En Manos Del Mafioso

En Manos Del Mafioso

Capitulo 1

Era una mañana soleada en la tranquila ciudad de Longxi . Los rayos del sol de la mañana se colaban a través de las rendijas de las persianas y despertaban a Emily Jones. Estirándose perezosa, Emily apartó las sábanas y apoyó los pies en el frío suelo de madera.

Con decisión, Emily abrió las persianas y la luz inundó la habitación, despertando de golpe a su gato, Max que la miró con curiosidad. Emily esbozó una sonrisa ante la mirada burlona del pequeño felino y se dirigió al baño para empezar su día.

Mientras se cepillaba los dientes, Emily pensó en el día que le esperaba. Era el primer día en su nuevo trabajo y sentía una mezcla de nerviosismo y expectativa. Se miró en el espejo y se colocó unos rizos rebeldes tras la oreja derecha.

El timbre de la puerta de entrada rompió el silencio, haciéndola salir de repente del baño. Emily frunció el ceño, se preguntó quién podría ser a esa hora de la mañana y fue a abrir la puerta.

Cuando abrió, se encontró a su mejor amiga, Sophia, de pie en la puerta con una sonrisa de oreja a oreja y una bolsa de Dunkin Donuts en la mano.

-¡Buenos días, dormilona!-, dijo Sophia con un tono burlón y pasó junto a Emily para entrar en casa.

-Oh, cállate-, respondió Emily con una sonrisa, y cerró la puerta mientras seguía a Sophia hasta la cocina.

-No te preocupes, sé que necesitas tu dosis diaria de cafeína para ser una persona funcional-, dijo Sophia riendo mientras extraía dos cafés de su bolsa y los colocaba sobre la encimera.

-Muy graciosa-, respondió Emily con sarcasmo, aunque era cierto que no se sentía del todo despierta sin su dosis matutina de cafeína.

-No te quejes, sabes que siempre tengo razón-, bromeó Sophia, y se sentó en una de las sillas de la cocina. Emily puso los ojos en blanco pero no pudo evitar sonreír.

-Estoy nerviosa por mi primer día en el nuevo trabajo-, admitió Emily mientras se acomodaba frente a Sophia y tomaba un sorbo de su café.

-Oh, no te preocupes, lo harás genial-, la tranquilizó Sophia, poniendo su mano sobre la de Emily. -Eres inteligente, amable y súper organizada. Van a amarte allí-.

-Espero que tengas razón-, dijo Emily, sintiéndose algo más tranquila con las palabras de aliento de su amiga. -Pero sabes que tiendo a ponerme un poco tensa en situaciones nuevas-.

-Lo sé, pero también sé que eres capaz de manejarlo. Recuerda sólo sonreír y ser tú misma-, aconsejó Sophia. -Además, te verás con ese buen traje nuevo que compraste ayer, estoy segura de que causarás una excelente impresión-.

Emily asintió, agradecida por el apoyo de Sophia. -Sí, tienes razón. Sólo tengo que mantenerme tranquila y ser yo misma. Y sí, mi nuevo traje realmente me queda genial-, reconoció, ajustando las solapas de su chaqueta azul marino.

-Claro que sí-, dijo Sophia con una sonrisa traviesa. -Además, tal vez incluso te puedas encontrar con un chico guapo en tu nuevo trabajo-.

Deberias dejar de pensar en chicos sophia

-Pero sabes que me encantan los chicos guapos,- respondió Sophia con una sonrisa pícara.-Y tú también deberías dejar de ser tan seria. Necesitas un poco de diversión en tu vida-.

-Estoy bien así como estoy-, argumentó Emily, aunque una pequeña parte de ella no pudo evitar sentirse tentada por las palabras de Sophia.

-Vamos, Emily. Eres joven, inteligente y guapa,- dijo Sophia, y levantó las cejas sugestivamente. -No puedes encerrarte sola en tu mundo de libros y trabajo-.

No quiero otro chico que me trate como Tomás -El rostro de Emily se ensombreció al recordar a su ex novio, Tomás. Las cosas terminaron mal entre ellos y Emily todavía no se sentía preparada para volver a abrir su corazón a otra persona.

-Sé lo que pasaste con Tomás, pero no todos los chicos son así-, dijo Sophia suavemente, notando el cambio en el estado de ánimo de su amiga. -Hay chicos amables, respetuosos y que valoran a las chicas por lo que son-.

