La Bruja Y El Príncipe.

Al ver lo que ha hecho Alexa, el líder va hacia ella aprovechando en jalar su capa causando que la chica caiga, el líder aprovecha esto, para sostenerla del cuello, usando su brazo, Alexa lleva sus manos al brazo ajeno para intentar apartarlo.

- planeaba darte un buen trato, pero ahora, quiero ver como mis hombres juegan contigo. Rápido, quitenle la ropa.

Uno de los bandidos se acerca pero cuando la quiere sostener, Alexa le da una patada, mientras que levanta sus manos por encima de su cabeza y las flexiona buscando sostener la ropa de los hombros del líder, cuando lo tiene, recita un conjuro causando que las llamas aparezcan en el hombre, este al sentir que se quema la suelta ya trata de deshacerse de la ropa que ha prendido.

- es una bruja, jefe.

Todos se sorprenden al escuchar esto, mientras que Alexa se pone de pié sonriente, el líder distraído porque tiro su ropa en el piso, no se da cuenta de que la chica se acerca y le sujeta del cuello con la mano, Alexa es conocida no solo por su habilidad en la magia de fuego, también por su fuerza; clavo las uñas en la piel del hombre quien al sentirlo grita mientras sostiene la muñeca de Alexa con ambas manos.

- no solo soy una bruja, soy la bruja escarlata.

Todos quedan pasmados ante lo dicho, estaban justamente frente a la mismísima reina del Imperio, enseguida se van subiendo a sus caballos, el jefe ahora no les importa, apenas huyen, los guardias de Alexa van tras ellos.

- e-espere...yo, yo no volveré hacer daño...debes perdonarme...alteza...

Sentía como las uñas se clavan cada vez más en su piel, si trata de empujar a la chica, seguramente se desgarra el cuello.

- no, esa no es la manera de suplicar, suplica como suplicaron los hombres que mataste.

Alexa le suelta, pero le empuja para que caiga, sacando su espada y apunta al hombre.

- hazlo, suplica por tu vida.

- s-si, alteza, por favor, tenga misericordia...le daré todo, por favor perdone mi vida.

- bien, seré generosa, vete.

El hombre se alegro y enseguida salió corriendo, mientras que un guardia se acerca para darle un arco y flecha. Alexa apunta y suelta la flecha dando en la espalda, justo cerca de la nuca, el hombre cae y se arrastra con la poca vida que le queda, la chica se apresura a ir con el quedándose de frente mientras se arrastra.

- d-dijo que me per...donó

- nunca dije por cuanto tiempo.

Lo último que vio aquel hombre, fue la sonrisa tenebrosa de Alexa, la que siempre ponía cuando mataba a alguien; poco después los guardias regresaron, ya con cada bandido atado, aunque eran menos porque uno que otro tuvo que ser ejecutado.

- ¿son todos?

- si alteza, no escapó ninguno.

- bien, pongalos en fila, quiero practicar mi puntería con el arco.

- si alteza.

Los bandidos se veían aterrorizados por lo dicho, unos pocos guardias se encargan de enfilar a cada hombre, mientras los otros, han ido a ayudar a la gente del pueblo.

- este sera un mensaje, que en mi tierra, nadie, absolutamente nadie, roba.

Los hombres gritaban y suplicaban perdón, pero no, Alexa nunca le ha tenido misericordia a ninguna persona que cause estragos en su Imperio.

En las afueras de aquel pueblo, se podía ver una llama arder a lo lejos, eran los guardias que se encargaban de no dejar rastro alguno de los bandidos, mientras que Alexa, se regresaba a la ciudad, sus guardias se quedaron a restaurar el pueblo.

Le tomo un poco de tiempo llegar al castillo y ya era muy entrada la noche, bajo de su caballo y un sirviente tomo las riendas para llevarlo al establo, Alexa por su parte, se dirigió dentro del castillo, desde la ventana William la vio llegar y le pareció extraño que lo hiciera sola, así que salió de su habitación para ir en busca de la chica, al verla corrió hacía ella.

- alteza ¿esta bien? ¿Ha sucedido algo?

Alexa se sorprende de verlo, normalmente el chico es ajeno a cualquier cosa que no tenga que ver con su país.

- solo fui a cazar unos bandidos.

- ¿y sus guardias? ¿Acaso fue algo peligroso?

- ellos se han quedado a cuidar el pueblo, volverán después.

Como ya no tiene nada más que decir, pasa de largo para caminar hasta su alcoba, quiere tomar un baño y descansar, William solo camina tras ella, siendo ignorado cuando entra a la habitación y cierra; era totalmente extraño el comportamiento de Alexa, antes ella misma insistía en llevarlo a su habitación, aunque fuese solo para hacerle compañía. Quiso tocar la puerta, pero mejor se detuvo, podría solo molestarla.

- príncipe William ¿necesita hablar con su alteza?

Era el mayordomo quien acababa de terminar su trabajo y se dirigía a su dormitorio.

- Walter, n-no, ella acaba de volver, pero, es extraño, ella no me ha llamado.

- ¿le molesta? Pensé que estaría mejor si ella ya no tiene interés en usted.

- lo estoy, solo que, es completamente extraño, eso es todo.

- entonces solo mantenga su distancia, ella no necesita que usted muestre una falsa preocupación.

- no, yo no...

Ya no pudo decir nada porque el mayordomo paso de largo; le ha servido fielmente a Alexa desde hace muchos años y nunca le agrado que ella se casara con un príncipe que nisiquiera la quiere, ahora estará mejor sin él, tal vez con el tiempo, su ama, encuentre un buen hombre que la sepa entender, sobre todo, que entienda, porque ella desarrolló esa personalidad.

((como pueden ver, esta protagonista es más dura que las otras jajaja, pero más adelante les haré saber porque es así 😉 ))