a enamorar de él, yo solo estoy diciendo cómo es él eso es todo
Daiana: Aunque si te enamoras de él tú padre y yo no seremos impedimento para eso
Diógenes: Ah no mujer a mi nadie me quitara a algunas de mis hijas así que olvídalo
Daiana: Pero ellas tienen derecho a enamorarse de cualquier persona
Diógenes: Mientras yo esté vivo no así que fin de la de la conversación y ahora Daiana vamos a la habitación para que descanses un poco y por favor Mérida lleva a Lillian al jardín ahí la está esperando su profesor de magia y Claire tu lleva a Charlie a sus clases de piano
Después de que sus padres se fueron Lillian y Charlie se comenzaron a reír por todo lo que dijo su padre
Mérida: Bueno ya escucho a su padre mi lady
Lillian: ¿Pensé que él me acompañaría?
Mérida: Su padre esta ocupado por eso no la puede acompañar
Lillian: Okay, bueno nos vemos ahora en la cena Charlie
Charlie: Claro
Cuando ambas llegaron al jardín vieron a un hombre de cabello rojo con un libro en la mano
Mérida: Buenas tardes usted debe ser el mago que le enseñará a mi lady a manejar su magia
Cuando el hombre volteo Lillian lo reconoció enseguida ya que era Víctor aquel que le abrió la puerta a su padre y a ella
Víctor: Si soy yo (el hombre miró a Lillian y le regaló una sonrisa) nos volvemos a ver de nuevo pequeña
Mérida: ¿Conoces a este hombre mi-lady?
Lillian: Si, lo conocí ayer que fui a la torre de magos él nos abrió la puerta a mi padre y a mi
Mérida: Okay yo los dejo solos si me necesitan estaré en aquella banca
Lillian: Está bien nana
Después de que Mérida se fue Víctor guardo el libro y empezó a recitar un hechizo, Lillian al ver esto le pregunto que para que era eso y él le dijo que para proteger la casa de cualquier incidente que pueda pasar
Víctor: Okay ahora quiero que extiendas tú mano (tal y como dijo él Lillian extendió la mano) y ahora quiero que te relajes y que no pienses en más nada que sea crear una pequeña bola de fuego entendiste
Lillian: Si entendí
Lillian dejo de pensar en todo aquello y se concentró en hacer aparecer una pequeña bola de fuego y cuando por fin lo logro se alegró
Víctor: Eso está muy bien, pero no te emociones mucho por qué todavía te falta mucho
Lillian: Pero para ser mi primera vez lo hice bien ¿no crees?
Víctor: Bueno en eso tienes razón, pero ahora a entrenar