El Cachorro Del Rey

El regreso de Astrid a la manada Cascada azul no paso desapercibido, pues todos la recordaban tanto por el hecho de que se iba a convertir en la Luna de la manada, como por lo sucedido y la insistencia del Beta del rey por encontrarla.

De inmediato llegó a oídos del actual Alfa de la manada sobre su regreso.

Leandro estaba en su oficina escuchando con atención el informe de uno de sus empleados que vivía a unas casas de donde vivía Astrid.

- Se atrevió a volver- Siseo Leandro\, lo sucedido tiempo atrás había traído consecuencias y ahora era un alfa solo de título por culpa de Astrid.

- Si y no llegó sola\, llego con un pequeño en brazos- Agregó el hombre con interés.

Leandro frunció el ceño ante eso, la idea de que ella tuviera un hijo hacia que su estómago se revolviera, tenía que verla y ver a ese niño con el que llego.

Salió de oficina con furia y desesperación, recordaba perfectamente el camino a casa de los padres de Astrid, aunque hacía años que no lo visitaba.

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Astrid terminaba de servir el desayuno a Alain, el pequeño comía alegremente en compañía de sus abuelos, quienes no dejaban de consentirlo y preguntándole que más quería comer.

- Deberías inscribirlo al colegio de la manada – Propuso Aurora.

Astrid tomaba un sorbo de café, la idea ya había pasado por su mente, pero temía que algo sucediera y complicara la situación de Alain.

- Piénsalo bien\, no te apresures- Hablo Frank al ver la preocupación en el rostro de su hija.

- Mami\, ¿Puedo tomar más chocolate? Loki quiere más- Murmuro el pequeño con ojitos tristes.

Astrid entrecerró la mirada, con esos ojitos que su pequeño hacía era difícil decir no.

- Está bien\, mi cachorro – Dijo ella sirviendo un poco más de leche de chocolate en el vaso de su hijo.

En ese momento el timbre interrumpió el alegre desayuno. Frank decidió ser quien abriría.

Astrid se puso en alerta al escuchar los gritos de un hombre, llamándola, reconocía esa voz y sintió nauseas en el momento.

- Mamá\, quédate con Alain por favor – Astrid se levantó de su silla\, le dio un beso a su pequeño y se dirigió a la sala\, de donde provenía los gritos.

Al llegar se encontró con Leandro caminando de un lado a otro y amenazando a Frank, podía sentir su aura rodearlo.

- ¡Te di una orden! ¡Trae a esa perra aquí! - Grito Leandro usando su poder de autoridad.

Frank se negaba y trataba de resistirse ante la orden de Leandro.

- ¡¿Qué mierda quieres?! – Grito Astrid entrando a la sala\, camino hacia su padre y lo ayudo a mantenerse de pie

Leandro miro a Astrid de pies a cabeza, se veía diferente, pero seguía hermosa incluso más que en el pasado, pero solo fue momentánea su sorpresa.

- Vaya\, te atreviste a regresar – Dijo con una cínica sonrisa.

- Me entere que mi expulsión fue anulada – Sonrió Astrid arqueando las cejas. - ¿Qué es lo que quieres? – Pregunto y cruzo los brazos al notar que su aura se había esfumado.

- Me entere que llegaste con un mocoso – Dijo.

Astrid frunció el ceño.

- ¿Quién es el padre de tu bastardito? – Volvió a preguntar con su descarada sonrisa.

Astrid enfureció, no permitiría que insultara a su cachorro, se acercó a Leandro y sin pensarlo le propicio un golpe en la nariz.

- ¡Perra! – Gruño Leandro al sentir el dolor del golpe\, la sangre escurría de su nariz\, ella le había golpeado con gran fuerza.

- ¡No vuelvas a insultar a mi hijo! – Grito furiosa\, quería seguir golpeándolo\, pero Frank ya la estaba deteniendo.

- Estúpida\, solo vine a decirte que debes de registrar a tu bastardo\, él no nació en la manada por lo que no tiene un lugar aquí – Soltó Leandro limpiándose la sangre con sus manos- Si no lo registras en setenta y dos horas\, entonces tu bastardito será desterrado – Le guiño el ojo.

Frank se molestó, Leandro solo seguía provocando a Astrid, así que decidió soltarla.

Astrid de inmediato le volvió a dar otro golpe a Leandro, pero esta vez en el ojo.

- ¡Pagaras perra! – Leandro sentía el dolor punzante en su ojo no podía ni siquiera abrirlo.

- Largo\, cabrón o te destruiré tu estúpido rostro – Amenazó Astrid.

Leandro bien podía defenderse, usar su aura contra Astrid, pero extrañamente algo en su interior se lo impedía.

- Recuerda llevar todos los documentos en orden\, en especial el acta de identidad del padre de tu bas…

Antes de terminar Astrid ya le había dado otro golpe ahora en la mejilla. Leandro dio un paso amenazante ante ella, pero sintió un aura rodearla, algo que lo hizo intimidarse y retrocedió.

A lo lejos el pequeño Alain observaba escondido, ese hombre no le agradaba, quiso herir a su madre y eso lo hacía enojar, incluso Loki estaba molesto.

- Ese hombre no me agrada…el futuro novio de mami deberá darle una lección – Susurro el pequeño Alain con el ceño fruncido.

