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Enamorarse No Está En El Contrato

Enamorarse No Está En El Contrato

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Pareja destinada / Amor-odio / Romance / Yaoi / Matrimonio arreglado
Popularitas:2.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Kaguya171310

La historia gira en torno a dos amigos-enemigos que por errores del pasado tuvieron un futuro casi desvanecido.
Advertencia, la novela contiene decripción explícita sexual.

NovelToon tiene autorización de Kaguya171310 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 9: Beso Inesperado.

Entre la oscuridad y el frío de la noche, Aidan y su grupo avanzaron por el camino que los llevaría a tener la vista perfecta de las estrellas. El lugar era conocido y es por eso que el resort llevaba ese nombre, la Galaxia de Andrómeda.

—Creo que deberías darme la mano— le dijo Kilian a Aidan—. El camino es algo complicado, no vayas a tropezar.

El pelinegro no dijo nada y antes de tener un accidente prefirió tomarse de la mano del mayor. Sayer hizo lo mismo dejando nuevamente a Mael desconcertado.

—Lo siento, no quiero caer— le sonrió el pelirrojo.

Continuaron su camino, a pocos pasos detrás de ellos iba el grupo de Indigo, por obvias razones las chicas iban agarradas de los brazos de sus compañeros.

El camino era algo largo, pero en la buena compañía y la conversación se hizo más corto. Finalmente subían el último tramo de cerro que los llevó a una bella planicie, más al fondo comenzaba un pequeño bosque. El cielo se veía tan cerca que las estrellas eran hermosamente claras, el firmamento de Dios se podía ver perfectamente.

—Es por eso que le llaman así— dijo Aidan mirando con ojos perdidos.

—Es un lugar mágico— le dijo Kilian colocándose a su lado.

—¡Tan hermoso como siempre!— gritó Gladys mirando el cielo.

Brenda sacó su cámara y comenzó a tomar fotos, luego se enfocó en Aidan y Kilian.

—Uy creo que la atmósfera puso romántico a alguien— dijo Brenda mirando a la parejita.

De inmediato los ojos de Indigo fueron a dar sobre ellos, al igual que Odris. Extrañamente el chico se sentía algo inquieto después de notar la cercanía repentina entre Sayer y Mael.

—Yo también quiero de ese romanticismo— le dijo Gladys tomando de un brazo a Odris, éste la quedó mirando—. Deberíamos sentarnos para ver las estrellas— sonrió la chica.

El grupo de Aidan se sentó alejados de los otros para contemplar las estrellas. Kilian se estaba tomando demasiado enserio las palabras de su compañera, se sentó muy cerca del pelinegro sintiendo su calor corporal.

—¿Tienes frío?— le preguntó Kilian mirando al menor.

—No, estoy bien, gracias— dijo Aidan sonriendo.

Mael por primera vez no tenía sus ojos fijos en Kilian, si no sobre Sayer que le hablaba de las estrellas.

—Y esa es la Osa Mayor— le decía el pelirrojo—. Bonitas, ¿verdad?.

—Muy lindas— le sonrió Mael.

Kilian escuchó la suave voz con la que le habló su amigo al menor. Mientras que los ojos de Aidan fueron a dar del cielo al grupo de los otros cuatro que se enconraba un poco más lejos que ellos. Fue entonces que el pelinegro vio como Brenda besaba nuevamente a Indigo, se veía que el castaño sólo se dejaba querer. Sintió entonces una incómoda sensación en su interior, alejó la vista de aquella imagen.

—Necesito ir al baño— dijo Aidan levantándose de pronto—. Vengo enseguida.

Se alejó de sus amigos y se dirigió hacia la entrada de lo que era un bosque. Iba caminando algo molesto y sinceramente no sabía porque, pero también estaba enojado consigo mismo. Debía ser claro con Kilian, al parecer el chico estaba confundiendo las cosas y eso era por culpa suya.

—Estoy tan enojado que lo golpearía en el rostro— se dijo caminando por un sendero desconocido. La luz cada vez se perdía más por lo que la visión se dificultaba, no vio entonces que había un desvío a una gran caída—. ¡Mierda!— alcanzó a gritar, pero unos brazos lo sostuvieron por la cintura jalándolo hacia atrás. Cayó de espaldas al piso sobre alguien, se dio vuelta para ver quién era.

—¿Podrías tener más cuidado?— le dijo Indigo. Aún tenía sus manos en la cintura del contrario.

—¿Qué?— Aidan se removió saliéndose de encima, se sentó a un lado—. ¿Qué haces aquí?.

—Te vi ir solo al bosque y supuse que no conocías el camino, y por lo visto no me equivoqué— le dijo el castaño sentándose—. ¿Estás bien?.

—Sí, gracias— le dijo Aidan—. Dejaste a tu pareja sola de nuevo.

—Al igual que tú— dijo Indigo—. Creí que vendrías al baño con Kilian.

El pelinegro lo quedó mirando.

—¿Por qué debería venir con él?— le preguntó Aidan.

—No lo sé, tal vez porque no se despega de ti— le dijo Indigo.

