De la novela "Los hijos que me dio la vida", de la cual surgieron tantas historias con cada uno de sus personajes más relevantes, llega ahora la historia de Emma e Isabella: dos hermosas niñas que fueron la cereza del pastel y la cura para un par de almas rotas. Dos personas que fueron víctimas de la vida y de las circunstancias, pero que, juntos, sanaron y dieron vida a sus dos princesas.
Ahora, esas pequeñas han crecido. Las gemelas maravilla tienen 27 años y han vivido una vida cargada de locuras, ingenio, travesuras y momentos llenos de risa. Comparadas con sus hermanos —en especial con Duván, el más revoltoso—, ellas siempre llevaron todo al extremo. Nunca hubo tranquilidad en ese hogar, pero heredaron el corazón noble de sus padres. Aunque son mujeres alocadas, poseen muchas virtudes y una lealtad inquebrantable.
A sus vidas llegarán dos personas que les robarán la razón y harán palpitar sus alocados corazones. Acompáñenme en esta nueva aventura.
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CAPITULO CUATRO
Agustín Negrette
- Bueno, vamos a organizar un lugar para descansar y almorzar, estaremos un rato tomando fotos y luego haremos el descenso_ el guía nos sacó de la burbuja en la que habíamos entrado.
Nos acomodamos en una zona más plana, y amplia, allí desempacamos los alimentos que habíamos traído para el camino, hicimos un pequeño compartir, Isabella vino a comer cuando se cansó de contemplar el paisaje, ella estaba más emocionada que yo.
- Está haciendo demasiado frío en este lugar _ dijo mi hermana mientras calentaba sus manos con el pasillo lleno de café.
- Si, a mi me encanta este clima_ dijo Agustín.
- Por eso quisimos venir, de dónde somos, no hace frío, vivimos cerca al mar, el clima es agradable_ comentó Isabella y yo asentí.
- Hemos ido a otros estados, pero acá es diferente, es lindo, es muy agradable _ dije.
Seguimos comiendo, y luego de tomar unas cuantas fotos, comenzamos a bajar de la cima, poco a poco nos fuimos acercando dónde iniciamos el recorrido, a lo lejos podíamos ver a los camperos esperando por nosotros.
Al llegar, nos cambiamos los zapatos y nos subimos, los autos se pusieron en marcha casi de inmediato. Al llegar al pueblo, nos llevaron de vuelta al hotel, Agustín se bajó y nos ayudó con el equipaje, el guía nos entregó las fotos que tomó con su cámara Polaroid, un hermoso recuerdo que vamos a atesorar.
- Muchas gracias, son hermosas_ le dije.
- Fue un placer ser su guía el día de hoy, espero que tenga un buen resto de viaje_ nos dijo.
- Gracias _ atinó a decir Isabella.
Agustín nos ayudó con las maletas hasta la recepción, allí el chico se encargó de llevarlas hasta nuestra habitación, Isabella comprendió lo qué estaba pasando y se fue detrás del chico, yo me quedé ahí con él.
- Bueno, creo que llegó la hora de despedirnos, nosotras debemos continuar con nuestro viaje _ le dije y una sonrisa forzada se dibujó en sus labios.
- Es una lástima, ¿cuándo se van?_ me preguntó.
- mañana a las 8 pasarán por nosotras _ le comenté.
- ¿mañana? Entonces... ¿Puedes aceptar una invitación?_ me sorprendió.
- Depende de la invitación_ dije sonriendo.
- sé que estamos cansados, pero que te parece si salimos a cenar y a tomar algo, es cerca de aquí, y si quieres, tu hermana también puede venir _ ofreció. Aunque lo de mi hermana lo hizo más por cortesía.
- Está bien, acepto, y respecto a mi hermana, le preguntaré y te diré, aunque... No sé cómo comunicarme contigo _ dije.
Él sacó su celular del bolsillo y me pidió mi número de celular, yo le di el que temporalmente habíamos conseguido para poder comunicarnos dentro del país, Isabella era la única que tenía internet en su línea personal, mi teléfono estaba inhabilitado por el momento.
