La Luna Oscura Del Rey Lycan

Karim llevó a Emily al estudio que por ende le pertenecería a ella, quería evaluar su aprendizaje, pues ella debía saber un poco de todo ahora que se convertirá en una reina.

Emily se sorprendió al ver el lujoso estudio, era de dos plantas, la parte superior era una biblioteca enorme, con una cantidad de libros que tal vez ni en una vida podría leerlos todos.

- Luna, ¿Alguna vez le enseñaron las funciones de un Alfa o Luna de manada? – Preguntó Karim.

Emily lo miró y negó tímidamente, ¿Por qué enseñarle? Para su padre ella era una sirvienta inútil.

- Bueno, entonces, tendré el privilegio de enseñarle – Dijo con una leve sonrisa.

Emily bajo la mirada, ¿Ella aprender? Tenia miedo de no hacer algo bien, de cometer un error y ser repudiada por todos, sobre todo el Rey.

- No debe preocuparse de nada Luna. Usted será la mejor reina que exista de los cinco reinos – Hablo Karim, quería que el miedo en la mirada de ella se desvaneciera, porque una reina no debía mostrarlo ante nadie, ni siquiera a sus aliados.

- ¿La mejor? – Susurro.

A su mente vino Gina, ella también era ahora una reina, pues la Diosa Luna la emparejo con el rey de Silver Moon, ¿Se encontrarían algún día? Eso la asustó totalmente, no quería volver a verla, pues conociéndola harían todo para avergonzarla y sobre todo dejar en ridículo al Rey. Y ahora que entraba en razón ¿En qué reino estaba? Miro a Karim con la duda cubriendo su rostro.

- ¿Pasa algo? – Preguntó.

Emily negó, tenía miedo de preguntar, ella era así debido a como fue tratada en la manada gris, preguntar por cosas insignificantes siempre la llevaban a recibir un castigo.

- Bien, entonces, empecemos por lo básico – Karim camino hacia una pila de libros que se había encargado de recabar antes de reunirse con ella- Literatura – Dijo tomando uno de los libros.

La mirada de Emily ahora era de sorpresa, realmente iban a enseñarle y eso de alguna manera hizo que su corazón se emocionara, pues tantas veces ella quiso aprender, terminar sus estudios como los demás, como Gina, pero jamás se lo permitieron.

***************

Draven estaba concentrado en su trabajo, desde que llego no había tomado ni un solo descanso, quería terminar con todos sus pendientes lo más pronto posible e irse con Emily, pero cuando sentía que ya estaba por terminar, Liam llegaba con más documentos para firmar.

- ¿Qué más falta? – Pregunto al recibir una gruesa carpeta que requerían su firma.

- Solo eso, majestad hoy anda muy trabajador que ha sacado todo el trabajo acumulado – Dijo con una leve sonrisa Liam.

- Agradece que eres útil y no te mato por eso – Respondió Draven empezando hojear aquella carpeta.

Liam se encogió de hombros y empezó a revisar su tablet, esperando recibir algo sobre Emily, tenía a un informante en el Reino Silver Moon, pero sabía que no sería fácil obtener algo tan rápido, Silver Moon era muy estricto en la información sobre las manadas y difícilmente dejaba que algo se filtrara.

- El consejo ha enviado a sus hombres merodear el palacio real, pero Karim se ha encargado de que nadie vea a Luna – Dijo Liam. No había querido dar esa información pues había tantos pendientes que sabía que, si se lo decía a su rey, dejaría todo por irse al palacio.

- Mierda – Soltó molesto Draven. – Esos miserables están buscando que yo los mate – Siseo.

- Buscan provocarte, ya te dije que debes controlarte, busquemos otra manera de deshacernos de ellos – Comentó.

Draven lo miró y asintió, aunque él prefería ir por lo fácil y acabar con sus enemigos o aquellos que eran un estorbo, ahora no podía simplemente actuar así, tenía que se cuidadoso por el bien de su pequeña Emily.

- ¿Cuándo piensas marcarla? – Preguntó.

Draven entrecerró la mirada, ella era tan temerosa, tan sumisa, quería que primero se acostumbrara a él y de alguna manera fuera ella quien le pidiera su marca, la consumación del vínculo, pero tenerla sin marca sería peligroso si el consejo andaba merodeando.

- Tal vez un cachorro calme al consejo, y sobre todo de esperanzas al Reino – Sugirió.

Draven arqueo las cejas ante esa idea, por supuesto que deseaba un cachorro, bueno más de uno, pero Emily, con su personalidad actual no estaría lista para ser madre, primero tenía que convertirla en una Reina, en una mujer capaz de defenderse incluso de él.

- Vamos por tiempos, prepara todo para su presentación ante el reino – Ordeno con una leve sonrisa.

Liam asintió, realizar la presentación de Emily sin consentimiento del consejo real podría ser contraproducente, pero también entendía la razón de Draven, cuando el reino se entere que ya tienen una reina, entonces el consejo tendrá que resignarse a su aceptación, sin embargo, había la posibilidad que atentaran contra la vida de Emily y eso sería desatar la ira de Draven.

- El reino no me culpara, porque defendí a mi mate, a la Reina de Shadow Moon – Sonrió sabiendo que Liam ya había entendido su plan.

- Perfecto, se lo haré saber a Karim, para que se prepare – Respondió.

Draven asintió, Liam y Karim eran los únicos dos en los que confiaba plenamente, pues los tres crecieron juntos, sus padres, los antiguos reyes, los adoptaron cuando quedaron huérfanos cuando solo eran unos niños, por lo que incluso se consideraban hermanos.

