en manos del mafioso , Emily escapó de una relación mala, cerro su corazón del amor, ahora estaba preparandose para su nuevo trabajo, sin saber lo que el destino le preparó
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Capitulo 7
Él se rio con ligereza. -Insoportable y arrogante, eh?-, dijo él, con un toque de burla en su tono. -Creo que te divertiste más de lo que admites, pequeña. Estabas tan molesta y frustrada, pero te vi sonreír. Sé que te encantó mi atención, incluso si finges lo contrario-
-ja, estas loco, acaso te gusta que te peguen? señor Bianchi?-
Su sonrisa se tensó un poco ante su comentario, pero intentó mantener su fachada arrogante. Su orgullo no podía permitirse dar señales de vulnerabilidad, especialmente frente a ella.
-¿Pegarme, pequeña?- dijo él, con una mezcla de sorpresa y diversión en su voz. -Yo diría que simplemente estoy siendo honesto. Creo que en secreto, te encantan mi atención y mis provocaciones-.
Emily soltó una risa incrédula ante su afirmación, sacudiendo la cabeza con incredulidad. Era irritante la forma en que él siempre parecía estar tan seguro de sí mismo y tan convencido de que tenía razón.
-Por favor-, respondió ella, con tono burlón. -No creas que eres tan especial. Tu presencia simplemente es... molesta. Y tus provocaciones son ridículas-.
Él arqueó una ceja ante su tono, aparentemente divertido por su negativa a admitir cualquier atracción por él. Se cruzó de brazos, observándola con interés.
-¿Ridículas, eh?-, dijo él con un tono de ironía. -Creo que el hecho de que sigamos teniendo estas conversaciones muestra que mis provocaciones no son tan ridículas. Al menos, estoy en tu mente, pequeña-.
-usted es un idiota- lo dejo solo en el balcon escapando adentro de la fiesta
Él se quedó ligeramente sorprendido por su repentina partida, pero pronto se recuperó y esbozó una sonrisa sardónica.
-Oh, ahora huyes, ¿eh?-, dijo él, con un toque de ironía en su voz. -Muy bien, pequeña. Sigue corriendo. Pero ambos sabemos que esto está lejos de terminar. Te veré de nuevo-.
Emily se apresuró a entrar en la fiesta, tratando de alejarse de Luca y recuperar la calma. Su corazón seguía latiendo fuerte en su pecho y su mente seguía pensando en él, pero se esforzó por centrarse en los demás invitados y disfrutar de lo que quedaba de la noche.
El resto de la fiesta transcurrió relativamente normal, pero Emily notaba de reojo a Luca desde la distancia. Su irritante sonrisa y su mirada intensa la hacían sentirse incómoda, y aunque intentó ignorarlo, una parte de ella no podía evitar sentirse atraída por él.
Finalmente, el evento llegó a su fin y los invitados comenzaron a retirarse poco a poco. Emily y Sophia estaban cerca de la salida, exhaustas pero aliviadas por el fin de la velada.
Mientras estaban a punto de irse, Emily sintió una mano en su hombro. Se dio la vuelta y se encontró con Luca, quien estaba justo detrás de ella con una sonrisa arrogante en su rostro.
Emily sintió un escalofrío de irritación y nerviosismo ante su llegada sorpresa. Su presencia era abrumadora y su sonrisa presuntuosa le hacía sentirse pequeña. Se mantuvo firme, tratando de no mostrar lo mucho que él la afectaba.
-¿Qué quieres?-, respondió ella con un tono frío. -Pensaba que ya habíamos terminado de hablar para esta noche-.Él se rio suavemente ante su fría recepción, claramente divertido por su irritación. Se inclinó un poco hacia ella, acortando la distancia entre ellos.
-No me refería a nuestra conversación del balcón, pequeña-, respondió él, con un toque de coqueteo en su tono. -Me refería a lo que sucederá la próxima vez que nos veamos-.Ella se estremeció ante su provocación, y se obligó a mantener la calma. Sin importar cuánto intentara parecer imperturbable, su presencia siempre parecía afectar sus emociones.
-¿Y por qué diablos crees que habrá una próxima vez?-, respondió ella con un tono exasperado. -Prefiero mantenerme lo más alejado posible de ti-.Él soltó una risa suave, como si estuviera disfrutando su respuesta. Se inclinó más cerca, prácticamente invadiendo su espacio personal.
-Ah, pero sé que no puedes evitarlo, pequeña-, dijo él con confianza. -Siempre acabamos encontrándonos nuevamente. Es como si hubiera atracción entre nosotros, incluso si lo niegas-.Su tono confiado era irritante, pero Emily podía sentir su corazón acelerarse ante su proximidad. Su mirada la hacía sentir atrapada y desarmada, y tenía que luchar contra la tentación de acercarse más a él.
-No hay ninguna atracción-, respondió ella con firmeza, cruzando los brazos frente a su pecho en un gesto defensivo. -Lo que hay es irritación y frustración, nada más-.Él sonrió ampliamente ante su negación, como si encontrara divertida su resistencia. Sus ojos oscuros la recorrían de arriba abajo, sin dejar escapar ningún detalle.
-Ah, siempre tan testaruda-, dijo él, con un tono de admiración en su voz. -Pero sé que en el fondo, disfrutas de nuestra interacción, a pesar de lo mucho que lo niegues. Me encanta cómo me desafías, pequeña-.