- En un rato te llamo para pasar por ti... Digo, por ustedes si tú hermana acepta _ corrigió rápidamente, yo me reí y asentí.
- Está bien, estaré esperando tu llamada _ dije, repentinamente él se acercó y me dio un beso en la mejilla, aunque me tomó por sorpresa, me habría sacado de onda si no supiera que así acostumbran a saludar o despedirse en este país.
Me fui a mi habitación, allí estaba mi hermana lista para tomar un baño, pero al verme entrar se le dibujó una sonrisa en sus labios, de golpe se sentó sobre su cama y me miró expectante.
- ¿qué me miras?_ ella volteó sus ojos.
- No te hagas la desentendida, sabes muy bien que tienes algo para contarme, y no te vas a librar fácil de mí, cuéntame, ¿te dijo algo? ¿Se volverán a ver?_ yo la miré y negué con incredulidad.
- Eres bastante chismosa para ser mi gemela _ me burlé
- Estamos potenciadas al cuadrado, así que no me juzgues, Pero entonces, ¿solo se despidieron y ya?_ insistió.
- No, me invitó a salir... Bueno, no solo a mí, también dijo que podías ir con nosotros _ le comenté y ella enseguida levantó su mano y con uno de sus dedos negó.
- Nel mi ciela, yo me salgo de esa orquesta enseguida, no me interesa ser violinista, no se me da, prefiero quedarme viendo una película aquí en el hotel, a ser mal tercio, ve tú, disfruta, y recuerda, vida solo hay una hermanita, y ya mañana nos vamos _ recalcó.
- Eres una mala influencia, ¿lo sabías?_ dije
- pero nunca te ha molestado, gracias a mí conoces los placeres de la vida y no tienes ningún pasado del cual arrepentirte_ dijo con suficiencia.
- Bueno, entonces ya que no quieres ir, ve a bañarte y ponte pijama, también necesito usar el baño _ le dije, ella se levantó rápidamente y se metió al baño, al poco tiempo salió.
- Listo, no pierdas tiempo, en cualquier momento pasan por ti y tienes que verte bella, hermosa, espectacular, no con olor a barro y naturaleza descompuesta, además estás sudada_ se burló, no fue hasta que me vi en el espejo que noté como estaba.
-¡Dios! ¿Así me vi ante sus ojos todo este tiempo?, que vergüenza _ atiné a decir.
- Pero con un baño y algo de maquillaje, vas a mejorar, lo vas a impresionar, aunque si llamaste su atención así, no me imagino cuando te vea_ analizó mi hermana.
- Bueno, ya, me iré a bañar, no me voy a distraer más con tus comentarios _ cerré la puerta del baño y me quité toda la ropa, luego me metí a la ducha.
Lavé muy bien mi cabello, apliqué un exfoliante en mi cuerpo, mi piel quedó suave y con un olor delicioso, después de salir, utilicé los productos para la piel, que mi madre nos había dado a cada una, ya Isabella me había preparado un hermoso vestido, me lo puse, luego arreglé mi cabello, apliqué loción, y antes de terminar de aplicarme un gloss en mis labios, el celular sonó, Isabella cogió el celular y respondió rápidamente.
📱-¿Aló?_ dijo imitando un tono serio mientras ponía la llamada en altavoz.
📱-Hola, ¿Emma?_ preguntó a través del teléfono.
📱- No, soy Isabella, ¿con quién hablo?_ indagó Pero ya era obvio.
📱- Hola, hablas con Agustín, el chico que fue a la excursión, ¿está Emma?_ preguntó.
📱- por supuesto, ya está lista y te está esperando _ dijo mi hermana, haciéndome avergonzar.
📱- ya estoy aquí en la recepción del hotel, ¿tu no nos vas a acompañar?_ preguntó.
📱- no, diviértanse ustedes, yo estoy muy cansada, ya le digo a mi hermana que baje, por favor me la cuidas mucho_ ella le advirtió.
📱- claro que sí, te aseguro que la traeré de vuelta con bien_ escuché.
Ella colgó la llamada, me levanté, tomé la cartera con lo necesario, antes de salir me despedí de Isabella y salí a encontrarme con Agustín, quien se veía demasiado bien.