—Al menos no me anda besuqueando porque sí— dijo Aidan—. Eso se da cuando hay sentimientos.

El castaño se acercó mirando los ojos de su rival.

—¿Estás diciendo qué tienes sentimientos por mí?— le preguntó Indigo.

Aidan lo miró con el ceño fruncido.

—Jamás podría sentir algo por ti— le dijo el pelinegro.

—¿Entonces por qué me besaste?.

—Sólo fue una broma, no creí que te lo tomarías tan enserio— le dijo Aidan.

—No sabía que andabas besuqueando por broma— le dijo Indigo—. ¿O acaso tienes miedo de enamorarte?— se burló el mayor.

—¿Vas a seguir con eso?— dijo Aidan molesto.

Indigo sonrió.

—Deberías preguntarte eso tú, con tantos besos te saldrás enamorando de ella— le dijo el pelinegro.

—Yo no me enamoro, si ella lo hace será su problema— miró los labios de Aidan—. Supongo que eso a ti no te interesa.

—Darte un beso no es la gran cosa— le dijo el pelinegro acercándose. Quedó a escasos centímetros de su rostro.

—Entonces muéstrame que no tienes sentimientos por mí.

Aidan no sabía si tomar o no aquel reto, por primera vez dudó en lo que podía sentir. Sin embargo aquello lo tomó como un desafío personal, el sólo pensar en los besos que vio entre su rival y Brenda por alguna razón lo molestaban. El orgullo le ganó y eso no lo dejaría pasar, le demostraría que no tenía el más mínimo sentimiento por él, que sólo albergaba un deseo de mantenerlo lejos. Sin decir nada Aidan se acercó y le dio un suave beso, iba a alejarse pero una mano de Indigo lo sostuvo de la nuca acrecentando el beso. Aquella acción tomó por sorpresa a Aidan, quién supuso que si se alejaba perdería el reto. Sintió de pronto una corriente recorrer su columna, la lengua de Indigo jugaba con la suya.

—¿Qué se supone estoy haciendo?— pensaba Aidan sintiéndose preso de aquellos labios. Para peor comenzó a sentir un extraño calor que le invadió todo. Su mente vio entonces a Brenda besándolo. Alejó a Indigo de golpe afirmándolo por los hombros, el castaño quedó algo descolocado por la brusquedad, después de todo también se había perdido en aquellos labios.

De pronto sintieron unos ruidos en los arbustos, de ellos salieron Kilian y Sayer, ambos chicos miraron a Aidan y la cercanía con Indigo. El pelinegro se levantó rápidamente para ir con sus amigos.

—¿Estás bien?— le preguntó Kilian.

—Sí, yo sólo vine al baño y casi caigo. Indigo me ayudó— le dijo Aidan.

—Indigo estaba aquí porque— dijo Kilian.

Y antes que respondiera el castaño, Aidan habló.

—Indigo también vino al baño— le aclaró el chico. Tomó a Sayer de un brazo—. Será mejor que vamos, Mael está solo.

Kilian miró a Indigo que seguía sentado en el piso, éste estaba serio mirando a ambos. Kilian se dio media vuelta y se fue con los menores. Indigo se levantó del pasto y fue con sus amigos.

Nuevamente estaban ambos grupos apostados en el silencio de la noche viendo el firmamento. Kilian se acercó a Aidan y pasó un brazo rodeando el cuello del contrario, el pelinegro lo miró y le regaló una sonrisa. Brenda estaba abrazada de Indigo, aquello molestó de sobremanera a Aidan que no entendía porque se sentía así.

—¿Sucede algo?— le preguntó Kilian mirando al menor.

El pelinegro lo miró, sus rostros estaban a escasos centímetros. Aidan vio al rubio a los ojos, para ser sincero no quería ilusionar a Kilian pero sentía que en sus brazos había un cariño sincero.

—Aidan— le susurró Kilian mirando sus labios—. ¿Puedo besarte?.

—¿Eh?— el pelinegro no alcanzó a responder y sólo sintió los suaves labios del mayor sobre los suyos.

Indigo los miró a los lejos, apretó los puños sintiendo una incómoda presión en su pecho. Frunció el ceño molesto por lo que estaba viendo. Por su lado Kilian se separó de aquellos temblorosos labios, Aidan estaba casi en shock.

—Realmente me gustas— le dijo el rubio dejando al menor más perplejo aún.

Aidan estaba confundido y no sabía que responder, de la nada sus ojos fueron a dar sobre Indigo. El castaño estaba mirándolos sin disimulo.

—Aidan, ¿te molestó?— le preguntó preocupado Kilian.

El pelinegro trató de espabilar, volvió sus ojos al chico que tenía a su lado.

—Más bien me sorprendí— dijo Aidan sonrojado, agradecía la noche.

—Lo siento, debí esperar un poco más— le dijo Kilian—. Creo que la atmósfera me sobrepasó.

—No te preocupes, estoy bien— le sonrió Aidan mirando el cielo.