Emily asintió, sabiendo que Sophia tenía razón. Pero aún así, el miedo a ser herida nuevamente la paralizaba. -Lo sé, pero es difícil confiar en alguien después de lo que pasé,- admitió.

-Lo entiendo, pero no puedes dejar que un mal tipo arruine tu concepto del amor-, dijo Sophia, acariciando la mano de Emily con afecto. -Hay alguien allá afuera que te verá como la increíble persona que eres y te tratará como te mereces-

Emily sonrió suavemente ante las palabras de apoyo de su amiga. Tal vez Sophia tenía razón, tal vez todavía debía confiar en el amor. Pero por ahora, necesitaba concentrarse en su nuevo trabajo y en demostrarse a sí misma que podía ser exitosa por sus propios medios.

-Gracias, Soph,-dijo Emily, dándole un apretón en la mano. -Eres una amiga increíble y siempre sabes cómo levantarme el ánimo-.

-Ese es mi trabajo, cariño-, respondió Sophia con una sonrisa. -Sé que estarás fenomenal en tu primer día. Solo mantén la calma y confía en ti misma-.

El pasado de Emily era difícil de recordar. Sus padres murieron en un accidente de coche cuando tenía sólo 16 años, dejándola sola y obligándola a madurar prematuramente. Emily luchó por adaptarse a su nueva realidad y tuvo que cuidarse sola desde muy joven. Pasó los siguientes años trabajando duro y estudiando para poder terminar la escuela y conseguir un trabajo decente. Fue entonces cuando conoció a Tomás...

Tomás parecía ser lo que Emily necesitaba en ese momento de su vida. Era cariñoso y atento, y la hacía sentir especial. Comenzaron a salir y todo parecía estar bien, pero con el tiempo, Tomás cambió. Empezó a ser más controlador y crítico, y Emily se encontró cada vez más atrapada en una relación tóxica.

Aunque trataba de negarlo, Emily sabía que estaba infeliz. Pero tenía miedo de terminar la relación y volver a estar sola. Hasta que un día, todo se desmoronó o mas bien mejoro y Tomás la dejó por otra chica. Emily estaba devastada y se sentía. la vez librada. Desde entonces, había decidido centrarse en su trabajo y en sí misma, sin dejar que nadie más volviera a lastimarla...

Volviendo al presente

Emily sacudió la cabeza para alejar los pensamientos negativos y volvió su atención hacia Sophia. Sabía que su amiga sólo quería lo mejor para ella y se dio cuenta de que estaba siendo un poco demasiado negativa.

-Tienes razón,- dijo Emily, con una sonrisa más decidida.-No tengo por qué dejar que mi pasado determine mi futuro. Estoy lista para enfrentarme a este nuevo reto y debo decirte gracias, porque sin tu recomendación en tu empresa no podría conseguir este trabajo, jefa-.

-Lo sé, lo sé, soy la mejor-, bromeó Sophia, dándole un empujón amistoso. -Y no tienes por qué agradecerme nada. Sabía que eras perfecta para ese puesto y tenía razón-.

Emily asintió, agradecida por el apoyo y la confianza que Sophia tenía en ella. -Estoy un poco nerviosa, pero también ilusionada-, admitió. -Es un gran trabajo, además escuché que el Ceo es estricto, dime Sophia que no debo hacer si me cruzo con el-.

-Oh, el gran y misterioso CEO,- dijo Sophia con una sonrisa traviesa. -Bueno, es cierto que tiene la reputación de ser un poco duro, pero yo lo consideraría más como una persona reservada y enfocada en el trabajo. No te preocupes, sólo sé profesional y respetuosa, y no tendrás ningún problema con él-.

-Oh, el gran y misterioso CEO,- dijo Sophia con una sonrisa traviesa. -Bueno, es cierto que tiene la reputación de ser un poco duro, pero yo lo consideraría más como una persona reservada y enfocada en el trabajo. No te preocupes, sólo sé profesional y respetuosa, y no tendrás ningún problema con él-.

-De acuerdo, intentaré mantener la calma-, dijo Emily, aunque una parte de ella estaba un poco intrigada por el enigma del CEO. ¿Cómo era este hombre que comandaba la empresa en la que ella ahora era parte? Solo podía esperar que las cosas salieran bien en su primer día...