- Listo, termine – Se levantó de su asiento y tomó su saco. – Mañana me tomare el día – Agregó con una gran sonrisa.

Liam suspiró, eso significaba más trabajo para él, pero bueno, debía entender a su rey, había estado tanto a la espera por la bendición de su pareja, que ahora necesitaba su espacio con ella.

- Bien, en cuanto tenga las fechas para la ceremonia de presentación se lo enviare a su correo – Comentó.

Draven solo asintió, ya tenía prisa por irse y estar con ella, con su pequeña Emily.

***************

Emily realizaba las actividades que Karim le había asignado, le gustaba, además de que el Gamma era muy bueno explicando, además que, en la manada gris, aprendió lo básico en la escuela antes de que Alfa Mauro influenciado por Luna Liliana y claro Gina, la sacara de la escuela para que ella se dedicara a servirles en la manada a tiempo completo.

- Muy bien, Luna, aprende rápido – Dijo Karim analizando las respuestas de las actividades que había hecho Emily.

Ella se sonrojo ante ese halago, nunca antes había recibido uno.

- Terminaremos por hoy – Dijo mirando su celular, leyendo el mensaje de Liam informándole que el Rey llegaría en cualquier momento para pasar el resto del día con su reina.

Emily se sintió desanimada al escuchar eso, quería continuar aprendiendo más, pero no era como si pudiera ordenárselo al Gamma, es decir, el estatus del Gamma era casi igual al del rey.

- Fue un placer, Luna – Hizo una reverencia.

Emily lo imito, aunque ella no debía hacer eso ya pues ahora era una Reina, un estatus mucho más alto que el del mismo Gamma y beta del Rey.

Karim la guio en su camino, pronto llegaría el rey, apostaba que incluso le ordeno al chofer que se diera prisa, o tal vez él mismo manejaba el coche.

Emily se detuvo frente a una gran ventana que daba al jardín principal, era tan hermoso, lleno de naturaleza y sobre todo había un rosal y pudo apreciar diferentes colores entre ellos sus favoritas, las rojas.

Karim se percató de ello, era buena información para darle al Rey Draven, sabía que haría cualquier cosa por ver a su reina feliz, incluso regalarle todas las rosas del reino.

Cuando llegaron a las escaleras, fue donde Karim se despidió, ni siquiera las mucamas que antes la asistieron estaban, era obvio, tenían que darle la privacidad a la pareja y el rey ya estaba en el palacio.

- Luna – Hizo una reverencia Karim y se dio la vuelta para marcharse.

Emily se quedo en el inicio de las escaleras, sin saber que hacer, ¿Subir? ¿Volver a la recamara? Todo eso era difícil para ella, estaba tan acostumbrada a recibir órdenes, que no podía decidir por ella misma.

De pronto su loba ronroneo, ella empezó a olfatear al sentir el aroma a cedro y almizcle, le encantaba ese olor y era muy familiar para ella, el Rey Draven apareció, su corazón empezó a latir con fuerza descontrolada, volvió, y eso significaba que repetirían lo de esa mañana ¿No?

- Pequeña – Draven ya estaba frente a ella, la rodeó de la cintura y la atrajo a ella para darle un apasionado beso al que Emily respondió con torpeza.

Draven terminó el beso de manera repentina, justo cuando Emily empezaba a llevarle el ritmo, acaricio su mejilla con ternura, no dejaba de mirarla con sus intensos ojos negros.

- ¿Me extrañaste? – Preguntó.

Emily se sonrojo ante esa pregunta, ¿Qué debía contestar? ¿Sí? ¿No? ¿La verdad? Su cabeza era un torbellino que no la dejaba articular ninguna palabra.

La sonrisa de Draven se desvaneció, esperaba que la respuesta de ella fuera un rápido “Si” pero también entendía su condición actual.

- ¿Ibas a la recamara? – Preguntó.

Emily lo miró, su sonrisa ya no estaba, e incluso podía notar tristeza en su mirada, era algo que conocía a la perfección pues siempre estaba en su propio rostro.

- Si – Dijo en un bajo susurro.

- Okay. Vamos – Ordeno.

- Lo extrañe – Su voz apenas se escuchó, pero fue suficiente para que Draven sonriera.

Emily, no mentía, a pesar de que estuvo recibiendo la clase de Gamma Karim, en su mente siempre estuvo el rey, esperando el momento para verlo de nuevo, tal vez era el vínculo de parejas que los unía, pero ese vínculo se haría cada vez más fuerte y ella a pesar de todo, no se podría escapar de ello.

Draven la beso de nuevo, sin siquiera darle tiempo a reaccionar, el aroma de Emily empezó a liberarse, excitándolo, provocándole una erección, la atrajo más a él, presionando su dureza contra ella, quería que lo sintiera, que sintiera lo que ella provocaba en él.

- Te voy a follar, pequeña – Susurro con su ronca voz al terminar el beso.

Emily se puso roja, su respiración estaba agitada, el aroma que ella desprendía la hacía sentirse acalorada, sentir la dureza de él en su vientre bajo, la mojaba en aquella zona.

Draven la cargó de la cintura, haciendo que ella envolviera sus piernas alrededor de él, había pensando en que quería que ella se acostumbrara primero a él, pero no podía soportarlo más, el aroma que ella estaba desprendiendo era simplemente el inicio de su Celo y no permitiría que ella tomara ningún medicamento para que lo controlara, no lo necesita, después de todo, él es su macho que estaba dispuesto a satisfacerla hasta que cada centímetro de su piel perteneciera únicamente a él.