El pelinegro se sentía realmente confundido, ¿qué se supone estaba haciendo?. Se besaba con Indigo por competir, le molestaba ver a Indigo con Brenda y no sabía porque, dejaba que Kilian lo besara aún sabiendo que no sentía nada por él.

—¿A qué estoy jugando?— pensaba Aidan mientras miraba las estrellas.

En el otro grupo, Brenda sintió de pronto que Indigo dejaba de abrazarla, confundida la chica lo quedó mirando.

—¿Algún problema muñeco?.

—Creo que deberíamos volver— les dijo Indigo—. Pasan de la medianoche y el camino es largo.

Todos estuvieron de acuerdo, se levantaron del pasto y caminaron al descenso.

—Nosotros también deberíamos volver— les dijo Mael. El chico se sentía fatal después de ver el beso entre Kilian y Aidan.

Sayer no entendía que pasaba por la cabeza de su amigo, para ser sincero jamás pensó que se dejaría besar tan fácilmente por un chico. Y para peor sentir el dolor y la incomodidad de Mael que era algo triste. Se levantaron para ponerse en marcha.

Caminaban unos metros alejados del otro grupo, iluminaban el camino con las linternas de sus celulares.

—Mael, ¿me das la mano?— le pidió Sayer, después de todo el pelirrojo desconocía el terreno y no quería caer.

—Claro— Mael lo tomó firme de la mano y caminaron con seguridad.

Aidan estaba algo alejado de Kilian, a decir verdad ahora se sentía extraño estar tan cerca del mayor. Sin embargo no podía olvidar que Kilian y Mael los ayudarían con sus trabajos y demases, eso implicaba pasar mucho tiempo con ellos.

—Si Kilian sigue así conmigo tal vez me enamore de él— pensaba Aidan mientras caminaba, de pronto se dio cuenta en lo que estaba pensando. Sintió que sus mejillas se sonrojaban de golpe, ¿cómo podía ser posible?—. ¿Enserio pensé en enamorarme de un hombre?.

—Aidan— era tercera vez que Kilian lo llamaba—. No te alejes del grupo.

—Sí, lo siento— dijo el pelinegro retrasando el paso.

Mael y Sayer pasaron por el lado de ambos, Kilian vio entonces que su amigo llevaba firme la mano del menor. Era extraño ver ese comportamiento en alguien que evitaba el contacto físico, frunció levemente el ceño.

Después de largos minutos finalmente llegaban al resort, las chicas se despidieron de sus amigos y fueron a sus habitaciones. Indigo estaba serio y eso era algo que llamó la atención de Odris. Mientras los otros cuatro iban entrando al lugar, fueron caminando a sus dormitorios el último en entrar era Aidan. El pelinegro metió la tarjeta y abrió, fue entonces que sintió un empujón y que alguien entraba a la habitación con él.

—¡¿Qué carajos?!— gritó Aidan mirando al chico frente suyo—. ¿Indigo?.

—Lo besaste— le dijo el castaño con ojos molestos. Lo tenía tomado de las manos fuertemente apretadas.

—Él me besó— dijo Aidan con el ceño fruncido.

—Pero tú le respondiste— insistió Indigo.

Aidan trató de safarse, se molestó el doble al no poder hacerlo.

—¡¿Y qué mierda te importa a ti?!. ¡Brenda te besa y tú le respondes!. ¡Y yo no te digo nada!. ¡No te metas en mí vida!.

Aidan continuó forcejeando, los ojos de Indigo fueron a dar sobre el cuello del pelinegro viendo el corazón brillar. El castaño hizo un rápido movimiento y puso una de sus piernas en medio de las contrarias para inmovilizarlo, le tomó ambas manos y se las subió sobre la cabeza.

—¡¿Qué quieres?!— le gritó Aidan harto de toda la situación. Seguían forcejeando.

Los cabellos castaños cayeron sobre el rostro de Indigo, el chico ni siquiera sabía porque se sentía tan molesto después de ver el beso entre su rival y Kilian. ¿Qué era esto?. ¿Acaso no quería perder contra su compañero de clases?, ¿o había algo más?.

—Maldita sea Indigo, ¿por qué no me dejas en paz?.

—Porque nos vamos a casar— le respondió el castaño sin levantar la vista.

—Sabes que esa mierda es mentira, nos odiamos tanto que no soportamos estar cerca del otro— le dijo Aidan—. Sabes que es falso.

Indigo levantó la mirada, sus ojos estaban oscurecidos por ciertos sentimientos desconocidos y abrumantes.

—Deberías preguntarte si realmente nos odiamos— le dijo el castaño.

Luego se alejó de Aidan y salió de la habitación, el pelinegro cayó de rodillas apretandoo su pecho. ¿Qué había sido todo eso?.

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Criskeilis Brito
subiste el mismo capitulo😭
Kaguya: lo siento!! de inmediato lo corrijo. Muchas gracias 🙂
total 1 replies
Puji Lestari Putri
🤗 Excelente, más por favor.
boing fortificado
No puedo dejar de leer📖
Alida
No puedo esperar a leer el siguiente capítulo, sigue adelante! 💪
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