segunda parte de mi hermoso vagabundo.
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CAPÍTULO 7
(Rocío Martínez)...
Luego de alquilar una casa, logré traer a mi hijo, a mi madre y a mis hermanas junto a mí. Para luego comenzar a idear la forma de cómo poder acercarme a Sam, sin exponerme, ni llamar la atención de sus escoltas.
Analizamos cada detalle minuciosamente hasta que a mi madre se le ocurrió la brillante idea de acercarme a Sam de la misma forma que él me enamoró cuando fingió ser Net, mi hermoso vagabundo.
A mi suerte Charlotte, jamás se enteró de cómo Sam se hizo pasar por vagabundo. Así que comenzamos a construir el plan para traer a mi esposo de vuelta con nosotros.
Lo primero que hice fue buscar un atuendo de vagabunda. Jonathan con un equipo de tres hombres, se dedicaron a seguir día tras día los pasos de Sam, hasta encontrar el momento preciso para nuestro primer encuentro.
(Por el lado emocional, no sé cómo reaccionar cuando lo tenga frente a frente y temo echar todo a perder cuando me invadan las ganas de llorar y gritarle que yo soy su verdadera esposa.)
TOCAN LA PUERTA...
_ Ya estamos listos _ me dice Jonathan al otro lado de la puerta.
_ Iré enseguida _ le respondo, mientras repaso los últimos detalles de mi vestimenta de vagabunda en el espejo de mi cuarto.
Salgo y avanzo hasta mi madre, para que me dé su bendición.
_ Todo saldrá bien, hija _ me dice mi madre al verme que no estoy respirando bien de los puros nervios.
_ Espero que así sea.
_ Ya verás cómo Sam vuelve a enamorarse como un loco de ti _ me dice mi madre, sacándome una sonrisa.
Luego subo al carro con destino a nuestro primer encuentro, pensando en qué decir para llamar la atención de Sam. Porque conociendo cómo es o fue, Sam jamás perdería su tiempo en una insignificante vagabunda que se le acerca para pedir limosna.
_ Es hora _ me dice Jonathan cuando me abre la puerta del carro y me indica a Sam a solo una cuadra de distancia.
_ Ya es hora _ le digo, saliendo del carro, con una sonrisa nerviosa.
Intento mantenerme firme, mientras avanzo a paso lento hasta llegar a Sam. Pero mis músculos se tensan cada vez que me estoy acercando aún más a él.
_ ¿Tienes algo de comida?_ le pregunto, sin mirarlo a los ojos.
_ Comida no tengo _ me responde.
Al escuchar mis palabras, observo que su cuerpo se tensa y no le soy del todo indiferente.
_ ¿Me darías dinero para comprar algo de comer?_ esta vez le digo levantando la cabeza para mirarlo a la cara.
Pero... "Pensé que sería más fuerte"
Creí que podría estar cerca de Sam sin que me afectara tanto el hecho que no me recuerde. Pero resultó ser más doloroso de lo que yo pensé, ya que tuve que salir rápidamente para evitar que me viera llorar.
(Dado que aquí me encuentro llorando como una tonta detrás de un árbol, ocultándome en la oscuridad de la noche.)
_ Rocío ¿Estás bien? _ me pregunta Jonathan quién viene corriendo hacia mí, después de que el carro de Sam retomara su camino.
_ Lo tuve tan cerca de mí _ le digo entre sollozos y con el corazón hecho pedazos.
_ ¿Pudo reconocerte?
_ No... De hecho, yo no pude terminar con nuestro plan.
_ Ya habrá tiempo _ asiento, dándole la razón, porque sé muy bien que tarde o temprano haré que Sam vuelva a enamorarse de mí.
_ Volvamos a casa _ le digo.
DOS DÍAS DESPUÉS...
Llevo 48 horas repasando cada detalle de mi primer encuentro con Sam y me río, porque al fin y al cabo fue muy similar a mi primer encuentro con Net.
Esta vez tengo todo planeado, cuento una y otra vez paso a paso nuestro plan. A nuestra suerte hoy está lloviendo más fuerte que los días anteriores y aprovecharemos esta lluvia para volver acercarme a Sam, esta noche.
_ Siempre fuerte y valiente, mi pequeña _ me dice mi madre antes de salir a mi segundo encuentro.
_ Siempre, mamá _ le respondo, mientras la abrazo con fuerza.
_ Ve con Dios _ me despide mi santa madre. Mientras me encamino a subirme al carro.
Me apena ver, cómo sufre en silencio mi madre, al verme pasar por todo esto. Porque ahora más que nunca ella debería estar tranquila, ya que podría existir la posibilidad de que con tantas preocupaciones sus defensas puedan bajar y podría volver a enfermar.
Subo al carro e intento poner la cabeza fría, para no desconcentrarme de nuestro plan.
_ ¿Te sientes lista? _ me pregunta Jonathan a mi lado.
_ Sí _ le respondo esperando llegar pronto a la empresa de Sam.
......................
Un cuarto para las nueve y comienza a llover aún más fuerte.
_ Estamos listos, Sam está saliendo de la empresa _ me avisa Jonathan para que salga del carro y comience con nuestro plan.
La adrenalina invadió mi cuerpo y salgo casi corriendo al darme cuenta de que Sam está subiendo a su carro. Y sin pensarlo me lanzo frente al carro de Sam cuando ya estaba en movimiento.
¡Mierda!...Digo cuando el carro me da un pequeño golpe y caigo al piso.
El carro se detiene de inmediato y observo como alguien se baja y se acerca hasta mí.
_ ¿Estás loca? _ me grita furioso uno de los escoltas de Sam.
_ Mi pierna, mi pierna, me duele _ grito ignorando su pregunta.
Dos escoltas más se me acercan e intentan sacarme de ahí a tirones.
_ Necesito ir a un hospital... Mi pierna... Me duele _ grito con más fuerza para llamar la atención de mi esposo.
Hasta que lo vi bajar del carro, algo preocupado.
_ ¡Ayuda! ¡Ayuda! _ grito y grito.
_ Súbanla al carro _ les ordena a los escoltas.
_ Pero señor...no...
_ Par de ineptos ¡Fuera de aquí! _ les grita Sam enfurecido.
Posteriormente me toma en sus brazos y me coloca en el asiento del carro, para luego ser él quien asume el volante y comenzar a acelerar, dejando a todos sus escoltas abajo.
_ ¿Estás bien? _ me pregunta con un tono muy preocupado.
_ Me duele mucho la pierna, necesito un hospital, me duele _ le respondo exageradamente.
Me apena estar mintiendo tan descaradamente de esta manera, porque en realidad no me duele nada, pues, a mi suerte el carro apenas me rozó un poco la pierna.
Pero... Logré por fin estar a solas con mi amado esposo.
que explote la bomba y dinamiten a esas brujas desgraciadas de la vida de Sam