Betsabet Kohler es teniente del ejército de Alemania y ha destacado por su papel en la reacción rápida contra el narcotráfico. Considerada la mejor teniente de su unidad, pasó tres años en Estados Unidos desmantelando grupos dedicados al narcotráfico. Al regresar a su país, su coronel le asigna una misión como infiltrada en la organización liderada por Salvatore Müller. Su tarea consiste en integrarse en su vida y en su hogar para ganarse su confianza y enamorarlo, con el objetivo de obtener pruebas que permitan llevarlo ante la justicia y desmantelar la organización. Sin embargo, lo que comienza como una operación se convierte en un juego peligroso en el que se entrelazan el deseo, la traición, el odio, la demencia y el amor.
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Capítulo 15 La conquista de un Müller 1/2
Fabián Müller
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-Al ingresar a la oficina de Salvatore y notar una foto en su teléfono, mi curiosidad se despertó inmediatamente. Al observarla detenidamente, vi a dos mujeres hermosas, pero la más joven captó mi atención de inmediato; parecía una diosa griega. Decidí enviarme la foto y, cuando Salvatore se percató, me quitó el teléfono. Comencé a interrogarlo acerca de ella, pues necesitaba saber si era una de sus amantes. Al confirmarme que no lo era, sentí una gran emoción. Esa diosa debía ser conocida por mí y, sin duda, llevarla a mi cama.Salí de la oficina y llamé a un hombre de confianza de Salvatore, consciente de que él probablemente había investigado a esa mujer, ya que había sido él quien envió la foto. Tras conversar con él, obtuve información sobre el lugar donde había sido tomada la imagen, que resultó estar a una hora de la ciudad. Al salir de la empresa, le dije a uno de mis escoltas-Manda a algunos de los hombres a Lubeck - le mostré la foto- Necesito que encuentren a esta chica y, cuando lo hagan, que me informen.
-Subí al coche y, al llegar a la mansión, saludé a mi madre, quien estaba con mi hermana Loto. Me acerqué a ellas y, de repente, sentí que alguien me abrazaba las piernas. Al voltear, vi a la hija pequeña de Loto que me saludaba. La levanté y le di pequeños besos en la mejilla. Mi madre me preguntó- Fabián, ¿cómo te fue en el viaje? ¿Todo salió bien?
-Le di un beso en la mano y le respondí- Sí, madre, te ves hermosa hoy. Por cierto, ¿dónde está Jim?
-Loto comentó-Tengo entendido que regresa hoy de Bolonia. Te manda saludos Kassandra.
-Rodé los ojos. Esa mujer intensa no comprende un no. Solo porque estuve una noche con ella se creía mi novia.le digo-Ay, si llega a preguntar por mí, dile que estoy fuera del país.
-Ella se rió y dijo-Te dije que no te metieras con ella. Pero como solo piensas con la de abajo y no con la de arriba, deja de ser tan mujeriego y busca a una buena mujer. Ajuíciate.
-Le respondí- Estoy demasiado joven y atractivo como para ponerme una correa con una sola mujer, así que seguiré disfrutando de los placeres.
-Loto movió la cabeza en señal de desaprobación, y entonces sentí un golpe en la cabeza, escuché a mi madre decir- Jun, no sé de dónde sacaron ustedes lo de ser mujeriegos. Ninguno se salva; tú, Salvatore y Jim son unos mujeriegos de lo peor. Pido al cielo que llegue una mujer que los ajuicie de una vez.
-Solo sonreí y le dije- Cuando Salvatore se case, entonces yo también me ajuiciaré.
-Escuché la risa de Loto, quien entre risas dijo- Ay madre, resignate. Sabemos que Salvatore jamás se casará. -Volvió a reír y añadió-Estos hombres no tienen remedio.
-Mi madre cargó a la niña y dijo- La esperanza es lo último que se pierde.
-Después de pasar la tarde con ellas y enterarme de algunos chismes familiares, recibí información sobre la diosa griega:
Nombre: Gissel Kohler.
Edad: 19 años.
Estado: Soltera.
Huérfana (perdió a sus padres en un accidente).
Hermana: Betsabet Kohler (no hay información sobre ella).
Trabaja como pastelera.
Apagué mi teléfono. Esta chica resulta ser más fácil de conquistar de lo que pensaba. Le dije al chofer-Llévame a Lubeck.
-Una hora después, llegamos a la dirección donde vivía. La observé un momento hasta que salió de su casa; en persona era aún más hermosa. Un taxi se detuvo, ella se subió, así que ordené que lo siguieran; el chofer obedeció. Pasaron unos minutos y el taxi se detuvo; ella bajó y observé que entró a un supermercado. Pasada media hora, salió. En ese momento, le dije a Jose- Ve tú y otro hombre a intentar robarle el bolso.
-Él arqueó una ceja, confundido, y preguntó- ¿Para qué quieres que haga eso?
-Le respondí-Solo hazlo.
-Se bajó del auto y vi cómo ambos se acercaban a ella. Yo también salí del vehículo y, cuando intentaron arrebatarle el bolso, lo empujé y golpeé a uno en la cara; cayó al suelo. Al otro también lo golpeé y les grité- Lárguense ahora o les daré una paliza.
-Ellos me miraron confundidos y salieron corriendo. Luego me dirigí hacia ella, que estaba asustada, y le pregunté-¿Estás bien? ¿Te hicieron daño?
-Ella me analizó por unos segundos; claramente estaba hipnotizada por mi belleza, como era de esperarse. La tomé de los brazos, pero ella retrocedió y dijo-Gracias por su ayuda.
-La observé mientras caminaba y arqueé una ceja, pensando: ¿Eso es todo?. La alcancé a su lado y le dije-No tienes que agradecer, cualquier persona ayudaría, y más una mujer tan bella como tú.
-Ella se detuvo y respondió-Igual, gracias.
-Le dije-Es peligroso que estés por aquí. Te ofrezco llevarte a tu casa; mi coche está allí, -mientras señalaba mi auto. Ella lo miró y replicó-No, gracias, ya viene el taxi.
-¿Qué le pasa a esta chica?, pensé. Cualquier otra estaría encantada de subirse a mi coche. Yo le prestara atención, pero ella solo me responde de manera tan seca, ignorando mi interés. Debe estar asustada y por eso no razona bien, le dije- Pero estarás más cómoda en mi coche. No pienso hacerte daño.
-Ella me respondió- Te agradezco tu amabilidad, pero ya te he dicho que viene el taxi. Así que no insistas.
-Respiré profundamente y le dije-Está bien, entonces te acompañaré hasta que llegue el taxi, pero merezco, como compensación por ayudarte, tu número de teléfono para seguir en contacto.