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Después de que Leandro se marchó, Astrid quedo pensativa por lo que dijo, tenía razón, debía registrar a Alain en la manada, el problema era la documentación que pedían, el acta de identidad del padre era de suma importancia, pues así podrían saber la ascendencia del infante, eso era un gran problema, porque ella no tenía esa acta, en la vida humana lo registro como madre soltera fue tan fácil, nada que ver con lo difícil que sería en la manada.

- Tranquila\, puedes ir directamente a la capital\, solicitar una audiencia con el Rey para solicitar su aprobación del registro de Alain\, sin la necesidad de la dichosa acta – Sugirió Frank.

Astrid lo miró desanimada, el rey Lycan rara vez se dejaba ver, así que dudaba en que aceptara darle una audiencia por algo que para él no sería importante como lo era para ella.

- Mami – La vocecita de Alain hizo que se girara hacía a él.

- ¿Qué pasa? – Astrid se acercó al pequeño quien hacía un gesto de dolor.

- Estoy mareado y me duele todo mi cuerpo – Susurró el pequeño.

Astrid lo cargo en brazos y toco su frente.

- Tienes fiebre – Susurro Astrid.

Aurora llegó en ese momento, parecía confundida, tenía ambas manos en su cabeza.

- ¿Qué paso mujer? – Frank se acercó a ella preocupada.

- Necesitas encontrar al padre de Alain de inmediato – Dijo Aurora mirando a su hija- No se cómo\, pero el pequeño hizo algo para adormecerme – Agregó con pesadez.

Astrid dirigió su mirada a Alain, su pequeño la miraba desanimado, con sus ojos rojos y cansados.

- Mami\, lo siento…Loki lo siente también – Susurró el pequeño recostándose en el hombro de su madre.

- Tranquilo\, mi amor\, vamos a recostarte\, te daré medicamento para la fiebre – Dijo preocupada mientras caminaba hacia la recamara.

- Estoy bien – Dijo Aurora – Vamos a preparar una sopa para Alain la va a necesitar – Continúo\, ella no estaba asustada más bien estaba preocupada por la situación de su pequeño.

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Alain bebía el medicamento que su mamá le daba, podía ver en sus ojos la preocupación, eso no le gustaba, pues él prefería ver a su mamá alegre.

- Mami\, no estés triste – Dijo el pequeño acariciando la mejilla de su madre.

- Perdón mi cachorro\, solo no me gusta verte enfermo – Astrid se acercó más y le dio un beso en la frente.

- Es culpa de ese hombre que te estaba gritando – Dijo Alain haciendo una mueca de desagrado.

- ¿Lo escuchaste? – Preguntó Astrid preocupada.

- También lo vi\, se ve malo y desagradable. A Loki no le gusto que te estuviera gritando y tampoco que quisiera rodearte con su…- Se quedo pensativo unos segundos- Su aura de alfa – Terminó y se quedo nuevamente pensativo. - ¿Qué es un Alfa\, mami? – Preguntó con curiosidad.

- Ah\, te lo explicare después\, ahora duerme un poco para que el medicamento haga efecto rápido ¿sí? – Sugirió Astrid.

- Si mami – Dijo con obediencia- Sabes\, cuando encontremos a tu novio\, le diremos que le de una lección a ese hombre malo que te grito – Dijo con una sonrisa divertida.

- ¿Novio de quién? – Preguntó Astrid confusa.

- Tuyo mami\, te encontré un novio muy guapo\, así como yo – Dijo emocionado.

Astrid empezó a reír por el comentario de su pequeño.

- No necesito ningún novio\, si te tengo a ti mi cachorro – Beso de nuevo su frente.

- Si lo necesitas\, para que te proteja de ese hombre malo\, Loki dice que aun soy muy pequeño para dominar su poder – Susurró el pequeño mientras comenzaba a quedarse dormido\, efectos tal vez del medicamento y cansancio de haber usado ese poder que era demasiado grande para él.

Astrid acarició el rostro de su pequeño mientras lo veía quedarse dormido, las cosas se complicaban con el registro, conociendo a Leandro a estas alturas debió dar instrucciones al área de registro. La idea de su padre paso en su cabeza, tal vez debería intentar la audiencia con el Rey Lycan, debía hacer todo lo necesario para proteger a su pequeño.

Saco su teléfono y empezó a buscar los requisitos para una audiencia.

- ¿Meses? ¿Años? – susurro al ver en cuanto tiempo podría tener una audiencia. – No\, solo tengo horas para registrar a Alain – Dijo recostándose al lado de su pequeño.

Siguió leyendo información hasta que por error entro a otra página, donde estaban reclutando personal en el palacio real, había diferentes tipos de puestos, pero uno llamo su atención en especial.

Asistente del rey.

Se sentó en la cama emocionada, ella tenía experiencia en aquel puesto así que podía postularse.

- Bien\, solo tengo que ganarme ese puesto – Se levantó y se dirigió a su escritorio para enviar su hoja de vida. - ¿Esté quién es? – Pregunto al ver la foto de un hombre de cabellos negros y ojos escarlata\, apuesto\, fornido\, sexy. Su corazón palpito con fuerza- Astrid no es el momento – Sacudió su cabeza de un lado a otro y cerró la ventanilla.

Astrid no tardo en actualizar su hoja de vida y enviar al correo que aparecía al final del anuncio. Después empezó a ordenar toda su documentación y la de Alain, podría ganar un poco de tiempo diciendo que perdió el acta de identidad del padre de su hijo.

- Si\, debe funcionar – Dijo revisando la documentación – Por favor Diosa Luna\, ayúdame un poco – Susurro con nervios.