Su tono elogioso la hizo sentirse aún más irritada, pero también un poco confundida. Era como si él pudiera ver a través de sus intentos de guardar las apariencias y notara el efecto que tenía en ella, tanto para bien como para mal.
-No disfruto de esto en absoluto-, respondió ella, intentando sonar convincente. -Incluso si disfrutara, que no es así, tú no eres mi tipo-.
Él enarcó una ceja ante su último comentario, intrigado por su negación. Su sonrisa se ensanchó aún más.
-Oh, no soy tu tipo, eh?- repitió él, con un toque de ironía en su tono. -Y, ¿te importaría decirme qué tipo de hombre es tu tipo, entonces?-.Ella titubeó por un momento, no esperaba que le hiciera esa pregunta. Su mente se quedó en blanco mientras intentaba pensar en alguna respuesta convincente.
-Mi tipo... es alguien amable, considerado y respetuoso- respondió ella finalmente, aunque su voz demostró vacilación. -Alguien que no sea tan arrogante y engreído como tú-.
Él soltó un leve bufido de risa ante su descripción. Su sonrisa aún no se había borrado de su rostro.
-Ah, alguien amable y considerado, ¿eh?-, dijo él, con cierta burla en su tono. -En otras palabras, un tipo aburrido y sin carácter-.Emily frunció el ceño ante su comentario, sintiéndose irritada por su insulto.
-No es verdad-, respondió ella con vehemencia. -Prefiero a alguien que sepa cómo tratar a una dama, en lugar de alguien que solo busca una aventura pasajera-.
Él soltó una carcajada, claramente divertido por su respuesta. Se apoyó contra la pared, cruzando los brazos sobre el pecho.
-Vaya, entonces estás buscando un caballero de armadura reluciente y corcel blanco. Pero permíteme decirte algo, pequeña-, dijo él, con un toque de burla en su tono. -Los hombres como yo son mucho más divertidos y excitantes-.
con permiso Señor Bianchi, debo descansar luego de tanto trabajo- siguio a sophia
Él la miró con sorpresa ante su repentino anuncio de irse, pero no intentó detenerla. Su sonrisa cambió a una más pensativa mientras la observaba irse.
-Hasta pronto, pequeña-, dijo él, con un ligero toque de resignación en su tono. -No sé cómo, pero sé que nos volveremos a encontrar-.Emily sintió un escalofrío ante su última declaración, pero no se atrevió a mirar hacia atrás. Siguió caminando junto a Sophia, tratando de controlar su acelerado corazón y sacudiéndose la sensación de la presencia de Luca Bianchi.Mientras se alejaban de la entrada de la fiesta, Sophia notó la tensión y la agitación de Emily. La tomó del brazo y la llevó a un lado, apartándola de la multitud.
-Hey, ¿estás bien?-, preguntó su amiga con preocupación en la voz. -Pareces nerviosa. ¿Qué diablos te dijo ese engreído idiota?-Emily sacudió la cabeza, tratando de calmar su mente y sus emociones.
-Nada, sólo estaba... molestándome, como de costumbre-, respondió ella, sin querer admitir el efecto que el hombre tenía en ella. -Estoy bien, sólo quiero ir a casa y olvidar esta noche por completo-.
Sophia no estaba convencida, pero decidió no presionarla. Sabía que su amiga necesitaba tiempo para procesar lo que fuera que hubiera pasado entre ella y Luca.
-Está bien-, dijo ella, con tono comprensivo. -Vamos, te llevaré a casa y podemos olvidarnos de toda esta locura por un tiempo-.
Las dos amigas se dirigieron hacia el estacionamiento, alejándose de la fiesta y dejando atrás cualquier rastro de Luca Bianchi. Mientras se alejaban, Emily no pudo evitar echar un último vistazo hacia la entrada, como si una parte de ella estuviera esperando volver a ver a ese engreído arrogante.Pero él no estaba a la vista, y ella se reprendió a sí misma por siquiera pensar en eso. Con un suspiro, se subió al coche de Sophia y se acomodó en el asiento del pasajero, dispuesta a olvidar todo lo relacionado con Luca Bianchi por un tiempo.El viaje de regreso a casa transcurrió en silencio, con Sophia conduciendo y Emily sumida en sus pensamientos. Su mente seguía repasando su interacción con Luca, analizando cada palabra y gesto. Se odiaba a sí misma por la forma en que su cuerpo reaccionaba a él, por la atracción que sentía hacia ese hombre insoportable.Pero sabía que no podía permitirse caer en la tentación de sus encantos. Él era todo lo que odiaba en un hombre: arrogante, presuntuoso, egoísta. Además, estaba seguro de que él solo buscaba una conquista más, y ella no tenía ningún interés en ser simplemente un entretenimiento fugaz para alguien como él.Sin embargo, no podía evitar recordar su intensa mirada, la forma en que su presencia llenaba el espacio, y la manera en que la hacía sentir vulnerable y al mismo tiempo viva y alerta. A pesar de sí misma, se descubrió deseando verlo nuevamente, aunque sabía que era una pésima idea.Cuando llegaron a casa de Emily, ella intentó sacarse esos pensamientos de la cabeza. Se despidió de Sophia y entró a su apartamento, agradecida por tener un momento para sí misma y ordenar sus pensamientos. Se desplomó en el sofá, cerrando los ojos y respirando profundamente.