-¡Ese es el espíritu!- exclamó Sophia, dándole un último empujón de aliento. -Estoy segura de que lo harás genial. Recuerda mantener la calma, tener confianza y ser tú misma. Y, por favor, no le des tanta importancia al gran y misterioso CEO. Es sólo un hombre, después de todo-.

-deberíamos ir llendo...-Mirando el reloj

-¡Mierda, tienes razón!-, exclamó Sophia, poniéndose de pie rápidamente. -Vamos, no querrás llegar tarde en tu primer día-. Emily asintió y también se levantó, agarrando su bolso y su café de la cocina.

-Gracias por el café y el impulso de confianza-, dijo Emily, sonriendo a su amiga. -Realmente lo necesitaba-

Las dos amigas salieron de la casa y se subieron al coche de Sophia, dirigiéndose hacia la oficina mientras charlaban animadamente. Emily intentaba controlar los nervios que amenazaban con apoderarse de ella, pero la presencia tranquilizadora de Sophia la ayudaba a mantenerse calmada.

Cuando llegaron a la oficina, Emily pudo sentir la energía frenética del lugar. La gente entraba y salía, los teléfonos sonaban y los ordenadores zumbaban con actividad. Emily siguió a Sophia a través del edificio hasta llegar a un pequeño cubículo que le habían asignado.

-Y aquí tienes, tu nuevo espacio de trabajo-, dijo Sophia, señalando el escritorio y el ordenador que la esperaban. Emily dejó su bolso y su café en el escritorio y se sentó en la silla, observando todo a su alrededor.

-Es... es pequeño, pero acogedor-, dijo Emily, tratando de sonar positiva. Sophia rió en respuesta.

-Lo sé, no es exactamente una oficina ejecutiva, pero para un primer trabajo está bien-, dijo, apoyándose en la mesa. -Y no te preocupes, te acostumbrarás rápidamente. Además, estaré justo ahí en mi cubículo, así que si necesitas cualquier cosa, sólo grita-.

Emily sonrió agradecida. Tener a Sophia cerca realmente la hacía sentir más tranquila. -Gracias, Soph. Definitivamente voy a necesitar tu ayuda en algunas cosas durante los próximos días-.

-Eso es a lo que están para los amigos-, respondió Sophia con una sonrisa antes de darse media vuelta para irse. -¡Buena suerte hoy, chica! Sé que lo harás genial-.

Vamos, te invito a celebrar- dijo emily

-Estaba esperando que dijeras eso,- respondió Sophia con una sonrisa de complicidad. -Vamos, sé de un buen lugar cerca de acá donde sirven unos margaritas deliciosos-.

Las dos mujeres subieron al coche de Sophia y se dirigieron hacia un pequeño bar cerca de la oficina. Cuando llegaron, se acomodaron en una mesa cerca de la ventana y pidieron dos margaritas con sal.

En cuanto recibieron las bebidas, Sophia levantó su copa para hacer un brindis. -Por tu primer día exitoso en tu nuevo trabajo-, brindó con una sonrisa.

Emily levantó su copa y se unió al brindis, bebiendo un sorbo de la bebida helada y refrescante. La margarita era buena, y se sintió más suelta y relajada después de un largo día de trabajo. Empezó a sentirse más animada y se permitió olvidar por un momento los nervios y la tensión del primer día.

Las dos amigas charlaban y reían mientras se relajaban con sus bebidas. Emily sintió cómo se desvanecía todo el estrés del día y pudo disfrutar de la compañía de su mejor amiga. Era agradable poder tomarse un momento para descansar y celebrar su pequeña victoria.

Después de un par de margaritas más, Emily comenzó a sentirse un poco mareada pero de buena manera. Su risa se volvió más sonora y sus movimientos más imprecisos. Sophia reía y animaba a Emily, también un poco ebria, y la situación se estaba volviendo cada vez más divertida y despreocupada.

Pasaron más tiempo charlando y bebiendo, hasta que finalmente decidieron que era hora de irse. Emily se levantó con dificultad y se apoyó en Sophia para mantener el equilibrio. Las dos salieron del bar riendo y tambaleándose, mientras intentaban encontrar el camino de vuelta al coche.

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